El Consejo Universitario de la Universidad Mayor de San Simón (UMSS) decidió ayer el “cierre” de esta casa superior de estudios a partir de hoy y declaró en sus filas emergencia con movilizaciones permanentes hasta lograr que el Gobierno dé un soporte extraordinario de 25 millones de bolivianos para concluir la presente gestión académica.
Según informó el rector de la UMSS, Franz Vargas, por las movilizaciones con cierre votaron 18 consejeros universitarios frente a 17 que abogaron por movilizaciones sin cierre. Las protestas se realizarán a toda hora, en la mañana, en la tarde y si es posible en la noche.
Los 47 mil universitarios no pasarán clases y más de 2.500 empleados de “San Simón” no trabajarán a partir de la fecha hasta conseguir el soporte extraordinario de 25 millones de bolivianos.
Los docentes deben marcar tarjeta todos los días, al igual que los trabajadores administrativos, mientras que los universitarios deben asistir a todas las marchas de protesta que serán controladas por ellos mismos. Los estudiantes protestarán en las principales calles y avenidas de la ciudad de Cochabamba.
Por su parte, el vicerrector de San Simón, Roberto Iriarte, informó que se conformó la Comisión de Movilizaciones, instancia que estará integrada por representantes de las diferentes instancias de decisión de la comunidad universitaria.
Iriarte dijo que no se descarta que los padres de familia y organizaciones populares apoyen el cronograma de movilizaciones que aprobó el Consejo Universitario en su sesión de ayer. La Comisión de Movilización tomará contacto con estos sectores de la sociedad civil.
“Todas las aulas y oficinas administrativas estarán cerradas a partir de hoy, hasta que el Gobierno otorgue el soporte extraordinario para honrar compromisos institucionales y con terceras personas”, sostuvo el vicerrector de “San Simón”, Roberto Iriarte.
Por su parte, el director Administrativo y Financiero, José Aramayo, afirmó que la crisis económica y financiera de la UMSS ha llegado a límites incontrolables porque ha perdido su capacidad de pago y no puede honrar compromisos como salarios y pago de deudas a empresas que prestan servicios.
“No tenemos plata para pagar salarios de noviembre y diciembre, aguinaldos, deudas por pagar a los Fondos de Administradoras de Pensiones, al Seguro Social Universitario y jubilaciones consolidadas”, sostuvo Aramayo.
Hasta ayer existía la posibilidad de lograr un adelanto respecto al presupuesto 2004, pero la propuesta al parecer no fue considerada por ninguna instancia del Gobierno, menos por el Ministerio de Hacienda.
Compromisos sin resultados
Hasta ayer, al promediar las 22:00 horas, las autoridades universitarias, docentes y estudiantes no recibieron ninguna comunicación del Ministerio de Hacienda y la Prefectura para sostener una reunión de emergencia y buscar soluciones a la demanda universitaria.
Las autoridades universitarias manifestaron su disgusto porque el Gobierno desconoce una norma constitucional que dice “que la educación es la más alta función del Estado”.
Iriarte dijo que bajo ese precepto, las universidades públicas del país deberían ser obligatoria y suficientemente subvencionadas por el Estado para evitar su cierre.
Los pocos recursos de que dispone “San Simón” obligaron a sus autoridades a dejar sin efecto pagos ordinarios a diferentes tipos de proveedores y a racionalizar gastos corrientes de funcionamiento.
Los recursos de caja chica también estarían en riesgo, así como para la adquisición del pan del desayuno y el funcionamiento del comedor universitario.
Con la finalidad de evitar un colapso económico y financiero, la Universidad Mayor de San Simón suscribirá un acuerdo de crédito de 40 millones de bolivianos para cubrir una parte de su deuda heredada de gestiones anteriores.