Venezuela: La élite que gobierna desde la muerte de Chávez ha iniciado el desmontaje de los referentes de la revolución bolivariana

La ministra de Chávez para las Comunas y Protección Social, además de ministra para la Economía Popular, hoy sostiene que “Esta élite de poder que gobierna a partir de la muerte del presidente Chávez, comienza a tener perfil propio e inicia el desmontaje de los referentes de la revolución bolivariana, viviendo del patrimonio político que les dejó Chávez, que en buena parte son los que se han beneficiado del patrón mafioso de acumulación de capitales disputándose el poder y control del Estado con la derecha tradicional.”



“La élite que gobierna desde la muerte de Chávez ha iniciado el desmontaje de los referentes de la revolución bolivariana”
Por: Robin Delobel/CDTM/elsaltodiario.com | Martes, 27/02/2018

“Venezuela vive una situación muy critica y los debates en muchos medios, tanto de las grandes empresas como los de la izquierda, muestran una visión polarizada con propagandas de los dos principales campos antagónicos. Por un lado, el Gobierno presentado como una dictadura, y por otro, una propaganda en la defensa del Gobierno para la cual los problemas vienen exclusivamente desde una ofensiva exterior. Entre estos dos puntos de vista, existe también una izquierda chavista critica a la política actual del gobierno”.

27 de febrero de 2018.-

Oly Millán Campos, exministra del Poder Popular para las Comunas y Protección Social durante el gobierno con Chávez, exministra del Poder Popular para la Economía Popular en 2006, integrante de la Plataforma Publica y Ciudadana en Defensa de la Constitución e integrante de la Plataforma por la Auditoría de la Deuda, es una de esas personas que, desde la defensa del chavismo, critican en lo que, según ella, se está convirtiendo el poder actual de Venezuela con Maduro a la cabeza.

¿Cómo posicionarse como una izquierda crítica frente al Gobierno Maduro?

Venezuela atraviesa una profunda crisis de carácter estructural como nunca antes había tenido en toda la historia de su República. La situación es tan dramática, que el país está en una crisis de carácter humanitario. Esta situación implica que existe un retroceso en todos los logros políticos y sociales que se habían obtenido durante la revolución bolivariana. Esta crisis es producto de la combinación dialéctica de varios factores de carácter estructural y coyuntural, así como de la conducción por parte de un Gobierno que está constituido por una élite de poder que se ha beneficiado de la captura delictiva de capitales y que es funcional al capital internacional. Debemos decir también que la crisis está atravesada por la reorganización que en el plano internacional viene ocurriendo en el sistema capitalista mundial, me refiero a la geopolítica mundial donde tienen peso China, Rusia y EE UU y lo que significa Venezuela por sus importantes riquezas naturales, como el petróleo.

Cuando nos referimos al carácter estructural de la crisis, hablamos de la profundización del modelo rentístico petrolero. Venezuela depende hoy en día, como nunca antes, de la renta petrolera; por lo tanto al ocurrir en el plano internacional la significativa baja de los precios del petróleo que llegaron a estar por encima de los 100 dólares por barril antes del 2013, es obvio que al llegar a estar por debajo de los 40 dólares por barril se manifiesta en un efecto negativo en toda la estructura económica del país. De igual manera, está claro que aunado al carácter rentístico del modelo económico del país, está también, asociado, un modelo mafioso de acumulación de capitales que en cada boom petrolero se genera con el surgimiento de grupos económicos que comienzan a convivir con los sectores económicos tradicionales. Esto ocurrió con el patrón mafioso que se gestó con el incremento de la deuda externa y el manejo discrecional que sectores de la boliburguesía han tenido sobre la gestión de la economía petrolera, concretamente de los ingresos en divisas.

