8 / septiembre / 2017
Babel
Nosotros defendemos proyectos de vida y ellos imponen proyectos de muerte.
Javier Hernández Alpízar
https://zapateando.wordpress.com/2017/09/08/nosotros-defendemos-proyectos-de-vida-y-ellos-imponen-proyectos-de-muerte-cig-cni-ezln/
¿Sabían que el primer estado de la república en el cual se despenalizó el aborto fue Chiapas (1990)?
No fue una medida progresista ni obedeció a una presión de sectores progres de la sociedad coleta (que no existen), sino una medida de “eugenesia” o de control poblacional forzado; esterilizaciones forzadas de mujeres indígenas en varios estados de la república han sido denunciadas desde hace muchos años, e incluso medidas de control natal forzado contra mujeres indígenas o no, de diversas condiciones sociales, forzadas a usar DIU u otro método de contracepción. Práctica que forma parte de una sistemática violencia obstétrica, como la imposición de las operaciones cesáreas como modo de “industrialización” de los partos, una de cuyas consecuencias es disminuir el número de embarazos.
Por eso las indígenas zapatistas han dicho que su lucha es por evitar abortos indeseados, por lograr tener a sus hijas e hijos sanos, por la continuidad de la vida y la comunidad indígena.
Al revés de la vieja consigna de “gobernar es poblar”, ahora es justo lo contrario, despoblar, disminuir la cantidad de mexicanos y sobre todo de indígenas y de pobres (ya ven que la familia Peña es numerosa y eso no le escandaliza a Chayo Robles).
La población disminuye por emigración a Estados Unidos, por muertes y desapariciones en la guerra “contra las drogas”, por el desmantelamiento del sistema de salud y la proliferación de enfermedades como la diabetes, etc., por “desastres naturales” que son más bien socioambientales y afectan más a los más pobres.
Las medidas “eugenésicas” y fascistas que le habrían recomendado a Velasco sus fachos asesores, según reportaje de Proceso, se inscriben en este racismo histórico no exclusivo de los coletos de Sancris o de la casta divina yucateca, sino un racismo y clasismo y misoginia que tienen podrido al país (basta ver el racismo, clasismo y misoginia en la TV y cine mexicanos).
Contra esos cacicazgos del priismo metapartidario se han organizado los indígenas desde tiempos inmemoriales, entre ellos las comunidades zapatistas y sus JBG, así como otras organizaciones indígenas en todo el país.
Parte de la tormenta que han anunciado los zapatistas es el agudizamiento de esas políticas de guerra de exterminio del capital contra los de abajo.
Y contra todo eso va la propuesta del CIG, con los concejales del CNI y su vocera Marichuy, apoyados por el EZLN, la Sexta la Escuelita Zapatista y por simpatizantes y militantes de hace pocos y de hace muchos años.
Esta lucha es contra el despojo, el desprecio, la explotación y la represión; es por un proyecto de vida y contra los proyectos de muerte del capital (como el TLC o los extractivismos, minero, petrolero y demás) y de su clase político empresarial metapartidaria.
Nosotros defendemos proyectos de vida y ellos imponen proyectos de muerte.