Chile ¿Por qué los dos partidos comunistas despuntan en firmas?

Tras la información de Servel sobre el refichaje (ver http://www.latercera.com/noticia/refichaje-quien-quien-regiones/ ) los dos partidos comunistas aparecen de manera notoria como los que han dado los mayores saltos cuantitativos en número de militantes fichados.



¿Por qué los dos partidos comunistas despuntan en firmas?

Tras la información de Servel sobre el refichaje (ver http://www.latercera.com/noticia/refichaje-quien-quien-regiones/ ) los dos partidos comunistas aparecen de manera notoria como los que han dado los mayores saltos cuantitativos en número de militantes fichados. Uno, el de Tellier, siempre ha ido a la cola de los partidos del empresariado, aún después del golpe, cuando buena parte de la militancia presionaba por pasar a la lucha armada y fueron puestos en el frente Rodríguez para que murieran combatiendo en “el año decisivo”, en que mientras esos militantes caían como moscas, los del aparato se reunían con el PS y la DC para evitar el despliegue social que repuntó en la primera mitad de los 80 sorprendiendo a moros y cristianos por la potencia protagonista que surgía por todos lados sin conducción partidaria.

El grupo de Artés se salió del partido tras la pugna sino-soviética en que los soviéticos revisaron la experiencia de Stalin para mejorar un poco la imagen de autoritarismo dictatorial que estaba sembrando el leninismo en todas partes, en tanto los chinos defendían a Stalin a brazo partido y llamaron a los rusos de “revisionistas”. Así, en tanto ambos ocultaban el abandono que hizo Marx de su fase estatista para pasar a su tercera fase, la fase comunal, hablando unos de marxismo-leninismo, los otros hablaban de marxismo-leninismo-estalinismo para pasar al marxismo-leninismo-estalinismo-maoismo. Suena chistoso, pero detrás de ello se mueven posturas ideológicas y modos de utilizar el estado centralizado y por lo tanto el partido.

Los soviéticos hicieron una revolución cultural apelando más a la conciencia y a la comprensión de las masas, en tanto la represión, la persecusión a los disidentes, asesinatos políticos, etc. se hacía bajo cuerda. Todo ello para mantener el proceso de producción de plusvalía para realizar ciertos beneficios sociales a costa de la reproducción valórica y conductual de las relaciones individualistas requeridas y producidas por las relaciones capitalistas. De allí la necesidad de aflojar el torniquete y estudiar el marxismo, es decir, la tergiversación del sentido de las reflexiones de Marx sin tocar la esencia de su cambio del estatismo a la comunalidad. Del revisionismo y de la postura estructuralista de Althusser surge en Europa el eurocomunismo, aprovechando los textos de Gramsci con los que Palmiro Togliatti hizo un manual de cortapalos para justificar el viraje hacia la socialdemocracia.

El grupo de Artés se aferró al estalinismo, es decir, mano dura y disciplina rígida, distribuyendo por todo el país los textos de Marx y de Mao impresos en la República Popular China, para transformarse en el día de hoy en el principal defensor de la república de Corea del Norte, un estado prisión.

Chinos y rusos disputaron a tiro limpio el control de la revolución cubana una vez que ésta quedó clara que debía rendirse a los cantos de sirena del capitalismo de estado para evitar la invasión yanqui, lo que llevó al Che Guevara a irse de allí, lo que resultaba funcional, pues ni soviéticos ni chinos aceptaban sus posturas de avanzar al comunismo transformando en cotidianas las posturas estatales socialistas. El socialismo cotidiano era la manera de avanzar a la sociedad sin clases, al común. Horror! Justamente ése había sido el gran aporte de Guevara a la historia, no la guerrilla, que ni tan siquiera era el foco de Debray, sino la articulación de las fuerzas vivas en resistencia con los modos de producción, como la reforma agraria que se hizo en la Sierra Maestra y los combatientes bajaron defendiendo sus tierras, no para realizar alguna utopía.