Esta élite de poder que gobierna a partir de la muerte del presidente Chávez, comienza a tener perfil propio e inicia el desmontaje de los referentes de la revolución bolivariana, viviendo del patrimonio político que les dejó Chávez, que en buena parte son los que se han beneficiado del patrón mafioso de acumulación de capitales disputándose el poder y control del Estado con la derecha tradicional.
Ante este cuadro de descomposición generalizada donde comienza a comprometerse la perspectiva revolucionaria y socialista, quienes nos asumimos como chavismo crítico comenzamos desde hace aproximadamente tres años, a exigirle al Gobierno la necesidad urgente de rectificar partiendo por trabajar para establecer una auditoría pública y ciudadana contra el desfalco a la nación, fuga delictiva de capitales, y contra la deuda pública, y así establecer mecanismos claros y transparentes para detener la fuga de capitales, depurar responsabilidades en los hechos de corrupción y para evitar que sea el pueblo venezolano quien tenga que soportar una crisis que injustamente está padeciendo.

En este sentido creemos en la necesidad de construir una nueva referencia política revolucionaria y socialista, que reconozca desde una visión histórica y de clase los logros de la revolución bolivariana, pero que también realice un balance crítico sobre los errores y debilidades que tuvo el proceso. La construcción de esta nueva referencia política debe evitar caer en la polarización política que reduce la complejidad en el campo amigo-enemigo, contradicción principal y secundaria, que tanto daño le ha hecho a la revolución bolivariana.

“Creemos en la necesidad de construir una nueva referencia política revolucionaria y socialista, que reconozca desde una visión histórica y de clase los logros de la revolución bolivariana”
La construcción de esta referencia política revolucionaria, pasa necesariamente por rescatar la esperanza del pueblo venezolano en las posibilidades ciertas de construir otro mundo posible.

Oponerse al Gobierno, ¿no implica dejar el poder a la derecha, que es muy extremista o peligrosa?

La pregunta que nos tenemos que hacer es si la derecha está en la oposición o está efectivamente en el Gobierno, porque en todo caso, yo entiendo a la derecha no solo en la personificación que tenemos que hacer de ella, en el sentido de que no nos debe quedar dudas de que un personaje como el presidente de los Estados Unidos es un personaje de derecha, pero más allá de la personificación, el punto clave está en las concepciones de derecha que se expresan en las políticas y en las acciones concretas. Entonces un Gobierno que empieza a desmontar los referentes de la revolución incluyendo la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela para facilitar la inversión del capital internacional como lo es la creación de las Zonas Económicas Especiales, como es el caso del Arco Minero del Orinoco, que se vanagloria de pagar deuda a expensas de la dramática situación social que tiene el pueblo, que viola derechos humanos, que reprime y criminaliza cualquier tipo de protesta, que ejerce un férreo control social a través de la amenaza permanente al pueblo con quitarle los beneficios sociales, como el acceso al subsidio a la comida si participa en los procesos electorales votando en contra, la pregunta que nos tenemos que hacer es: ¿Será este un Gobierno de izquierda y socialista?

Entiendo lo que dices, pero entonces, ¿no es más peligroso tener en el poder a la derecha oficial que al Gobierno actual?

Si llega la otra derecha al Gobierno, a tener control del Estado, desplazando a la derecha actual que se maneja declarativamente como chavista y socialista, no es una responsabilidad de los movimientos revolucionarios críticos o del chavismo crítico. Nosotros apostamos por construir una referencia política revolucionaria, chavista y socialista y ojalá tengamos tiempo de construirla y poder disputarle espacios políticos de poder a estas dos derechas, me refiero a la derecha que gobierna y a la derecha de la oposición. No obstante, reconocemos que organizativamente somos muy débiles, aunque también reconocemos que esa debilidad es relativa, porque los grupos e individualidades de izquierda, así como el chavismo crítico que nos organizamos en torno a la Plataforma Ciudadana por la Defensa de la Constitución (exministros de Chávez, el partido de izquierda Marea Socialista, la Plataforma contra el Arco Minero, dirigentes emblemáticos, académicos como Edgardo Lander, Esteban Emilio Mosonyi, el mayor general Clíver Alcalá Cordones y el abogado constituyentista Freddy Gutiérrez), gozamos por parte de los movimientos de izquierda y movimientos sociales, inclusive los que apoyan a Nicolás Maduro, de reconocimiento como revolucionarios comprometidos con la revolución y de cierto prestigio ético y moral.

