Mirar a Cuba sin cristales

Mirar a Cuba sin cristales
Ni el Partido Comunista ni Estados Unidos
Ni izquierda ni derecha.

Por Jaime Yovanovic Prieto

Cuba tiene sus bemoles y despierta pasiones, pues se trata de un pueblo apasionado, una mezcla de africanos de Nigeria traidos como esclavos por gallegos de los territorios ocupados por Castilla, todos ellos interactuando a punta de torturas y coitos con las comunidades originarias dirigidas por hatuey el líder indígena arribado desde una isla cercana (al parecer la actual República Dominicana) para organizar la resistencia caribe contra los invasores. Cuando fue finalmente atrapado, faltó la Fresia que le arrojara el hijo a los pies. Antes de ser quemado en la hoguera, vino un cura a decirle que se convirtiera para ir al cielo, a lo que según la historiografía, el mero susodicho respondió preguntando si en el cielo habían españoles y al oir la respuesta afirmativa del buitre, dijo que mejor que no, que no quería ir al cielo.

Así se hizo Cuba, crisol de varias nacionalidades, la convivencia, buena o mala, de gallegos, nigerianos y caribes, los pueblos originarios, y que como la mayoría de países, jamás ha constituido una nación, sino un conjunto de naciones, ya que la nación chilena. argentina, alemana, espeñola, cubana, estadounidense, etc. son inexistentes, pues no son más que la cara que intenta explicar el estado con el eufemismo de estado-nación. Las naciones son claramente puntos de partida identitaria y cultural provenientes del mundo de la vida, como los mapuche o los kurdos, y los estados que se maquillan a si mismos de estado-nación, son recursos administrativo-artificiales de expresión de jurisdicción del poder.

Volviendo a Cuba tras este vuelo de pájaro-buho, nos encontramos en los campos, villas y periferias de las ciudades con las formas de vivir el común compartiendo las formas de vida por parte de los afros y originarios, es decir, la identidad y cultura de la nación yoruba y otras capturadas en los territorios unificados a la fuerza en Nigeria, con la nación caribe, que había sido desmantelada en sus hábitat, por lo que se habían integrado los grupos de esclavos o se habían ocultado en bosques y montañas. Es interesante ver en la Sierra Maestra la composición bio-antropológica de los campesinos, que en muchas ocasiones llegan a asemejarse a los nordestinos de Brasil nacidos de la miscigenación entre los esclavos traidos mayoritariamente de la actual Angola y las comunidades indígenas amazónicas y costeras que hoy día llegan mucho más allá de la frontera con el instrumento de dominación llamado Venezuela, el estado venezolano, otro territorio donde las tramas de los hilos identitarios y culturales de diferentes países dan originalidad a nuestro continente Abya Yala, como que la colonización africana hubiese sido llevando millones de originarios de aquí hacia allá.

Es sumamente interesante observar y acompañar el grado de alianza que han alcanzado las comunidades Lenca de Honduras con las sólidas redes de las comunidades afrodescendientes en las costas caribes llamados garífunas que formaron la Ofraneh, la Organización Fraterna de las Comunidades Negras de Honduras, que junto a los lenca y una diversidad de organización autónomas, sin partidos ni corrientes, han constituido el Copinh, cuya principal dirigenta, Berta Cáceres, fue asesinada días atrás generando un impacto mundial.

