Paradoja sincronia-anacronía

Interpretando el acontecimiento de la modernidad, continuando con el boceto de una teoría integral de la civilización moderna, vamos a trabajar, por así decirlo, figurativamente, con la tesis de la paradoja sincronía-anacronía.



10.12.2016 19:01
Paradoja sincronia-anacronía

Raúl Prada Alcoreza

Interpretando el acontecimiento de la modernidad, continuando con el boceto de una teoría integral de la civilización moderna, vamos a trabajar, por así decirlo, figurativamente, con la tesis de la paradoja sincronía-anacronía. El enfoque dinámico del pensamiento complejo, que proponemos - fuera de concebir desde la simultaneidad dinámica de los tejidos móviles del espacio-tiempo, además de la complejidad integral del acontecimiento existencial del multiverso, en sus distintas escalas -, sugiere el desenvolvimiento, despliegue, si se quiere, también el funcionamiento, de la potencia inherente, en los creativos términos del devenir constante. En el ámbito o ámbitos entrelazados de espesores y planos de intensidad imbricados y articulados, se manifiesta elocuentemente las fenomenologías corporales y vitales de las paradojas.

Desde esta perspectiva compleja, pretendemos seguir con el boceto de teoría integral, ahora, buscando interpretar y decodificar el acontecimiento moderno, desde el asombroso juego de composiciones combinadas paradójicas; esta vez, haciendo hincapié en la paradoja sincronía-anacronía.

1. El problema que hay que resolver, desde la perspectiva de la simultaneidad dinámica; es ¿cómo la simultaneidad aparece, por lo menos, para la mirada humana, quizás, también para las miradas biológicas, como secuencia o sucesión?

2. Este problema, se presenta, en la paradoja sincronía-anacronía, en la cuestión de ¿cómo la sincronía aparece, por lo menos, para la mirada humana, quizás, también, para las miradas biológicas, como anacronía?

3. La conjetura es que la anacronía es posible al apoyarse en su condición de posibilidad existencial, que es la sincronía. De la misma manera que conjeturamos que el cambio es posible al apoyarse en su condición de posibilidad vital de la tradición; paradoja, esta última que expusimos en la Explosión de la vida.

4. Ahora bien, siendo la anacronía una especie de desfase de la sincronía, así como el cambio lo es respecto a la tradición, ¿por qué se da la anacronía en el contexto integral de la sincronía? La hipótesis interpretativa prospectiva que proponemos es: La simultaneidad dinámica, que implica, inmediatamente, movimiento múltiple del tejido espacio-temporal, es posible, también, por la aparición de la anacronía; la que exige la re-sincronización de la complejidad integral.

5. En lo que respecta a la configuración conceptual civilización moderna, ésta misma, es decir, esta civilización configurada, aparece como cambio, respecto a las civilizaciones, por así decirlo, usando este concepto discutible temporal, anteriores. No diremos que se trata de un anacronismo respecto de una sincronía; menos definiremos un anacronismo histórico y una sincronía histórica. Desde la perspectiva de la simultaneidad dinámica no hay tiempo absoluto, tampoco espacio absoluto, sino tejido espacio-tiempo. Sabemos que la mirada humana, por lo menos, de las estructuradas como sistemas interpretativos, ya suponía una perspectiva teleológica; la civilización moderna supone una perspectiva evolutiva. Ambas formas de miradas están imbuidas por el prejuicio del tiempo. No hay pues sincronía, en uno u otro caso. En la interpretación religiosa, se puede decir, que hay ruptura, quiebre, respecto un origen arcádico; en la interpretación griega antigua, se trata de la injusticia, del quiebre de la armonía, entendida como justicia. En las interpretaciones modernas, sobresale la idea de evolución; por lo tanto, de cambio continuo. Entonces, en este caso, el de la supuesta historia de las civilizaciones, hay como un retorno al paraíso perdido, en las interpretaciones religiosas; hay como una realización evolutiva de las posibilidades contenidas en la humanidad, en las interpretaciones modernas.

Lo que viene adelante es una exposición que recurre a hipótesis interpretativas especulativas.

6. La denominada civilización moderna, que es una configuración conceptual del acontecimiento moderno, que, como acontecimiento, supone la complejidad dinámica de sus múltiples singularidades, es un momento, por así decirlo, de la sincronía dinámica planetaria. Se puede usar el concepto acompañante, reiterativo, de re-sincronización.

