Nicaragua:La izquierda cuando es oposición lucha por derechos humanos y libertad de expresión, lo que no hace cuando es gobierno

El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, quiere a través de un proyecto radicado ante el Parlamento, “controlar” el uso de las redes sociales en su país, lo que representaría una grave agresión contra la libertad de opinión, según consideran analistas.



Ortega busca amordazar la opinión en redes

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PUBLICADO HACE 10 HORAS
El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, quiere a través de un proyecto radicado ante el Parlamento, “controlar” el uso de las redes sociales en su país, lo que representaría una grave agresión contra la libertad de opinión, según consideran analistas.

La información se conoció cuando su esposa y vicepresidenta, Rosario Murillo, indicó que estaba en conversaciones con la Asamblea Nacional para revisar el uso de las redes sociales. La funcionaria argumenta que estas herramientas están influenciando “negativamente” a los nicaragüenses y afectando la capacidad de conciencia de las familias de su país.

En octubre del año pasado, un informe del organismo internacional Irex, reportó que la “libertad de expresión y de prensa en Nicaragua llegó a niveles de restricciones comparables con los estándares de Rusia”.

Lo decía basado en el Índice de Sostenibilidad de Medios 2017, que le daba un rango de 1,48 a Nicaragua y 1,26 a Rusia, teniendo en cuenta que el 1 era el peor rango y el nivel 4 lo pone en un “rango óptimo” o deseable, que preserve la libertad de expresión como un derecho de los ciudadanos.

Las implicaciones
Pedro Vaca, director de la Fundación para la libertad de prensa (Flip), expresó su preocupación por la posibilidad de que las opiniones que se realicen por las redes sociales sean controladas por el gobierno, pues esto se convertiría en un atentado directo contra la libertad de expresión y abriría el camino a la censura.

“Sería una medida regresiva que se suma a un país que tiene muchas dificultades de libertad de expresión y deteriora, aún más, la democracia, porque a ese déficit de democracia que tiene Nicaragua, se le sumaría un déficit en la posibilidad de que los ciudadanos se expresen y critiquen las decisiones que toman los gobiernos”, asegura Vaca.

Entretanto, el Parlamento nicaragüense anunció ayer que empezó a hacer las consultas con diferentes sectores del país para empezar a medir el pulso y de esta manera, resolver si es necesario reformar o actualizar las leyes.

“Es una consulta nacional sobre cómo lograr el fortalecimiento de los vínculos afectivos, visualizar si es necesario hacer algunas modificaciones o reformas de ley”, dijo el presidente del Parlamento, Gustavo Porras, citado por la Agencia EFE.

Frente a este panorama, el director de la Flip recordó lo que pasó en Ecuador con el expresidente Rafael Correa y lo que se vive en Venezuela, con Nicolás Maduro.

Además, indicó que los gobiernos, en vez de querer maniatar y amordazar las opiniones de los ciudadanos, debería crear políticas pedagógicas que promuevan un uso responsable de las redes sociales y tengan un criterio argumentado a la hora de opinar, pero lo que se ve con esta propuesta en Nicaragua, apunta “a domesticar la opinión”.