Volviendo otra vez a Cuba, ya que vale la pena volver, los dueños de haciendas se organizaron con otros dueños de haciendas del continente, que los invasores llamaron de “América” pasando a llevar su nombre original de Abya Yala, reuniéndose en Cádiz y Londres como militantes activos del partido de la masonería, partido que expresaba las nuevas relaciones del capital y que luchaba en Europa con los partidos de la oligarquía feudal, principalmente la iglesia católica, dirigida desde el feudo del Vaticano. Los militantes de la masonería llamada latinoamericana, siendo además propietarios de grandes latifundios, aceptaron con enorme satisfacción atacar a la oligarquía europea cortando sus tentáculos que habían clavado en nuestros territorios donde nos dividieron en mil partes imponiendo la propiedad, la que ahora iban a solidificar y justificar los dueños de fundos mediante la instalación de la burbuja europea llamada estado-nación, e, instrumento con que los partidos del capital aplastaban y degollaban reyes o “convertían” a muchos señores feudales e empresarios que finalmente cambiaban la relación con sus siervos para sacarles la lecha de la plusvalía. De allí que la historia no es como la cuentan los que disputan el poder entre ellos, sino que sólo en algunos países hubo “lucha” real contra las relaciones feudales, terminando en negociaciones en Inglaterra, como “terminó” la dictadura chilenas tras las negociaciones con los partidos, sustituyendo milicos de uniforme por milicos militantes civiles, que a la postre ha significado lo mismo. O terminando com en Alemania, donde los feudales se pasaron en masa a comprar la fuerza de trabajo de sus ex-siervos, a cambio de producirles la famosa plusvalía. De ello se encargaron los hegelianos, el partido del capital que debía atraer y ganar ideológicamente a los señores de los feudos convenciéndolos ideológicamente de las bondades del nuevo modelo de relaciones mercantiles y productivas que tenía como eje transformar en mercacía la mano de obra productora de plusvalía.

Los militantes latinoamericamos del partido de la masonería fueron preparados en escuelas de cuadros con el pretexto de la “racionalidad científica” por encima del “dogma de la fe”, especialistas en disfrazar los apetitos de poder mediante consignas “democráticas” para todo el mundo, cosa que recién venimos a pegarnos el alcachofazo de que no era tan así, o sea, recién nos viene a caer la teja, tras años y años torciendo o haciendo barra desde la derecha contra la izquierda y desde la izquierda contra la derecha, descubrimos que hay que zafarse de la política para poder desplegar el buen vivir y el cambio civilizatorio.

Con ese abordaje analítico desde la teoría de la complejidad, podemos ver como los dueños de haciendas en Cuba se organizan en el partido masón y deciden en Cádiz y Londres junto a los oligarcas San Martín, Bolívar, O’Higgins, Sucre y vartios otros más hacer la guerra contra los representantes de los reyes aquí y formar estados-naciones en su reemplazo, que estimularan y apoyaran el naciente modo de producción. El partido cubano estaba dirigido por José Martí, muy buen poeta y escritor, aunque lejos del endiosamiento y adoración que han hecho los políticos cubanos para tener una especie de imagen religiosa. Para profundizar la complejidad del tema, demos otra mirada a la alianza que se daba entre los demócratas europeos y los oligarcas, lo que pemitirá ampliar la visión. Las guerras de Cromwell, líder del parlamento inglés, contra la corona, terminan en la famosa repartija de las funciones del estado entre los sectores en disputa: el legislativo para mi, el ejecutivo para ti, de esa manera se permite la continuidad de la corona que ya no puede hacer leyes, lo que queda en el parlamento, donde la oligarquía obtiene la simbólica cámara de los señores o de los lores, en tanto el tercer estado o el voto universal, obtiene la crucial cámara de los comunes. La pelea o el tira y afloja se da con tutti hasta casi la sangre llegar al río, en el asunto de dirimir los conflictos, la función judicial, quien aplica las leyes y juzga con cuál ley. La oligarquía proponía que se aplicara el derecho común, es decir de la costumbre, ya que así predomina en el juez la cultura señorial, rancia y elitista que caracteriza a la sangre azul inglesa del estilo de las novelas de Agatha Christie. Los partidarios de las empresas y de las relaciones de compra-venta de la fuerza de trabajo, desean obviamente que no sea la costumbre, ya que ahí ellos pierden, sino la ley elaborada en la cámara de los comunes, donde tendrían la gran mayoría de los legisladores. No hubo acuerdo, teniendo que ceder la burguesía al derecho común, el “commun law”, que predomina hasta hoy, pero fueron astutos, pues confiaban con razón en que al poco andar se impondía como hábitos, usos y costumbres, la dependencia a las relaciones mercantiles, el afan de poseer dinero para consumir, que el ensueño de las románticas actitudes caballerescas y señoriales
qie finalmente se impusieron.

