Ex embajador de Venezuela en Consejo de Seguridad de la ONU revela causas de su salida.

Zar del petróleo venezolano durante doce años, hombre del círculo más estrecho de Hugo Chávez, vicepresidente de Economía de Nicolás Maduro y el último representante de Venezuela ante el Consejo de Seguridad de la ONU, el currículo de Rafael Ramírez en la revolución no le alcanzó para ponerse a resguardo luego de sus duras críticas ante el manejo de la economía.



Rafael Ramírez:“Maduro me quería fuera de Pdvsa desde el principio”
Por: Panorama | Viernes, 08/12/2017 11:24 AM | Versión para imprimir
Aporrea

8 Dic. 2017 - Zar del petróleo venezolano durante doce años, hombre del círculo más estrecho de Hugo Chávez, vicepresidente de Economía de Nicolás Maduro y el último representante de Venezuela ante el Consejo de Seguridad de la ONU, el currículo de Rafael Ramírez en la revolución no le alcanzó para ponerse a resguardo luego de sus duras críticas ante el manejo de la economía.

En la picota política y desde un lugar que prefiere no revelar cuenta a PANORAMA su versión del cisma que desató en el Gobierno sus críticas.

— ¿Cómo está pasando este momento después de tantos años en el más alto nivel del Gobierno?
— Mi posición y mis altas responsabilidades en el Gobierno me han involucrado en prácticamente todo lo que ha pasado en la revolución bolivariana. Tengo el récord de más tiempo como ministro con Chávez, por doce años, en un área, como la petrolera.

Me correspondió trabajar con él durante el sabotaje petrolero, también en la política de plena soberanía, la nacionalización, además de las altas responsabilidades en la vicepresidencia del partido, las grandes misiones, a mí todo eso me obliga, porque soy un hombre de principios, a ser leal a Chávez.

Cuando me removieron de Pdvsa, te voy a decir una cosa que no sabe nadie: el presidente Maduro pidió mi remoción de Pdvsa desde el primer acto, es decir, no tuvo nada que ver con mi desempeño, fue algo que él quería hacer. Yo le dije que si iba a hacer lo que Capriles quería hacer, ahí empezó una tensión, unas diferencias, pero me mantuve en mis responsabilidades (…) Este era un tema que se venía cocinando desde que el presidente Chávez se enfermó. (…) Había discutido con el presidente Chávez de que la situación económica venía muy mal (…) Hablamos con Giordani, con Merentes sobre el tema de la deuda, sobre los problemas que nos agobiaban, bueno, pasó el 2013, 2014 (…) Cuando me piden entregar Pdvsa, yo la entrego y algunos probablemente esperaban que me quedara tranquilo, pero no soy un hombre para estar tranquilo, de una vez me fui a hacer una gira por los países petroleros, hablé con Putin, con Bouteflika, con Rohani, de Irán; y me di cuenta de que íbamos al escenario de una guerra de precios, por razones geopolíticas, le advertí al partido, al Presidente de que los precios iban a caer. Claro, el tema es que la gente ve eso como muy lejano, realmente nadie lo consideró como algo inminente, yo sí sabía que si caían los precios, por una razón geopolítica, iba a ser muy difícil recuperarlos. En esas circunstancias yo acepto la vicepresidencia económica, algunos amigos me dijeron que no lo hiciera porque no iba a tener el apoyo, ya no había el mando de Chávez (…)

Comencé a trabajar, aunque no soy economista, yo sé bastante de economía petrolera, pero no soy economista, entonces busqué a lo mejor del pensamiento económico como José Rojas, al mismo Giordani, a Bernard Mommer, para ver cómo salir de un problema que se estaba incubando, estamos hablando de finales del 2013, principios del 2014, y le preparé al Presidente una agenda de 18 puntos, con el tema cambiario, la inflación, los impuestos, la producción petrolera, además del manejo de la deuda.

— ¿Usted tuvo una reunión con los inversionistas sobre ese tema?
— Cuando tenía aprobado el esquema, porque el Presidente lo aprobó, estaba Merentes, me despedí, fui a Londres, a una reunión que sostuve con todos los tenedores de bonos venezolanos y después de esa reunión nuestros bonos comenzaron a subir de valor; cuando estaba preparando un esquema para la reestructuración de la deuda y para la venta de Citgo, habíamos obtenido ofertas por 15 mil millones de dólares (…) Yo estaba planteando hacer un contrato de largo plazo, entre 12 y 25 años, para colocar nuestro crudo y para vender esos hierros que están en territorio hostil (…).

