Brasil: Mientras derecha e izquierda se (y nos) empujan por el gobierno, los de abajo caminan

Una verdadera escuela de hacer articulando por abajo, sin partidos y asentándose en los territorios. No vea la noticia en función de acumulación de fuerzas o dinámicas rupturistas, sino como las hormigas tejiendo el otro mundo. Luego olvídelos, deje ser ser espectador contemplativo y criticón, descubra su papel y el de su cuerpo para los tejidos que le corresponden.



Introducción:

Después de la reducción del MST quedando como cabeza pequeña de los jíbaros, tuvieron que pasar casi 10 años, incluyendo la primera campaña electoral de Lula donde el movimiento social fue transformado en mera base electoral del PT, y el MST cayó de más de un millón de afiliados a casi 200 mil personas.

Los aplausos a la “magnificiencia” del MST siempre han sido puro tongo, ya que esa organización se caracterizó sólo en el comienzo por las tomas de tierras y formar campamentos combativos que sabían bloquear caminos y ocupar ministerios, lo que sus dirigentes traicionaron para subordinarse al gobierno de Lula que ahora continúa Dilma. 10 años de inmovilismo mientras gracias a ello el capital extendía sus redes por ciudades, campos, selvas y montañas en tanto la reforma agraria quedaba en una mínima expresión.

De improviso, como golpe de puño, emerge de la invisibilidad un proceso de diálogos horizontales de varios años entre experiencias y dinámicas por abajo que superan el debate entre marxistas, anarquistas, troskistas, maoistas, plataformistas, estalinistas, situacionistas, socialdemócratas, teólogos de la liberación, paulofreiristas, comunistas libertarios y toda la fauna de propuestas -en Brasil hacen nata-, que quedaron entrampadas por el gran engaño de Lula que posó de izquierdista ante el aplauso de los progresistas de todo el continente, los mismos que una vez en el gobierno se vuelven contra las comunidades y les arrojan el más desenfrenado extractivismo aniquilador de la vida y la naturaleza. En este caso que analizamos se reunieron 300 representantes de las más variadas regiones y prácticas sociales, se negaron a conversar desde los conceptos o desde la superestructura de la política y de la economía, de la ideología y del paradigma, mostrando su mirada desde el perfil de sus acciones, las feministas desde el feminismo, los ecologistas desde la ecología, las comunidades desde la defensa del territorio, etc. distanciándose de los partidos y de los aparatos controlados por ellos como la Unión Nacional de Estudiantes, reducto del PCdoB en alianza con el PT, y de la CUT, apéndice del PT. Un encuentro de feministas fuera del ámbito de las mujeres con ecologistas fuera del ámbito de la ecología, todos en un espacio común donde esas diferencias desaparecen porque cada área está presente en la resistencia contra el modelo. En primer lugar rompen con los partidos y estructuras burocráticas, en segundo lugar rompen con las ideologías, en tercer lugar rompen con la división clásica entre movimientos reivindicativos (sirvió de algo la crisis del MST), en cuarto lugar rompen con las prácticas “centralizadoras” para entender que la clave está en los territorios como eje principal, y por último, quedando aún muchas otras aristas que usted mismo/a irá descubriendo en la lectura, rompen con las reuniones y alianzas entre dirigentes.
Veamos, pues esta experiencia, cuya lectura está intercalada con algunas reflexiones y comparaciones:

CARTA DE SALVADOR

Traducido del Portugués por Jaime Yovanovic (Profesor J)

Fuente: www.dialogoseconvergencias.org/noticias/carta-politica-do-encontro-nacional-de-dialogos-e-convergencias

Somos 300 ciudadanos y ciudadanas brasileños integrados a la Articulación Nacional de Agroecología (ANA), a la Asociación Brasileña de Agroecología (ABA-Agroecología), a la Asociación Brasileña de Posgraduación en Salud Colectiva (Abrasco), al Foro Brasileño de Economía Solidaria (FBES), al Foro Brasileño de Soberanía y Seguridad Alimentaria y Nutricional (FBSSAN), a la Red Brasileña de Justicia Ambiental (RBJA), a la Red Alerta contra el Desierto Verde (RADV), a la Marcha Mundial de Mujeres y a la Articulación de Mujeres Brasileñas, en reunión en la ciudad de Salvador-BA, entre los días 26 a 29 de septiembre de 2011, durante el Encuentro Nacional de Diálogos y Convergencias entre Agroecología, Salud y Justicia Ambiental, Soberanía Alimentaria, Economía Solidaria y Feminismo.

Comentamos:
Los primero que salta a la vista es la metodología y la segunda es la caracterización de los participantes en determinadas áreas muy concretas. El diálogo es para la convergencia. Ya no es la búsqueda de un camino para todos, sino como se entrecruzan los diferentes caminos y se van retroalimentando unos a los otros. Hay presentes dos articulaciones, dos asociaciones, dos foros, dos redes y una marcha. Es muy interesante, sugestivo y esperanzador observar como esas temáticas y actividades tan diferentes no van a converger porque les da la gana o porque quieren “conducir”, sino que cada una de ellas tiene presencia y expresión en el sujeto social transformador, en especial comunidades en resistencia.

Sigue:
Nuestro encuentro resulta de un largo y fecundo proceso de preparación motivado por la identificación y sistematización de casos emblemáticos que expresan las variadas formas de resistencia de las capas populares en sus diferentes expresiones socioculturales y su capacidad de generar propuestas alternativas al modelo de desarrollo hegemónico en nuestro país. Venidos de todas las regiones del país, esos casos alumbraron nuestros debates durante esos tres días y fundamentan la manifestación política que presentamos en esta carta.

