Estudiantes, carabineros y familia de cada uno

Los carabineros, como los marinos y demás ramas dedicadas a la guerra, la represión y la muerte, son separados de sus familias para ir a servir en otra región, más o menos a la misma edad en que algunos estudiantes de enseñanza media ingresan a la universidad y un elevado porcentaje de ellos deben ir a estudiar en universidades de otras regiones, con lo que también son separados de sus familias.



Estudiantes, carabineros y familia de cada uno

Por Jaime Yovanovic Prieto

Los carabineros, como los marinos y demás ramas dedicadas a la guerra, la represión y la muerte, son separados de sus familias para ir a servir en otra región, más o menos a la misma edad en que algunos estudiantes de enseñanza media ingresan a la universidad y un elevado porcentaje de ellos deben ir a estudiar en universidades de otras regiones, con lo que también son separados de sus familias.

La vida familiar y el terruño valen hongo, lo que vale es esa maraña de invasores del espacio, ETs, super héroes. aliens, zombis, Rambos, Van Dames, elegantes asaltantes de bancos o casinos, choferes rápidos y furiosos, guerras de tronos, transportadores, juegos del hambre, reality show con los mansos cueros y los machos fortachos y calentones, guerras del espacio, vampiros y sangre, mucha sangre, además de fiestas de mechones de casi 100 millones de pesos, cerveza, mucha cerveza, fútbol comercial y de espectáculo de cortes de pelo, perfumes, cremas para las arrugas, eelfies, guatsáp, dinero y poder.

Vuelvan a leer el párrafo anterior, pero no vean las películas, ni los héroes ni la tecnología, sino vean la guerra entre pacos y vanguardias, partidos de izquierda y derecha, Luksic reventando Caimanes, Farkas reventando minas y repartiendo golosinas (salió verso), diputados atrapados en corrupción, inmobiliarias quebrando Valparaíso.

Para culminar esta parte podemos ver el libro olvidado de los Matterlat “Para leer al pato Donald”, donde nos hace ver que los personajes de los héroes infantiles Donald, Mickey, etc. no tienen padres, madres ni hijos, sino solamente tíos, tías, sobrinos y sobrinas.

Después de dar esta vuelta vamos ahora a ver a la madre, abuelos y hermanos de nuestros compañeros de curso, sus vecinos y el terruño donde tienen sus raíces vivenciales y corporales. ¿Encontraron algo en sus recuerdos?, ¿Alguna vez se enteraron que la madre de fulanito o zutanito yace enferma en cama?

Disculpa. ¿Está medio aburrido el tema? ¿No echas de menos muchas veces el abrazo de tu madre?, ¿Su mano pasando por tus cabellos con amor infinito?

¿Te preguntaste alguna vez por qué crestas tenemos que estar separados? Resulta que cada vez más los jóvenes escapan del amor maternal para ir a vivir esas historias de héroes, cervezas y demás?

Si tienes paciencia te contaré que la crisis de los roles de género masculino y femenino en esta sociedad patriarcal que no tiene más de 20 mil años, en tanto la humanidad viviendo en comunidades tiene entre 7 a 8 millones de años, está haciendo agua por todos lados, mientras las películas y las novelas nos machacan con el amor exclusivo del jovencito (fuerte y hermoso) con la bella y sensual heroina que ha pasado por las de San Quintín para finalmente en medio de los flujos de endorfina de los espectadores, después de que el héroe comete uno o varios asesinatos de otras vidas reducidas al asco en las mentes de los pasivos, tensos y angustiados mirones, encharcados de deseos de que el muchacho “mate” al malo, para luego abrir sus fuertes brazos y acoger a la bella dama que finalmente abre su boca (tan rica ella) para succionarle la baba bucal al susodicho que hace rato ni se lava los dientes y hacerse “suya” para siempre.

El rol que entrega el patriarcado al macho es de ser el suministrador del hogar trayendo el dinero del alimento y las malditas medicinas que nos tienen prisioneros, además, claro, que hay que pagar las cuentas (está fea la cosa, otra vez al cine o la TV a soltar endorfinas), en tanto el rol femenino es el de depender del macho y exigiele que traiga la platita. Esa interacción de roles es la que hoy día está en crisis, pues la falta de trabajo y la precariedad junto a los bajos salarios, están haciendo añicos la psique del fortacho y generando una crisis existencial del caballo, lo que lleva al gigantesco aumento del alcoholismo, uso de drogas, enfermedades, violencia familiar y cae el telón con un final exactamente al contrario de las películas, terminando esta vez con divorcios, femicidios y un enorme rosario de hechos que hacen las delicias de la prensa y de los mirones pasivos ya enfermos de lascivia y extravagantes onanismos de todo tipo.

