ZONA MAPUCHE
Julio Chehuin, werken mapuche
“El gobierno nos ha faltado el respeto”
- 11/4/2003 11:39
‘La ocupación del municipio que decidimos emprender la semana pasada no es antojadiza. Obedece al cansancio y a nuestra negativa de seguir aceptando que el gobierno de la Concertación nos falte el respeto como pueblo’. Con estas palabras el vocero lafkenche, Julio Chehuín, Presidente del Consejo de Werkenes de Puerto Saavedra, recibió a los corresponsales de Colectivo Lientur que acudieron hasta la zona costera a constatar la toma indefinida de la municipalidad de dicha comuna iniciada el pasado 30 de octubre y en donde participan más de 200 comuneros mapuches, entre ancianos, mujeres, jóvenes y niños.
Hoy lunes se cumplen cinco días de ocupación. La misma que se originó el pasado jueves, tras regresar una masiva delegación lafkenche de un fallido intento por reunirse con el Presidente Ricardo Lagos en La Moneda. Viajaron en varios buses desde sus comunidades, cerca de 200 delegados, entre lonkos, werkenes y comuneros de Isla Huapi, supuestos beneficiarios todos de la publicitada Área de Desarrollo Indígena [ADI] del Lago Budi. En la capital, el Presidente Lagos no tuvo el tiempo ni la disposición para recibirlos. Debieron conformarse con el Ministro de Mideplan Andrés Palma, quién incluso –nos señalan- llegó a ironizar respecto de la capacidad de movilización de sus sorpresivos visitantes. “Nos sentimos humillados”, recuerda Chehuin. Por ello y tras regresar a la costa de la Novena Región, decidieron pasar directamente de los buses a tomarse las oficinas de la Municipalidad de Puerto Saavedra, comuna a la que gran parte de ellos pertenece según el ordenamiento administrativo estatal.
Pero no sólo eso. No conformes con copar de mapuches las dependencias de un municipio generalmente al servicio de la minoría blanca y chilena allí existente [un 17%], las comunidades se dieron el lujo de nombrar aquel mismo día –y tras una votación a mano alzada de los cientos de manifestantes allí presentes- un “alcalde provisorio” tras la ausencia de la zona del edil oficial, Domingo Ñancupil [PPD], “un mapuche de apellido, pero que se comporta la mayoría de las veces como chileno”, según nos confidenciarían más tarde varios participantes de la ocupación. Así, sin más, Puerto Saavedra amaneció el día viernes con un nuevo alcalde, situación que causaría por cierto la indignación de las autoridades de gobierno, quienes vieron impotentes por los noticieros de televisión como una “turba” de mapuches tomaba las riendas del poder comunal en sus manos, despreciando del estado de derecho y de todas aquellas regulaciones propias de la politiquería partidista occidental.
“Se trató de una elección sólo simbólica, pero de un gran contenido político”, nos señala Chehuin. “Fue una forma de decirle al gobierno que nosotros como mapuches, como población mayoritaria que somos en esta comuna, tenemos la capacidad para elegir por nosotros mismos a nuestros representantes y no bajo sus normas o reglamentos. No se trato de una disputa de poder con el peñi alcalde, como lo planteó mal intencionadamente parte de la prensa regional y nacional. Es cierto que ahora existe una molestia con la forma en que ha ejercido su cargo, un poco alejado del sentir de las comunidades, pero lo que hicimos fue solo para desafiar a las autoridades centrales y presionar por el cumplimiento de nuestras demandas”, enfatiza Chehuin, precisamente el dirigente lafkenche en quien recaería dicho inusual nombramiento alcaldicio.
Según Chehuín, si bien la manifestación en su origen obedeció a la molestia de la agrupación por no haber sido recibidos por el Presidente Ricardo Lagos en La Moneda, reunión donde deseaban informarle entre otras cosas sobre sus aprensiones respecto del Programa Orígenes y su descontento con la “inoperancia” de los funcionarios de dicha entidad en la zona, con el paso de los días –nos señala- sus demandas apuntaron a poner en la discusión política problemas mucho más de fondo que los aquejan como identidad territorial. “A pesar de lo que puedan creer muchos, nosotros no nos movilizamos sólo por la plata de los proyectos”, aclara Chehuin de manera categórica.