Por ello el gran choque gran no estaba dado por la contradicción entre oligarquía y empresarios, entre feudalismo y capitalismo, sino en lo que Silvia Federicci pone de relieve en su libro “Calibán y la bruja” asustando a los teóricos e ideólogos de la derecha y de la izquierda que nos quieren mantener en la rueda sin fin de la pugna entre los modos de producción, como que el esclavismo haya sido destruido por el feudalismo y éste a su vez por el capitalismo, por las “contradicciones internas” de la visión dialéctica de Hegel que sirvió tanto a los demócratas renanos para ganarse a los feudales y transformarlos en empresarios, como a los actuales seguidores del Marx de su segunda fase, la fase estatista, que luego cambió, como cambió del idealismo inicial al materialismo posterior (ahí los autodenominados “marxistas” reconocen un “cambio” o “evolución “ en Marx, pero rechazan interesadamente el cambio del fin de la fase estatista del teórico revolucionario que demostró la existencia de la plusvalía así como su disminución gradual en la relación orgánica del capital). Veamos eso antes de volver una vez más a Cuba, ya que el estudio de las intracciones más de fonde entre los factores y actores, permite una mirada que consigue adentrarse en la complejidad:

Los modos de producción esclavista, feudal y capitalista son las formas que adquiere la propiedad, el patriarcado y el poder, o mejor las relaciones patriarcales, que van más allá de una contracción hombre-mujer, en dependencia del desarrollo de las fuerzas productivas, que no modifican las relaciones de fondo, de allí las alianzas y traspasos de un modo a otro de los mismos propietarios, donde los feudales, para no perder pan y pedazo, se van pasando de uno en uno al empresariado capitalista, siendo su contradicción fundamental el común, las formas de vida comunitaria. Si quiere profundizar el concepto, lea a Federicci, si quiere mantenerse pegado en un dogam o doctrina, no la lea entonces.

Ambos, feudales y empresarios, necesitan quebrar el común para que la mano de obra individual pueda ser contratada a cambio de producir plusvalía, de modo que el empresariado para atraer al feudal a su propuesta, debe explicarle o que haga “conciencia” de que debe separar las formas de vida comunitaria del campesinado, debe fragmentarlos y cerrarle los caminos de sobrevivencia para oblogarlos a venderse individualmente. Así el proletariado surge de la ruptura del común que ni el feudalismo ni la esclavitud habían conseguido aniquilar totalmente. Sólo que las comunidades tenían como eje a la mujer, como factor esencial, raiz y matriz de la vida en conjunto, que además cumplía funciones de machi o shaman y se destacaba porque maldecían a sus atacantes y hacían gestos demostrativos de ello, por lo que comenzaron a ser tratadas de brujas y quemadas en consecuencia, lo que no sólo permitió a la dominación aislarlas ideológicamente de las tropas que atacaban el común, sino sacarlas del medio, aunque detrás de una venía la otra. Es muy importante para el enlazamiento conceptual de esta complejidad, conocer las gigantescas movilizaciones campesinas de la edad media donde en rechazo al catolicismo y al luteranismo (partidos de separación ideológica entre empresarios y feudales) adherían al anabaptismo (bautizarse si lo deseaban en conciencia) y levantaban como principal grito y consigna “Omnia sunt comunnia”. Todo es común, todo es de todos. Esa consigna ni el propio Tomás de Aquino, firme defensor de la propiedad, podía negar para casos de necesidad.

Cual no sería la sorpresa que recoge el cronista (ver actas de los Archivos de Indias) de ver que las mujeres salían a combatir, que pusieron al gran río el nombre de Amazonas.

En ese contexto es posble comprender mejor el papel de los dueños de fundo que, encandilados por la transformación de los feudos en empresas y de los siervos en obreros, forman ejércitos “patriotas” para instalar el estado, instrumento que les permitirá sus designios de dominación en sus propios cotos de caza. Martí había incorporado negros en el ejército independentista y ahí se destaca Antonio Maceo, el Titán de Bronce, que nada tenía que ver con el espíritu de empresas ni de la proletarización y sólo deseaba la independencia a la haitiana, donde los esclavos afros instalaron la primera república de esclavos libres. Por asuntos del azar, se supone, Martí cae en el inicio del primer combate y después de varios años los independentistas liberar toda la isla y rodean Santiago de Cuba, aún en poder de las tropñas reales, momento que escogió Estados Unidos paras “ayudar” a los partidarios de la independencia ocupando el país e instalando una constitución aprobada como enmienda en la constitución de su país, donde va a quedar Guantánamo como parte de Estados Unidos, es decir, el botín del vencedor. Poca experiencia democrática burguesa vive ese país donde las mafias norteamericanas y las grandes empresas hacen su agosto, levantan enormes hoteles y casinos de juego. Hasta que llegó Fidel.

