La Coordinadora para la Unidad y la Lucha advirtió ayer que si el presidente Hipólito Mejía no responde positivamente a las demandas planteadas por la huelga nacional del pasado 11 de noviembre, tendrá que enfrentar otra oleada de protestas más contundentes.
La entidad que agrupa al Frente Amplio de Lucha Popular, el Consejo de Unidad Popular, el Colectivo de Organizaciones y los Comités para la Defensa de los Derechos Barriales (Copadeba), entre otras, advirtió además, que “cuando el pueblo habla con el corazón, además de sentirlo en el estómago, hay que escucharlo”.
Víctor Gerónimo, vocero de la Coordinadora, dijo que el plazo de 30 días que dieron al Presidente de la República, sigue latente, por lo que el gobernante tiene el reto de responder positivamente.
El dirigente popular calificó de “desacertada” y “fuera de tono”, las declaraciones ofrecidas por el mandatario en Bolivia, donde dijo que el plazo dado por los organizadores de la huelga, no le metía miedo.
“Los pueblos aborrecen, odian y rechazan a los gobernantes que no oyen ni ven, ni sienten lo que están sufriendo”, enfatizó Gerónimo.
Recordó que al mandatario aún le quedan 20 días para que reaccione y satisfaga las demandas, que ahora tiene la palabra y que esperan hechos concretos, resultados favorables y un cambio en su política económica.
“Si no es así, nos tendrá de frente, junto al pueblo”, añadió el dirigente popular, quien subrayó que es el momento de solucionar los problemas más esenciales de la gente para dotarlas de “rostro humano”.
Gerónimo dijo que más que la convocatoria de un grupo, el paro nacional fue la expresión de toda la nación clamando por un cambio en la política económica del gobierno y por solución a los problemas que le están afectando desde hace años.
Entiende que por lo tanto, el presidente Mejía debió responder con más mesura y ser más sensato ante los reclamos del pueblo, “que no son inventos de nosotros”.
En rueda de prensa junto a los demás dirigentes de la Coordinadora, Gerónimo dijo que el presidente Mejía debió referirse a la muerte de siete personas durante el paro del día once, porque los responsables no han sido apresados ni sometidos a la justicia.
Señaló que el mandatario declaró en Bolivia que los caídos durante las protestas “violaron los cánones legales y se les pegó un tiro”, expresión que, a su entender, es indicadora de que las muertes fueron premeditadas desde la esfera del gobierno.
Asimismo, anunció que en las próximas semanas someterán ante los organismos nacionales e internacionales de derechos humanos, al Presidente Mejía junto al jefe del Ejército Nacional, general Jorge Radhamés Zorrilla Ozuna y al jefe de las Fuerzas Armadas, general José Miguel Soto Jiménez, “para que respondan los asesinatos cometidos en contra de jóvenes indefensos de una manera alevosa”.