Altiplano andino: Boletín de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia

12.Nov.03    Análisis y Noticias

BOLETIN CSUTCB
CONFEDERACIÓN SINDICAL ÚNICA DE TRABAJADORES CAMPESINOS DE BOLIVIA

HUELGA DE HAMBRE
DE LA COORDINADORA DE CAÍDOS Y HERIDOS POR LA DEFENSA DEL GAS

Martes, 11 de noviembre.- Desde el 9 de noviembre estamos recordando la masacre de octubre. Pero nuestra memoria va más atrás, hasta el 20 de septiembre, cuando cayeron los primeros hermanos y hermanas en el Altiplano.

Somos las víctimas de septiembre y octubre, que por la misma orden, del mismo hombre Sánchez de Lozada, fuimos asesinados y heridos por la violencia estatal, cuando los uniformados fueron meros delincuentes. Por eso nuestra Coordinadora es de El Alto y de las Provincias.

Sólo nuestra organización autónoma y autodeterminativa ha llamado la atención de algunas organizaciones, autoridades y medios de comunicación, porque si no fuera así nos hubieran echado al olvido. Somos pobres y trabajamos de sol a sol, de domingo a domingo, por eso NO despreciamos la vida. Por nuestras venas corre sangre aymara y quechua, somos valientes y eso saben nuestros hijos.

“Huelga de hambre hasta morir”

Somos alrededor de 82 familiares de fallecidos y 400 heridos que nos concentramos en la plaza Boris Banzer (al frente del Arzobispado de El Alto), mañana, tarde y noche. Día tras día. Venimos de los barrios alteños, de los barrios del sur de La Paz (Ovejuyo, Uni, Chasquipampa), de Patacamaya (carretera La Paz-Oruro) y de las provincias Larecaja, Omasuyus y Los Andes.

Desde que hoy se instaló el primer piquete de huelga de hambre, con 30 compañeros, decidimos hacer vigilias permanentes y ollas comunes aquí mismo porque muchos de nosotros ya no tenemos qué comer ni plata para nuestros pasajes de ida y vuelta. ¿Para qué voy a volver a mi casa?, pregunta una de las viudas que prefiere estar en ayuno, junto a sus dos pequeños hijos, que ir a su hogar.

Así existen muchos casos. Hasta voluntarios heridos se han puesto a ayunar pese a sus pésimas condiciones de salud porque los hospitales no quieren ya atenderlos. ¿Para qué vamos a ir a los hospitales, si nos quieren cobrar hasta 5 bolivianos? ¿Con qué vamos a volver?, pregunta un herido en la pierna de Senkata.

Testimonios de las víctimas

A más de un mes de la peor masacre de los últimos tiempos, estamos viendo cómo el Estado abandona a los bolivianos. El Alto siempre ha sido marginado y sigue igual. No se puede confiar en las bonitas palabras de Carlos Mesa. El nuevo presidente habla de justicia, de recuperar el gas, de asamblea constituyente, pero hasta ahora nada, nada y nada. ¡Nosotros somos los héroes del gas!

No vamos a dejar que pase así nomás la impunidad de los carniceros. El otro día que ha venido el Viceministro de Justicia y hasta se ha puesto a llorar, le hemos dicho bien claro:
- “Los nuevos ministros están disfrutando de sus salarios. Y si no hay solución van a tener otro problema más grande, no parecido al anterior, tal vez sea peor, cuando barramos con todo. No produciremos odios en este país, más bien estructuraremos uno nomás”.

- “Lo que estamos pidiendo es un pelo al gato de los salarios de los ministros. Las víctimas son beneméritos del gas, han defendido nuestros recursos naturales. Cuando hemos ido al cuartel hemos jurado ‘el mar nos pertenece por derecho, recuperarlo es un deber’. ¡Nosotros somos vencedores de la Patria!”

- “Estamos cansados de esperar. Usted puede ver a la gente sin comer. Varias madres de familia han empeñado sus artefactos de cocina con 20 y 30 por ciento de interés”.

- “Ahora, el enjuiciamiento a los asesinos, tomen en cuenta que no hay que agradecerles, hay que procesar, decomisar sus haciendas, sus minas, sus bancos… Si no quieren hacer eso el gobierno, el pueblo va a enjuiciar esa camarilla hasta llevarlos a Chonchocoro con 30 años de prisión”.

