Respeten Nuestro Camino Hacia la Paz de la que Somos Constructores Ancestrales y Ejemplares

“Si nosotros mismos no defendemos el territorio, otros de afuera no van a venir a defendernos. Nuestra fuerza es la unidad. La salida no son las armas. Nuestro trabajo es con claridad política para defender la vida, no a través de las armas. Vamos a caminar la palabra firmemente. No nos vamos a callar así nos sigan amenazando“.



Respeten Nuestro Camino Hacia la Paz de la que Somos Constructores Ancestrales y Ejemplares
11 abril, 2018 10
Cric

Audiencia publica Caldono Cauca
El 10 de abril de 2018 las comunidades indígenas Nasa de Sa´th Tama kiwe se reunieron en Audiencia Pública alrededor de la tulpa (fogón) desde Caldono, Cauca (Colombia), para reiterar la posición y acción de resistencia y autonomía histórica frente a las agresiones violentas que se han incrementado en el territorio en el marco del mal llamado posconflicto; la prolongación y profundización de la guerra contra los pueblos a nombre de la “paz” de los dueños, sin pueblos. Ellas y ellos, autoridades, comunerxs, guardias indígenas y comunidad participante denunciaron y rechazaron las constantes amenazas y crímenes de todos los actores armados que desarmonizan el territorio y buscan quebrantar la defensa y cuidado de la vida. Así lo manifestaron:

“Si nosotros mismos no defendemos el territorio, otros de afuera no van a venir a defendernos. Nuestra fuerza es la unidad. La salida no son las armas. Nuestro trabajo es con claridad política para defender la vida, no a través de las armas. Vamos a caminar la palabra firmemente. No nos vamos a callar así nos sigan amenazando“.

Los Pu´yaksa (guardias indígenas) también compartieron su palabra en camino al fortalecimiento y la permanencia del control territorial: “…(desde) décadas antes y después de la creación del Consejo Regional Indígena del Cauca-CRIC, las agresiones hacia los pueblos étnicos no han cesado: corrientes políticas de derecha y sus colores de muerte, de igual forma, ideologías de izquierda y sus brazos armados quienes han promulgado ser defensores del pueblo, así como el paramilitarismo las bandas criminales del crimen organizado entre los que participan la fuerza pública, el narcotráfico, disidencias de las Farc, entre otros. Por esta y más razones, la guardia indígena mantendrá la fortaleza de salvaguardar los principios de (nuestra) plataforma de lucha Unidad, Tierra, Cultura y Autonomía al igual que los 10 puntos…”

En este sentido, el Cabildo Indígena de Pioyá dio lectura pública a su pronunciamiento político que compartimos en su totalidad, dando cuenta detallada de los hechos que vienen desarmonizando el territorio desde años atrás, enfatizando viene ocurriendo desde diciembre de 2017, el asesinato del compañero Eider Arley Campo Hurtado a inicios de marzo de 2018 y las constantes amenazas que siguen recibiendo contra el control territorial que ejercen por derecho propio ancestral y amor a Uma Kiwe (Madre Tierra). Además dieron a conocer parte de la confesión de los detenidos y de la respectiva investigación, donde queda en evidencia la vinculación a la Red de Cooperantes de la Base Militar, Oficina No 2, de Santander de Quilichao, al narcotráfico y a una red delincuencial que opera en el norte del Cauca. Desde el corazón de la resistencia proclaman: “…Terminamos diciendo que la paz la construimos como siempre desde el Nasa Uus “Corazón Nasa” y desde el Pa´yatx “caminando con sabiduría, principios e ideales” que la comunidad sabe cómo tejerlo. Ha sabido en medio de la guerra. Lo que exigimos es reconocimiento y respeto a esa paz de los pueblos. Sin armas, sin intermediarios y desde la comunidad. Respeten nuestro camino hacia la paz de la que somos constructores ancestrales y ejemplares. A ello estamos comprometidos y por ello damos la vida. No estamos pidiendo. Con todo respeto, estamos exigiendo lo que por derecho merecemos: paz con autonomía desde el derecho ancestral y a partir de los hechos que nos respaldan“. A continuación compartimos el texto completo del Pronunciamiento Político. Lectura de Contexto, ¿Dónde estamos?. Pueblos en Camino

