Venezuela por abajo: Carta a los comuneros y comuneras de Simón Planas

Carta a los comuneros y comuneras de Simón Planas
Por: Pablo Fucik | Miércoles, 03/01/2018
Aporrea

Desde que el municipio Simón Planas comenzó a ser noticia a nivel nacional me interesé por saber más de esos atrevidos y atrevidas que intentaron sembrar, cosechar y transformar los sueños hasta convertirlos en el producto esencial de la humanidad y por lo que generaciones de valientes han dado la vida heroicamente, ustedes en ese pequeñito territorio han construido libertad, han mostrado a toda nuestra patria que la auténtica liberación es posible. Porque la liberación o la revolución es obra de los pueblos, es acción colectiva. No es una dadiva gubernamental, ni esta tutelada por estado alguno. Revolución no es más que la acción consiente del pueblo trabajador y eso lo han hecho ustedes. Como decía otro gigante; “revolución es emanciparnos por nosotros mismos y con nuestros propios esfuerzos”

Me entero de su historia y de sus luchas y me viene otro digno ejemplo; Marinaleda en España y a Juan Manuel Sánchez Gordillo como expresión de un colectivo dando ejemplo que los pueblos también sabemos gobernar.

Me entero de su historia y de sus luchas y encuentro fundamento en algo que señaló Chávez y que debería de ser axiomático para todo revolucionario; y digo que debería, porque no es así; muchos lo toman como han venido tomando todo el discurso de Chávez; para disfrazar el engaño y lo más lamentable es que lo hacen sir percatarse de la traición; Chávez hablaba de “gobernar obedeciendo”, esto lo decía en referencia a lo escrito por Enrique Dussel pero que a su vez Dussel lo extrae de la experiencia del valeroso pueblo zapatista de Chiapas; otro gran ejemplo de autogestión popular y revolucionaria.

Me entero de su historia y de sus luchas y compruebo que ustedes no son un movimiento comunal prefabricado utilizado para llenar una estadística falsa en una lámina en Power Point exigida por un ministerio de la comuna; ni que su producción es la que decora una mesa como parte de la escenografía en una cuña gubernamental; me entero que ustedes son una comuna real con agregación de consejos comunales de verdad, comuneros y comuneras que sudan sobre los campos cultivables y no detrás de un creído dirigente partidista.

Realmente ustedes son unos atrevidos; se atrevieron a dirigir su proceso social del trabajo y lo están logrando, son una comuna realmente productiva.

Pero controlada la producción se atrevieron hacer lo que tiene que hacer la clase trabajadora al tener conciencia de sus enormes potencialidades que no es otra cosa que asumir el poder político, asumirse conductora de la revolución y ustedes se atrevieron.

No me cabe duda que ustedes han hecho de Simón Planas el municipio más importante del país desde la visión política de la revolución bolivariana, desde la visión de lo que debe de ser el Estado Comunal, no me cabe ninguna duda que para el comandante Chávez ustedes serian la niña de los ojos de la revolución anunciada, ustedes fueran la vitrina, ustedes fueran el INJERTO SOCIALISTA donde podrían emulase los municipios del futuro. Pero lamentablemente ese Chávez que esta con ustedes cada día, hoy está siendo excluido de la dirección política de este proceso, hoy los pragmáticos, los falsificadores; están más preocupados por su poder; poder tan corto que no trasciende el tiempo vital de cada individuo. Ellos en su afán de hacer de la política un traje mediocre que satisfaga sus egoístas aviaciones no ven la importancia de lo que han logrado los comuneros y comuneras de Simón Planas.

Para esos enanos políticos ustedes no son ejemplo del estado comunal proclamado por Chávez, ellos son cuadrados como un Poncio Pilatos ante la respuesta de Jesús; “mi Reino no es de aquí, no es de este mundo”; para ellos ustedes son una amenaza y como amenazas los trataran.

Desde el poder constituido vendrán decretos y resoluciones, vendrán lineamientos, reglamentos e instructivos, unidos a chantajes y saboteos. Mantengan la fe sin darle votos a la ingenuidad, recuerde que Alí nos cantaba que “la inocencia no mata al pueblo, pero tampoco lo salva” y los obreros bolcheviques en víspera de la revolución rusa de 1917 proclamaban “no creer más que en nuestras propias fuerzas”.

Sé que como muchos, desde muchos rincones de la patria seguimos sus luchas porque nos sentimos expresados en ellas, sus derrotas serán nuestro fracaso y sus victorias serán las nuestras.

Ojalá y podamos hacer un gran encuentro nacional en Simón Planas.

Saludos.

Viva Chávez.