Elecciones municipales chilenas: Valparaíso a la vanguardia en desprenderse de los políticos

Más del 10% aumentó la abstención nacional en las elecciones, y la clase política analiza seriamente volver al voto obligatorio, que por el hecho de ser forzoso, aún así no cambia el rechazo generalizado que todavía no encuentra las formas de expresarse en modos de construcción de un mundo mejor, un cambio civilizatorio, continuando la eterna canción de que los buenos harán los cambios alguna vez allá arriba por vía electoral o mediante la acción de la fuerza social.



Más del 10% aumentó la abstención nacional en las elecciones, y la clase política analiza seriamente volver al voto obligatorio, que por el hecho de ser forzoso, aún así no cambia el rechazo generalizado que todavía no encuentra las formas de expresarse en modos de construcción de un mundo mejor, un cambio civilizatorio, continuando la eterna canción de que los buenos harán los cambios alguna vez allá arriba por vía electoral o mediante la acción de la fuerza social.

El bloque del Pacto Ciudadano de La Matriz en la comuna porteña levantó un programa de nítida estructura ideológica de las capas medias, profesionales y comerciantes además de los partidos, grupos y activistas de la izquierda estatista en sus más variados colores, desde liberales y socialdemócratas, hasta los grupos más radicales, pocos individuos y grupos honestos han quedado fuera de la torta. Quien más ha salido favorecido como partido, ha sido el Partido Comunista, que además de instalar un concejal partidario en la persona de Iván Vuskovic, ha conseguido instalar también a Claudio Reyes, que iba como independiente en el pacto ciudadano, en tanto han ingresado como concejales también el “Compañero” Yuri y el independiente ciudadano Daniel Morales, muy próximo a Reyes, aunque ninguno de ellos comulga con el ideario del Movimiento Autonomista de Sharp, queda de cajón que el PC tendrá una fuerte influencia en distintos niveles y secciones del gobierno municipal, bastando sólo un voto, que podría ser Zuliana, la que quedaría como carta-puente entre el bloque de la Nueva Mayoría (NM, PPD y Lagos Weber) y la izquierda ciudadana. Sin embargo Lagos Weber, el gran derrotado de la jornada, buscará evitar el posicionamiento de alguna figura ciudadana que dispute su sillón senatorial, que podría ser Farfán de la UNE en dependencia de cómo se la haya jugado por Sharp.

La diferencia de ésta con las elecciones anteriores, es que la carta “ciudadana” consiguió atraer y envolver electores y activistas de las filas oficialistas, hubo un desplazamiento de la militancia izquierdista, que para nada quiso votar Méndez, hacia el bloque ciudadano, a sabiendas de que el PC haría declaración formal de apoyo al farandulero, pero movería sus fichas en dos direcciones: Vuskovic y Reyes, abandonando a su suerte a la ex secretaria general de la JJCC, Alicia Zúñiga, que no pudo hacer mucho, obviamente.

El Partido Socialista quedó dividido y confuso debido a la deserción de su principal figura, Paula Quintana, que se retiró oficialmente de las filas partidarias y entregó su apoyo público a los “ciudadanos”, en tanto al menos una de las fracciones internas de dicho partido decretó su apoyo a Sharp.

El Partido Radical jugó muy bien sus fichas, mucho mejor que el PS y el PPD, pues con Yuri consiguieron atraer una buena cantidad de votos del contexto de la exUP.

Esta victoria de políticos en el interior de los activistas y escasos votantes políticos, traerá como consecuencia una ofensiva de las capas medias y profesionales hacia un mayor control de los cerros donde han ido sentando sus reales posaderas y aplicando políticas económicas de gentrificación, mejoramiento del Valparaíso visual, turístico y comercial, alianza con el comercio pequeño y mediano del plan, limpieza y desplazamiento, arrinconamiento y discriminación de sectores populares, que son justamente los sectores que se han negado a participar de dicho reparto de cargos y expectativas para el puerto.

Valparaíso se sacó el premio de la abstención, alcanzando un abismante 70% que supera fuertemente la media nacional. Resulta poco modificador o transformador que los votos se desplacen, circulen y repartan entre unos pocos, los mismos de siempre, menos esta vez. La izquierda no ha aumentado su caudal, sino que se ha desplazado, tratándose de voto interno activista y camisetero que no alcanzó a la población, cuya gigantesca mayoría se declara no sólo espectadora de las pugnas políticas, sino que las rechaza.

Como todo gobierno, incluso los gobiernos progresistas e izquierdistas del continente, este nuevo gobierno municipal se mostrará en los hechos y por supuesto hará mejoras éticas y estéticas para aumentar su arraigo en los sectores medios y captar mayor votación popular, siendo lo importante no sólo un funcionamiento de los órganos comunales, sino el cambio del modo de vivir la ciudad, el barrio y los afectos, pues sin ello que sólo puede hacerse en la cotidianeidad y no en las estructuras, en poco tiempo asistiremos a contradicciones y choques internos en los procesos barriales de gentrificación que la propia izquierda instala en las ciudades donde alcanza la administración. La disputa izquierda-derecha en cerros, barrios y juntas de vecinos, está abriendo paso a la disputa de la izquierda y derecha juntas para acabar con el despliegue y posibilidades del protagonismo vecinal y la mancomunalidad del mundo del trabajo y del estudio.

No es por otro motivo que el periódico El Mercurio de Valparaíso, vocero del capital, emita las mejores opiniones del programa “ciudadano” y de Sharp.

Jaime Yovanovic (Profesor J)
unlibre@gmail.com