- “No deberíamos pedir favores, el primer día ustedes debían haber venido. ¡Hasta el momento no hay nada!”

-“Viceministro, Usted ha visto a la gente está herida, dolida, mutilada. A mi hijo he vuelto a internar. La gente está aquí mañana, tarde y noche sin nada que llevar a sus casas. Le pido encarecidamente que atienda con el desembolso. No hay dinero ni para los pasajes. La gente va y viene a pie de los hospitales. ¿Cómo más quieren que hablemos? Nuestros heridos debieran salir sanos y no como están saliendo con todo mal”.

Vecina
- “Mi hijo ha muerto por defender el gas. Él me mantenía. Yo bajo y subo a pie, no tengo plata. Ya no puedo caminar, ni trabajar. Mi hijo me mantenía con mis hijos menorcitos. Pido justicia, ya he sufrido bastante, somos seres humanos….”.

- “Viceministro nos está mareando la perdiz. ¿Sabe qué? Los compañeros están desgastados económicamente. Esa plata que nos va a dar se va a ir en lo mismo que nos hemos prestado para pagar los gastos médicos. ¿En qué quedamos?”.

Vecina
- “A mi esposo me lo han matado y estaba con mi hijito de 8 años. Ahora mi niño está traumado, delante de él le han sacado el cerebro. Todos los días tengo que venir, señor viceministro. No tengo víveres, no tengo nada señor viceministro. Hasta esta ropa es prestada. ¿Qué voy a hacer? Quiero justicia para mi esposo, señor Viceministro”.

Padre de Luis Condori Quispe
- “Con esta son cuatro semanas que estoy al lado de mi hijo herido. He abandonado mi trabajo, mi familia. Le han dado de alta el martes (4) y a las dos de la mañana no aguantaba de dolor. ¿Ahora qué hago, lo interno de nuevo? ¿Y cuando se arregle esto, hasta que yo consiga trabajo, qué va a comer mi familia?”.

Vecino
- “¿En qué van a quedar los inválidos como mi hijo? Le han puesto platino en el brazo, no sabemos cómo va a quedar… Estamos cansados de quejarnos, queremos respuestas concretas. Nuestros familiares no son mercancías para estar negociando la indemnización o la compensación. Estar aquí, mostrando nuestras heridas, es una humillación más. Estamos hartos de ser tratados mal”.

Provincia Larecaja
- “Además, señor Viceministro, estamos unidos con las provincias. Yo soy de Sorata, provincia Larecaja, hermano de Genaro Quisbert de 23 años. A mi hermano le han amputado el pie derecho, el era agricultor, era sano. Somos del 20 de septiembre, pero el gobierno que se ha escapado no quería atendernos. Van a ser dos meses en este sacrificio de ir y venir al Hospital de Clínicas. ¿Qué va a pasar, señor Viceministro?”.

Vecina
- “¿Ahora no hay nada entonces? ¿Cuándo nos van a ayudar?
El gobierno fácilmente roba, entonces entraremos a las minas de Sánchez de Lozada, a Banco Sol. Que me maten agarrada de mi hijo, como lo han matado a mi marido…”.

- “¡Que saquen de sus fondos de emergencia! ¡De gastos reservados! ¡De las dietas de los parlamentarios! ¡De los sueldos de los ministros! Si hay plata para reforzar a los masacradores, ¿cómo no va a haber para el hambre?”.

- “El Ministro de Salud anterior dice que ha acompañado a Goni hasta Miami cuidando su salud. ¿Y nuestra salud? ¿Acaso no pueden disponer fondos de emergencia?”.
Vecino
- “Esto va a terminar en guerra civil. Nos están engañando. ¿Para qué vienen aquí si no tienen poder de decisión?”.

Después de oír y ver todo un espectáculo de muerte, dolor y sufrimiento, el Viceministro llorón no volvió más a El Alto. Mandó sus delegados a repartir 400 bolivianos y a pagar las facturas médicas, pero no alcanzó para todos.

Tampoco hizo nada por la justicia, ni él ni nadie del gobierno. “Estamos igual”.

¡Queremos justicia!
¡Gloria a los caídos del gas!

e-mail: prensacsutcb@yahoo.com.mx