7. Se puede decir que la civilización moderna ha desplegado las capacidades de las sociedades humanas, en lo que respecta a sus desenvolvimientos y prácticas, que comprenden saberes y techné, relativas a la auto-referencia. Sin embargo, esta misma manifestación auto-referente, elocuente en la tecnología y en las organizaciones sociales, así como en las mallas institucionales, es demasiado pobre y débil, en contraste, en lo que respecta a la heterorreferencia, respecto a las sociedades orgánicas, ecosistemas, ciclos vitales del planeta.

8. En un multiverso, en un pluriverso, en un universo, en sus distintas escalas, en un planeta, no se puede circunscribir la actuación o la incidencia solo desde la inválida perspectiva de la auto-referencia; es menester complementarla con la perspectiva de la heterorreferencia. En consecuencia, esta autolimitación de la civilización moderna, no solamente restringe notoriamente los alcances de la actuación humana en el mundo; sino que lo que hace, los efectos de lo que hace, escapan completamente a su control, ocasionando, incluso, en tanto efectos masivos, efectos autodestructivos. Por lo tanto, se puede comprender, que el llamado “desarrollo humano” en la modernidad no es más que una ilusión; ya que el costo del llamado “desarrollo”, es la misma destrucción del planeta. Esto, por una parte. Lo que llama “desarrollo humano” no es más que una ilusión, una versión ideológica, que presenta a la humanidad como “creadora”, cuando lo que se evidencia es que es, mas bien, destructora.

9. La llamada humanidad, entendiendo ahora sus corporeidades, su existencia vital, en el planeta, no es otra cosa que parte del constante devenir del genoma primordial, LUCA. En este sentido, es una versión, de las formas creativas de la vida, creadas por las composiciones, combinación de composiciones, transmisiones verticales, diagonales y horizontales de información genética, que compartimos con los seres de la biodiversidad del planeta.

10. En consecuencia, la humanidad no puede desentenderse de las perspectivas y los enfoques relacionados a la heterorreferencia, a la necesaria comunicación con las sociedades orgánicas y los seres del planeta. Si lo hace, como hasta ahora, desencadena una conducta autodestructiva y tanática; hipotéticamente, sería, en un futuro, otra especie desaparecida. Si logra corregir esta crasa equivocación, referencial y de interpretación, entonces, vuelve a situarse en la constelación de coordinaciones y cooperaciones de informaciones genéticas, aportando a la sincronización dinámica planetaria.

11. En consecuencia, en sentido interpretativo, la civilización moderna es paradójica. Es una formación social-económica-cultural-política mundializada; en este sentido, su anacronía ha alcanzado esta dimensión holista; por otra parte, al hacerlo, de la manera que lo ha hecho, restringida, desde la perspectiva inválida de la autorreferencia, ha estructurado un sistema-mundo incompleto, incluso diríamos dramáticamente incompleto. No hay mundo efectivo sin la participación vital de las sociedades orgánicas, de los ciclos ecológicos, del devenir constante planetario.

12. Considerando a las historias críticas y a las arqueologías de la crítica, en la modernidad; considerando a las luchas sociales por aspectos, todavía restringidos de la vida, como los llamados derechos - abarcando todas sus generaciones -; considerando que hoy, en el presente en crisis orgánica, estructural y civilizatoria de la civilización moderna, han emergido movimientos sociales anti-sistémicos de una nueva generación de luchas, que combate por la vida; podemos tener esperanzas en las posibilidades de reencausar los decursos de las sociedades humanas.

13. La interpretación de la civilización moderna, desde la perspectiva de la complejidad, no puede ser sino ecológica. La explicación de su estructura o, si se quiere estructuras engranadas, no puede darse desde los paradigmas de los esquematismos dualistas de la episteme moderna. Estos paradigmas están no solo atrapados en la herencia del pensamiento mítico religioso de la guerra entre el bien y el mal; sino que tampoco resulta una explicación coherente y sostenible la tesis de la evolución social, así como la tesis del desarrollo; de la misma manera, no es sostenible la tesis dialéctica de la lucha de clases. Todas estas tesis son herederas del esquematismo dualista del fiel e infiel, convertido en el dualismo político del amigo y enemigo; también de la conjetura ideológica de que marchamos hacia un fin, en unas interpretaciones delirantes, apocalípticas, o en otras interpretaciones delirantes mesiánicas.

14. En sentido plausible, la civilización moderna, es una muestra del impulso múltiple de la vida, que es potencia; en el desenvolvimiento de su potencia creativa. En sentido censurable e inadmisible, la civilización moderna nos muestra los límites ineludibles de la ideología; dicho de manera más precisa, nos muestra los obstáculos epistemológicos de la autorreferencia.

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