Gobierno de Morales tiene un modelo de desarrollo “obsoleto”
El llamado “proceso de cambio”, como se conoce a las reformas que lidera el presidente Evo Morales, “va por mal camino”, aseguró Pablo Solón, exembajador de Bolivia en las Naciones Unidas.
Imprimir Enviar
La Paz, (EFE)
jueves 10, agosto 2017
JornadaNet
EFE
El ecologista y exembajador de Bolivia en las Naciones Unidas Pablo Solón aseguró que el Gobierno boliviano tiene un modelo de desarrollo “del siglo pasado” y “obsoleto” por promover una carretera que partirá la reserva natural Tipnis, algo que fue aprobado ayer en el Congreso con una nueva ley.
“El Gobierno puede tener la mayoría en el Parlamento pero no tiene la razón”, sostuvo Solón en una entrevista con Efe y agregó que el llamado “proceso de cambio”, como se conoce a las reformas que lidera el presidente del país, Evo Morales, “va por mal camino”.
Cuando Solón habla del modelo de desarrollo “obsoleto” lo hace para cuestionar a los proyectos centrados en la explotación de los hidrocarburos, la construcción de megarrepresas, la apuesta por la energía nuclear y la apertura de caminos por reservas naturales, que forman parte del plan de Gobierno para 2025.
Solón fue embajador de Morales en las Naciones Unidas entre 2009 y 2011 y renunció precisamente tras las movilizaciones de los nativos del Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (Tipnis) para oponerse a la construcción de esa carretera para unir las regiones de Cochabamba (centro) y Beni (noreste).
Abogó por un modelo en el que la sociedad “sepa convivir con la naturaleza” para que sea menos vulnerable a los impactos del cambio climático, pero a la vez asegure el desarrollo.
“Debe haber un modelo muy distinto al del siglo XX”, apuntó.
La madrugada de este miércoles, la Cámara de Senadores, de mayoría oficialista, sancionó la ley que quita la intangibilidad al Tipnis y ahora resta que el presidente Morales promulgue la normativa.
Solón advirtió que la resistencia a la carretera no termina con la aprobación de la ley y cree que provocará una articulación de sectores para impedir su construcción.
El Tipnis es una reserva natural de 1,2 millones de hectáreas donde conviven 14.000 indígenas de las etnias trinitaria-moxeña, yuracaré y chimán, en 69 comunidades dispersas.
La norma argumenta que la integración del Tipnis mediante caminos mejorará los derechos de los pueblos indígenas, como la libre circulación, y el Gobierno ha justificado su aprobación en que necesita solucionar los problemas de pobreza de sus habitantes.
En cambio, Solón insistió en que el trazo de la ruta no beneficiará a la mayoría de las comunidades y en que el Gobierno aprobó la norma para cumplir con una promesa de Morales con sus bases de productores de coca para expandir sus plantaciones.
“Yo le manifesté al presidente, cuando yo era parte del Gobierno, que hay promesas que no se deben cumplir”, afirmó Solón.
El oficialismo también defiende que en una consulta “previa” a las comunidades indígenas realizada en 2012 la mayoría de las mismas aprobó la realización de la carretera, aunque hubo dos marchas de nativos hasta La Paz para oponerse al plan.
Solón coloca en duda dicha consulta sosteniendo que fue hecha cuando el proyecto carretero Cochabamba-Beni estaba en desarrollo, por lo que, según dijo, cabe “la posibilidad de presentar una impugnación” con base en informes de una supuesta manipulación.
El Gobierno ha demandado penalmente a Solón por haber supuestamente cometido delitos cuando dejó el cargo a su sucesor, una denuncia que el exembajador interpreta como un amedrentamiento.
Para el Ejecutivo, quienes se oponen a la ruta son parte de un modelo de “ecologismo colonizador”, que no se preocupa por la necesidad de solucionar los problemas de pobreza de los indígenas.
Solón consideró que sí es necesario “ser guardabosques” para preservar estas áreas “porque permiten que haya mayor humedad en la atmósfera” y eso beneficia a los bolivianos.