Ciencia, naturaleza y sociedad en la crisis actual

1. La ciencia, incluyendo aquí las ciencias sociales, jurídicas, pedagógicas, naturales, del cuerpo y la salud, tecnológicas, ambientales, etc. se ha desarrollado por los estados y la academia en función de la producción, el mercado, el consumo y el control de población, jamás para el cambio, ya que no está en ellos la voluntad de suicidio, o sea, aún las miradas críticas del “mejoramiento”, son parte de la reproducción del status quo.

2. Hasta ahora, por los motivos señalados, la acción científica en general está cumpliendo una labor fundamental en el extractivismo y destrucción de la madre tierra, así como la atomización individualista de distancia y competencia entre las personas y de éstas con la naturaleza, a pesar de los llamados al amor, la solidaridad, la fraternidad y la defensa del ambiente que hacen múltiples personas e instituciones públicas y privadas.

3. Pocos valoran los saberes y producción de saberes de las cosmovisiones y formas de vida comunitaria que respetan y contribuyen al equilibrio natural, así como los saberes populares, regionales y locales que emanan de los sectores sociales marginados de la academia y del trabajo fijo, con lo que de hecho los profesionales y científicos, por muy buena voluntad que tengan hacia la enorme mayoría social, están constituyéndose en una capa separada que va modelando un conjunto de intereses que les diferencian y en muchas ocasiones les ponen en contradicción con las mayorías.

4. Los espacios de profundización y desarrollo de la ciencia no pueden ser solamente la academia, el estado y las empresas, donde se van acumulando las tesis e investigaciones por miles y conformando a los estudiantes y profesionales a abandonar el interés real por la vocación para asimilar o grabar solamente lo que sirve a los exámenes y a la vinculación laboral. Ese conformismo ha hecho decaer drásticamente los bisturís epistemológicos que penetran al interior de los fenómenos estudiados y operados, instalándose así con mayor fuerza la limitación investigativa sólo a los instrumentos básicos requeridos para obtener empleo, que, siendo muy poco, nos obliga a competir predsentando curriculo tras currículo en los lugares que podrían emplearnos cruzando los dedos. Estamos hablando de miles y miles de profesionales, no de cientos. Millares que deben emplearse como garzones, telefonistas, “atención de público” o vendedores de tiendas, así el desarrollo del pensamiento y la práctica científica se transforma en un cuello de botella o boca angosta del embudo.

5. Vivimos mundialmente y aquí también, una crisis económica, política y ambiental que ya parece ser imparable, salvo levantando muros y arrojando bombas, lo que sólo contribuye al apartamiento y seguridad de las elites y la miseria para el resto. Muchos rasguñan las instituciones para agarrarse de ellas, que se están desplomando en todas partes, en un inhumano sálvese quien pueda, sin embargo son arrastrados cada vez más hacia los muros exteriores para caer en medio de la plebe. Por eso capas medias votan Triump, Le Pen, Macri y Piñera, que creen que serán los únicos que podrán salvarlos de caer en el charco social. Si embargo otros votan a los nuevos partidos o movimientos progresistas, que terminan muy luego fortaleciendo el estado que sólo obtendrá fondos acrecentando el extractivismo. Pareciera un callejón sin salida o un círculo vicio como el perro persiguiendo su cola.

6. Sectores importantes en todos los países y aún en los territorios controlados por el estado chileno, frente a la crisis general económica e institucional, han decidido buscar las formas de subsistencia y de pasos para la construcción de otra sociedad, aunque algunos levantan el anti-capitalismo o el anti-estado, lo que sólo consigue generar cierta consciencia de la situación y ya se sabe que la sola consciencia no hace nada, salvo permitir que los clubes políticos de todos los colores recluten nuevos militantes para lanzarse a las batalles por el poder, por el mango de la sartén, por lo que ha ido creciendo masivamente en todos los países un proceso de auconciencia de esa separación entre las elites y la gran mayoría, y la necesidad de soltarse o manejar desde el protagonismo la dependencia al estado, mercado y partidos políticos, para construir entre ellos mismos nuevos modos de vivir, de alimentarse, de compartir cotidianeidades sobre la base del estrechamiento de relaciones vecinales, barriales y locales, y entre ellos y la naturaleza.

7. Pocos científicos, envueltos en la búsqueda de soluciones personales para la crisis que piensan salvar aferrándose a las tablas del naufragio institucional que ha comenzado a crujir por todas partes, han adquirido la visión de conocer, estudiar y compartir con estas nuevas experiencias que vienen de abajo y de la marginalidad autonsciente que desea también salvarse salvando a todos y todas.

8. Es allí donde el científico y el estudiante de todas las profesiones, sin necesidad de romper las ataduras que tendrán que mantener un buen tiempo con el estado y el mercado, puede contribuir con su ciencia, para ayudar a comprender mejor el proceso destructivo que avanza sobre el planeta y por tanto amenaza la vida de todos, y para colaborar en la búsqueda de soluciones y alternativas para encarar esta debacle desde el proceso de autoorganización local y autogestión para la vida en aprendizaje conjunto con los saberes ancestrales y populares.

Encuentro preparatorio: Ciencia, Naturaleza y Sociedad

Convocatoria a profesionales, estudiantes, docentes, investigadores e interesados a conversar y tirar líneas de reflexión y acción sobre la temática científica en Valparaíso y la Quinta Región enmarcada en los puntos o parámetros señalados.

Traiga sus otras reflexiones y conversemos este martes 25 para elaborar un buen encuentro de la Quinta Región en los plazos que sea necesario. Allí también informaremos del taller semanal gratuito que haremos sobre este tema.

La cita es en el Sindicato de Trabajadores de la Construcción de Valparaíso, Blanco 1054. Martes 25 de abril a las 17h.

Invita Universidad Libre, la universidad de la tierra y del común, una desuniversidad donde indisciplinamos las disciplinas retirándolas de la formación de tornillos sistémicos para traerlas de regreso a los ritmos y requerimiento de la madre tierra y del común, obviamente sin retirar al estudiante de su formación académica, así va complementando en el compartir con el protagonismo social.

unlibre@gmail.com