Comentamos:
Es de destacar la humildad y distancia que han tomado del mesianismo que caracteriza a las izquierdas. No vienen con el mamotreto ni con los diez mandamientos, sino de un proceso de preparación que fue motivado por la identificación (sienten y piensan lo mismo frente a un caso desde diferentes enfoques), han sistematizado, es decir han intercambiado y analizado al respecto, siendo el objeto de su atención ciertos casos emblemáticos, muy importantes en sus esferas, como los mega proyectos de destrucción de la selva, los transgénicos, el papel de la mujer y muchos más como veremos. En cada uno de esos casos asoma y se expresan esas variadas formas de resistencia popular, con lo que hay la constancia de la agresión capitalista. La gran diferencia que presentan frente a las propuestas políticas de partidos, movimientos y corrientes, fórmulas y soluciones que se ofrecen como pomada que todo lo cura, es que aquí no hay propuestas, sino que se verifica y aprecia como las diferentes identidades o expresiones socioculturales tienen capacidad de generar propuestas alternativas al modelo de desarrollo hegemónico en nuestro país.
Bueno, esa capacidad la tienen todos, es la potencia, el poder-hacer, la autonomía, sin embargo cuando viene un sujeto externo y muestra “caminos” transforma la capacidad en mero apoyo conceptual a opciones colocadas en vitrina. Lo interesante es verlo y decirlo, además en la forma que lo están diciendo ellos queda muy gráfico, ya que si la capacidad está siempre en todos, reprimida o no, valorarla en este caso es porque efectivamente se están generando propuestas alternativas. Da para pensar que los reunidos ven en esas propuestas generadas desde diferentes sujetos autónomos la contraparte al modelo. Muy interesante, veamos como van produndizando la idea.

Sigue:
Al alimentar este patrón de desarrollo, el gobierno Dilma inviabiliza la justa prioridad que atribuyó al combate a la miseria en nuestro país. Teniendo como eje estructurante el crecimiento económico por la vía de la exportación de comodities, este patrón genera efectos perversos que se extienden en cadena sobre nuestra sociedad.

Comentamos:
Lapidario y fulminante, sin concesiones al gobierno de “izquierda”. El gobierno Dilma, continuador de Lula, alimenta el actual patrón de desarrollo, con lo que inviabiliza la prioridad contra la miseria, que queda en el discurso. Muy pedagógicos los compadres y comadres del Encuentro. El eje es la exportación de comodities, la exportación de materias primas, frutas, alimentos, etc. Como en Argentina, la industria tiene un bajísimo porcentaje del PIB, condición que sigue en aumento en todos los países del continente, también en Chile, donde el cobre, vino y fruta constituyen casi la totalidad del ingreso bruto.
Es muy importante como desde diferentes ángulos constatan los efectos perversos sobre la población y que, lo que es peor, “se extienden en cadena sobre nuestra sociedad”.
Estos compas están demostrando como se ha ido trasfiriendo el eje de la contradicción interna del capital desde la dialéctica capital-obrero hacia el antagonismo de la forma extractivista actual del capitalismo contra el conjunto de la población y la naturaleza.

Sigue:
En el mundo rural, la expresión más visible de la implantación de esa lógica económica es la expropiación de las poblaciones de sus medios y modos de vida, acentuando los niveles de degradación ambiental, de la pobreza y la dependencia de ese importante segmento de la sociedad a políticas sociales compensatorias. Este modelo, que se hace presente desde el inicio de nuestra formación histórica ganó fuerte impulso en las últimas décadas con el alineamiento de los seguidos gobiernos a los proyectos expansivos del capital internacional. Materialmente él se ancla en la expansión del agronegocio y en grandes proyectos de infraestructura implantados para favorecer la extracción y el acaparamiento de riquezas naturales para los mercados globales.

Comentamos:
Una verdadera clase magistral en pocas líneas: la expropiación de los medios y modos de vida. Eso tiene un significado terrible, ya que una cosa es expropiar los medios, como la tierra, bosques, etc. (recordamos el proceso de surgimiento del capital en torno a las villas europeas) y otra cosa es expropiar los modos de vida en esta segunda fase de modelamiento capitalista de los expropiados de los medios en general, siendo la primera la conversión a la fuerza del campesinado en proletariado fabril durante la primera revolución industrial, en tanto la actual -sobre la base de la maquinización y la tecnología, que prescinden de la mano de obra- es la exclusión, precariedad del trabajo, gigantesca marginación y adentrarse hasta los más recónditos rincones del planeta destruyendo la naturaleza y los modos de vida comunitaria, el Buen Vivir, el compartir, la reciprocidad. La primera fue una readecuación de la población para el “trabajo”, la actual para el “no trabajo”. Durante la primera florecieron las tácticas proletarias que no introdujeron cambios sustanciales, salvo el control del aparato del poder: el estado, y así se les fue la coyuntura histórica.

Sigue:
Los casos emblemáticos que subsidiaron nuestros diálogos demuestran la esencia violenta de ese modelo que viola el “derecho de permanencia”, desterritorializando las poblaciones, lo que significa sustraer de ellas la tierra de trabajo, el libre acceso a los recursos naturales, sus formas de organización económica y sus identidades socioculturales. Los movimientos masivos de migración compulsoria de ahí decurrentes están en la raíz de un patrón de distribución demográfica insustentable y que cada vez más convierte las ciudades en polos de concentración de la pobreza, al paso que el mundo rural se va diseñando como un escenario de ocupación del capital y de su proyecto de una agricultura sin agricultoras ni agricultores.