Eso lo propuse, fue aprobado, pero comenzó a ser torpedeado por alguna gente que todavía no identifico (…) Plantee que hay que ponerle coto al tema cambiario, porque aquí se han hecho grandes fortunas con el tema del diferencial cambiario, no hay mejor negocio en Venezuela que tener un dólar a Bs. 10 y venderlo a Bs. 100 mil, eso no tiene sentido. Yo esto lo hablé con los chinos, con todo el mundo, constatando cómo habían hecho ellos para controlar el tema de la inflación.

La principal propuesta era unificar el tipo de cambio, de hecho el presidente Maduro lo dijo, solo que yo decía que la convergencia tiene que ser hacia abajo, no hacia arriba, en ese momento el tipo de cambio debía ser Bs. 25 por dólar, cuando estaba a Bs. 6, no íbamos a llegar de un solo golpe, sino que ese era nuestro objetivo, porque ese era el precio de referencia con Colombia (…)

Todas esas propuestas no las tomaron en cuenta, no sé por quién, no sé qué razones primaron (…) Entonces salí de la vicepresidencia económica y acepté el cargo de embajador, cosa que no tenía en mis planes. Lo acepté para no introducir ninguna fractura en el seno del Gobierno, dada la desestabilización en el país, eso podría afectar al Presidente.

Me fui a Nueva York, llegué al Consejo de Seguridad, las grandes ligas de la política exterior, y toda esta experiencia me dio una visión distinta a la que había sido mi experiencia petrolera (…) Allá dije: Voy a dejar que las cosas pasen para ver si yo soy el equivocado, esperé dos años, ya a principios de este año, cuando vi unos datos alarmantes de la producción de petróleo, entonces decidí empezar a escribir mis preocupaciones del tema económico, del tema de Pdvsa y por cómo se están dando las cosas; y eso fue molestando al Presidente, tanto, que en mi artículo de La Tormenta tuvo mucho impacto (…) El Presidente me mandó con Arreaza y por otra vía su molestia y que no quería que lo representara más. Si un embajador de las Naciones Unidas no tiene la confianza del Presidente lo más honesto es renunciar. Yo no me voy a retractar de mis opiniones políticas porque son hechas con la intención de ayudar(…)

— ¿Ha tenido un nuevo contacto con el Presidente?
— No. No más, mi última conversación con el Presidente fue realmente muy dura. Me he caracterizado por un profundo respeto por todos los actores políticos, mis respetos al Presidente, a mis compañeros de lucha, incluso, respeto a la oposición (…) Creo que llegó un momento en que se rompieron esos códigos y no lo voy a aceptar.

— ¿Cuándo fue esa conversación con el Presidente, antes o después del artículo La Tormenta?
— Después de “La Tormenta”, el día de su cumpleaños, muy lamentable; pero bueno, en todo caso ya es una decisión tomada, hice mi carta en unos términos que espero hayan sido bien tomados (…) Todas mis críticas han estado orientadas a ayudar, porque creo que estoy en una posición de ayudar, porque mi experiencia no es desestimable, pasé doce años frente al sector petrolero, cuando yo estuve allí, Pdvsa no solo se recuperó del sabotaje, no solo recuperó su control del negocio en Venezuela, toda su capacidad operativa, sino que recuperamos 480 mil millones de dólares para el Estado, además, entregué Pdvsa con 3 millones de barriles día, ahora estamos en 1,8 millones de barriles día y la situación económica del país es un desastre. ¡Cómo no va a ser aceptada una opinión mía!

— ¿Ha recibido apoyos de algunos dirigentes del Psuv, aunque sea de manera anónima?
— Muchos. Por vía directa, lo que pasa es que entiendo que se ha establecido una especie de temor y eso es muy malo en el campo de la política. He recibido muchos mensajes de gente que tiene las mismas preocupaciones que yo, lo que pasa es que he sido el único que se ha puesto a la cabeza de esto, eso me ha costado mi cargo, para mí la lealtad con el país y con Chávez es mucho más importante que cualquier cargo.

— ¿Le preocupan las actuaciones del fiscal general de la nación?
— Me tienen sin cuidado porque estoy seguro de mis actuaciones. He sido el presidente de Pdvsa que ha mostrado más apertura en cuanto a la rendición de cuentas. Pdvsa era una caja negra, desde que yo llegué a la presidencia me propuse presentar los número en público. En marzo presentábamos los estados financieros auditados, pero no por cualquier empresa, auditados por Kpmg, que es una empresa trasnacional. En la vieja Pdvsa se hacían los estados financieros en bolívares, yo me ajusté a estándares internacionales, pero además, todos mis resultados anuales los presenté a la Asamblea Nacional, a la Fiscalía General y a la Contraloría General de la República que tiene una oficina en Pdvsa, que es la empresa más auditada y que ha sometido más resultados al escrutinio público.

