Habla Toni Negri

03.Dic.03    Análisis y Noticias

Toni Negri: En brasil camino a la Argentina

El italiano Antonio Negri, de 71 años llega hoy a Brasil, dijo en una entrevista exclusiva para el jornal “O Globo” que esta realizando su primer y verdadero viaje desde que recuperó la libertad, en Abril de este año. El filósofo pasó 25 años preso y en exilio debido a su militancia en la izquierda, en la época que el líder de la democracia cristiana Aldo Moro fue secuestrado y muerto por las Brigadas Rojas. Co-autor junto con el americano Michael Hardt de “Imperio”, que fue lanzado en el año 2000 y se convirtió en una referencia para la comprensión de los movimientos de resistencia de la post- Guerra Fría, Negri realizará una serie de conferencias en el Brasil. La primera, este lunes, en el Palacio Capanema a las 17 hs, en el lanzamiento del Nº 1 de la revista Glob[A.L.], una publicación de la red Universidad Nomade. El ministro Gilberto Gil estará presente. El día 31 de Octubre, Negri participará del encuentro mundial del Psicoanálisis, en el Hotel Gloria, pasará cuatro días en Argentina, donde es aguardado con ansiedad. El filosofo lanzará para DP&A “Kayros, Alma Venus, Multitud - Nueve lecciones enseñadas a mi mismo” y “Guías: cinco lecciones sobre el imperio”. Acabó de finalizar junto a Hardt el segundo volumen de “Imperio”, a ser lanzado en el 2004. En esta entrevista telefónica desde Roma, el miércoles, Negri analizó la guerra, Schwarzenegger, Lula y muchas otras cuestiones.

¿Como está su vida ahora, después de tanto tiempo preso?, ¿Se siente aliviado?

Negri: Es evidente. Es un deseo de libertad hasta ahora reprimido, tan fuerte que encuentra dificultades para ser explicado. Y se queda así, medio tímido, aun no es libre completamente. La libertad es algo difícil de gozar, de conquistar enteramente. Comencé a viajar un poco, estuve en Francia, en Alemania y en Eslovenia. Después de 25 años, es la primera vez que tengo documentos. Pero es difícil decir… Es divertido (dice riendo), es contradictorio. Antes yo podía encontrar a las personas, y veo que la libertad de los otros es tan importante como la mía. Algunas veces me pregunto si no es muy agotador ser libre. Porque es necesario viajar y ahora soy un hombre viejo. Veinticinco años es mucho tiempo. Además en los viajes no sabemos que vamos a encontrar. Y viajar es siempre insuficiente. Seria preciso residir, vivir, quedarse en un lugar mucho tiempo para verdaderamente viajar.

Hoy los viajes que acostumbramos hacer son como mirar TV, ver un filme…

Negri: Es necesario evitar a toda costa que el viaje sea turismo. El turismo es una gran enfermedad. Es lo mismo que mirar TV. Pero el viaje a Brasil es el primero que verdaderamente realizare. Yo no conozco Brasil, un país formidable, donde se pueden intentar nuevos sentimiento, nuevas experiencias. No haré turismo y pienso que no es un viaje, es en verdad una mudanza. Yo debería haber ido a Brasil en 1986, cuando por primera vez hubo una co - habitacion entre la derecha y e gobierno de Mitterrand, quede en una citación muy difícil. Yo estaba en el exilio hacia ya tres años y fue un hombre de Sao Paulo. Fernando Henrique Cardozo, quien imaginó la posibilidad que vaya a Campinas, a la universidad. Pero, finalmente, no fue necesario.

Usted llega en un momento que en gobierno de Lula enfrenta muchos dilemas en su propio partido. ¿Cree que esos dilemas nacen de una incomprensión de la realidad?

Negri: Para mi es muy difícil responder esa pregunta. Conocí a Lula en Francia y siempre acompañe su trabajo con mucho agrado y fraternidad. No se bien que sucede en Brasil, pero veo una transformación de la imagen de Lula a nivel mundial. Tengo la impresión, desde afuera, que el gobierno de Lula aceptó las condiciones de la globalización. Y percibo, por la evaluación que se hace de el en Europa, mismo desde la izquierda, que el intenta hoy la gran transformación, hoy necesaria, entre la vieja izquierda nacional y una nueva izquierda mundialista, global, el costo de esa transformación, de ese pasaje, puede ser muy trabajoso, pero es necesario superarlo. Eso vale para la izquierda en todo el mundo.

