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En ese territorio, la abstención se encuentra entre 45 y 50%, y la intención de todos los que comparten el poder es de disminuir esa cifra, aún haciendo abstracción de quien será el gobernante de turno. Veremos, pues se trata de indicadores. Si se mantiene o aumenta esa franja abstencionista, será indicador de que las instituciones no significan nada para los anhelos populares, y si disminuye de forma destacada, podemos inferir que los cantos de sirena son eficientes y se avanza en la reorganización de las estrategias de control de la población.
Clajadep
Romper con los bajos índices de participación electoral es el reto para el próximo 9 de noviembre. Ante ello, diversos sectores de la sociedad civil hicieron un llamado para que los guatemaltecos acudan a las urnas sin falta.
En las elecciones de 1999, un 53.8 por ciento de las personas empadronadas ejerció su derecho al voto. Ahora, lo que todos quieren es superar esa cifra y dejar de lado el miedo a participar.
Miembros de organizaciones sociales, empresarios, sindicalistas y activistas de derechos humanos se expresaron en ese sentido.
Los responsables de las diferentes iglesias del país hicieron llamados para que la ciudadanía acuda a las urnas a ejercer su derecho al voto de forma responsable.
“Hemos dicho a nuestros fieles que voten por quien ellos crean mejor para el país, pero que estén dispuestos a apoyar al gobierno que salga electo, sea cual sea”, afirmó Jorge H. López, pastor de la Fraternidad Cristiana.
