Indígenas del norte del Cauca inician tercer congreso zonal

Es urgente iniciar un mercado dinámico para distribuir las ganancias de la producción limpia y propia para toda la comunidad, así como incentivar nuevos procesos de producción. Para los pueblos ancestrales, un proceso social fortalecido debe tener como condición necesaria una base económica propia.



Indígenas del norte del Cauca inician tercer congreso zonal
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En el territorio de Tóez del municipio de Caloto, departamento del Cauca en el suroccidente colombiano, se inició el Tercer Congreso Zonal de la Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca (ACIN), como parte del debate sobre el ejercicio de gobierno propio y la autonomía en el territorio ancestral de ‘Cxhab Wala Kiwe’, en el contexto de las luchas de otros sectores sociales.

Colombia Informa, 20 de junio, 2017.- En el parque central, bajo la sombra imperante de un árbol, hombres y mujeres de diferentes organizaciones e identidades se reunieron en una minga social y comunitaria para dialogar sobre temas referentes a lo político, económico, social y cultural, sus posiciones sobre la implementación de los acuerdos de paz, la situación que se vive con el ambiente electoral de las presidenciales de 2018, la preocupación por los y las líderes defensores de derechos humanos que son perseguidos, amenazados y asesinados por la defensa de la tierra, el territorio y los recursos naturales.

La resistencia, recuperación, autonomía y alternatividad, son etapas que el movimiento indígena denomina como guía de acción en el marco de una “democracia” que ha empoderado progresivamente los intereses de la oligarquía colombiana y ha buscado debilitar el movimiento colectivo, social y ancestral.

¿Qué se propone?

Los pueblos indígenas reunidos en en Congreso Zonal señalaron que es prioritario responder ante las políticas formuladas por la institucionalidad que terminan por dividir procesos colectivos y populares. Ejemplo de esa situación, según los debates, es la figura de circunscripción especial indígena que se transformó en “oportunismo sin representación alguna de los intereses de la comunidad”.

Por eso, aseguran los indígenas, la importancia de la construcción colectiva a partir del reconocimiento de los saberes tradicionales del movimiento -en esta ocasión representada por los indígenas del Norte del Cauca- que impulse acciones para contrarrestar la amenaza de destrucción de formas de vida y pensamiento que impone el sistema económico y político.

En los debates, los indígenas aseguraron que la institucionalidad se construye desde procesos colectivos. Sin embargo, señalan que espacios como el proceso de paz en La Habana, la reforma tributaria y política, dejan por fuera los aportes de los pueblos. En ese sentido, hicieron un llamado sobre la urgente necesidad de fortalecer el movimiento social e indígena desde lo local y regional.

Sobre el asunto de la autonomía, los indígenas del Norte del Cauca manifestaron que es urgente iniciar un mercado dinámico para distribuir las ganancias de la producción limpia y propia para toda la comunidad, así como incentivar nuevos procesos de producción. Para los pueblos ancestrales, un proceso social fortalecido debe tener como condición necesaria una base económica propia.

Sobre las decisiones de carácter político, la pregunta fundamental fue por el papel de los movimientos indígenas y sociales en la agenda política que en los debates se caracterizó como limitado, aun cuando sus agendas propias tienen amplitud de propuestas concretas que responden a las condiciones de realidad de sus territorios.

“Aunque el gobierno esté más agresivo que nunca también tiene más problemas que nunca: sus élites están divididas y, dentro de sus contradicciones, hay una oportunidad para que lo sectores alternativos tengan posibilidades en la lucha política”, señalaron.

Para el movimiento indígena la alternatividad es un elemento indispensable para promover y consolidar políticas, planes y proyectos que permitan que se profundice la democracia. Es necesario, señalaron, “poner en práctica el uso de la sabiduría ancestral y raizal en las decisiones del gobierno propio, con una base colectiva fortalecida, para lograr que un sentido occidental, neoliberal, no se imponga ni domine el sentido indígena”.

En ese sentido, la coordinación de la minga social y comunitaria, abrió un diálogo respecto a la movilización social, los derechos humanos, el proceso de implementación de los acuerdos con las FARC, la contienda electoral y la posibilidad de un paro cívico en el mes de octubre.

Foto: Colombia Informativa.

Foto: Colombia Informativa.
¿Qué se dialogó?

Irma Perilla, líder Nasa, propuso que la movilización de octubre tenga como centro la defensa de la vida al considerar que los líderes sociales atacados tienen un perfil rural, son defensores colectivos de los derechos territoriales: “Así se firme un acuerdo ellos no van a ceder, no van a entregar las tierras, los recursos, están usando todas las formas para asesinar el movimiento por la vida, por la tierra, la paz con enfoque territorial es una paz que deben proponer los campesinos, afros e indígenas, es decir, es volver a pensar un proyecto de país desde las regiones, la propuesta que venimos adelantando de la subcolombianeidad”.

John Jairo Calderón del Congreso de los Pueblos, enfatizó en la necesidad de apostar por la comunicación alternativa para contraponer los mensajes que los grandes medios emiten, tergiversando la realidad del país. Además, Calderón hizo un reconocimiento al pueblo afro por la resistencia en el más reciente Paro en Buenaventura. Por otra parte, convocó a quienes lideran procesos de consultas populares, movimientos de revocatoria, entre otros procesos de resistencia que el paro cívico solo será posible si todos se agrupan: “Solos no podemos, hay que juntarnos y, aunque existan diferencias, estas han de fortalecernos y así avanzar”.

Pablo Tatai, especialista en historia, considera que no hay mayores dudas que hay un avance en el movimiento social a partir de un aporte crucial del pueblo indígena. “Hay una ofensiva general con el asesinato de los líderes sociales, siguen las aspiraciones de meter a las multinacionales donde no está la guerrilla, hay estrategias para obstaculizar las acciones de las movilizaciones sociales”, aseguró.

La jornada culminó con importantes definiciones sobre la necesidad de enfrentar la ofensiva paramilitar, la necesidad de pensar en colectivo las fases de ejecución de políticas públicas así como la planeación de metas y retos a futuros para incidir en el escenario institucional, la intención de convocar a sectores alternativos para próximas movilizaciones y paros; el fortalecimiento de la región suroccidental del país y evaluar los procesos de gobierno propio, puesto que no se debe relegar el fortalecimiento del conocimiento y prácticas ancestrales por reunir esfuerzos en torno a la incidencia en la institucionalidad.