PIOYÁ, CORAZÓN DE LA RESISTENCIA
Como es de conocimiento el Resguardo Nasa de Pioyá, así como los demás territorios indígenas del territorio ancestral SA’TH TAMA KIWE – Caldono Cauca, ha sufrido “una guerra y conflicto armado que no es nuestro pero que nos afecta”, en el caso concreto de Pioyá, debemos recordarle entre otros que:

La presencia de los grupos armados que violan nuestra Ley de Origen y Derecho Mayor ha sido constante en el Resguardo indígena de Pioyá. El accionar principalmente de la guerrilla del Frente 6º de las FARC en el territorio se ha caracterizado por la movilización de hombres, el transporte de cilindros bomba y la planeación de incursiones en contra de la población civil. Así mismo, el reclutamiento de menores, las violaciones a los derechos humanos, las infracciones al derecho internacional humanitario, la siembra de explosivos, las amenazas y los homicidios, son algunas acciones e impactos que éstos generaron. Adicionalmente, y muy relacionado con lo anterior, se encuentra la siembra y la comercialización de cultivos de usos ilícitos (marihuana y amapola principalmente). Esto produjo una serie de conflictos, disputas, riñas, e incluso muertes entre personas propias y ajenas al resguardo de Pioyá. La siembra, el cultivo, el cuidado, el procesamiento y la comercialización de estos cultivos, y las cuantiosas utilidades que generaron, hicieron que jóvenes, hombres y mujeres, abandonaran el trabajo comunitario y la participación en el Cabildo Indígena para dedicarse a ellos. Sumado a lo anterior, también hacían presencia los grupos de autodefensas cuya colusión con la fuerza pública ha sido ampliamente documentada en el país. En consecuencia, se ha visto afectada críticamente la armonía y el equilibrio del territorio y la convivencia de las comunidades.

Frente a todo lo anterior, en el Resguardo de Pioyá se han realizado acciones de resistencia, paz con autonomía y rechazo a la violencia. Estas acciones han sido lideradas por el grueso de la comunidad (mayores, hombres, mujeres, jóvenes, niñ@s). Cuenta la historia que en el territorio las cosas se encontraban bien hasta la llegada de los grupos armados. Allí empezaron los problemas, principalmente con los jóvenes, dado que estos buscaron la solución a sus problemas económicos ingresando a los grupos armados. A partir de allí se desencadenó una seria y compleja problemática social.

En este sentido, en el marco Plan de Vida y el Weth weth finzxenxi “buen vivir” y en el ejercicio del control territorial y construcción de paz con autonomía, nuestros principios han sido defender la vida, el territorio, la dignidad, la autonomía, los derechos fundamentales y la identidad cultural de Pioyá y de nuestras comunidades. En este contexto de conflicto con el accionar de los grupos armados, de narcotraficantes, entre otros, que buscan a través de sus violencias alterar la unidad, el equilibrio, la armonía y los procesos ancestrales y sociales comunitarios del territorio de Pioyá, la defensa del territorio ha sido mediante un ejercicio pacífico, civil, comunitario y ancestral de resistencia.

Hoy en tiempos de los llamados Paz, posconflicto y/o posacuerdo, en el territorio de Pioyá no cesa la violencia, por el contrario ésta se intensifica. Es decir, “la paz es la guerra por otros medios”contra los pueblos y organizaciones dignas y autónomas. Es así que, hoy como ayer la comunidad autónoma Nasa de Pioyá mantiene y continúa con los principios de resistencias y paz con autonomía, la cual, obligó a impulsar la estrategia de los Pu´yaksa “Guardia Indígena” como programa dentro de la estructura del Cabildo.

Siendo así, la Autoridad Ancestral de Pioyá en comunidad, en el mes de febrero legitima y posesiona los Pu´yaksacomo defensores de la vida, la alegría, la dignidad, la unidad, el territorito, la autonomía. Ellas y ellos son sembradores de paz con autonomía en el territorio ancestral de Pioyá.

