Canadienses, a diferencia del chauvinismo de Estados Unidos que bloquea la migración, sostienen que Canadá necesita millones de inmigrantes

Plantean que necesitan más mujeres trabajando (hacer más guarderías, o sea, separar los afectos), integrar a los jóvenes (obvio, para que no busquen alternativas) y traer millones de inmigrantes para capitalizar las tierras. Importante estrategia para reforzamiento del status quo.



Tres cosas que necesita Canadá para sobrevivir como país
Por Leonora Chapman | amlat@rcinet.ca
sábado 11 noviembre, 2017

Michael Enright es un reconocido periodista canadiense. Conduce un programa en la radio pública CBC llamado Sunday Edition, en el cual trata temas de la actualidad canadiense e internacional en profundidad. Él acaba de leer un libro del periodista del Globe and Mail, Doug Saunders, titulado: Maximum Canada: por qué 35 millones de canadienses no son suficientes. A partir de ese libro, Michael Enright elaboró un ensayo titulado: Tres cosas que necesita Canadá para sobrevivir como país.

© CBC
Y dice así:

Canadá sobrevivirá y florecerá si tres cosas suceden simultánea o secuencialmente: las mujeres se fortalecen radical y rápidamente; nuestros jóvenes, incluido el rico recurso de los jóvenes indígenas, aceptan y amplían el valor de nuestras instituciones y nuestra historia; y los canadienses abrimos nuestras puertas a muchos más inmigrantes, millones más.

En el primer punto, donde mujeres independientes y enérgicas se alejan de las vidas de pobreza y dependencia, sin mencionar el sexismo, la sociedad no puede sino beneficiarse, dice Enright.

En el segundo punto, expresa que los canadienses subestimamos a nuestros jóvenes. “En mi opinión, son brillantes, explotan con ideas, son poco convencionales y con ganas de expandir sus mentes y su experiencia”.

Y si seguimos el consejo y la guía de líderes indígenas como la defensora de los niños Cindy Blackstock, dice Enright , “podemos tener la oportunidad de recuperar a una generación de jóvenes olvidados, para su y nuestro eterno beneficio”.

Si seguimos el consejo y la guía de líderes indígenas como la defensora de los niños Cindy Blackstock, podemos tener la oportunidad de recuperar a una generación de jóvenes olvidados, para su y nuestro eterno beneficio. © (Nathan Denette/Canadian Press)
Lo que nos lleva al tercer punto en mi teoría muy poco original

“Mira alrededor tuyo. Somos una nación de 35 millones de seres humanos sentados en una masa de tierra de 9.984.670 kilómetros cuadrados, o el dos por ciento de la masa terrestre. El país está prácticamente vacío. El estado de California tiene una población mayor. En pocas palabras, necesitamos más personas”.

Si queremos enfrentar la situación y tener éxito en el nuevo orden de cosas, no tenemos muchas opciones; necesitamos más personas *. © (Sean Kilpatrick / Canadian Press)
Michael Enright dice que en realidad ese es el mensaje central del fascinante nuevo libro de Doug Saunders, columnista de asuntos internacionales del Globe and Mail. Se llama Maximum Canada: por qué 35 millones de canadienses no son suficientes.

Saunders lo repite el punto una y otra vez: la población insuficiente perjudica a Canadá social, económica, estratégica e incluso ambientalmente.

Un ejemplo. A medida que la población envejece, la cantidad de canadienses que pagan impuestos necesarios para ayudar a los ancianos en términos de atención médica continua se está reduciendo. Para el 2026, la situación se volverá crítica.

El autor sugiere que triplicar la población a alrededor de 100 millones es un objetivo alcanzable y apropiado.

Y como él señala, tenemos espacio para hacerlo.

“Si la pequeña franja de tierra en la que vive la gran mayoría de los canadienses … fuera a desarrollar la densidad de población de los Países Bajos, entonces Canadá tendría 400 millones de personas”.

-Doug Saunders

Saunders señala que el Canadá actual proviene de una tradición oculta de minimizar el crecimiento de la población mediante diversas formas de limitar la inmigración.

El máximo de Canadá no llegará fácilmente ni será barato.

Por ejemplo, para empoderar a más mujeres, habrá que aumentar el gasto en un sistema nacional de cuidado de niños.

Pero, como señala Saunders, si queremos enfrentarnos y tener éxito en el nuevo orden de cosas, no tenemos muchas opciones; simplemente necesitamos más personas.

Según un análisis del Globe and Mail, el nuevo libro de Saunders proporciona una explicación altamente profesional sobre cómo llegamos a nuestra actual “crisis de subpoblación”, y por qué esta crisis ha afectado a Canadá y a las versiones preconfederadas de Canadá desde el desembarco europeo.

Saunders, señala el Globe, enmarca la historia de nuestro país como una batalla feroz entre dos visiones del mundo idiomáticas sostenidas por élites imperiales canadienses y británicas, legisladores y ciudadanos canadienses: por un lado, el “impulso minimizador” y, por otro, el “impulso maximizador”.

El periodista se pone claramente en el campo maximalista.

El impulso minimizador privilegia la concepción de un Canadá mayoritariamente rural, anclado esencialmente en lo británico (a veces antiamericano), la blancura racial y una postura comercial nacional estrictamente defensiva. Vio sus momentos clave, según Saunders, entre 1812 y la Confederación temprana, con el Informe Durham de 1839 sirviendo, a mediados de siglo, como un vehículo catalizador, y entre los gobiernos del siglo 20 de Robert Borden y John Diefenbaker (inclusive).

El impulso maximizador, por su parte, encontró su expresión histórica más fructífera durante los periodos de inmigración extremadamente altos de los gobiernos Laurier, y nuevamente desde 1967 hasta el presente, donde un consenso nacional importante pero precario continúa a favor de tal “maximización” de vectores como la inmigración, el multiculturalismo y el libre comercio.

CBC/Globe and Mail