Debo decir que Petróleos de Venezuela es un “holding”, de cerca de 234 empresas filiales, y una empresa de esas magnitudes se rige por una metodología de actuación que es igual a todas las petroleras, con una delegación de firmas y actuaciones financieras. Nadie puede pretender que yo, presidente de Pdvsa, en La Campiña, sea responsable de la contratación de un taladro, o de un camión vacuum en la Costa Oriental del Lago, no hay manera. Cada instancia organizacional tiene un equipo multidisciplinario, que son los comités de contrataciones y los comité de auditoría, que van revisando los procesos de contratación, si no la empresa no puede funcionar, son más de 100 mil contratos anuales para todo (…)

Lo que no comparto, y lo que me preocupa, es que sobre este tema de corrupción hay un sesgo hacia Pdvsa. Si eso tiene un objetivo político, un objetivo electoral, eso tendrá que dilucidarlo el pueblo, pero si tú me vas a hablar de corrupción, ¿me vas a hablar solo de Pdvsa?, yo creería ciertamente que hay una discusión franca en el tema de la corrupción si le entramos a qué pasó en Cadivi, si le entramos a qué pasó en el Cencoex, en los puertos, en las importaciones de alimentos. Además, no solamente en el sector público, hay al menos cinco o diez empresarios que se favorecen de un funcionario público (…) Creo que se le hace mucho daño al país criminalizar a Pdvsa, tratarla como se está tratando. Si hay un caso de corrupción lo repudio y debe investigarse, pero no puede comprometerse toda la institución, porque, se han dado casos de corrupción en la Fuerza Armada, pero a nadie se le ha ocurrido decir que la Fanb es corrupta, a menos que sea la oposición desde Miami (…)

Un espacio para la corrupción ha sido tener el dólar tan barato. No tiene sentido que un dólar lo obtengas a Bs. 10 y lo puedas vender en Bs. 100 mil, el diferencial es tan grande que es un negocio mejor que el de la droga.

— ¿Qué opina de los nombramientos de Manuel Quevedo y Alí Rodríguez Araque?
— Alí Rodríguez es casi como un tío para mí, era compañero de mi papá en la guerrilla, él me conoce desde que tenía tres años, en el año 1966. Me parece uno de los baluartes del pensamiento honesto y revolucionario del país. Conversé con él tan pronto lo nombraron, y le pedí que ayudara, él está consciente de los ataques que me están haciendo, cuento con todo su apoyo, él sabe quién soy yo, quién es mi familia y que todo esto es un tema político.

Igual conozco a Quevedo, no de tanto tiempo. Él trabajó conmigo en la Gran Misión Vivienda Venezuela, hicimos viviendas juntos, es un oficial militar que merece todo mi respeto, pero más allá de ellos dos, el daño en Pdvsa es profundo, nuestros trabajadores se sienten desmoralizados, se ha cambiado a todos los cuadros técnicos, gerenciales, se ha perdido la autoridad ante los trabajadores, casi se les ha criminalizado, eso es muy importante en una organización (…) Hace falta mucho liderazgo, tú no puedes poner a una gente que no conozca el negocio. Ahí tiene que ver mucho el conocimiento, el liderazgo, por eso te digo que más allá de Quevedo y de Alí, que gozan de todo mi aprecio, en los cuadros de dirección no existe la suficiente experticia.
Después del sabotaje petrolero, el comandante Chávez y yo tuvimos mucho cuidado en colocar a cuadros con más de treinta años de experiencia, como Félix Rodríguez; como responsable del CRP al hombre más prestigiado de la refinería, como Iván Hernández, de responsable de finanzas teníamos al ministro José Rojas, puros cuarto bate para enfrentar la situación difícil (…) Ninguna trasnacional conoce tan bien como nuestros muchachos (…) Chávez me lo dijo: Pdvsa es tan o más importante que la Fuerza Armada (…)

— ¿Sigue en Nueva York?
— Estoy fuera de Nueva York, me lo han preguntado mucho, pero cómo vivo yo en Nueva York (…) Quisiera volver a mi país y quiero volver por Maracaibo, yo quiero mucho al Zulia (…) Espero pronto estar por allá. El país necesita superar el ambiente apocalíptico y una hipótesis de aniquilación total del uno y del otro, yo creo que ahorita se impone mucha sabiduría en el liderazgo político nuestro pueblo, sea chavista u opositor, está sufriendo mucho, lo que se llama en el mundo económico una hiperinflación, hay que reconocer que tenemos una situación compleja que ya que llegamos aquí hay que buscar cómo salir de esto.