A continuación relatamos los siguientes hechos:
A raíz, de la celebración de fin de año (31 de diciembre de 2017) en la vereda Granadillo, un sujeto de nombre Jorge Largo del Resguardo de Tacueyó acciona un arma de fuego generando pánico y zozobra en medio de la multitud, en donde los Pu’yaksa actúan y decomisan el arma de fuego que tenía en su poder. La comunidad de la vereda denuncia el caso al cabildo de Pioyá. En ese orden, la autoridad asume el caso, detiene al hombre y durante el proceso de la investigación resultan dos personas involucradas y capturadas con relación al arma decomisada. En la investigación los dos hombres involucrados, el primero, de nombre Joel Corpus residente en el municipio de Santander de Quilichao a quien se le decomisa un chaleco antibala de la Unidad Nacional de Protección (UNP) y en la investigación, manifiesta trabajar con la Red de Cooperantes de la Base Militar oficina No 2 de Santander de Quilichao y de conocer de crímenes organizados en Santander de Quilichao. El segundo capturado, Víctor Dagua del Resguardo de Pioyá se le hace un allanamiento en su domicilio en el cual se halla una arma corta de fuego y confiesa tener nexos con el narcotráfico. Frente a los hechos de orden público, la Autoridad Ancestral convoca a una asamblea extraordinaria el primero (01) de marzo, la comunidad reunida escucha la investigación realizada, las implicaciones y riesgos territoriales, la cual, frente a los tres detenidos toma las siguientes determinaciones: Al señor Jorge, se coordina con la autoridad de su origen; al señor Víctor, se sanciona por dos (2) años y al señor Joel se condena a una pena privativa de su libertad de diez (10) años en un centro penitenciario y carcelario. Estas sanciones y condena final se dictarían en una Audiencia Pública con presencia de autoridades ancestrales de Sa´th Tama Kiwe – Caldono Cauca y organismos nacionales e internacionales (DD.HH, Defensoría del Pueblo y entre otros organismo de control) para el día seis (06) de marzo del presente año.

Aproximadamente a la media noche del 4-5 de marzo, siete (7) hombres fuertemente armados con armas de largo alcance y granadas asaltan la Casa de Cabildo de Pioyá e intimidan y someten a los Guardias Indígenas que se encontraban en el lugar custodiando al condenado Joel Corpus. Este prisionero es rescatado y con él emprenden la huída hacia la parte alta y montañosa del resguardo. En ese instante la comunidad y la Guardia se percatan de la situación y comienzan la persecución masiva de captura y recaptura; se hace el llamado de alerta a la comunidad por medio de la emisora comunitaria, por radios de comunicación y por gritos. La persecución fue tan intensa que siendo alrededor de las 4 am de la mañana se vieron acorralados y es cuando disparan una ráfaga de fusil contra la Guardia. En ese instante es impactado y pierde la vida el compañero Eider Arley Campo Hurtado, ex-cabildante del periodo 2017, Guardia indígena, Comunicador del Colectivo de Comunicación Indígena Intercultural de Pioyá Stereo, Músico de la Orquesta Los Vibrantes de Colombia y de la agrupación de música andina Yu´ Men. Después de la pérdida del comunero la persecución no termina, por el contrario se intensificó y entre las 6 am de la mañana y la 1 pm de la tarde fueron capturados-recapturados los asaltantes (7) y el prisionero (1) con el apoyo de la comunidad y la guardia del resguardo, las Autoridades de Sa´th Tama Kiwe y los resguardos vecinos como Jambaló, Pitayó, Quichaya, Munchique Los Tigres y Canoas. Tanto el comunero que fue asesinado como los capturados son trasladados a la casa del cabildo.

El día siguiente martes 6 de marzo, se procede a una nueva investigación de los capturados y recapturados, en la cual, fueron hallados responsables de varios delitos. Además, declaran que dos (2) de sus hombres logran escaparse con las armas que portaban en su poder.

