Autodefensa de la vida ante las olas de calor e incendios
Las temperaturas están pasando límites muy serios y no pueden ser relegadas al baúl de los “datos” o “noticias”. Los incendios están en alza y vienen más.
Como la destrucción de la Amazonia, donde avanzan las forestales y en general las más variadas formas del extractivismo minero y de hidrocarburos, la afectación a la naturaleza es tan grave que ya puede verse a diario en todas partes el cambio climático y fenómenos tan potentes que influyen en la densidad y equilibrio de la corteza terrestre, ya que no es casual que estemos presenciando terremoto tras terremoto en todo el planeta.
En los territorios ocupados por el estado chileno hoy día impacta a todos el elevado grado del calor, lo que permite adentrarse analíticamente en el hecho para que cada uno pueda evaluar sin evadirse del tema, por mucho que duerma con ventilador y se busquen soluciones parche. Es hora de sacarse las caretas y desnudar el monstruo, inspeccionar a fondo y extraer las causas que de no abordarse, seguiremos profundizando la destrucción de la biósfera a la que pertenecemos. Es hora de que cada uno haga lo suyo y deje de ser observador pasivo. Veamos:
En la Amazonia las noticias informan que las comunidades están reaccionando en todas partes, pues el extractivismo no ataca solamente sus formas de vida y el “entorno”, sino la vida misma. Por extraño que parezca no son anti-extractivistas, sino pro-vida, lo que enseña que los antis y la búsqueda de “enemigos” que promueven los políticos de izquierda, derecha, centro y extremos, sólo sirve para sus eternas batallas por posesionarse de la máquina de moler carne y usarla en beneficio de los de arriba, lanzando cuatro migajas para que los pajarones picoteen empujándose con los “enemigos”. No es el odio lo que mueve a la gente, sino el amor.
Por ello no soprende que cada semana aparezcan nuevos modos de autogobierno de las comunidades que se han visto obligadas a autonomizarse de las estructuras y ritmos que despliega el extractivismo, es decir, del conglomerado partidos-estado-mercado, por lo que podemos ver claramente que la lucha política ya ha pasado a la historia y ahora debe predominar la lucha por la sobrevivencia de la especie y de la madre tierra de la que somos parte.
En nuestro terruño, es claro que no podemos aún instalar modos de autogobierno, salvo algunas islas de la fantasía que quedan aisladas en una especie de solipsismo y las naciones ocupadas, las que tienen toda la legitimidad histórica para ello, pues el estado es transicional, es un quiste que se ha instalado por encima del mundo de la vida y que la ataca, por ello no sirve ser anti-estado o anti-capitalista, puesto que esas instituciones son anti-nosotros y anti-vida. Los que aún no hemos podido recuperar las formas de vida comunitaria del sujeto común y del buen vivir, debemos acelerar el paso en esa dirección, pero mientras llegamos a eso, no podemos dejar de lado algunas medidas para contrarrestar la destrucción, que no es la destrucción del “medio ambiente”, de nuestro “alrededor”, sino que es también la destrucción de nuestra salud y nuestras vidas. No vamos a traer ejemplos de como en todas partes la gente se está organizando y confluyendo por barrios, localidades y comunidades para defenderse, usted puede ver cientos de ejemplos en http://clajadep.lahaine.org y los organismos internaciones o los estados no hacen nada porque están envueltos en la dinámica de la destrucción y el aniquilamiento por lo que veamos lo que nos toca, lo que se está haciendo y lo que puede hacerse.
En el cerro Barón un grupo de vecinos ha plantado una cantidad de árboles que solicitaron a Conaf, lo que recuerda el proyecto que levantamos en Tiltil de plantar árboles en la base de los cerros para asegurar el agua y atraer lluvia, el mismo proyecto que levantó en Curacaví nuestro querido amigo ya ido, el “Chicauma”, y que defiende hoy nuestro otro amigo el gran ecologista autónomo, Fabián Guerrero, plantando huertas con niños en cuanto sitio se les pone por delante, es un guerrero verde, un guerrero por la vida y que estará con nosotros en el Foro del Saber Aplicado a la Ciudad, en Valparaíso.
Es claro que se trata de experiencias que no resuelven el problema, pero caminan haciendo caminos y dan el ejemplo de como muchos caminantes podemos andar por todas partes sin copiarlos, sino imaginando y creando entre varios vecinos, estudiantes, trabajadores, como ya hacen los compas de Cordillera, el Panul en La Florida, Santiago, en Gómez Carreño, en el cerro Larraín y tantos otros que están todos invitados al Día del Verde del Foro, que puede verse en https://www.facebook.com/events/1786317211641862/
La multiplicación de los encuentros y modos de compartir en torno a las tareas del verde y la salud, como actos pequeños realizados por gente pequeña en muchos lugares pequeños, son una fórmula de defensa o de autodefensa ante los ataques a la vida y las modificaciones climáticas que han resultado de esos ataques, pero no con odio, que se inculca fácilmente por los vendedores de pomadas, sino con amor, que radica en el instinto de la especie y que ya dimos nuestra opinión de que no es una bala individual, sino un carrusel donde todos podemos subirnos con aquellos que compartimos la vida cotidiana.