Nuestra lucha, es no dejar que esa disposición al cambio que se instaló en el imaginario colectivo del pueblo venezolano y que Chávez transformó en la necesidad de construir el socialismo, no muera, por lo que es muy importante explicarle al pueblo venezolano que el socialismo no ha fracasado, que lo que ha fracasado es una élite de poder que se ha enriquecido de forma corrupta y que tiene vasos comunicantes con los grupos económicos tradicionales, por ejemplo, el sector financiero y con el entramado que forma parte del capital internacional.

En estos momentos, la crisis política que tiene Venezuela, la podemos resumir como la confrontación existente entre dos bandos, uno aglutinado en el PSUV-Gobierno y el otro en la Oposición-MUD, que se desconocen mutuamente, porque cada uno, a su manera, se está disputando quién es más eficiente a la hora de garantizarle los beneficios al capital tanto transnacional como local. Ello se puede ver a través de los negocios que se están desarrollando con las empresas mixtas que están invirtiendo en la Faja Petrolífera del Orinoco, en el Arco Minero del Orinoco y en el pago oportuno que viene realizando el Gobierno al servicio de la deuda.

¿Cómo actuar en el futuro?

Nosotros desde hace unos cuantos meses hemos venido planteando la construcción de una referencia política. Uno de los primeros pasos que dimos fue plantear diversos encuentros y reuniones con diversas fuerzas de izquierdas dando como resultados la candidatura de varios compañeros que participaron en las elecciones municipales [10 de diciembre 2017] manteniendo igualmente nuestra posición crítica tanto a las acciones de la derecha opositora aglutinada en la MUD como a la dirigencia del PSUV–Gobierno.

Las otras acciones que hemos venido planteando es que ante la crisis política es necesario construir un diálogo plural donde se incluyan amplios y diversos sectores del país, que tienen propuestas concretas para enfrentar y salir de la crisis y no dejar la solución de la misma solamente en manos de la MUD y del PSUV – Gobierno.

“Es necesario construir un diálogo plural donde se incluyan amplios y diversos sectores del país y no dejar la solución de la misma solamente en manos de la MUD y del PSUV”
El liderazgo de la derecha aglutinada en la MUD, actualmente tiene poco nivel de legitimidad y credibilidad por parte de la población, pero debo decir, que también los liderazgos del PSUV-Gobierno están profundamente cuestionados.

¿Cuáles son tus impresiones, que piensas de la situación política después de las elecciones municipales?

La situación política que se conformó en el país después de las elecciones regionales, está caracterizada por un Gobierno que viene avanzando rápidamente hacia un régimen autoritario que a través de mecanismos de control social, bien sea con el uso de la fuerza (militar y policial), amenazas de botar a empleados públicos o bien a través de las políticas clientelares (bolsas de comida, asignación de dinero mediante el uso de una tarjeta electrónica denominada “carnet de la patria”) ha ido estableciendo mecanismos de presión y control para obligar a la gente a participar en los procesos electorales (aunque en Venezuela el voto no es obligatorio), induciendo al pueblo a través de una campaña agresiva a votar por sus candidatos.

Por otro lado, tenemos a una oposición de derecha que se ha ido autodestruyendo, con muy poca base social, con unos liderazgos desprestigiados, sin propuestas creíbles. En síntesis, tenemos una situación de crisis que se ha ido profundizando, un pueblo cansado, diezmado y con poca credibilidad hacia las instituciones del Estado, con un gobierno que día tras día no se cansa de presentar como un triunfo, el aniquilamiento político de su contrincante, aunque en el fondo lo que se viene aniquilando es el marco constitucional en el cual se definen las reglas de juego de la democracia participativa y protagónica. Todo esto sirve de marco para el desarrollo de una espiral de violencia y pobreza generalizada, que amenaza con terminar de destruir los referentes políticos de la revolución bolivariana que una vez generaron esperanza y felicidad en el pueblo venezolano.