Finalmente triunfaron los soviéticos preparando un severo golpe a los chinos que habían reclutado algunos oficiales de las fuerzas armadas revolucionarias y los dejaron hacer hasta tener todo el aparato, nombres y detalles, lo que descabezaron de un solo guaracazo y forzaron a los chinos a ceder y quedarse de simples “aliados” del apéndice cubano de los soviéticos, aunque todo indica que también los chinos estaban al tanto de que el PC boliviano rompería el acuerdo con el ELN y así el Che quedaría aislado.

Así, mientras el revisionismo utilizaba posteriormente la figura del Che, obviamente, si ellos se habían hecho cargo de la revolución cubana para transformarla en capitalismo de estado mediante la política económica del “cálculo económico” herencia de Lenin, los chinos no lo soportaban ni en pintura, pues estaban claros de que aquella postura de cotidianeidad de nuevas relaciones, era estratégicamente contraria al centralismo estatal. Sus razones quedaron legitimadas con la caida del muro, que sostienen se debe a la línea “democrática” que usaron los soviéticos para enmascarar el autoritarismo. Los éxitos económicos de los chinos en base a la política interna de cuartel y la ocupación, arriendo, compra o concesiones de tierras en todas partes para el acceso directo a las materias primas del extractivismo y destrucción de la madre tierra, han estimulado a grupos pro-chinos de nuestro continente y de otros lugares, en tanto la caida del muro debilitó a los estalinistas pro-soviéticos.

La actual cerrazón de Trump con el muro y la salida del Tratado del Pacífico, así como el avance militar en diversos lugares, no sólo ha abierto nuevas oportunidades externas al imperio chino, sino que le obliga a reformular sus políticas y gastos relacionados con la defensa, ya que la agresión a Corea, el reconocimiento de Taiwan y el derecho de japón a las islas en disputa con China, forman parte del cerco estratégico y contención del poderío económico de la república popular, lo mismo con las bombas en Siria y Afganistán, que esta vez van en contra de los rusos.

Los chinos han avanzado enormemente en Nicaragua, Venezuela, Ecuador y Bolivia, además de muchos otros países más, lo que transforma las políticas estatales de esos países en parte de la pugna geopolítica de las potencias. Veamos el comportamiento de los partidos pro-chinos en nuestro continente.

En Argentina el PCR, Partido Comunista Revolucionario, participó con sus grupos en la alianza de las izquierdas con el kirchnerismo, donde está plenamente integrado el PCA de orientación soviética, especialmente el PCR ja colaborado con el gobierno peronista en dos grandes áreas: Las madres de Bonafini, cuyo hijo del PCR fue desaparecido por la dictadura militar y da ella fuerte apoyo a las figuras del PCR, como el “perro” Santillán, fundador del grupo indigenista, la segunda área, que se alió al kirchnerismo y cuya principal figura peronista está hoy día presa por el macrismo.

En Bolivia los sectores pro-chinos se han sumado a la oposición de izquierda contra Evo Morales, en especial en el gremio de los maestros.

En Perú se han ido aproximando a las comunidades andinas, particularmente a las rondas campesinas y apoyan la lucha contra el extractivismo, así como su fuerte presencia entre profesores, esudiantes y otros gremios a través de su partido Bandera Roja, de donde salió el grupo de Abimael Guzmán para formar el Sendero Luminoso, de línea polpotista, una variante del estalinismo-maoismo.

En Ecuador su fuerte influencia en diferentes gremios, maestros y estudiantes, le ha valido el ataque y persecusión del autoritarismo de Correa y el partido Pais, y actúan a través de su partido PC(m-l), que mantiene estrechas relaciones con el Bandera Roja del Perú y el Ejército Popular de Liberación EPL de Colombia.

En Brasil, el PCdoB es aliado estratégico del PT (socialdemocracia) y mantiene sus principales bases en la Unión Nacional de Estudiantes y grupos campesinos, tiene varios parlamentarios sin poder penetrar en el movimiento obrero organizado, donde es rápidamente expulsado por la maquinaria petista. El PCB, pro-soviético, se ha mantenido fuera del pacto gubernamental.

