La CUP se desdibuja entre Puigdemont y Junqueras
Los anticapitalistas cierran la campaña recordando la actuación “salvaje” de la policía el 1-O y reclaman el voto para “materializar” la República
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GUILLEM ANDRÉS
Barcelona 19 DIC 2017 - 21:43 CET
El País
La CUP ha cerrado la campaña este martes en el distrito barcelonés de Nou Barris apelando, una vez más, al referéndum ilegal del 1 de octubre y a la actuación “salvaje” de la policía para pedir el voto y, así, “materializar” la “República”, que creen ya proclamada, como ha señalado la número 8 por Barcelona, Maria Rovira. Les ha acompañado Juan Manuel Sánchez Gordillo, alcalde de Marinaleda y miembro del Sindicato de Trabajadores Andaluz (SAT).
La huida del expresident Carles Puigdemont y candidato de Junts per Catalunya y su presencia en Bruselas, así como el encarcelamiento de su rival de ERC, Oriol Junqueras, han diluido el discurso de la CUP, acostumbrado a marcar los tiempos, también con su tono duro y contundente contra el Estado durante las campañas electorales. Los anticapitalistas, que condicionaron la anterior legislatura del Gobierno de Junts Pel Sí, podrían perder este 21-D hasta un 30% de votos en favor de los antiguos socios del Govern, según el último sondeo del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS).
En el último mitin antes de las elecciones el público, formado por un millar de personas, ha aplaudido con fuerza cuando se ha pedido la cárcel para la familia del Rey. El partido antisistema prevé un periodo “largo de tensión con el Estado” y, por ello, la exdiputada Eulàlia Reguant, ha exclamado que el 1 de octubre “durará años”. Juan Manuel Sánchez Gordillo ha levantado al público cuando ha señalado a la audiencia anticapitalista que “el pueblo de Cataluña es el pueblo más digno del mundo”, por “resistir la represión de los terroristas”, en alusión al Estado y sus fuerzas de seguridad.
Puigdemont y el discurso de la CUP
Desde que el 30 de octubre llegara a Bruselas para esquivar la ajusticia, Puigdemont ha practicado un discurso muy alejado de la praxis conservadora propia de los neoconvergentes. Desde la capital de Europa, el expresident ha llegado a poner en duda que Cataluña continúe en la Unión Europea (UE). “Un club de países decadentes”, llegó a decir Puigdemont, reprochando a la UE su “insensibilidad” por no criticar la actuación policial el día del referéndum o la aplicación del 155. Con un mensaje más propio de la izquierda, y en particular de la CUP, Puigdemont ha acusado a las 3.000 empresas que han abandonado Cataluña de hacerlo en connivencia con el Gobierno y de “progresar en el palco del Bernabéu”.
El candidato de Junts per Catalunya ha emulado también el discurso de los comunes cuando hace 10 días aseguraba a través de videoconferencia en un mitin que “El Estado sois vosotros” y llamaba al “empoderamiento de los ciudadadanos”.