Para peor para el pobre macho, el rol femenino también está cambiando, pero no para abajo como en el tarzán de la casa, sino para arriba, en una evidente expansión del ser y despliegue de la potencia femenina en todos sus aspectos. La sociedad está obligada a negar esa expansión otorgando a las mujeres solamente roles masculinos, tales como porcentajes en las elecciones o cargos en el parlamento y aún en la presidencia de la cosa pública. Ante el evidente fenómeno de distanciamiento progresivo y multiplicador de los roles, el estado, las instituciones, etc. salen a gritar que ahora es la mujer el “pilar” del hogar, obsequiándolas con un rol masculino, como a la izquierda se le ofrecen los gobiernos ganando a las derechas. Muchas mujeres agarran papa y asumen felices su “nuevo” rol de machos del hogar o de la república, pero otras van más allá y se incorporan alegremente a formar parte de la invasión extraterrestre al mundo de la vida, o sea, se hacen carabineras o marinas, o se hacen libertarias y salen a tirar píedras a los pacos tales por cuales, agarrando papa con la frase masculina “mujer bonita es la que lucha”. Ambos siguen negando el regazo materno y la raíz identitaria del terruño, el territorio que las vio nacer.

La familia tradicional está en crisis. Las instituciones mantienen a duras penas los roles obligando al macho a pagar la pensión y seduciendo a la mujer para que lo persiga y pague lo que debe empujándola a corretearlo por todos lados, así el machito se refugia en el alcohol, la droga, la cárcel y el siquiátrico, en tanto el estado y el rol femenino lo pisotean y su desquite es matar o dejar a la dama en cuestión como membrillo de colegial o como estudiante agarrado por los rambos de verde.

Es claro que muchas mujeres encuentran salida y realización extendiendo sus lazos hacia el barrio, los vecinos, la huerta, los niños, en fin, la familia debilitada o destruida, encuentra su camino en la gran familia del barrio, en las formas de vida comunitaria, la vuelta al común que había sido destruido por el patriarcado y desde allí su potenciación es infinita. La mujer y la gran familia del barrio se nutren mutuamente y nutren a los hijos generando un contexto local inmediato favorable para la formación y los valores positivos que emergen sin discursos ni reglas.

Por eso el sistema necesita mandar a los hijos lejos de la familia, ya que el común se está expandiendo y siempre empuja desde el instinto de libertad, por lo que hoy día se hace necesaria la alianza entre las mujeres y la juventud en los barrios, aún de los estudiantes desarraigados en valparaíso que pierden el lazo concreto interactuante del amor de la madre, los hermanos, los chicos del barrio y los vecinos, abriéndose a la maraña de los extraterrestres que pelean contra los otros extraterrestres uniformados hijos de familias y vecindades lejanas. Los machos del lugar se hacen fuertes en el sindicato, el bar y entre los trabajadores o estudiantes, donde defienden su masculinidad y su rol, aunque esté hecho pedazos, y por eso se asumen como parte de alguna vanguardia, líderes, jefes, conductores, realizando en esas funciones su masculinidad y los roles aniquilados por el sistema, por eso la izquierda atrae a tanto machón, héroe, fuerte y audaz y por eso justamente nuestra actividad de generar modos de sindicalismo desde abajo, lejos de los partidos, desplegando el espíritu de mancomunal de cooperación horizontal y ayuda mutua.

En esas dos esferas la gran familia del barrio y el sindicalismo horizontal sin partidos, está la posibilidad de reconstruir el mundo de la vida, ya que su entrecruzamiento contiene un potencial constructivo de donde puede brotar un nuevo modo civilizatorio que se encamine hacia la administración municipal entre vecinos y trabajadores sin “representantes”, sino con la acción directa de ellos mismos en común.

Jaime Yovanovic Prieto
Pre candidato vecinal a concejal independiente.
vecindep@gmail.com
Tuiter: @yovanovicprofej