Cataluña, elecciones 21 diciembre: Izquierda antisistémica de la CUP coloca cuatro condiciones a Puigdemont para investirle

Entre ellas: no negociar con España.



LE EXIGEN IMPLEMENTAR RÁPIDAMENTE LA REPÚBLICA
La CUP fija condiciones a Puigdemont para investirle: primero, no negociar con España
Los ‘cuperos’ están dispuestos a apoyar a Puigdemont si gana el 21-D, pero siempre que mantenga unas líneas rojas

A. FERNÁNDEZ. BARCELONA
El Confidencial
13.12.2017 – 05:00 H.
La Candidatura d’Unitat Popular (CUP) ya tiene deberes para el ‘expresident’ de la Generalitat, Carles Puigdemont, si gana de nuevo las elecciones el próximo 21 de diciembre. Los anticapitalistas, que le habían impuesto culminar el proceso separatista con la proclamación de la independencia de Cataluña, lo volverán a votar si es reelegido, aunque ponen cuatro condiciones encima de la mesa, según confirmaron a El Confidencial fuentes de la formación radical.

La primera de ellas es que se implemente la República Catalana. “La República ya está proclamada. Ahora falta que se haga realidad. Si se compromete, tendrá nuestro apoyo para la investidura”, explican las citadas fuentes a este diario. La segunda condición es que se comprometa a no negociar con el Estado ninguna salida a la situación. Con ello, pretende forzar de nuevo la unilateralidad en el próximo periodo legislativo, igual que ya hizo durante la pasada legislatura.

La tercera condición es iniciar inmediatamente un proceso constituyente que tenga a la desobediencia como eje central e irrenunciable. Y la cuarta condición es incluir en la acción de gobierno de la Generalitat una agenda social revolucionaria que dinamite el sistema y cambie sustancialmente el panorama político catalán.

La campaña de los pactos
Los ‘cuperos’ visitaron sólo una vez a Carles Puigdemont en Bruselas. Fueron los exdiputados Benet Salellas y Anna Gabriel quienes se desplazaron a la capital belga para apoyar al ‘expresident’ y visualizar su apoyo al depuesto mandatario. En esa reunión, según las fuentes, no se habló de las condiciones citadas, ni tampoco desde entonces ha habido más visitas ni reuniones. “Quienes llevan todavía las riendas de la situación son los diputados elegidos en las anteriores elecciones. Ellos son los responsables de negociar con otras formaciones y de marcar las pautas. Tras el 21 de diciembre, tomarán las riendas los nuevos electos”, explican desde la formación anticapitalista.

Sin embargo, a pesar de esta ausencia de relaciones, la organización anticapitalista le hizo llegar sus condiciones al ‘expresident’. Y éste parece haber aprovechado las circunstancias para hacer una ‘pinza’ sobre ERC que ha descolocado a los republicanos: lo cierto es que, en la práctica, Puigdemont ha sobrepasado en entusiasmo secesionista a los republicanos, que tradicionalmente han sido los auténticos separatistas y que veían en Convergència –la antecesora del PDeCAT- un sucedáneo del independentismo.

Puigdemont abrazó con ardor las tesis de la CUP, que en realidad ya había aceptado en la anterior legislatura. La principal línea roja que ponen los antisistema a Puigdemont es que no dialogue con el Gobierno español. En caso de que haya negociación alguna con el Estado o vuelta a un Gobierno autonómico, le retirarán su apoyo. “No podemos volver a la situación de años atrás”, coinciden en subrayar diversas fuentes consultadas.

El interés oculto
Una de estas fuentes señala que “es crucial que no se abra ningún diálogo con el Estado, ya que eso supondría la vuelta al sistema autonómico, que se ha demostrado inútil y nocivo para los intereses de Cataluña”. Pero hay otro motivo oculto de los anticapitalistas para imponer este enfrentamiento con Madrid: “Si se inicia una negociación con el Estado, si se abre esa vía, anula nuestra fuerza para presionar al Gobierno catalán”, admite esta fuente. También reconoce que la agenda social aludida “podrá ser más o menos amplia, dependiendo de los resultados”, por lo que el punto de la aplicación de la agenda social deja de ser prioritario a la hora de negociar una eventual investidura y el apoyo al Gobierno que salga de las urnas.

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Otra de las fuentes consultadas señala que “si hay compromiso por la independencia, Puigdemont tendrá nuestro apoyo para gobernar. En realidad, hay sintonía con él. Otra cosa es con el PDeCAT, con el que no hay buenas relaciones”. Desde la formación anticapitalista se considera que “Puigdemont era presidente antes de la aplicación del artículo 155 y, por ello, volvemos a instaurar el gobierno republicano anterior”. Ésa será la excusa oficial para justificar el apoyo de un partido antisistema y anticapitalista a un gobierno de corte neoliberal y absolutamente de derechas.

Podemos queda como segunda llave
Otra de las fuentes subraya que desde que el ‘expresident’ se fugó a Bruselas “no ha habido acercamiento a él, pero tampoco alejamiento. En estos momentos, está todo como durante la anterior legislatura”. Esta fuente se muestran más cauta y augura que “la CUP debatirá la situación a partir del día 22 de diciembre, cuando sepamos con exactitud los resultados”.

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El futuro del independentismo, según la CUP, no pinta mal, aunque habrá que esperar a ver qué pasa en las elecciones del día 21. En el caso de que Puigdemont y ERC se inclinen por aceptar trabajar dentro de las leyes españolas, los ‘cuperos’ harán la ‘guerra’ por su cuenta. “Si aceptan las condiciones del Estado español, que se busquen otros aliados. Es cierto que, según los sondeos, nosotros tenemos ahora la primera llave de la gobernabilidad, ya que serían necesarias al menos tres fuerzas para poder gobernar. Y si, en caso de que nosotros abandonásemos, la segunda llave recaería en los comunes y Podemos. Ellos son la segunda llave, aunque no lo quieran”.

Debido a esta peculiar circunstancia, los antisistema consideran que “quien más se la juega en estas elecciones es Podemos, porque pueden ser ellos la llave que dé la Generalitat o bien a los independentista o bien a los unionistas. Eso les produce vértigo, pero las cosas son así”, explica un cargo de la CUP a este diario.