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Yuca, maíz y auyama para la comunidad
Guardianes de semilla: modelo de agricultura urbana en Montalbán III
http://www.aporrea.org/desalambrar/n297068.html
Septiembre 16 de 2016.-Para los que residen y hacen vida en el área de Montalbán III, Parroquia La Vega, Caracas, es común observar con frustración como parte de la zona que divide las residencias de Juan Vives Suriá, Juan Pablo Segundo, Oscar Arnulfo Romero, del área de la autopista, fue convertida en un botadero de basura, escombros de todas las construcciones aledañas, tiradero de animales muertos y cuanta cantidad de desperdicios inimaginable pueda haber.
El terreno que va a lo largo de las inmediaciones del complejo habitacional Juan Vives Suriá, aledaño a las obras del Cardiológico para Adultos y Oncológico de Montalbán, pasando por el complejo Juan Pablo II y que termina entre los linderos del complejo Oscar Arnulfo Romero y el Guillermo García Ponce y Montalbán II, podría ser un espacio ornamentado para el ejercicio, los paseos y la agricultura urbana y fue olvidado, hasta que el colectivo “Guardianes de semilla”, se organizó y decidió desmalezar, limpiar un área de este terreno, impulsando la titánica labor de convertir un solar improductivo en uno que produzca alimentos para la comunidad.
Así vemos que cuando la situación lo exige el ser humano puede responder con su creatividad y dirigir sus acciones para buscar respuestas y tratar de salir adelante en situaciones límites que pueden avasallarlo. Es es el caso de la familia conformada por Rosario Carvallo y Juan Carlos Barreto y Antony, habitantes de Juan Vives Suriá e integrantes del colectivo, “Guardianes de Semilla” de Juan Vives Suriá, quienes desde sus saberes se han puesto a sembrar maíz, yuca y auyama en esta parcela de la urbe caraqueña en Montalbán.
Rosario Carvallo, más conocida en la comunidad con el hipocorístico de Charito, es una de las entusiastas promotoras de este proyecto, al que se refirió como un “ensayo”, que parece tener buenas perspectivas.
Por su parte, Juan Carlos Barreto quien viene de las Casitas de La Vega nos habló un poco de sus experiencias previas y de como surgió esta idea que se encuentra en una fase incipiente y que merece el apoyo de todas las instituciones que apuestan a la siembra urbana así como de la comunidad.
Inicialmente nos conformamos en un grupo de Guardianes de Semillas en el JVS, donde promovimos la siembra en los balcones productivos (nos cuentan Juan Carlos y Charito) se han recogido cosecha de pimentones, ají dulce, tomates, cilantro. La gente se ha venido motivando de esa iniciativa, de esa invitación que le hicimos como familia pues, como una experiencia de la familia y la gente ha estado produciendo en sus balcones.
La primera impresión cuando nacen los frutos en las matas es mágica, es algo que uno dice ¡guau!, si se pudo…recordaron la experiencia que tuvieron en el INCES con el profesor Carlos Lanz ,quien expresaba que: Nosotros tenemos que demostrar que eso es posible, que es posible que la gente pueda sembrar desde sus balcones, con un poquito de tierra con un envase.
Este terreno tiene su historia, porque nosotros no pensábamos nunca hacer nada en este espacio, pero una señora que se llama Sonia Lazar, que su colectivo tenía este terreno en comodato, entonces ella nos invitó a participar en su colectivo…nosotros le propusimos, vamos a empezar la siembra…el GDC nos está apoyando en remover la tierra.
Le hacemos una invitación a las instituciones a que crean en nosotros, que vean que si es posible y que efectivamente nosotros estamos impulsando todo este trabajo con las manos, pues, sin recursos, pero nos falta mucho.
Que la gente sepa que la agricultura es un potencial para nosotros…las personas tienen que demostrar desde sus balcones…hay unos pasos…es enseñarles como es efectivamente el tratado de la semilla, germinar la semilla, porque todo lo que traemos para acá ya es trasplantado…andamos en ese proceso de formación…hay que enamorar a la gente este es un proceso mágico, que de verdad es impresionante, es algo maravilloso.
Con mucho orgullo mostró Juan Carlos, el sombrero que lo protege del sol inclemente, durante las jornadas del trabajo de la tierra: un sombrero Yukpa, el cual lleva con mucho orgullo al recordar la lucha por la tierra y el pensamiento de el cacique Sabino Romero. Esto es parte de la lucha. La conquista de la tierra es parte de la lucha.
Muchos no creyeron que en esta tierra, dado su estado de abandono, se pudiera sembrar y producir algo.
Esto es una prueba, un experimento, lo que llamamos un experimento porque todo el mundo nos decía, “esa tierra no es productiva, esa tierra tiene cemento, eso no sirve, ustedes están perdiendo el tiempo”.
La tierra está respondiendo al buen trato y al amor que un grupo de compatriotas le están poniendo, están comenzando. Tienen siembras de maíz amarillo, de semillas traídas de cerca de Yaguaraparo, Sucre; auyama; yuca de esquejes provenientes de Sucre, también. Planean seguir sembrando otros rubros, así como el rescate de el Cují, que se da silvestre en la zona y que forma parte del patrimonio de árboles de la nación.