1-0: Ejemplo de Defensa Popular Noviolenta
Lunes.2 de octubre de 2017 271 visitas - 1 comentario(s)
Pablo San José Alonso.
Tortuga
Más allá de lo que se piense sobre los fines de la movilización catalana en pro de la independencia, los cuales pueden discutirse en cuanto a su razón de ser y oportunidad (incluso en relación a sus posibles instrumentaciones) pero no en cuanto a su derecho legítimo, me parece que se ha dado ante nuestros ojos toda una demostración de ejercicio de la noviolencia por parte de una masa popular contra fuerzas militaristas represivas.
Cierto que no ha faltado quien le ha arreado un sillazo a un policía o quien ha apedreado un furgón, o quien ha pateado con la misma cobardía de los violentos profesionales a uno de ellos mismos. A más de uno. Pero, por lo que se comprueba en la gran mayoría de relatos gráficos que llegan de la jornada, cabe entender que esos actos de violencia contra la policía han constituído una excepción muy pequeña. Por el contrario, la norma amplísima, general podría decirse, ha sido la de someterse a la brutalidad policial sin resistencia, dando valiente y orgullosamente la cara con las manos en alto, incluso con flores en las manos. Recibiendo los golpes sin tratar de devolverlos. Y esa valentía -junto con la meritoria capacidad de movilización- es la que ha otorgado la victoria mediática y ha situado el conflicto en otra dimensión liberándolo del estancamiento perpetuo que pretendían los poderes del estado.
No solo cabe referirse a la capacidad de mantener la actitud pacífica ante la abusiva y brutal agresión. Todo el dispositivo para poder votar ha estado jalonado de dignos ejemplos de organización popular. Desde la autogestión para superar los obstáculos logísticos creados por el gobierno español, hasta la ocupación y pernoctación de las familias en los colegios electorales, las barreras físicas y humanas al desempeño de las fuerzas represivas e incluso el diálogo con los policías.
Podemos comparar esta forma, estos medios políticos de carácter pacífico puestos en práctica para el fin de obtener la independencia, con, por ejemplo, los que empleó durante décadas el movimiento nacional de liberación vasco y ver -además de los peajes, o costes, pagados y más allá de las valoraciones éticas que también caben- en qué punto está hoy cada proceso.
La noviolencia funciona.