Comentamos:
En Perú está tan agudizado este problema, que ya han comenzado grandes movilizaciones para detener la ofensiva del extractivismo. Ello no quiere decir que no sea significativo en el resto de los países, en especial si tenenmos en consideración que sólo Canadá tiene 1.246 proyectos extractivos en el continente. Las organizaciones de izquierda no acostumbran a trabajar este problema de la desterritorialización, pues la expulsión y conversión de comuneros en ciudadanos atrapados por el mercado y la necesidad de obtener dinero en las periferias de las ciudades para ellos es mayor masa votante, es decir, se hacen cómplices de la desterritorialización. Por eso la importancia para el capital de crear movimientos y partidos “ciudadanos” de capas medias profesionales e intelectuales que lleguen a los gobiernos y sostengan las dinámicas extractivistas evitando que las comunidades se hagan cargo del aparato del estado (como en Ecuador y Bolivia), para lo que cuentan con la fuerte adhesión de las fuerzas armadas y de las izquierdas que corren a hacer “alianzas” con todo aquel que haga discurso progre, como con Humala, donde prácticamente todas las agrupaciones de izquierda se sumaron al bloque Gana Perú en una gran alianza gran que culminará como en Bolivia y Ecuador con la represión a las comunidades. Eso se presenta en cada país del continente, uno por uno. Faltó agregar que esa enorme migración que aumenta la pobreza, es la que permite la prisón de las periferias, rodeadas de tropas allanando, deteniendo, amedrentando, persiguiendo, deteniendo y asesinando a la población. Es clave el concepto de la agricultura sin agricultores ni agricultoras, cuya fase preparatoria es el trabajo temporero. Es importante entre los analistas y activistas del cambio que eso no se vea como un momento, sino como una gigantesca bola de nieve que se desliza por la pendiente creciendo más y más a cada instante.

Sigue:
El progresivo deterioro de la salud colectiva es el indicador más significativo de las contradicciones de un modelo que alza a Brasil a una de las principales economías mundiales al mismo tiempo en que depende del mantenimiento y de la contínua expansión de políticas de combate al hambre y a la desnutrición. Constatamos también que este modelo se estructura y acentúa las desigualdades de género, de generación, de raza y de etnia.

Nuestros análisis convergieron para la constatación de que los mayores beneficiarios y principales inductores de este modelo son corporaciones transnacionales del gran capital agroindustrial y financiero. A pesar de sus crecientes inversiones en marketin social y verde, esas corporaciones ya no consiguen ocultar sus responsabilidades en la producción de una crisis de sustentabilidad planetaria que alcanza incluso a los países más desarrollados y que se manifiesta en desequilibrios sistémicos expresados en el crecimiento del desempleo estructural, en la acentuación de la pobreza y del hambre, en los cambios climáticos, en la crisis energética y en la degradación acelerada de los recursos del ambiente.

Comentamos:
Esta fue una buena descripción de los dos polos del antagonismo: el capital en todas sus formas y lugares por una parte y la población en su conjunto por la otra.

Sigue:
Las experiencias movilizadas por las redes aquí en diálogo denuncian las raíces perversas de este modelo al mismo tiempo en que contestan radicalmente las falsas soluciones a la crisis planetaria que vienen siendo pregonadas por sus agentes promotores y principales beneficiarios. Al constituirse como expresiones locales de resistencia, estas experiencias apuntan también caminos para la construcción de una sociedad justa, democrática y sustentable.

Comentamos:
Queda claro que los casos a que se alude son de resistencia-construcción, esto es, no sólo un aguante frente a las agresiones ni propuestas para que el agresor deje de serlo algún día, sino ruptura de la dependencia y despliegue de la autonomía, aún en el terreno económico, que progresivamente adquiere mayor importancia para ir rompiendo los lazos materiales e ideológicos con el estado y el mercado.

Sigue:
La multiplicación de estas iniciativas de defensa de territorios, promoción de la justicia ambiental y de denuncia de los conflictos socioambientales están en la raíz del recrudecimiento de la violencia en el campo a que asistimos en los últimos años. El asesinato de nuestros compañeros y compañeras en esos frentes de lucha es el más cruel y doloroso tributo que el agronegocio y otras expresiones del capital imponen a los militantes del pueblo y al conjunto de la sociedad con sus prácticas criminales.

Nuestros diálogos procuraron construir convergencias en torno a temas que movilizan las prácticas de resistencia y de afirmación de alternativas para la sociedad.

Comentamos:
Es muy importante no sólo la denuncia y el apoyo a las situaciones conflictivas, sino como desde allí, en el mismo acto de resistir se construyen alternativas, no se proponen alternativas, sino que se llevan a la práctica. Por qué sucede eso? Simplemente porque la población está cansada de la ausencia de respuestas desde los canales establecidos y por otra parte por el mismo ejemplo que entregan las comunidades de tener la experiencia de resolver sus necesidades con sus propias manos. Para ellos el estado trae problemas que deben solucionar, sin el estado estarían mejor, por eso sólo ofrece soluciones estatales quien quiere instalarse en el comando del aparato. A quien no le interesa el poder le va a preocupar más la búsqueda de soluciones. Eso está creciendo a todo vapor en todos los países al mismo tiempo que se va instalando en la conciencia de la gente la más severa crítica a todos los partidos, cuestión que pretenden esconder y resolver corrientes llamadas autónomas que organizan “movimientos sociales” verticales, como el Frente Popular Darío Santillán en Argentina y los grupos o partidos derivados de la Surda en chile, que de autónomos no tienen nada. Triste es el caso de los grupos nacidos con fuerte simpatía hacia el zapatismo en Argentina, como la UST de Cuyo y Giros de Rosario, que han culminado incorporándose al engendro de la que llaman Vía Campesina, agrupación de partidos que dirigen grupos campesinos. .

Sigue:
Los diálogos sobre reforma agraria, derechos territoriales y justicia ambiental responsabilizaron al estado frente al cuadro de violencia con asesinatos, expulsión y desplazamientos compulsorios de poblaciones por la acción de los grandes proyectos como las hidroeléctricas, expansión de las monoculturas y el crecimiento de la minería; la incorporación de áreas de producción de agrocombustibles, reduciendo la producción de alimentos; la presión sobre las poblaciones que ocupan tradicionalmente áreas de selvas, riveras y litorales, como los manglares, los territorios de la pesca artesanal, con la desestructuración de sus medios de vida y amenaza al acceso al agua y a la soberanía alimentaria.

