Los cambios en la comuna de Valparaíso

Dos son los cambios que produjo la elección municipal. Veremos en estas reflexiones algunas notas de lo que se precisa cambiar y si estos dos cambios electorales contribuyen a ello:
El primer cambio se da en la composición del concejo municipal, el segundo se da en la población, que aumentó ostensiblemente su distancia de la política, de los partidos y de la institucionalidad, puesto que las dos terceras partes de los electores se negaron a participar dando las espaldas al proceso.



Dos son los cambios que produjo la elección municipal. Veremos en estas reflexiones algunas notas de lo que se precisa cambiar y si estos dos cambios electorales contribuyen a ello:

El primer cambio se da en la composición del concejo municipal, el segundo se da en la población, que aumentó ostensiblemente su distancia de la política, de los partidos y de la institucionalidad, puesto que las dos terceras partes de los electores se negaron a participar dando las espaldas al proceso.

Dos hechos o cambios indiscutibles y que deben considerarse para las tareas del cambio real. Analicemos primeramente estos dos hechos, luego los cambios que se necesitan y finalmente como estos dos cambios de forma pueden contribuir a cambios de fondo.

Las posturas más conservadoras, llamadas de derecha o de centro, alcanzaron cinco, o sea la mitad de los concejales, en tanto las posturas de izquierda o progresistas obtuvieron otros cinco, lo que sumado al alcalde, da como resultado una mayoría que emite un discurso y manifiesta voluntad de avanzar. Los concejales electos que no se identifican con la derecha y centro, son Morales y Reyes del pacto ciudadano de La Matriz, Vuskovic del PC, Yuri, independiente por el Partido Radical, y Zuliana, del PPD, defensora de los derechos sexuales y contraria a la discriminación. Con esta mayoría no hay pretexto que valga, salvo las presiones partidarias de los pactos por arriba, que vendrán básicamente de Lagos Weber del PPD, que se ha quedado sin fichas en el puerto y tendrá que apretar las clavijas a Zuliana. No sabemos aún las consecuencias de la fuerte caida nacional de la Nueva Mayoría oficialista, que apuntan al quiebre estratégico de la DC con la izquierda gobiernista y al desarrollo del Frente Amplio de los conglomerados de izquierda, lo que demorará la ruptura del PC debido a los compromisos y ataduras del PS y el PPD con la DC en todos los terrenos, incluyendo el empresarial. La salida de Quintana y la fragilidad de la unidad interna del PS local, así como el doloroso fiasco de Méndez para el PPD, traerán consecuencias que se agudizarán en la misma medida que aumenta la simpatía regional y nacional hacia la victora de Sharp, que atraerá fuertes sectores de la socialdemocracia y de grupos o individualidades más a la izquierda de los autonomistas.

El propósito declarado de la corriente de izquierda light agrupada en el pacto de La Matriz se basa en la ética y la estética, principios caros a la pequeña-burguesía y capas medias que representa, de profesionales jóvenes, intelectuales y comerciantes que desean un Valparaíso sin corrupción, limpio y amigable para el desarrollo del turismo y los buenos negocios que requieren estos sectores. O sea, dicha “limpieza” apunta a poner orden en los vendedores ambulantes y retirar los focos habitacionales feos o flaites mediante el abierto despliegue de la gentrificación, transformando varios cerros en espacios de habitación y turismo de gran capacidad adquisitiva, para lo cual los proyectos de lofts y grandes tiendas podrán amigarse con monumentos históricos y barrios tradicionales.

El uso de la política por parte de estos nuevos profesionales habituados a las marchas y asambleas donde pululan sus oradores y activistas, se ha efectuado para acceder a los puestos de comando desde arriba donde esperan influir en el sentido propuesto: gentrificación (desplazamiento de sectores populares y habilitación para la instalación de capas de mayor capacidad de consumo que pueda invertir en las nuevas modalidades habitacionales y comerciales), limpieza y lo que llaman “participación”, que, al igual que sus antecesores, se caracterizará por el control de asambleas y cabildos donde los activistas felices podrán desplegar sus discursos anticapitalistas sembrando la cohesión ideológica que amarra a las multitudes a los dirigentes y altos cargos.

La población por instinto ha recelado también de estos maravillosos discursos y no les ha otorgado la menor validez, por lo que la tarea de los burócratas será de efectuar rápidamente cambios cosméticos para ampliar su base de sustentación, lo que permitirá a la población levantar sus propias propuestas de cambio. Veamos cuales serían estas propuestas populares.

La primera obviamente es la resistencia a la gentrificación y a las modificaciones barriales que apuntan a asegurar la instalación de los sectores de mayores ingresos desplazando a la población en general, en especial si anotamos que Valparaíso es una de las zonas de mayor problemática de desempleo, trabajo precario y déficil habitacional.

Ello requiere dos políticas desarrolladas desde abajo, la primera es la cohesión poblacional de cada barrio, con juntas vecinales dirigidas por vecinos con sensibilidad comunitaria, es decir la mentalidad de la familia del barrio, con actividades de compartir y efectuar labores barriales en conjunto, huertas, juegos de niños, reforzamiento escolar, talleres de mamás, etc. Esto contribuye al arraigo y al desarrollo del protagonismo autónomo de la población. Además se puede establecer pactos o alianzas entre juntas de vecinos del mismo o diferentes cerros, con actividades conjuntas, cooperación y apoyo mutuo.

Lo segundo es una política de viviendas y construcciones comunitarias dirigida desde abajo, con estudios de terrenos disponibles o adquirirlos entre los asociados en comités de 10 a 20 personas usando los subsidios estatales, o sea, evadiendo la intromisión municipal y apoyándose en la naciente mancomunal de trabajadores independientes que coordina el Sindicato de Trabajadores de la Construcción de Valparaíso sin tutela de partidos. En este sindicato se están organizando los primeros comités de vivienda con profesionales no dedicados a la gentrificación. Evidentemente se hace un llamado a los propietarios de terrenos a que coloquen su propiedad a disposición de este programa de viviendas y no de la especulación inmobiliaria que se desatará con sus propias características con esta nueva administración municipal.

Por otra parte, en referencia a la salud y la educación, será tarea de los profesores, estudiantes, trabajadores de la salud municipal y usuarios, descubrir y elaborar programas alternativos en vinculación directa con las familias, la población en general y las Juntas de Vecinos, sin necesidad de cortar lazos con los programas institucionales, pero buscando las posibilidades del protagonismo vecinal.

Respecto a los estudiantes universitarios, la idea es que desde los primeros años participen activamente en los consultorios populares recibiendo y entrevistando usuarios diversos bajo la dirección de profesionales voluntarios, sin necesidad de dar respuestas o soluciones que aún no están a su alcance, sino en un proceso de conocimiento real del terreno de la vocación, ya que las respuestas y orientaciones las entregará el profesional. Ello puede hacerse en los campos jurídico, psicológico, pedagógico, trabajo social, salud, ingeniería, en fin, todas las carreras, ya sea en un cerro, ya sea en el Departamento Social del Sindicato de Trabajadores de la Construcción que atiende gratuitamente a todo público, sindicalizado o no.

Para la implementación de políticas barriales de control de la construcción y la gentrificación, vamos a proponer al municipio la discusión de una normativa que permita que la consulta ciudadana elaborada por una Junta de Vecinos decida o al menos proponga si una obra debe hacerse en el barrio y bajo cuales condiciones, salvaguardando así la identidad barrial, la vista, los espacios públicos, las necesidades y el protagonismo vecinal.

Jaime Yovanovic (Profesor J)
unlibre@gmail.com