La confluencia entre vecinos, estudiantes y trabajadores por abajo, sin aparatos que luego dirigen su accionar en otras direcciones, es fundamental para discutir e implementar medidas de salvaguardia contra la destrucción, por ejemplo, aunque usted descubrirá en el diálogo con otros evadiendo las afinidades ideológicas, diferentes formulaciones:
Seleccionar todos los espacios verdes o desocupados de su entorno y llenarlos de huertas, árboles y plantas medicinales. Lanzar semillas de amaranto a las quebradas, ya que neutralizan los transgénicos, además que el amaranto es un buen alimento. Limpiar quebradas y reutilizar lo recogido para colchones de huertas, alimento de lombrices y otros usos.
Hacer campaña barrial y local para tomar agua, dejando de lado los refrescos artificiales o falsos jugos watts, no se sume a las campañas de la caca-cola o similares. Haga sus propios helados en casa para los niños, con una fruta y muy poca azúcar, todo ello con agua en la juguera. Recuerde que las empresas de bebidas, que odian el agua, esperan aumentar exorbitantemente sus ventas en las olas de calor y usted ya sabe que esas empresas estimulan el extractivismo en todo el planeta. Acostumbre a su modo a los niños y familiares a beber varios vasos de agua durante el día, bajando al final de la tarde para evitar micción nocturna. Lleve envases grandes con agua a la playa, el trabajo y los paseos. No compre agua mineral, acostumbre a tomar el agua potable y no deje ir el agua usada, ya que puede reciclarla para mojar el patio o la vereda.
Consuma mucha fruta y vegetales, crudos o cocidos, de preferencia aquella producida en huertas barriales y comunitarias, trate de verificar cual es transgénica y cual es natural. Ningún comerciante le ayudará a seleccionar lo no-transgénico, de modo que tendrá que averiguarlo, para lo cual puede, si es necesario, comunicarse con el correo electrónico redecosocial@gmail.com
Averigüe los productores agrícolas de su zona, seleccionando a los que no usan semillas transgénicas ni agrotóxicos, analice con ellos modos de canalizar sus productos llevándolos a grupos vecinales o sociales de “Comprando Juntos”, ya que lo más seguro es que tiene dificultades de mercado o vende caro y el tejido directo facilita las cosas. Si su producción es transgénica, ayude a revertir ofreciendo colaboración en dos áreas: la primera es sanar la tierra con humus, de modo que estimule en los barrios la producción de lombrices, que pueden ser cualquiera, no ande buscando las de “California”, saque de su propio patio o entorno y dele cáscaras hojas verdes no-transgénicas. Regale o cambie al productor. La segunda es cambiar los agrotóxicos por pesticidas o similares de origen natural, haga o averigüe usted mismo lo que sirve para eso buscando en internet o consultando en el correo de la red Ecosocial.
No compre medicinas en las cadenas de farmacias de la química-farmacéutica, ya que todas tienen consecuencias colaterales y tienes que estar comprando siempre, sino naturales, pregunte al yerbatero y sustituya los remedios clásicos por recetas simples, por ejemplo para prevenir, evitar y atacar dolores y resfriados escapando de los analgésicos y del diclofenaco, como para evitar infecciones, tome todos los días en ayunas una infusión en un cuarto de taza normal de dos tajadas delgadas de gengibre, una de cúrcuma, una de limón o algunas gotas, uno o dos dientes de ajo en tajadas o trozos pequeños, que si se los traga es mejor, pero no se trague el gengibre ni la cúrcuma, pues son fuertes, a menos que los raye con cáscara y todo. Comente con sus vecinos y vean lo que pueden plantar. El gengibre es analgésico, la cúrcuma antinflamatorio, el ajo antibiótico y el limón ayuda a prevenir gripes. Como todos hemos sido vacunados, ya tenemos en el organismo todos los problemas y anticuerpos que enfrentarán los ataques al cuerpo, pero sólo lo mantendrán bajo control para que pueda entrar la química de los fármacos, por eso esta combinación natural mantiene el equilibrio sin pedir más, sólo que hay que ser constante y no esperar que se manifiesten los síntomas.
En su dieta, como sabemos que el sobrepeso facilita la acción del calor en el desgaste y deshidratación, recomendamos que en vez de un pan al desayuno, coma medio pan y poca mantequilla o margarina, aunque es preferible la mantequilla de campo. Lo ideal es primero la infusión, luego una fruta y finalmente el medio pan con té, leche o café no cargado. Va a tener hambre antes del almuerzo, meta una fruta, no un pan. Baje un poquito la cantidad que almuerza, no exagere, que se desequilibra. Lo mismo en la cena, baje un poquito, así ayuda que su estómago recupere su tamaño normal y no ande pidiendo.
Buena suerte con los calores y váyase por la sombrita. Recuerde que quien a buen árbol se arrima, buena sombra le cobija.
Jaime Yovanovic (Profesor J)
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