Trump sirve a la izquierda de coco o lobo malo
Bastante extraños están los procesos políticos y electorales a nivel mundial:
En Turkía se hace presente en el parlamento un poderoso bloque de kurdos y varios grupos de izquierda y derechos humanos, a lo que Erdogan respondió soltando bombas y acusando a los kurdos, con lo que está metiendo presos hasta los perros, gatos y abuelitas de los parlamentarios progresistas y kurdos.
En Grecia, la izquierda gana el parlamento y el gobierno, luego convoca un referendo en que la población se niega a la negociación con el Fondo Europeo, pero Stipras lo tira a la basura y termina negociando. Chocante, no?
En Italia la candidata de la antipolítica del grupo “Cinco estrellas” gana la municipalidad de Roma y de inmediato, como por arte de magia, aparecen mil problemas, algunos de carácter casi catastrófico, con lo que se la ataca y desprestigia por todos lados proyectando una imagen mundial de ineficiencia y fracaso.
En España los parlamentarios socialistas se abstienen y finalmente Rajoy consigue instalar gobierno. Uf! Dice el capital y el rey. Al fin!
Y así, revise usted a nivel mundial:
En Perú, la izquierda vota a la ultraderecha para frenar a Fujimori, pero el fujimorismo gana el parlamento y se abren intensas negociatas entre ejecutivo y legislativo. En Brasil y Argentina, la derecha levanta cabeza y agarra las funciones ejecutivas, en tanto la izquierda saca a la calle a todas las ovejas que tenía prisioneras durante los gobiernos progresistas. De Venezuela ni hablamos, ya que se trata ahora del referente para las izquierdas mundiales de como repartirse la torta con la derecha conservando cada uno su ganado propio y sus perros guardianes que muerden las patas de las ovejas cuando se salen de la fila. La principal lección para las huestes y militancias fundamentalistas de las izquierdas, ha sido otorgar a los militares el control y propiedad de una de las mayores empresas mineras que se están arrojando sobre el Arco del Orinoco. No se puede decir que la izquierda no ha sabido aprovechar la oportunidad, ya que el gobierno ha militarizado la región minera que considera el 13% del territorio nacional para evitar protestas o propuestas de las comunidades indígenas, campesinas, afrodescendientes y villas que suman cientos de miles de pobladores que quedarán bajo la bota minera, con esa carta de negociación, no hay derechas que no agarre papa, y más todavía si entra el papa en el baile.
Cierto, el panorama está confuso, lo reconocemos y lo asumimos, dicen las izquierdas, y saz! Toc, toc! El lobo golpea a la puerta y grita que si no le abren soplará y soplará hasta derribarla.
Trump suelta exabruptos y dispara rayos y centellas en todas direcciones, aplastando casas, edificios y personas a su paso, como Godzilla, haciendo correr despavoridas a multitudes de hombres, mujeres, ancianos y niños, muchos de los cuales son atropellados por vehículos en fuga, en medio de los alaridos de la izquierda en todos lados: Corran, corran, que viene el lobo. Sectores importantes del partido de Trump le dan la espalda asustados por su tono y destemplanza, dando bofetadas a diestra y siniestra, quitando los bastones a los cojos y las latas de limosna de los ciegos. Miles de caperucitas rojas, todas virginales ellas, atraviesan el escenario de la política y de la prensa agitando sus polleras y asegurándose los pechos para que no salten al escapar, dando gemidos atemorizados de que serán violadas en masa y además trituradas posteriormente por la boca del lobo, como un predador o Aníbal Lécter cualquiera u hordas de vampiros o zombies que se esparcen como virus hasta saltar los muros de Jerusalen.
El plato está servido. La izquierda tan a mal traer estos últimos años, ahora tiene su guerra santa, su demonio, su ataque extraterrestre que puede “unir” a la humanidad. Vaya usted a ver la página de la izquierda tradicional llamada rebelion.org y vea como el coro de lamentaciones disemina o insemina horrores sobre el tal Triump, un idiota como cualquier otro idiota de los que abundan en la política. La política interna y externa de Estados Unidos es definida por el capital, por las necesidades de acumulación, que ya está claro que da en lo mismo que los gobernantes sean de izquierda, derecha o extrema derecha, mientras sigan las reglas del juego y ya tienen todos claro que la población cada vez más se abstiene de votar y crecen como callampas por todas partes las formas autónomas y comunitarias del cambio civilizatorio desde abajo, por lo que hay que subir al ring de la sociedad del espectáculo a gorilas peludos y monstruos que chupen sangre y destrocen los cuerpos humanos comiéndose sus extremidades y escupiendo los huesitos.
La izquierda está servida, ahora es cosa de reunir bastantes chanchitos para asegurar la puerta y que no entre el lobo.
Es increible como agarran papa así de fácil.
Bueno, es explicable. El vacío ideológico y el amargo sabor de las derrotas electorales ha estropeado la brújula, pues están acostumbrados a seguir un imán, y cuando no está caminan bamboleándose como opas. Y así quieren ser vanguardias, pero ya abrirán los ojos y podrán ver que el mundo está cambiando y la gente ya no está ni ahí con el ring izquierda-derecha, por muchos que suban al ring de los Trump-Godzilla o de los Lula-Kirchner.
Es sano que los izquierdistas, la mayoría de ellos muy honestos y compañeros, dejen los partidos y el show que alimenta a las burocracias y miren a sus vecinos, amigos, familiares y compañeros de trabajo o estudio, para iniciar con ellos el cambio del mundo sin recetas ni discursos, partiendo de los corazones, la corporalidad, la proximidad, pues con ello nacen nuevas relaciones humanas y de los humanos con la madre tierra, puede fluir atravesándonos el amor, las energías y especialmente el newen. Una vez contando con ello podremos definir mejor en cada lugar como asumimos el mundo, ya que hasta ahora son las teorías, paradigmas, corrientes y partidos los que nos quieren succionar y no nos dejan pensar o actuar por nosotros mismos.
Los demás están esperando por usted, pero algunos de ustedes están inflados de autocomplacencia de ser vanguardias, casi como dioses. Creen que porque están claros y conscientes del mundo que les rodea, ya pueden cambiarlo desde su fuerza mental o la que llaman “fuerza social”, que aniquila la potencia social de la creatividad y la construcción de otro mundo aquí y ahora con nuestras propias manos.
Puede usted meterse a Trump donde mejor le quepa, abra la puerta, toque la puerta de la vecina y pregunte cuando es el cumpleaños del hijo o hija.
Abrazos
Jaime Yovanovic (Profesor J)
unlibre@gmail.com
https://www.facebook.com/YovanovicProfeJ
http://clajadep.lahaine.org