Frente Amplio peruano termina de romperse

La diferencia entre los proletarios (los proles) y los progresistas (los progres), reventaron. Los viejos y nuevos marxistas del grupo de Marcos Arana, llamado Tierra y Libertad, insisten en ganar el estado en el más preclaro estilo reformista, por lo que cuentan con el apoyo de viejos guerrilleros, y el grupo de la ex candidata presidencial, Verónika Mendoza, que proviene del nacionalismo militarista de Humala aliado con socialdemócratas y reformistas de varias tiendas, ha recibido el apoyo del Vaticano de La Habana y aún, sorpresa! de Beatriz Sánchez, la ex candidata de la wiskizquierda chilena que también organiza a los proles por un lado y a los progres por el otro.



Frente Amplio peruano termina de romperse

La diferencia entre los proletarios (los proles) y los progresistas (los progres), reventaron. Los viejos y nuevos marxistas del grupo de Marcos Arana, llamado Tierra y Libertad, insisten en ganar el estado en el más preclaro estilo reformista, por lo que cuentan con el apoyo de viejos guerrilleros, y el grupo de la ex candidata presidencial, Verónika Mendoza, que proviene del nacionalismo militarista de Humala aliado con socialdemócratas y reformistas de varias tiendas, ha recibido el apoyo del Vaticano de La Habana y aún, sorpresa! de Beatriz Sánchez, la ex candidata de la wiskizquierda chilena que también organiza a los proles por un lado y a los progres por el otro.

Ha influido en ello la situación internacional e internacional donde la derecha ha ido avanzando y la izquierda se ha ido transformando en autoritaria y represiva, además de la formación universitaria que opera en la línea del progreso y desarrollo, con lo que la mente puede visualizar destinos y sentidos trazando derroteros de intervención y victoria, además de sólidos argumentos para las derrotas, todo ello aderezado con la mentalidad autoritaria, paternalista y mesiánica de que haremos el futuro, bastando trazarlo en papel, convencer mucha gente y Voilá!

Por otra parte la derecha que atrajo los votos de izquierda gracias a la campaña de Mendoza contra Fujimori, está inmovilizada y sólo puede implementar las políticas más recalcitrantes debido a la mayoría fujimorista del parlamento, mientras los pueblos y comunidades esperan medidas, lo que hace ineficaz la lucha reivindicativa manteniéndola apenas en el plano de la propaganda.

Marcos Arana, líder de Tierra y Libertad, viejo cuadro del MDP, donde también participaban militantes de la guerrilla MRTA, dirige 11 de los 20 diputados “de izquierda” de los proles y Mendoza los otros 9, sin embargo gracias a los contactos internacionales y el peso que ello representa en alianzas y apoyos económicos, consiguió arrebatar uno más y presiona al resto. En todo caso ha sido Tierra y Libertad el que ha sacado más provecho en las elecciones municipales, lo que les llena de nuevas esperanzas de que van encaminándose hacia la victoria final, pues consiguieron dos nuevos alcaldes. Eso permite la propaganda más eficaz de que el camino elegido es el único que llevará a los cambios, en especial si consideramos que ambos grupos disputan permanentemente las dirigencias social, como el poderoso sector de los ronderos, donde Arana cuenta con fuerza, o aún en las comunidades contra la minería en Cajamarca, sin querer percibir que el acostumbramiento a depender de los cargos políticos lleva finalmente a subordinarse a las empresas, que son las que alimentan los aparatos de la administración pública. Los puestos estatales defienden sus ingresos, por lo que defienden el modelo de acumulación capitalista. Ello significan que no sólo boicotean ambos el desarrollo de la autonomía y el despliegue de la potencia social, sino que la encierran en los partidos y arrinconan en las instituciones manteniendo su condición de explotados y marginados mientras el extractivismo destruye la tierra.

El sector proletario, tiene como bases de apoyo su instalación en puestos de comando de organizaciones y movimientos sociales, en cambio los progres, se apoyan en sectores acomodados como universitarios, profesionales, académicos, militares (disputando espacios al fujimorismo) y apoyos externos de los gobiernos progresistas y la izquierda oficial europea.

Apoyan a los nacionalistas de Mendoza sectores como el Partido Socialista, y a Arana los sectores provenientes del PC Bandera Roja, de donde salió el Sendero Luminoso de Abimael Guzmán, aunque hoy día son decenas de tendencias que mantienen grandes diferencias con Sendero, como el poderoso gremio de los maestros, adscrito a corrientes de Bandera Roja desde hace muchos años.

El daño y masacres que han hecho las guerrillas y los militares a las comunidades indígenas es tan grande que hasta el día de hoy ni el estado, ni las derechas ni las izquierdas han podido penetrar en las poderosas comunidades asháninkas ni de los wampis, por poner solamente estos dos ejemplos, siendo los wampis los antiguos guerreros jíbaros, reducidores de cabeza, llamados también los shuar, que son los mismos shuar de Ecuador, separados por fronteras artificiales. Estas dos comunidades y otras más de la selva amazónica han constituido la poderosa Aidesep, donde crecen los autogobiernos ancestrales y la defensa de los territorios y el mundo natural, que ha impedido de facto el avance arrollador de las empresas extractivistas, por lo que son el principal objetivo del estado. Las comunidades del sur y cordillera sureña, de tradición quechua y aymara, tienen elementos de autonomía muy interesantes, pero con grandes dificultades para desplegarse debido a la fuerte labor de los partidos para asentarse y mantener algunos reductos ya sometidos.

En los barrios periféricos de las ciudades hay como en Chile un bajo nivel de organización autónoma, lo que hace de sus ciudades un buen negocio para los supermercados chilenos, por llamarlos así y utilizarlos como un ejemplo.

Hace falta organización autónoma y comunitaria (o pre-comunitaria) en los barrios para ir avanzando desde abajo hacia el cambio civilizatorio, pues sin ello, los partidos, algunos con discurso comunitario, llegan ofreciendo el oro y el moro, pero para ello antes hay que poner a los salvadores de la patria en los puestos del poder.

Si la alianza Argentina, Bolivia, Brasil, Ecuador, Venezuela se hubiese mantenido, de seguro los progres peruanos habrían mantenido su hegemonía sobre los proles, pero necesita de una paralización de las comunidades indígenas y autonomías urbanas, que en la medida que se van profundizando y multiplicando, van acabando los espacios donde las izquierdas del poder pueden atraer, reclutar y movilizar incautos para sus estrategias de la vocación de poder que pasan por encima de los pasos concreto de los cambios desde abajo.

Poco a poco, a pesar de la denodada propaganda de los interesados en ocupar el poder o de destruirlo, los de abajo aprender a organizarse no sólo para defenderse, sino también para alimentarse.

Abrazos

Jaime Yovanovic (Profesor J)
unlibre@gmail.com