“Acá en la zona del Budi tenemos muchos problemas con el Programa Orígenes, con la flojera de sus funcionarios que no han podido implementar los proyectos ni asignar los recursos necesarios a las comunidades, pero nuestra lucha sobrepasa este aspecto económico. Aquí lo que estamos poniendo en cuestión no es sólo la entrega o no de los recursos, que por lo demás nos corresponden como parte de la deuda histórica que tiene el Estado con nosotros, sino además un tipo de estrategia elaborada por las autoridades para intervenir y desarticular a nuestro pueblo. La zona de Puerto Saavedra debe ser una de las mayormente intervenidas por el indigenismo de Estado y esa es una lucha que nosotros debemos dar a diario. Acá el problema nuestro no son las forestales o los latifundistas. Es principalmente el Estado y sus organismos de intervención. Contra ellos nos levantamos, ya que no vamos a aceptar como lafkenches que se nos trate de manejar o que se nos falte el respeto”, señala.
Consultado sobre un objetivo inmediato de la ocupación del Municipio –que hoy lunes ya se prolongaba por más de cinco días-, Chehuin nos señala la figura del propio Primer Mandatario. ‘Nosotros como movimiento ya viajamos a la capital y el Presidente Ricardo Lagos, de una manera vergonzosa, nos despreció como mapuches. Ahora nosotros estamos pidiendo que él venga a conversar con nosotros a nuestra zona, a nuestro territorio. No pedimos que venga hoy o mañana, simplemente que anuncie su visita en una fecha próxima y así nosotros podremos dejar nuestras movilizaciones’, enfatiza. Sin embargo y desafortunadamente para las comunidades lafkenches, el gobierno tampoco pareciera estar dispuesto a ceder en sus posiciones en este ya prolongado conflicto.
Consecuente con su línea de “no negociar ni actuar bajo presión”, a poco de producirse la toma del Municipio, el Ministro del Interior Subrogante, Jorge Correa Sutil, se apresuró en afirmar en Temuco que el Presidente de la República no acudiría hasta la zona de Puerto Saavedra, esto último debido a la forma “hostil” en que la invitación habría sido formulada por las comunidades. Para el hombre encargado de la seguridad ciudadana en el gobierno, la toma de un municipio constituía un hecho impresentable, toda vez que es en definitiva el estado de derecho el principal perjudicado con este tipo de acciones “violentas”. Sin embargo, la posición asumida más tarde por el alcalde Domingo Ñancupil, edil oficial de la comuna, en orden a no exigir con el paso de los días el desalojo policial de las dependencias estatales, hizo a Correa Sutil cambiar el tono de sus declaraciones. Al menos hoy ya no habla de una toma, sino más bien de una “reunión prolongada”, aun cuando la negativa a responder las legítimas demandas del movimiento se mantienen inalterables.
Para Chehuín, en tanto, la posición asumida por las autoridades del gobierno central no parecieran sorprenderlo demasiado. Por el contrario, reconoce sin mayores complicaciones que se trata del escenario esperado por todos los dirigentes del Consejo de Werkenes. “Nosotros sabemos que no existe hoy diferencia entre la derecha y la Concertación. Ellos hablan de un nuevo trato con nuestra gente, pero eso no existe en los hechos. Que el gobierno no nos quiera escuchar no es novedad. Siempre hace lo mismo. Ofrece diálogo a los sumisos y cárcel para las comunidades que luchan por sus derechos. Ofrece nuevo trato y por otro lado persiguen a nuestros lonkos, golpean a nuestra gente y allanan con la policía nuestras comunidades. Eso lo sabemos como lafkenches, nosotros no nos engañamos, por lo tanto sólo nos queda seguir insistiendo con la movilización”, indica.
Consultado sobre si la entrega de las dependencias de la Municipalidad pasa primero por el logro de una reunión con el Presidente Lagos, Chehuin nos aclara. “La toma de esta Municipalidad creemos que ya ha logrado en parte su objetivo. Hemos demostrado que los lafkenche somos capaces de levantarnos con dignidad y desde ese punto de vista es un mensaje super claro al gobierno. Un mensaje que dice: “Cuidado, no jueguen con nosotros”. Ese objetivo se ha cumplido, estamos más fortalecidos como movimiento y eso se puede observar en la gran cantidad de gente que nos acompaña hoy aquí. Respecto de nuestras demandas de reunión con Lagos, creo que todavía debemos hacer otras cosas. Seguir movilizados, aunque quizás no en este lugar, ya que tampoco queremos causar mayores problemas a la ciudadanía local. Desde ese punto de vista vamos a evaluar por la tarde nuestra permanencia en este lugar, aunque es la asamblea y no yo quien decidirá el futuro de esta movilización”, finaliza.
Por Pedro Cayuqueo