Las convergencias se orientaron a la reafirmación de la centralidad de la lucha por la tierra, por la reforma agraria y por la garantía de los derechos territoriales de las poblaciones. El derecho a la tierra se ha disociado de la valoración de las diferentes formas de vivir y producir en los territorios, reconociendo la contribución que pueblos y poblaciones tradicionales ofrecen a la conservación de los ecosistemas; del reconocimiento de los recursos ambientales como bienes colectivos para el presente y el futuro; y los derechos de las poblaciones del campo y de la ciudad a una protección ambiental ecuánime. Convergimos también en la afirmación de que el derecho a la tierra y los derechos al agua, a la soberanía alimentaria y a la salud, están fuertemente asociados.

Reconocemos la importancia de la movilización en apoyo al Movimiento Xingu para siempre – en defensa de la vida y del Río Xingu, considerado como un ejemplo emblemático de lucha de resistencia al actual modelo de desarrollo. Defendemos el fortalecimiento de la articulación de los afectados por la empresa Valle y las propuestas que combinen la gestión ambiental con la producción agroecológica, a ejemplos de experiencias innovadoras de los movimientos sociales en asentamientos de Reforma Agraria.

En el debate sobre cambios climáticos, sus impactos, mecanismos de mercado y la agroecología como alternativa, rechazamos que la propuesta agroecológica sea apropiada como mecanismo de compensación, sea él en el invisible e inseguro mercado de carbono, sea en REDD, REDD+, REDD++ (reducción de las emisiones por desmatamiento y degradación) o aún dentro del pago de servicios ambientales. La Río +20 engendra y consolida la llamada “economía verde”, que puede significar una apropiación, por el capitalismo, de las alternativas construídas por la agricultura familiar y campesina y por la economía solidaria, reduciendo la crisis socioambiental a un problema de mercado.

Comentamos:
Está muy clara aquí la diferencia entre la Otra Economía y aquellas expresiones que pueden ser apropiadas por el capitalismo en la forma de mercado secundario, por eso no basta en un barrio simplemente hacer un Comprando Juntos, sino que hay que ir abordando progresivamente otros aspectos, como la energía alternativa, producción conjunta, etc.

Sigue:
La Agroecología no es una simple prestadora de servicios, contractualizada con el sector privado. Ella reúne nuestras convergencias en el campo y la ciudad, trabajando con gente como fundamento. ¿Es posible financiar la Agroecología a partir de la contaminación, esclavitud, racismo y acumulación cada vez mayor del capital? ¿Es posible hacer un enfrentamiento a partir del pago de servicios ambientales por contratos privados, acuerdos público-privados?

Al debatir los impactos de la expansión de los monocultivos para agrocombustibles y patrones alternatvos de producción y uso de energía en el mundo rural, los diálogos apuntaron a que la energía es estratégica como elemento de poder y autonomía de los pueblos, pero está directamente ligada al modelo (hegemónico y fallido) de consumo, producción y distribución. La producción de agrocombustibles, basada en la monocultura, en la destrucción del ambiente, en la violación de los derechos e injusticias sociales y ambientales, se asocia al agronegocio y amenaza la soberanía alimentaria.

Comentamos:
Efectivamente la energía es un factor fundamental del contrapoder autónomo de las comunidades y pueblos y en la medida que siga subordinada al modelo, menores son las posibilidades de despegue y despliegue de la potencia, por lo que es un tema que debe ser abordado como uno de los ejes priuncipales de las formas de vida en común.

Sigue:
Las políticas públicas sistemáticamente desvirtúan las propuestas reproducidas en las experiencias populares, colocando las cooperativas e iniciativas de agricultura familiar en la lógica de la competencia de mercado y en nivel desigual en relación a las corporaciones, tal como ocurre en las áreas de generación de energía eléctrica, seguridad alimentaria, ciencia y tecnología o aún de la economía solidaria.

Comentamos:
Muy bien, directo al hueso, un mercado sometido a la lógica del modelo pierde su eficacia como acto de resistencia y de construcción. De ahí la importancia de la autonomía local y las redes horizontales hacia otras comunidades .

Sigue:
En las políticas para los agrocombustibles, la agricultura familiar es inserta como mera suministradora de materias primas y el modelo de integración es dominante, enmascarando el arrendamiento y asalariamento del campesinado y encajando el paquete tecnológico de la revolución verde a través de las políticas de crédito, asistencia técnica y extensión rural. El diálogo del gobierno con los movimientos sociales se precariza por la sectorización y atomización de las relaciones, en tanto la mezcla de intereses y operaciones entre MDA (ministerio de Agricultura, NT) y Petrobrás (Compañía de Petróleos de Brasil, estatal, NT) acaba por legitimar el canal de negociación empresarial en el marco de una política pública.

Comentamos:
Eso quiere decir, lisa y llanamente, que el estado va a subordinar las experiencias a las necesidades del modelo, por lo que el gobierno, sea cual sea, no es ninguna solución.

Sigue (prestar mucha atención aquí):
Las experiencias de producción descentralizada de energía y alimentos apuntan como soluciones reales aquellas articuladas por organizaciones y movimientos sociales que integran las perspectivas de la agroecología, de la soberanía alimentaria y energética, de la economía solidaria, del feminismo y de la justicia social y ambiental, y son basadas en la fuerte identidad territorial y previa organización de las comunidades.

Comentamos:
Veamos los conceptos de producción descentralizada de energía y alimentos, esto es, que no llegan de un centro, tratándose de producción local, territorial, pero no cualquiera, ya que puede ser, y de hecho sucede así, subordinada al mercado, como ya se dijo más arriba, por eso las que se han verificado como soluciones reales son las que articulan organizaciones y movimientos (nosotros agregamos: dinámicas, actividades y formas de vida) que integran la perspectiva de los factores enunciados, a saber, los presentes en el Encuentro (agroecología, feminismo, etc.) asentados en el territorio y previa organización, es decir donde no la hay, por lo que es necesario aprender a diferenciar la acción en cada variante, si hay organización, lo más seguro es que expresan saberes tradicionales y si no la hay, es ahí donde las experiencias de las comunidades sirven de guía.