Fidel Castro con un grupo de amigos asalta el cuartes Moncada en plena dictadura de Fulgencio Batista con el objetivo de reinstalar la constitución que había sido aplastada por el dictador. Fracasado el intento caen varios muertos, heridos y prisioneros. Fidel, abogado escribe su alegato “La historia me absolverá” donde deja manifiesta su disposición a rescatar la democracia, lejos de los partidos políticos.
Luego en el exilio conoce al Che Guevara, médico argentino que recorre el continente en moto buscando un leprosario. Con Huber Matos y Camilo Cienfuegos, se organiza el movimiento 26 de Julio y la guerrilla que desembarca en el yate Granma y se adentra en las selvas y montañas de la Sierra Maestra. Cienfuegos proviene de experiencias urbanas de autonomía y anarcosindicalismo, muy similar a la postura de Clotario Blest en Chile. El partido comunista, cuyo nombre era Partido Socialista Popular, se opuso terminantemente a esa lucha y, más aún, la URSS convocó al los Ocs del continente a negar agua y sal a los revolucionarios cubanos porque se salían de la regla y de la siciplina, es decir, estaban innovando. Sin embargo sus preocupaciones fueron pequeñas en comparación a la mayor novedad instalada en la Sierra principalmente bajo la orientación del Che y de Camilo: no sólo juntar fuerzas para derrotar al estado, sino cambiar la economía, formas de vida y relaciones internas entre el enorme contingente del campesinado de origen afro-indígena, nace la reforma agraria y de allí la Primera ley de Reforma Agraria, con lo que la gente deja de ser masa de maniobra y grupos de choque para asumir un protagonismo histórico. La guerrilla entonces se desarrolla sobre la base de la otra economía, las nuevas relaciones, ya no como simple destacamento de lucha como hicieron las guerrillas posteriores y que el Che quería instalar también en Bolivia con el campesinado aliado que Alejo Véliz, del Partido Comunista Boliviano, finalmente terminó separando con el objetivo evidente de aislar la guerrilla.

Ya no era la guerrilla la que bajaba de la Sierra Maestra, sino que eran los campesinos y la Reforma Agraria, venía de allí un nuevo modo de vivir y de entender la economía y las relaciones, no una propuesta ni una promesa. El Che escribió que la organización campesina no debía organizarse de arriba-abajo como finalmente se hizo, sino territorialmente abajo y de ahí hacia arriba. La obsesión o necesidad del poder se abría camino y las pugnas se manifiestan, Huber matos es acusado, Camilo Cienfuegos muere según las versiones oficiales accidentalmente. Atacan los yanquis para retomar el control, La URSS ofrece “generosamente” su ayuda, la opción fue por los soviéticos, que colocan condiciones: instalación de la economía capitalista del cálculo económico que Lenin había levantado tras acabar con el comunismo, lo que había alborotado a trosky, instalar militantes del PSP en cargos clave, unir el 26 de Julio con el PSP en el PCC y otras más que representaban el sometimiento total de los cubanos al leninismo-estalinismo y la instalación del capitalismo de estado llamado “socialismo”. Así termina el proceso revolucionario cubano y comienza el capitalismo de estado con firme aplicación a nivel internacional de una política de estado, que centraliza los apoyos hacia y desde otros países en funcion de los intereses del país y del bloque socialista que luego cae sin pena ni gloria, dejando en la actualidad las puertas abiertas para que las empresas estadounidenses vuelvan a construir fastuosos hoteles y otras cosillas.

Así los países, los estados y partidos van de la izquierda a la derecha.

Y el pueblo cubano? Bien, gracias. Veamos:

Para sostenerse un estado necesita capitales y si no los puede producir con capitales nacionales o derivados de las compa-ventas internacionales en el contexto del sistema-mundo del capital globalizado, debe abrir las puertas a las empresas que lo pueden hacer, he ahí la soga al cuello de la economía moderna. Veamos algunas características del pueblo cubano independientemente de los partidos y corrientes ideológicas:

Físicamente los cubanos están divididos en tres sectores: por una parte los afros y mezclados con originarios, que son la mayoría, digamos cerca del 40% (sólo aproximaciones), en tanto el resto se lo reparten casi por igual los blancos y los mulatos, esto es, los de origen gallego y los misturados con el primer sector. La enorme mayoría de los cargos institucionales, económicos, académicos y partidarios están ocupados por gallegos, otros españoles y sus descendientes, siendo minoría en la población. La mayoría de los cargos sindicales y sociales están ocupados por mulatos y la minoría por afros y menos aún los blancos.

