Venezuela: Dos fuerzas chocan en el municipio Simón Planas. No son izquierda-derecha, sino explotadores-explotados

La Comuna ha demostrado fuerza y presencia en el municipio. Es una forma de organización que no ha podido ser avasallada por la institucionalidad. Es evidente que en el marco de la corrupción en el proceso, del retroceso de muchas de las reivindicaciones democráticas conseguidas y del respaldo a políticas económicas que van en contra de los intereses populares y nacionales; el Estado iba a buscar aplastar cualquier vestigio de rebeldía y voz disidente desde las bases. Lo siguen intentando hacer. Pero el pueblo ha hablado en Simón Planas una y otra vez. Habla a través de la organización comunal, campesina y obrera. Habla votando por Chávez y habla votando por Ángel.



Dos fuerzas chocan en Simón Planas
01/04/2018
Las Comadres Púrpuras

Los perniles, el gas, el transporte, los altos precios de los alimentos. Las protestas sociales son cada vez mayores. Esta olla de presión está reventando y parece imparable.

Mientras tanto, líderes comunales y campesinos en el municipio Simón Planas llevan la lucha a niveles superiores. Con voluntad y proyecto, toda la situación nacional la convierten en una oportunidad para decirle al país que hay capacidad productiva, política y social para avanzar.

La burocracia “jugó vivo” y quiso quebrar en dos las fuerzas populares. Al no poder imponer un candidato suyo, buscó a un compañero con reconocimiento en las bases. La intensión del PSUV es fácil de verla, seguir con la imposición de candidatos e impedir cualquier signo de poder popular que se visualice en el horizonte.

La Comuna ha demostrado fuerza y presencia en el municipio. Es una forma de organización que no ha podido ser avasallada por la institucionalidad. Es evidente que en el marco de la corrupción en el proceso, del retroceso de muchas de las reivindicaciones democráticas conseguidas y del respaldo a políticas económicas que van en contra de los intereses populares y nacionales; el Estado iba a buscar aplastar cualquier vestigio de rebeldía y voz disidente desde las bases. Lo siguen intentando hacer. Pero el pueblo ha hablado en Simón Planas una y otra vez. Habla a través de la organización comunal, campesina y obrera. Habla votando por Chávez y habla votando por Ángel.

De manera que la lucha de clases está más presente que nunca en estos difíciles momentos. Pero no como nos lo quieren hacer ver unas voces que intentan manipular los ánimos de la gente. Pretenden hacernos creer que es una diferencia de proyectos entre el proletariado y el campesinado. Nos dicen que hay dos enfoques en pugna, el de la comuna, anarquista y reformista, contra el del estado obrero y comunal, clasista y revolucionario.

Es un cinismo que nadie se cree.

El discurso manipulador entra en contradicción con la realidad práctica porque en ese espacio no hay conflictos entre obreros y trabajadores campesinos. Primero se pinta una realidad en la cual se dice que el campesino tiene una visión absolutamente diferente al obrero, haciendo ver que la reivindicación de campesino es la del conuco, mientras que la de los obreros es la socialización de los medios de producción. Luego, cuando intentan profundizar en su crítica, terminan arremetiendo en contra de la visión de la comuna que plantean los compañeros.

El conuco es una cosa y la comuna otra. La comuna posee un carácter colectivo más amplio, es una expresión territorial organizativa que suplanta al estado burgués. Pareciera que intentan enredar las cosas para no ir al tema de fondo.

El método de trabajo en conjunto debe ser diferente. No se pueden erigir posiciones políticas, queriendo hacer ver que son visiones acertadas, cuando en realidad se separan del hecho práctico. Apoyando al movimiento popular en sus luchas, tenemos las mejores posibilidades de incidir en los debates necesarios para la definición conceptual de una comuna que vaya en función de los intereses de la clase trabajadora y las mayorías en general. Ese es el método, no enarbolar conceptos de comunas, pretendiendo que las otras posiciones son las erradas y por lo tanto, el otro candidato se merece la victoria.

Ese argumento se parece mucho a la falsa polarización entre chavistas y escuálidos cuando lo que siempre preló fue la lucha entre explotados y explotadores. Éste es un conflicto entre los sectores amplios populares por un lado y la burocracia y los patronos por el otro.

Pero a fin de cuentas no se trata de que si una propuesta es mejor que otra. Los hechos son que Ángel ganó con 9000 votos en contra de los 5000 que apoyaron a su rival. Es una verdad innegable que debe ser defendida hasta sus últimas consecuencias. Se trata de la voz del pueblo que pretende ser callada a fuerza de saboteos, amedrentamientos y detenciones.

Lo más honesto por parte de los derrotados sería reconocer su derrota y pasarse a las filas revolucionarias.

Si el árbitro dictó sentencia y se equivoca, lo lógico es que el equipo reclame. Pero si no es una equivocación, sino una falta infraganti, donde el árbitro toma posición abierta en contra de uno de los equipos y resulta que uno de ellos representa la voz de las mayorías, lo legítimo es que el pueblo reclame. No se puede tapar el sol con un dedo camaradas de los Gayones y el PSUV. Les hacemos un llamado a ustedes, a compañeros y compañeras honestos y dignos de los dos factores políticos, a las 5000 personas que votaron por Jean Ortiz, al mismo Jean Ortiz, a que se una a este aluvión popular que se está gestando en Simón Planas.

Si la tarea histórica del proletariado es direccionar e impulsar los cambios sociales, no lo logrará desde la imposición sino a través de la persuasión, los consensos, las labores educativas, la dirección política acertada. Estas imposiciones desacertadas, alejan de las luchas populares a los movimientos políticos que cayendo en ese error, dicen representar los intereses del proletariado.

No estamos en tiempos de vacilación. Se acercan momentos de definiciones. Esta crisis llega a su punto cumbre y la burguesía exige su gran tajada.

Por otro lado, esta situación también ha servido para que se presenten posiciones políticas más comprometidas, para que se politicen las reivindicaciones, se profundice el debate y las propuestas. Una vez que el pueblo de Simón Planas haya tomado legalmente la alcaldía a través de su alcalde electo, Ángel Prado; tocará tomar decisiones trascendentales en lo político y productivo, como la Constituyente Municipal y el desarrollo de formas de producción más democráticas que las impuestas por el capital.

Ya la historia nos ha demostrado que ni la burguesía parasitaria ni los burócratas corruptos están en capacidad de liderar un proyecto de desarrollo productivo para el país. Le toca asumir el impulso de estos procesos a la clase trabajadora, a los campesinos y a la comuna.

Los llamamos a la unidad camaradas; unidad de todo el municipio contra la traición. El enemigo está en otro sitio. No se pongan del lado de él.

Este es un debate nacional. El pueblo de Simón Planas se juega la dignidad de todo el país. Es la oportunidad de demostrar con victorias claras, que el pueblo organizado tiene la capacidad de hacerse una vida mejor sin necesidad que nadie lo tutele.

Un municipio habla con fuerza.

Los movimientos sociales y políticos debemos escucharlo.

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