El miércoles 7 de marzo, en Audiencia Pública con el acompañamiento de la comunidad, autoridades de Sa´th Tama Kiwe, La Asociación de Cabildos del Norte del Cauca Sxa´b Wala Kiwe (ASCIN), algunas Autoridades del Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC), Delegada DD.HH. de la ONIC y delegaciones de organismos nacionales e internacionales (Alcalde municipal de Caldono, Gobernación del Cauca, Defensora del Pueblo, Fiscalía, Cuerpo Técnico de Investigación (CTI), Ministerio del Interior, ONU y MAPP-OEA), en el marco de la Ley de Origen, y el Derecho Propio (Jurisdicción Especial Indígena), las autoridades y la comunidad dictan sentencian a los ocho (8) capturados y recapturados a una condena de entre 20, 30 y 40 años de prisión. A la vez, se lee el comunicado público de rechazo a estos hechos sistemáticos de violencia que afectan a los territorios indígenas. En ese orden, se aplica el remedio de armonización a los condenados por parte de las autoridades. También se procedió a destruir el armamento hallado (5 fusiles, 2 pistolas, 2 granadas, 6 celulares, 1 radio de comunicación, 1 chaleco antibala de la UNP, munición y prendas de uso privativo de la FF.MM) y debido, a la extrema y delicada situación de seguridad que arrojó la investigación, se determinó entre la Autoridad indígena de Pioyá, el CRIC y la Fiscalía, trasladar a los condenados por medio aéreo, es decir, vía helicóptero desde el resguardo de Pioyá hasta la ciudad de Popayán (Centro penitenciario y carcelario San Isidro).

El jueves 8 de marzo, se realizó el acompañamiento de siembra (sepelio) del comunero Guardia, Comunicador y Músico Eider Arley Campo Hurtado en la vereda El Carmen de Pioyá, con la participación masiva de la comunidad, familiares y amigos.

Estos hechos violentos desarmonizaron al territorio ancestral de Pioyá y a los pueblos indígenas del Cauca y Colombia.

Desde el momento en que sucedieron estos lamentables acontecimientos a la fecha, las investigaciones que se están llevando a cabo y adelantando de parte de la Autoridad de Pioyá y las Autoridades de Sa´th Tama Kiwe, vienen arrojando nuevos implicados capturados, en proceso de captura y condenados. Según las investigaciones arrojan evidencia de que los capturados hacen parte de una red delincuencial que actúan en varios resguardos indígenas, zonas campesinas y urbanas, cuyo ámbito incluye varios municipios del Norte del Cauca.

Frente a toda esta situación de violencia contra la dignidad de los pueblos indígenas, nos cesan las amenazas de muerte contra integridad física de las Autoridades Ancestrales de Pioya, Pu´yakas “Guardia Indígena”, Líderes, Exgobernadores, Docente y Comunidades, entre los amenazados están: Señor gobernador, Ovidio Hurtado Pito; Vice-gobernadora, Flora Dicue; Blanca Andrade y Consejo de Mayores Julio Hurtado y Félix Ramos; exgobernadores, Fredy Alexander Campo Bomba, Hernán Hurtado Pito, Bernardo Caso Yonda, Evelio Hurtado Pito; Pu´yaksa, Jhonny Calambas, Yami Casso, Hugo Erney Hurtado, Albeiro Calambás, Alejandro Rivera y Comunicadores, Jhon Fredy Hurtado, Eiver Menza, Rubén Darío Caso Liz y comunidad en general de Pioya.

También es necesario mencionar que de acuerdo con las declaraciones durante el proceso de investigación y juicio de uno de los capturados a las autoridades indígenas según usos y costumbres (proceso reconocido dentro de la Jurisdicción Especial Indígena, por mandato Constitucional, sobre el que existe jurisprudencia de la Hon. Corte Constitucional), este individuo confesó de manera voluntaria y sin presiones que se encuentra vinculado con la red de cooperantes de inteligencia de la base militar oficina No 2 de Santander de Quilichao, además manifiesta conocer de crímenes organizados en Santander de Quilichao. Al igual, que dentro de las investigaciones adelantadas por parte de las autoridades indígenas, arrojan a tres (3) integrantes involucrados acogidos al proceso de Paz entre el gobierno Nacional y las FARC, es decir, DESMOVILIZADOS ACTIVOS del Campamento Carlos Perdomo ubicado en el Resguardo Indígena de Pueblo Nuevo del Municipio de Caldono Cauca, sirviéndole al crimen organizado (narcotráfico, disidencia de las FARC, extorción, secuestro, hurto de vehículos).