Las regiones de predominio negro y negro-indígena, incluyendo multitudinarios barrios de La Habana, presentan formas de vida y formas culturales ligadas a la cultura yoruba, lo que en Nigeria los colonizadores antiguos y actuales llaman de “animistas”, o sea, culto a los santos, por lo que en Cuba se llama “santería”, que es equivalente al vudú haitiano, con tradicionales ceremonias con tambores, ropas blancas y las mujeres con pañuelo blanco enrollado en la cabeza, grandes aretes y amplias y largas faldas. A pesar de la ofensiva constante de los políticos y los religiosos, no se ha podido subordinar la identidad cultural afro. Es una clara resistencia de la autonomía popular a las convocatorias “civilizatorias” del estado y las ideologías. Las escuelas, universidad, comités de defensa de la revolución, policías, hospitales, consultorios, municipios y médicos de la familia son los principales actores, factores y tentáculos de la inegración y cohesión institucional, ninguno de ellos como factor de recogida o interacción de la cultura, propuestas o necesidades populares, como en todo estado, en lo que no hay diferencia ninguna, sino que todos ellos insuflando la verdad ideológica del partido, pero negando sistemáticamente la vida en común, manteniendo a la gente separada en individualidades que sólo pueden identificarse mediante la afinidad conceptual o ideológica, como en la URSS, que se sabían todos el manfiesto comunista de memoria, pero al caer la superestructura no queda nada, salvo el individualismo.

Es la música y el baile lo que mejor retrata la cultura de vida y resistencia del pueblo, ya que toda proviene de la cultura afro, con tambores, ritmos movidos, etc, donde el cuerpo se deja llevar, como por instinto, a diferencia de los movimientos que intentan hacer los europeos, que al orientarse por la vista y la planificación de movimientos, resultan bailar muy tiesos y acartonados. La salsa es lo que mejor retrata al cubano y a la cubana, oficialista o gusano como se llaman entre ellos gracias a las divisiones políticas, ahí hasy alegría, piel, ganas de vivir, expresión espiritual y, sobre todo, erotismo, erotismo sano, el que viene del instinto y no de las convenciones sociales y culturales del occidente “civilizado”, tal como podemos ver en la danza árabe, kurda, armenia, china, tai o de la India, así como en la cumbia colombiana, villera o la danza gitana del cante jondo. Cada uno a su modo. Podemos apreciar sin trabajar mucho el análisis la influencia negra en la música norteamericana, donde aún los del ku kluk klan se emocionan y menean al ritmo del soul y sus derivados. Por eso el sistema ha inflado tanto a Elvis Presley (que aplicó los ritmos negros en su rock), Frank Sinatra o Fred Astaire, pero no ha conseguido ni podrá hacerlo, desplazar a Jim Brown o a Nina Simone, por sólo nombrar algunos. Nadie conseguirá sustituir a Benni Moré, sólo copiarlo o aprender de él.

El deporte cubano se concentra en el béibol, donde han llegado a ser campeones mundiales durante muchos años y últimamente han comenzado a decaer junto a la crisis mundial que les obliga az modificar sus planes económicos.

Es un pueblo rico y lindo, que duda cabe, y mientras la economía y la política se empecinan en subordinar las formas de vida, ellos como todos los pueblos, es desde abajo que viene la savia del rescate del instinto, de la madre tierra y del común,

El socialismo cotidiano que propuso el Che no se pudo implementar por la imposición de las soluciones macro que sólo favorecen a los estados y las burocracias, pero de que viene, viene. Las experiencias ecológicas y de autogestón entre la población cubana sabrán resistir la ofensiva que viene desde arriba en la constante pugna partidaria y empresarial entre la derecha y la izquierda por el reparto del botín.

Jaime Yovanovic Prieto
profesor_j@yahoo.com
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