Sigue:
Estas iniciativas tienen en común la diversificación de la producción y de los mercados y la prioridad en el uso de los recursos, de los saberes y de los espacios de comercialización locales. Están bajo el control de los agricultores y tienen autonomía frente a las empresas y al estado.

Comentamos:
Ahí está el secreto. Vuelva a leerlo despacio. Habiendo las condiciones de autonomía ya no es subsumible por el estado o el mercado, moviéndose libremente y artticulando redes voluntarias hacia donde considere útil o necesario, ya no por el factor dinero, sino por el factor “servicio”

Sigue:
Se articulan a programas y políticas públicas diversas como el Programa Nacional de Alimentación Escolar (PNAE) y el Programa de Adquisición de Alimentos (PAA), no sólo al Programa Nacional de Producción y Uso de Biodiesel (PNPB). Los procesos de transformación están bajo el dominio de las organizaciones en toda la cadena productiva, y ha diversificado la producción de alimentos y de matriz energética y co-productos, para más allá y como consecuencia de la producción de combustible. Las formas de producción están en red y tienen capacidad de contraponerse a los sistemas convencionales como premisa de su permanencia en el territorio.

Comentamos:
Será interesante conocer esas experiencias de como es posible desde la autonomía relacionarse con ciertos servicios estatales o privados, como el de los alimentos escolares, sin perder el eje de construcción de lo nuevo, que es la comunidad reforzándola donde hay y generando gérmenes donde no la hay aún.

Sigue:
Con base en estos principios y lecciones, las políticas públicas para la promoción de la producción de energía y alimentos deben tener: un marco legal diferenciado para la agricultura familiar; promover la producción y uso diversificado de aceites, sus co-productos y otras culturas, adecuadas a la diversidad cultural y biológica regional; atender a la demanda de adecuación y desarrollo de tecnología y equipamientos apropiados, acompañada de procesos de formación y de redes de innovación en las universidades; más allá de proporcionar autonomía en la distribución y consumo local de aceites vegetales, biodiesel y alcohol.

Comentamos:
Esos aspectos programáticos al estilo de reivindicación o “derechos” hacia el estado son una buena manera de evitar el choque directo. Lo importante es no detener la construcción propia a la espera de las dádivas estatales, sino exigir, pero al mismo tiempo hacer las propias respuestas en las localidades.

Sigue:
Los diálogos sobre los agrotóxicos y transgénicos, articulando las visiones de la justicia ambiental, salud ambiental y promoción de la agroecología responsabilizaron al estado por las políticas de ocultamiento de sus impactos expresadas en las dificultades de acceso a los datos oficiales de consumo de agrotóxicos y de laudos técnicos sobre casos de contaminación; en la liberación de Organismos Genéticamente Modificados (OMGs) sin debate democrático con la sociedad y sin atender al principio de la precaución; en la frágil vigilancia y fiscalización laboral, ambiental y sanitaria; en la dificultad del acceso a los laboratorios públicos para el análisis de muestras de contaminación por transgénicos y por agrotóxicos en el aire, agua, alimentos y sangre; terminando por promover un modelo de desarrollo para el campo que concentra tierra, riqueza y renta, con impactos directos en las poblaciones más vulnerables en términos socioambientales.

Hay un llamado para que el estado se comprometa con la aclaración de las denuncias e investigación de los crímenes, a ejemplo del asesinato del líder comunitario José María da Chapada del Apodi, en Ceará; con la defensa de investigadores criminalizados por visibilizar los impactos de los agrotóxicos y por producir conocimientos compartidos con los movimientos sociales; con políticas públicas que potencien la transición agroecológica facilitando el acceso al crédito, a la asistencia técnica adecuada y que reconozca los conocimientos y prácticas agroecológicas de las comunidades campesinas.

No hay posibilidad de convivencia entre el modelo de agronegocio y el modelo de la agroecología en el mismo territorio, porque la deforestación y las pulverizaciones de agrotóxicos generan desequilibrios en los ecosistemas afectando directamente las unidades agroecológicas. Las políticas públicas deben estar atentas a los impactos de los agrotóxicos sobre las mujeres (abortos, leche materna, etc.) pues ésyas están expuestas de diferentes formas, que van desde el trabajo en las labores de campo hasta el momento del lavado de la ropa de los que utilizaqn los agrotóxicos. El uso seguro de los agrotóxicos es un mito y un paradigma que precisa ser deconstruído.

Es fundamental la convergencia de nuestras acciones con la Campaña Nacional Permanente Contra los Agrotóxicos y por la Vida, ampliando los diálogos y convergencias con los movimientos sociales del campo y la ciudad, agregando nuevas redes que no estucieron presentes en este Encuento de Diálogos y Convergencias. Tenemos que denunciar este modelo del agronegocio para el mundo y buscar superarlo por medio de políticas públicas que puedan inhibir el uso de agrotóxicos y transgénicos, a ejemplo de la prohibición de la pulverización aérea, o aún direccionando los recursos provenientes de los impuestos de los agrotóxicos, cuya producción y comercialización es vergonzosamente subsidiada por el Estado. El fin de los subsidios contribuiría para financiar el SUS y la agroecología.

Comentamos:
Este es un terreno aún nuevo y fértil en la mayoría de los países, pues aún mucha gente está recién empezando a comprender la gravedad de los tansgénicos y agrotóxicos.

Sigue:
Con relación a los derechos de los agricultores, pueblos y comunidades tradicionales al libre uso de la biodiversidad, constatamos que está en curso, en los territorios, un proceso de privatización de la tierra y de la biodiversidad manejada por la producción familiar y campesina, pueblos y comunidades tradicionales. Tal privatización es profundizada por la flexibilización del Código Forestal, que es una gran amenaza y abre caminos para un proceso brutal de destrucción ambiental y apropiación de tierra y territorio por el agronegocio.