Es decir, que el proceso de desmovilización parece haber nutrido una estrategia criminal organizada y compleja en el ámbito territorial regional que requiere de mecanismos de coordinación y una estructura compleja y complicada en un territorio ampliamente controlado por la fuerza pública“Si es un hecho que este comando y el Sexto Frente se han desmovilizado, nos hacemos la pregunta evidente: ¿Quiénes son los autores y beneficiarios de esta amenaza que abarca territorios donde supuestamente se ha dado la desmovilización de las FARC-EP? y ¿Cómo se garantiza la protección de la población ante esta amenaza, a la vez que se respetan los territorios indígenas y el control territorial por parte de las autoridades ancestrales? ¿Hay negligencia, incapacidad o complicidad por parte de autoridades y fuerza pública en estas estructuras criminales territoriales que aparecen con el post-conflicto y que, lejos de ser hechos aislados imputables a quienes los cometen, requieren de complejas y articuladas estructuras coordinadas y que responden a planes y estrategias?

Resaltamos lo anterior para subrayar dos hechos que quedan a la vista: 1. Que en el contexto actual de post-conflicto, tras la firma de los acuerdos de paz, en ámbitos como el del Cauca, lo mismo que en otros territorios, es muy difícil establecer quienes son los actores armados que realizan actos de violencia y agresión contra líderes, procesos y territorios. Más aún, en este sentido reina la confusión y la incertidumbre. Lo que no es incierto es que la guerra contra los pueblos y procesos continúa y que ésta tiene beneficiarios y promotores que permanecen en su mayor parte encubiertos e impunes. Resulta indispensable en este sentido manifestar que se trata de una guerra contra los pueblos que no puede ignorarse y debe reconocerse, denunciarse, resistirse y superarse para alcanzar una paz verdadera. Mientras haya quienes tengan el poder de fomentar y beneficiarse de la guerra y mantenerse encubiertos de modo que toda la responsabilidad caiga en autores materiales, la amenaza contra los pueblos y la zozobra persistirán. 2. Que quienes defienden sus territorios y pueblos de manera digna, se encuentran en grave riesgo y bajo amenaza, justamente porque hay quienes fomentan y se sirven de la guerra y permanecen encubiertos y distantes de una verdadera justicia”.[1]

“Los acontecimientos sucedidos en el resguardo de Pioyá nos permiten concluir que no son hechos aislados sino que hacen parte de una estrategia de guerra que involucra a actores legales e ilegales. Las evidencias encontradas y los testimonios de los involucrados demuestran una sistemática persecución a la autonomía y a la resistencia indígena con la clara intención de destruir el proceso comunitario para que sea vulnerable. Todos los actores intentan lavarse las manos diciendo que los involucrados obedecen a intereses personales. Eso es una mentira descarada. Ellos se sirven de actores individuales para que trabajen al servicio de sus proyectos económicos, políticos y militares. Se sirven incluso de comuneros indígenas que engañados y empobrecidos se venden para matar a sus propios hermanos. Los utilizan para que a través de sus redes de informantes señalen a quienes son un estorbo a sus intereses codiciosos.”
Ante eso, hoy más que nunca tenemos la claridad de señalar nuestro camino. No queremos más asesinatos, amenazas y desplazamientos. Nuestro territorio no es un corredor del narcotráfico. Nuestra comunidad no está al servicio de redes de informantes ni de ninguna infame estrategia de guerra. Nuestro pueblo no admite ni admitirá la presencia de cobardes armados que creen que nos pueden intimidar. No les tenemos miedo. Los actores armados deben salir de nuestros territorios y los controles territoriales de la guardia indígena continuarán para defender los territorios ancestrales, la resistencia, la autonomía y la Madre Tierra. La paz que queremos las comunidades no es la paz de las armas que protegen proyectos económicos al servicio de intereses multinacionales. La paz de los pueblos indígenas se construye con los bastones de autoridad al servicio de la autonomía de cada vereda, de cada resguardo, de cada territorio ancestral. Todos nosotros como comunidad somos guardias protectores de la vida. Por eso continuaremos el legado de Eider Arley para honrar su dignidad que es la dignidad de nuestro pueblo.”[2]

Finalizamos con nuestra posición y exigencia ante el Estado Nacional colombiano en relación con los hechos relatados lo siguiente:

Que la violencia, amenazas y desarmonía al territorio se recrudecen con el post-conflicto y con la presencia de las zonas de desmovilización y con las bases militares, fuerza pública y las autodefensas. Exigimos investigación seria al más alto nivel para identificar de donde en realidad vienen las amenazas contra nuestras comunidades, porque en este conflicto con confluencia de diversos actores armados, no tenemos certeza de quienes nos amenazan (así las amenazas lleguen con membretes y logotipos de un actor en particular).
Que siempre hemos apoyado y construido paz, que no nos opusimos y respaldamos los acuerdos y que por ello señalamos que estos vienen generando terror, guerra, crimen y desarmonía, no paz.
Que la paz en el territorio depende de la autonomía y del control territorial por parte de los Pu´yaksa“Guardia Indígena” y de las comunidades, lo que ha sido demostrado con creces. En consecuencia, debe respetarse y fortalecerse con respaldos concretos e inmediatos el control territorial autónomo, lo que implica el fortalecimiento de los Pu´yaksa“Guardia Indígena”, de las autoridades y de las comunidades.
Que la presencia de fuerza pública y de todo actor armado, lejos de traer tranquilidad y paz trae más desarmonía y que la mejor y única solución es apoyar a los Pu´yaksa“Guardia Indígena” para que ejerza el control territorial y sacar a la fuerza pública de manera verificable con la participación y veeduría de organismos nacionales e internacionales incluida la ONU. Crear estos mecanismos de verificación de manera inmediata en reunión entre las partes. Garantizar la paz es sacar a los armados y verificar que se hayan ido. Reiteramos que el postacuerdo, lejos de significar la salida de la violencia y de los armados, ha significado la creciente llegada de armados y criminales.
Que los recursos del post-conflicto deben ser destinados a las víctimas del mismo y a constructores y defensores de la paz. Pioyá, como ha quedado demostrado ha sido tanto víctima como defensor de paz y por lo tanto se ha hecho acreedor a recursos y programas del post-conflicto de manera directa y concreta. No tenemos porqué hacer trámites ni a través de desmovilizados, ni a través de la Fuerza Pública ni a través de autoridades que no sean las de los Cabildos reconocidos por ley y Constitución. En consecuencia, reunirnos de inmediato con las autoridades y funcionarios de ámbito nacional e internacional involucradas, responsables del post-conflicto y sus programas para definir planes, proyectos y recursos en el marco del post-conflicto, a ser transferidos a las autoridades para que podamos seguir construyendo paz con autonomía como lo reconoce y ordena la Constitución y nuestro quehacer lo demuestra con creces.
Que entre estos proyectos y programas para la consolidación de la paz y la construcción del post-conflicto, en el marco de la salida de todos los armados y el apoyo al control territorial autónomo sin armas, la comunidad del territorio ancestral de Pioyá exige que en lugar de traernos más guerra y más grupos armados, en cambio, el gobierno cumpla con su deber y en coordinación con las autoridades tradicionales, además de esclarecer los hechos y responsabilidades al más alto nivel y de proceder sacar a los armados, se implementen y respeten los derechos que están consagrados en la Constitución Política de Colombia mediante proyectos de interés social, de salud, educación, comunicación, producción e infraestructura.
Además de lo plantea arriba, exigimos verdad, justicia y reparación a la familia delcomunero asesinado Eider Arley Campo Hurtado y no repetición.
Terminamos diciendo que la paz la construimos como siempre desde el Nasa Uus “Corazón Nasa” y desde el Pa´yatx “caminando con sabiduría, principios e ideales” que la comunidad sabe cómo tejerlo. Ha sabido en medio de la guerra. Lo que exigimos es reconocimiento y respeto a esa paz de los pueblos. Sin armas, sin intermediarios y desde la comunidad. Respeten, nuestro camino hacia la paz de la que somos constructores ancestrales y ejemplares. A ello estamos comprometidos y por ello damos la vida. No estamos pidiendo, con todo respeto, estamos exigiendo lo que por derecho merecemos: paz con autonomía desde el derecho ancestral y a partir de los hechos que nos respaldan.

AUTORIDAD ANCESTRAL DE PIOYÁ
Abril 10 de 2018
Caldono Cauca, Colombia
[1]Territorio ancestral Nasa de Pioyá: Condenados autores materiales en audiencia pública, 5 de marzo de 2018, tomado de [http://pueblosencamino.org/?p=5440].

[2]Colectivo de Comunicación Indígena Intercultural Pioyá Stereo “La voz de todos”, emisora del Cabildo de Pioyá.

Tomado de: pueblosencamino