No vamos a seguir analizando por países, pues con eso basta para dar una idea de la relación o no relación con los gobiernos que están siendo apoyados y usados por los chinos. Veamos en Chile:

El partido de Artés es el PC(AP) Partido Comunista Acción Proletaria, de fuerte tendencia estalinista, férrea organización interna y severas escuelas de cuadros, manteniendo en varias ciudades escuelitas y aún preuniversitarios, sacando rápidamente a sus cuadros estudiantiles al trabajo con sindicatos y pobladores, instalando bases en barrios y comenzando en los últimos años a disputar espacios poblacionales a los grupos del partido Igualdad y grupos rebeldes asociados en Ukamau.

Su férrea disciplina y no participación en el gobierno, le ha valido la adscripción de cuadros salidos del PC aún no convencidos de las estrategias conciliadoras del reformismo pequeño-burgués que sustituyó al reformismo obrero tras la muerte de Marín y el predominio de Tellier. El PCAP evidentemente es un partido reformista, que desea introducir reformas al estado en vez de priorizar por el protagonismo social, ya que mantiene la idea de que desde el aparato del poder pueden introducirse cambios de orientación de los dineros producidos por el capitalismo, de allí su romance con los grupos que habían formado el juntos podemos, como el MIR Demetrio y el Partido Humanista, que aún mantiene fuertes lazos y doble militancia con el Movimiento Humanista Siloista.

Los continuos fracasos y la pérdida de imagen, les han llevado al aislamiento vanguardista, atacando al Frente Amplio de ser instrumento de la Nueva Mayoría y llevando en solitario la figura de Artés como candidato a la presidencia.

Eso significa que quieren ser la salida izquierdista, no social y popular, con un programa de un Chile patriótico y popular, con lo que disputan clientela al partido Igualdad y al frente patriótico Rodríguez. La patria como símbolo, esto es el nacionalismo, lo que los ubica dentro de las corrientes progresistas que han administrado o administran gobiernos y para resolver la crisis económica entregan todo al imperialismo chino, muy similar a la alianza estratégica del PCR argentino aliado al peronismo y al PcdoB aliado al petismo.

De allí que han podido movilizar cuadros disciplinados que han podido recolectar firmas en lugares de tradición obrera y barrios populares, como hizo el PC con sus bases organizadas, lo que indica que cuentan con un buen aparato y la candidatura Artés aspira a reclutar y organizar otros más, con lo que aclaran su vocación aparatista y estatista.

No creemos que tengan resultados en votos y pensamos que ellos lo saben. Tendrán que estudiar mucho para ver la presentación de candidaturas en las parlamentarias, donde difícilmente podrán instalar algún parlamentario, pero sumarán más votos a Artés, cifra con la cual esperan ampliar su trabajo a futuro.

La dificultad para ellos estriba en que sólo van a disputar votos al Frente Amplio y al PC, esto es, gente ya definida de izquierda, lo que se va a incrementar por la propaganda que está circulando por sus firmas logradas, o sea que la prensa está participando alegremente en la dispersión de los pocos votos izquierdistas que vendrán, pues no es fácil que el electoralismo prenda con vigor en medio de las crisis política, económica, ética y ecológica que hacen nata por todos lados.

Más bien se trata de una especie de salvavidas ideológico para mantener en alto entre algunos las fenecidas banderas del izquierdismo estatista que finalmente entregará sus votos a la Nueva Mayoría en la segunda vuelta. O sea, lo mismo que el Frente Amplio, que aspira traer de vuelta al izquierdismo subsumido en la NM y a los electores cansados de votar para nada.

O sea, todo lo mismo: Nada.

Mientras tanto el protagonismo de la potencia social muestra sus brotes por todas partes, y es de ahí que viene caminando el futuro. Sin prisa, pero caminando. Y eso no es para sentarse a esperar, sino para salir hacia los vecinos y colegas de trabajo o estudio para descubrir juntos su papel en el despliegue de iniciativas hechas con las propias manos sin delegar la potencia social en representantes que nos hacen pelear acá abajo y una vez arriba “descubren” que para hacer algo hay que sumarse al proceso global de acumulación de ganancias.

Jaime Yovanovic (Profesor J)
unlibre@gmail.com