La privatización de las semillas y mudas, de los conocimientos tradicionales y de los diversos componentes de la biodiversidad se vienen dando de forma acelerada, con el Estado cumpliendo un papel decisivo en la mediación (reglamentación y políticas públicas) de los contratos establecidos entre empresas y comunidades, representando serios riesgos a los derechos al libre uso de la biodiversidad.

Causa gran preocupación que las cuestiones nacionales sobre conservación y uso de la biodiversidad estén siendo discutidas y encaminadas sin la participación efectiva de las poblaciones directamente afectadas, estando sujetas a agendas internacionales como la Río+20. Consideramos una violación la actual forma de “consulta” sobre importantes instrumentos legales y de política concentrada en pocos actores y de cuestionable representatividad.

Experiencias presentes en este encuentro demuestran avances y se fortalecen a partir de la legitimidad de sus prácticas y aprovechando las brechas existentes en la legislación. Este es el caso, por ejemplo, de los bancos comunitarios de semillas en el semiárido; de la producción de semillas agroecológicas a partir de variedades de dominio público; de la autoregulación de los conocimientos tradicionales sobre las plantas medicinales del Cerrado; de la constitución de un fondo público de las quebraderas de coco babazu a través de la repartición de beneficios que reconoce el conocimiento tradicional asociado.

Comentamos:
Como el punto anterior aún no hay reacciones masivas contra el ataque a la biodiversidad, salvo excepciones.

Sigue:
Es necesario profundizar la organización de las agricultoras y de los agricultores, extractivistas, pueblos y comunidades tradicionales en sus territorios, en forma de fortalecer los principios y acciones de cooperativismo y sus interlocuciones con las redes regionales, estaduales y nacionales como estrategia de resistencia y construcción de alternativas. La generación de alternativas económicas es crucial en este contexto. La apropiación del debate en torno de los derechos puede facilitar y fortalecer el diálogo de nuestras redes y movimientos con la sociedad civil de modo general, de modo de visibilizar la importancia de los modos de vida de esas comunidades para la garantía de derechos humanos como el derecho a la alimentación adecuada y saludable.

Comentamos:
Esta es tal vez una de las partes más importantes del texto, donde se muestra la importancia de la organización de cooperación interna, así como redes horizontales hacia otros territorios, todo ello como estrategia de resistencia y de construcción, siendo clave el desarrollo de la Otra Economía. Sin embargo hay que considerar la alianza con otros sectores para que conozcan y contribuyan a valorizar el derecho a vivir en comunidad, el Buen Vivir, sus modos propios de vida, señalando por ejemplo el derecho a alimentarse como ellos determinen como un derecho humano. la alianza para defensa de los derechos implica también salir de la invisibilidad y promover las formas de vida en común y con autonomía. Muy inteligente la propuesta de los 300 reunidos. No convocan al paternalismo, sino a ver lo que hay dentro, que debiera resultar pedagógico para otras dinámicas y lugares.

Sigue:
En los diálogos sobre Soberanía Alimentaria y Nutricional, Economía Solidaria y Agroecología, las experiencias apuntaron la gran acumulación en la construcción de alternativas al actual modelo agroalimentario, que garantizan, de forma articulada, la soberanía alimentaria y nutricional, la emancipación económica de los trabajadores y trabajadoras en los territorios, en especial las mujeres, la promoción de la salud pública y la preservación ambiental. Se constató que estas iniciativas contribuyen con la construcción concreta y material de propuestas diferenciadas de desarrollo, calcadas en las realidades, cultura y autonomía de los sujetos de los territorios y orientadas para la justicia socioambiental, la democracia económica y el derecho a la alimentación adecuada.

Comentamos:
Guau!
Un verdadero programa de cambio por abajo, pero que en este caso se produce desde la práctica y estos compas que han estado participando allí van sistematizando las propuestas de abajo. Muy interesante metodología. Este párrafo último hay que copiarlo y pegarlo en la pared. Hay que destacar el concepto de democracia económica, que tiene diferentes desdoblamientos, pero en definitiva es lo contrario del autoritarismo de la propiedad y del mercado.

Sigue:
Estas acumulaciones se expresan a través de la existencia y resistencia de decenas de miles de emprendimientos e iniciativas de Economía Solidaria y Agroecología, especialmente cuando son articuladas y organizadas en redes y circuitos de producción, comercialización y consumo, que aproximan productores y consumidores y fortalecen la economía y cultura locales, en un enfrentamiento a la desterritorialización y desigualdades de género, raza y etnia inherentes al actual patrón hegemónico de producción y distribución agroalimentaria.

Comentamos:
Es una bonita forma de reforzar lo que ya se había enunciado algunas páginas atrás y ampliarlo con más detalles, de modo que también se podría copiar y poner en la pared. Creo que voy a hacer una selección de estas frases marcantes y sintéticas que dejan ver un nuevo mundo, un mundo donde quepan muchos mundos.

Sigue:
Se constató que los programas de alimentación escolar (PNAE) y de adquisición de alimentos (PAA), así como el reconocimiento constitucional del derecho a la alimentación y la implantación del Sistema y Política de Seguridad Alimentario y Nutricional, son conquistas importantes para la agricultura familiar y campesina. Por otro lado, de forma paradojal, el Estado ha apoyado fuertemente el agronegocio, a través de la subordinación de su acción a intereses del capital, y de la falta de un horizonte y estrategia definidos de expansión del presupuesto del PAA y del PNAE.

Comentamos:
Efectivamente el estado funciona así, como también Argentina con el populismo del kirchynerismo y en Ecuador con Correa, que tienden puentes a la otra economía mientras operan fuertemente el extractivismo y la agroindustria.

