Primer ministro libanés denuncia la visita de jefe de milicia iraquí
AFP9/12/2017 - 17:48
El primer ministro libanés, Saad Hariri, criticó el sábado la visita del dirigente de una milicia iraquí cerca de la línea de alto el fuego entre Líbano e Israel, invitado por el movimiento chiita Hezbolá, juzgándola ilegal.
Qais al Khazali, fundador y líder de la poderosa milicia iraquí Asaib Ahl al Haq (La liga de los virtuosos), apoyada por Irán, visitó zonas del sur de Líbano vestido con un uniforme militar, según las imágenes de un video publicado en las redes sociales.
“Declaramos que estamos dispuestos a estar unidos con los libaneses y la causa palestina frente a la ocupación israelí”, informa en este video.
El Estado hebreo retiró sus fuerzas del sur de Líbano en 2000, tras 22 años de ocupación, pero Líbano e Israel siguen técnicamente en estado de guerra y a menudo se declaran incidentes a lo largo de esta línea de alto el fuego. En 2006, Israel dirigió una violenta guerra contra Hezbolá, causando 1.200 muertos en el bando libanés.
Los israelíes denuncian con regularidad las acciones de Hezbolá, que consideran como una amenaza para su frontera.
Según el primer ministro libanés, la polémica visita del jefe de la milicia iraquí tuvo lugar hace seis días y constituye “una violación de las leyes libanesas”, sin precisar exactamente de qué manera.
También señaló haber ordenado a las autoridades realizar una investigación “y tomar medidas para impedir a la persona del vídeo [en referencia al líder la milicia iraquí] entrar [de nuevo] en Líbano”.
La milicia de Khazali opera dentro de las fuerzas paramilitares de Hashd al Shaabi en Irak.
Hezbolá, poderoso movimiento armado respaldado por Irán, también envió consejeros a Irak para apoyar a las fuerzas de Hashd al Shaabi en su lucha contra el grupo yihadista Estado Islámico.
El grupo libanés combate igualmente en Siria junto al régimen de Bashar al Asad.
Las intervenciones regionales de Hezbolá son fuentes de desacuerdo en Líbano y fueron mencionadas por Hariri cuando presentó su dimisión a principios de noviembre desde Arabia Saudita, gran rival del Irán chiita apoyado por Hezbolá.
Después retiró esta dimisión y consiguió que el gobierno libanés, donde Hezbolá tiene representación, se comprometa a no intervenir en los conflictos regionales.
El viernes, Estados Unidos y Francia pidieron a las potencias regionales de Oriente Medio mantener a Líbano al margen de sus rivalidades.
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