Chile: la lucha por la gratuidad universitaria

El Tribunal Constitucional (TC) declaró inconstitucional el artículo 63 de la Ley de Educación Superior, que prohíbe a las universidades tener sostenedores económicos con fines de lucro.
De una plumada se echa por tierra la lucha y los resultados de las movilizaciones estudiantiles del 2011 que la levantaron como consigna estudiantil en el primer semestre y luego la cambiaron por bandera de partidos electorales en el segundo semestre, lo que muchos anunciaron y anunciamos que sería meter la gratuidad desde la iniciativa y protagonismo social hacia las cuatro paredes de las negociaciones partidarias en el parlamento, o sea transformar el potencial creador del estudiantado en mera masa de cañón.



Chile: La lucha por la gratuidad universitaria

El Tribunal Constitucional (TC) declaró inconstitucional el artículo 63 de la Ley de Educación Superior, que prohíbe a las universidades tener sostenedores económicos con fines de lucro.

De una plumada se echa por tierra la lucha y los resultados de las movilizaciones estudiantiles del 2011 que la levantaron como consigna estudiantil en el primer semestre y luego la cambiaron por bandera de partidos electorales en el segundo semestre, lo que muchos anunciaron y anunciamos que sería meter la gratuidad desde la iniciativa y protagonismo social hacia las cuatro paredes de las negociaciones partidarias en el parlamento, o sea transformar el potencial creador del estudiantado en mera masa de cañón de los apetitos partidarios de los electoralistas y de los no electoralistas preocupados en ganar seguidores más que resolver un problema, preocupados en transformar la masa estudiantil en tropa antes que en sujetos del cambio, pues si los estudiantes son sujetos del cambio ya no necesitan a las vanguardias que prometen hacerlo alguna vez a condición de que ellos, los perlas, sean los dirigentes y ocupen los cargos del poder.

Claramente las sobras de la Nueva Mayoría y los victoriosos emergentes de la pseudo izquierda del saber-poder encarnada en el Frente Amplio y sus apéndices que llaman de partidos estudiantiles, van a sacar a relucir toda su artillería, mientras los grupos radicalizados podrán sacar un collar de argumentos para competir con sus archi-enemigos de la cuasi-izquierda de los niñitos bien hijos de ganaderos del sur bien criados en los andenes del tinglado del poder. El Tocopi en acción, o sea, podrán todos juntos abrazarse con sus otros archi-enemigos de la NM y levantar el Todos Contra Piñera, o sea, hacer creer que el problema es como enmarcar a la gente en el viejo binarismo maniqueísta de buenos y malos izquierda-derecha.

Para nosotros, es decir, mucha gente que ya no compra la pescada de los partidos y grupos ideológicos, la idea es volver al espíritu protagonista, del que nos sacaron elegantemente con Vallejos, Boris y Jackson sembrando ilusiones como una farándula de caras bonitas y juveniles. Más aún la idea general es volver al primer semestre de 2006 en términos de protagonismo y de sujeto social activo, deliberante y autónomo de los pingüinos que consiguieron atraer a madres y apoderados encantados con las nuevas relaciones que establecían en la escuelas ocupadas hasta que en el segundo semestre los voceros encabezados por María de Jesús Sanhueza vendieron el movimiento en las mesas de negociación con el gobierno, lo que llevó a una profunda crisis que obligó a la vocera a salirse del partido comunista. Sin embargo una enorme generación de jóvenes cinco años después dan inicio a la primavera del movimiento universitario. O sea, los que estaban en quinto y sexto año de educación básica, que salían esta vez de las facultades con marionetas gigantes, disfraces, carteles y tinglados que construían en verdaderos hormigueros humanos donde se tejía el común en roce corporal y afectivo que generaba y acogía nuevas energías productivas de la potencia autónoma de lo social, pero donde fue laborando el gusano partidario para arrastrar finalmente los votos estudiantiles en el parlamento donde se negoció y cocinó la gratuidad que hoy hace agua y no por Piñera, sino por arrebatar el protagonismo del movimiento substituyéndolo por burocracias partidarias, que es lo mismo que van a hacer ahora.

Nada de protagonismo ahora, pues los lindos ya están en el parlamento y podrán mover sus piezas a través de las directivas de centros y federaciones de estudiantes que controlan debidamente y ya están moviendo los hilos para profundizar esa dirección.

No estamos en contra de las luchas estudiantiles ni en contra de los partidos políticos, más bien estamos a favor del protagonismo activo y constructivo, para no depender todo de las marchas y movimientos que podrán atraer electores y modificar la correlación del parlamento para así continuar con el eterno camino que ha seguido la mayoría de los países como la oleada de países socialistas que luego se cayeron y posteriormente el advenimiento de los países o gobiernos progresistas que también se cayeron por negar ambos el rol protagonista de lo social y hacer depender las decisiones de la astucia de los aparatos de representación.

El protagonismo o iniciativas de los estudiantes no pueden subordinarse a lo que puedan hacer sus instancias de representación cono centros, partidos, iglesias y demás, sino a partir de actos y decisiones tomadas por estudiantes independientes, lo que se vio claramente en la revolución estudiantil de mayo de 1968, en la grandiosa huelga de la UNAM en México, en las multitudinarias movilizaciones de los estudiantes hoy día en Estados Unidos por las masacres en las escuelas y en las dos comentadas de los pingüinos y universitarios chilenos.

No se trata de descubrir como movilizarse y cuales son las banderas, sino de descubrir su papel histórico y material como estudiantes, lo que parece ser complejo y sólo para filósofos, o sea, qué hacemos en el acto de aprender reproduciendo el saber-poder o construir saber nuevo junto al protagonismo social, o sea que la relación de los estudiantes con los barrios y los trabajadores no sea sólo de marchar juntos o hacer trabajo voluntario, sino de compartir tiempos, espacios y relaciones con el proceso de ellos de librarse de las ataduras de la reproducción del contexto social individualista en que vivimos lo que en lo práctico significa descubrir y desarrollar nuestra vocación en conjunto con el proceso de acercamiento entre vecinos y trabajadores que van modificando progresivamente sus contextos específicos como el lugar donde habitan, donde trabajan, donde estudian y donde circulan o se relacionan con otros.

Nuestros talleres y trabajos prácticos en barrios y asociaciones buscan aprender y construir en conjunto con ellos, no sólo en salas de clases, de modo que nuestros aspectos metodológicos pueden parecer diferentes al acto de asimilar lo necesario para el título, que deben hacer, pero con el trabajo concreto en barrios podrán ampliar su perspectiva y contribuir a los cambios necesarios desde abajo, desde el mundo de la vida.

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