Sigue:
Las vivencias y experiencias denuncian también la gran cantidad de barreras al acceso de las iniciativas y emprendimientos de Economía Solidaria y Agroecología a políticas públicas y al mercado. Tales barreras se expresan en una legislación e inspección sanitarias y tributarias incompatibles con las realidades de las/los productoras/es y trabajadoras/es asociadas/os, en especial en el procesamiento y agroindustrialización de pulpas, dulces y alimentos de origen animal. Esas barreras, sumadas a la burocratización en la adquisición de la Declaración de Aptitud al PRONAF (DAP) y a una ofensiva de sectores empresariales que han denunciado a la ANVISA emprendimientos productivos una vez que éstos comienzan a fortalecerse, han impedido la instalación y legitimación de la producción dentro y fuera del municipio y el acceso al PAA y al PNAE. El derecho a la organización del trabajo y de la producción en forma asociada sólo existirá con la conquista de garantías y condiciones legislativas, tributarias y de financiamiento que sean justas.

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Se trata de una buena crítica práctica al estado, pero también la sabiduría de saber tomar de allí lo que sirva en tanto no impida el desarrollo de la organización de las nuevas formas de vida, la autonomía y la otra economía, que obviamente se van a ir acrecentado de a poco, no de golpe.

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Los diálogos apuntaron también a la lucha por el consumo responsable, solidario y conciente como un campo importante de convergencia entre las redes y movimientos y como un desdoblamiento concreto de este Encuentro, a través de la construcción conjunta de un diálogo pedagógico con la sociedad, tanto denunciando los impactos y daños de los alimentos venidos del agronegocio y contaminados con agrotóxicos, lo que exige la regulación de la publicidad de alimentos, como anunciando las alternativas disponibles en la Agroecología y en la Economía Solidaria.

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Además están los Comprando Juntos, cocinas comunitarias u ollas comunes, comedores populares, etc., como formas de consumo compartido.

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En busca de nuevos caminos

Los ejercicios de diálogos que estamos realizando hace dos años y los excelentes resultados a que llegamos en nuestro encuentro reiteran la necesidad de fortalecer nuestras alianzas estratégicas y renovar nuestros métodos de acción convergente. Las experiencias que anclaron nuestras reflexiones dejan claro que los temas que identifican las banderas de nuestras redes y movimientos se integran en las luchas del cotidiano que se desarrollan en los campos y en las ciudades contra los mecanismos de expropiación impuestos por el capital y en defensa de los territorios. Evidencian asi la necesidad de intensificar y multiplicar las prácticas de diálogos y convergencias desde el ámbito local, donde las disputas territoriales se materializan en la forma de conflictos socioambientales, con impacto en la salud de las poblaciones, hasta niveles regionales, nacionales e internacionales, fundamentales para que las causas estructurales del actual modelo hegemónico sean transformadas.

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El empoderamiento local es la fórmula para avanzar en la convergencia mayor, ya que sin eso se tratra de estatuas con pie de barro. De esta frase, además de la importancia de lo local, rescatamos lo siguiente:

La necesidad de fortalecer las alianzas estratégicas y renovar los métodos de acción convergente. Cuáles serán esos métodos de acción convergente? Bueno, podemos encontrarlos nosotros, no es necesario afinar el recetario de las fórmulas mágicas.

Se insiste en que los temas que les convocan son temas del cotidiano de resistencia. Por qué eso no se ha desarrollado de esa manera por ejemplo en el valle del Choapa en las batallas masivas contra Pascua Lama? Por qué la mina de Yanacocha en Perú fue paralizada por las comunidades y no así Pascua Lama? Preguntas que debemos hacernos.

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La naturaleza local y diversificada de nuestras luchas viene hasta hoy facilitando las estrategias de invisibilización por los sectores hegemónicos y beneficiarios del modelo. Ese hecho nos indica la necesidad de actuar de forma articulada, incorporando formas creativas de denuncia, promoviendo la visibilidad de los conflictos y de las propuestas que emergen de las experiencias populares.

Comentamos:
Esta parte es un fuerte palo a las corrientes centralizadoras que insisten en crear frentes, bloques y vías donde se genera una capa dirigente, espacio donde se cocina la suerte de las bases, distinto del mandar obedeciendo zapatista. Ellos no se plantean centralizar las luchas, es decir llevarlas adelante desde un hilo o botón central, lo que acabaría con la autonomía necesaria, sino que más bien reconocen la “naturaleza” local, es una cuestión de ser, esencia, perfil e identidad. El árbol es árbol no porque queremos que lo sea, es su naturaleza, así las luchas tienen ese carácter local asentado en la autonomía, es decir, no se espera una orden superior, a lo más podrá haber coordinación o articulación mediante estrategias de alianzas, diálogos y convergencias, lo contrario a formar una casta dirigencial. Se entiende que los partidos tengan odio y terror a la autonomía.

Los zapatistas encontraron en México un modo práctico de presentar y mostrar dinámicas y actividades diversas que en ese país convergen en las tareas derivadas de la Otra Campaña de la Sexta Declaración de Lacandona. En un mail se reciben diariamente las convocatorias, declaraciones, denuncias e invitaciones de decenas y decenas de organizaciones, que de inmediato son colocadas en una página web y enviadas a miles de destinatarios en México y muchos otros países. Yo estoy anotado allí y recibo diariamente uno o dos reportes con dos, cuatro, seis o más noticias con su link para ir a leerla en la página web. Si le interesa, avise.

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Una de las líneas estratégicas para la promoción de los diálogos y convergencias es la producción y diseminación de conocimiento sobre las trayectorias históricas de disputas territoriales y sus actuales manifestaciones. en ese sentido, las alianzas con el mundo académico deben ser reforzadas también como parte de una estrategia de reorientación de las instituciones del Estado, en el sentido de ellas reforzar las luchas por la justicia social y ambiental. Estimulamos la elaboración y uso de mapas que expresen las diferentes dimensiones de las luchas territoriales por sus protagonistas como una estrategia de visibilización y articulación entre nuestras redes y movimientos. El Intermapas ya es una expresión material de las convergencias.

