Nicaragua: El movimiento 19 de abril y la nación

Nicaragua a partir del 19 de abril ya cambió y no queremos seguir viviendo bajo regímenes dictatoriales. Se renovó la esperanza en el corazón de nuestros conciudadanos.



El movimiento 19 de Abril y la nación
Nicaragua a partir del 19 de abril ya cambió y no queremos seguir viviendo bajo regímenes dictatoriales. Se renovó la esperanza en el corazón de nuestros conciudadanos

Mauricio Mendieta Herdocia 11/05/2018
La Prensa

La sorpresiva rebelión cívica y pacífica iniciada por los estudiantes universitarios el 19 de abril recién pasado, y actualmente acompañada en distintas ciudades y departamentos del país por la mayoría de la población, constituye por su espontaneidad, heroísmo y valentía demostrada, un verdadero hito histórico.

También hay que destacar que los estudiantes trascendieron sobre los partidos políticos y los liderazgos individuales o colectivos de los políticos, al dar una lección de unidad, hacer gala de solidaridad entre todos ellos y proceder con un auténtico patriotismo. Se condujeron y actuaron pensando en la nación y no en sus propios intereses.

Toda la rebelión cívica que desde sus inicios, inequívocamente ha estado vanguardizada por ellos, su proceso, su comportamiento y los principios y valores proclamados y demostrados, deberán ser así registrados en los libros de nuestra historia nacional.

El estallido social espontáneo que tuvo como detonante la crisis del Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS), dejó de ser relevante, ya que la misma deberá ser resuelta por el futuro gobierno que necesariamente habrá de venir. Al igual que el dictador Anastasio Somoza García quien utilizaba los recursos económicos del Ferrocarril de Nicaragua para pagar las planillas de sus fincas y haciendas, el dictador Ortega ha venido disponiendo corrupta y desvergonzadamente, de los recursos del INSS que pertenecen a los asegurados y jubilados, para pagarles por medio de obscenas cantidades de dinero a sus allegados y parientes de sus allegados, a su clientelismo político, y otorgando préstamos indebidos a personas particulares.

La dictadura se equivocó en su percepción y conocimiento no solamente de los estudiantes, sino de la población, y confundió la paciencia y el espíritu pacifista, con sumisión y resignación de toda una población que no quiere otra guerra ni tampoco otra dictadura.

Los nicaragüenses en los últimos 84 años hemos vivido 67 años y 9 meses bajo dictaduras. De estos, 45 fueron bajo la dictadura somocista, y 22 con 9 meses bajo la dictadura del FSLN y Daniel Ortega.

Nicaragua a partir del 19 de abril ya cambió y no queremos seguir viviendo bajo regímenes dictatoriales. Se renovó la esperanza en el corazón de nuestros conciudadanos, de que una Nicaragua mejor para todos es posible, dirigiéndonos por el sendero de la libertad y la democracia, que nos conduzca a fundar la república democrática que la mayoría de los nicaragüenses hemos anhelado.

El país debe ser desarrollado económica, política y socialmente, elevando el nivel y la calidad de vida de todos los nicaragüenses, pero de manera especial de la clase más empobrecida, con programas y acciones efectivas y eficientes para disminuir la pobreza existente. Decía el economista y filósofo escocés Adam Smith, “que no puede haber una sociedad floreciente y feliz cuando gran parte de sus miembros son pobres y desdichados”.

La criminal represión y los asesinatos cometidos por la dictadura en contra de los estudiantes y la población civil desarmada ya suman más de 50 fallecidos, alrededor de 500 heridos, varios desaparecidos, así como torturados, poniendo de manifiesto métodos utilizados por la dictadura somocista al arrancarle las uñas y amputarles sus miembros viriles a varios de los fallecidos, convirtiéndose de esta manera en alumnos aventajados del crimen y de las torturas, superando a su maestros somocistas. La utilización de francotiradores contra una población civil desarmada es lo más cruel y cobarde que se pudo haber observado.

El diálogo, a pesar que hay que concurrir para no ser acusados de que no se quiso recurrir a un instrumento de solución pacífica, es sin embargo, un instrumento táctico que utilizará el régimen para ganar tiempo y tratar de desarticular las protestas. Somoza después de la manifestación del 22 de enero de 1967 liderada por Fernando Agüero donde hubo varios muertos, convocó a un diálogo que le sirvió para mantenerse en el poder por 12 años más.

Daniel Ortega con su despiadada y criminal represión, además de haber sepultado al Frente Sandinista, no tiene ni legitimidad ni autoridad moral alguna para seguir gobernando Nicaragua. Su salida para democratizar nuestro país es imperativa.