Comentamos:
Habrá que descubrir modos de establecer alianzas con el mundo académico, lo que nosotros en parte hemos abordado con la Universidad Libre, que ha permitido que decenas de estudiantes y profesionales se acerquen a las actividades con vecinos. Hay experiencias autónomas que al encerrarse en si mismas desarrollan un fuerte rechazo a los universitarios (aunque tienen razón por la diversidad de pugnas internas e intereses presentes allí) y constituyen sistemas normativos o éticos internos que más contribuye al aislamiento que a la expansión y a la convergencia. De eso en Chile tenemos mucho, en especial por la desconfianza entre grupos y personas, así como por la competencia entre corrientes. Vamos a buscar el Intermapas para divulgarlo.

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Otra línea estratégica se fundamenta en nuestra afirmación de que la comunicación es un derecho de las personas y de los pueblos. Reafirmamos la importancia, la necesidad y la obligación de comunicarnos para hacer visibles nuestras realidades, nuestras pautas y nuestro proyecto de desarrollo para el país. El cambio de marco regulatorio de la midia es condición para la democratización de los medios de comunicación. Repudiamos las posturas de criminalización y las formas de representación que la midia hegemónica adopta al abordar los territorios, modos de vida y lucha. Contestamos la producción de invisibilidad en esos medios de comunicación. El Estado debe comprometerse a financiar nuestras midias, incluso para que podamos ampliar proyectos de formación de comunicadores y de estructuración de nuestros propios vehículos de comunicación. Los medios públicos deben ser vehículos para comunicar aprendizajes de nuestras experiencias, propuestas y campañas. Por una comunicación libre, democrática, comunitaria, igualitaria, plural y que defienda la vida por sobre la ganancia.

Comentamos:
La mayoría de los medios alternativos son propiedad de alguna corriente, por lo que es necesario que sean efectivamente vehículos comunitarios, como en el caso de Tiltil, donde el proyecto del periódico comunal está dirigido por una asamblea local.

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Nuestros diálogos convergen también para la necesidad del reconocimiento de las mujeres como sujeto político, la importancia de su auto-organización y la centralidad del cuestionamiento de la división sexual del trabajo que desvaloriza y separa trabajo de las mujeres en relación al de los hombres, negando así la contribución económica de la actividad doméstica de cuidados y la producción para el autoconsumo. Convergemos en la comprensión del sentido crítico del pensamiento y acción feministas para resignificar y ampliar el sentido del trabajo y su centralidad para la producción del vivir.

La apropiación del feminismo como herramienta política contribuirá para recuperar y visibilizar las experiencias, los conocimientos y las prácticas de las mujeres en la construcción de la agroecología, de la economía solidaria, de la justicia ambiental y para garantizar su autonomía económica.

Pero la historia también muestra que el permanente ejercicio de la violencia de los hombres contra las mujeres es un poderoso instrumento de dominación y control patriarcal que hiere la dignidad de las mujeres e impide la conquista de su autonomía, y las excluye de los espacios de poder y decisión. La violencia contra las mujeres no es agroecológica, no es solidaria, no es sustentable, no es justa. Por eso es fundamental que las redes que están organizando el Encuentro Nacional de diálogos y Convergencias asuman la erradicación de la violencia contra las mujeres como parte de un nuevo modelo de producción y consumo, que debe tener como un eje fundamental la construcción de nuevas relaciones humanas basadas en la igualdad.

Comentamos:
Estamos de acuerdo y nuestra experiencia en la comuna de Tiltil demuestra que la mayoría de los participantes en las actividades son mujeres.

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El papel del Estado democrático es el de construir un país de ciudadanos y ciudadanas, promover y defender la organización de la sociedad civil y de establecer con ella relaciones que permitan a la sociedad reconocer en las instituciones la expresión del compromiso con lo público y con la sustentabilidad. Este principio es contradictorio con cualquiera práctica de criminalización de los movimientos y organizaciones que luchan por derechos civiles de acceso soberano a los territorios y sus recursos.

Comentamos:
Efectivamente la criminalización de la protesta impide que la población reconozca en las instituciones un compromiso con lo público y la sustentabilidad, de modo que el desarrollo de la autonomía y autosustentabilidad harán que a futuro sea posible cortar los lazos materiales e ideológicos con el estado y el mercado. La lucha por la democratización económica de los medios y sus productos pondrá al estado entre la espada y la pared, por lo que es posible plantearse el control asambleario y comunitario de los municipios mediante el mandar obedeciendo de representantes propuestos y electos de entre los vecinos. Si eso se realiza en varios municipios diferentes, no hay duda que se saldrá de la invisibilidad.

Termina el texto:
Las redes y movimientos promotores de este Encuentro salen fortalecidos y tienen ampliadas sus capacidades de expresión pública y acción politica. Estamos apenas en el inicio de un proceso que se desdoblará en ambientes de diálogos y convergencias que se organizarán a partir de los territorios, el lugar donde nuestras luchas se integran en la práctica.

Salvador, 29 de septiembre de 2011

Comentario final:
El congreso de los Pueblos que se hizo en Valparaíso hace algunos años atrás, culminó con uno de sus acuerdos de hacer lo mismo en los territorios, es decir hacer reuniones locales, lo que fue quebrado por algunos participantes que prefirieron formar una organización movimentista-partidaria. De modo que si se quiere hacer algo serio, como este notable trabajo que estamos analizando, habrá que distanciarse de los partidos y las orgánicas que compiten por atraer gente a su vocación de poder.

Nuestra propuesta es intercambiar opiniones al respecto. Rogamos ver el texto y comentarlo. Más detalles de esas experiencias y sus avances, conversemos.

Abrazos
Jaime Yovanovic (Profesor J)
unlibre@gmail.com