Pero tal vez lo que incomoda es que no se ve bien donde está la izquierda y la derecha…

Negri: Pero tengo certeza de que hay diferencias. Por ejemplo, en Cancún sabia con claridad donde estaban, pero de hecho hay una gran confusión, un cambio de roles. En Italia, hoy, cuando, es casi imposible saber donde está la izquierda y la derecha. Hay gente de derecha pidiendo permiso para que los inmigrantes voten en las elecciones locales y la izquierda nunca pidió eso.

Hoy, miércoles, tenemos esa novedad de EUA: que es la elección de Arnold Schwarzenegger en California…

Negri: Esta bueno no? (pregunta riéndose mucho). Yo gusto mucho de Schwarzenegger: es un violador de mujeres, un nazi… Parece que en la juventud el declaró su admiración por Hitler. Es una verdadera demostración de la democracia americana.

También cosa de cinematografía, como el 11 de Setiembre…

Negri: Justamente, la representación, la democracia representativa esta en crisis en todo el mundo. De hecho, no conseguimos mas comprender, desde el punto de vista de la comunicación, donde esta la izquierda y la derecha. La representación política esta en crisis bajo ese punto de vista. Es necesario entender que es la izquierda y que es la derecha, o mejor, que es el Imperio y que es la multitud, que es el biopoder, potencia, resistencia. Es preciso cambiar completamente nuestras categorías de pensamiento. Salimos de una época en la cual muchas cosas acontecieron, demasiada cosas, y las categorías que tenemos hoy en el análisis político se tornaron obsoletas, no corresponden mas a la realidad, Es necesario, por lo tanto, con mucha prudencia e inteligencia, procurar comprender lo que significa hoy soberanía, derecha, izquierda, representación. La conclusión de nuestra prudente investigación será cambiar esos términos por otros y sobretodo evitar la manipulación sistemática y continua. Este señor Arnold, no es un escándalo - es lógico. Y lo terrible es eso: no es un escándalo. El fue electo, es la lógica del sistema.

Es como si hubiese un vacío…

Negri: Está totalmente vacío. Los grandes autores de la ficción científica están más próximos a la realidad que nosotros. Estamos completamente dentro de ese juego perverso, pervertido. Y tal vez Arnold venga a ser un gobernador mejor que los políticos profesionales. Veremos. No es mejor, ni peor.

La escena política tradicional, que acompañamos en los periódicos, estaría muy distante de las fuerzas que de hecho cambian la realidad?

Negri: Si, es una escena política completamente vacía de significados. Lo que hace cambiar las cosas es el trabajo de los hombres, el cansancio de vivir, el esfuerzo cotidiano que las personas hacen para comprender la realidad, son las luchas…

Vea lo que aconteció en Irak. Es algo increíble. Estábamos convencidos de que el poder americano era tan fuerte que pensábamos que todo terminaría en semana, en meses. Que las relaciones de fuerza estaban definidas. Pero todo esta aun abierto. No se si quedo mejor o peor, quiero decir que simplemente esta abierto. No hay absolutamente ningún control. Todas las informaciones, todas las imágenes que disponemos son imágenes en las cuales tenemos una prefiguración del mundo que no corresponde a la realidad. No hay posibilidad de hacer previsiones. El adversario, o mejor, el patrón, no tienen conciencia de si mismo. Es un mundo a la imagen de Arnold. Pero debajo, en otro lugar, hay cosas mucho más importante aconteciendo: la lucha de clases, la lucha por el poder, las grandes tensiones por la libertad, por el bienestar, por la búsqueda de la alegría. Todo no se resume a esa especie de delirio pos moderno. Hay nuevas relaciones de fuerza, nuevas relaciones morales y éticas, principalmente, pero también políticas. Quiero decir, hay resistencia, indignación, en relación a un poder idiota y vacío. Cuando la resistencia comienza a identificarse con la libertad entonces eso significa que algo debe cambiar profundamente.

¿Por que dice eso?

Negri: Porque tengo la impresión de que no podemos aceptar la forma con la cual el poder se hace representar. Arnold, por ejemplo, hay das posibilidades de verlo, considerar todo igual, entonces da lo mismo que el gobernador sea el o el demócrata Gray Davis; o reconocer que no hay diferencia, que la representación no tiene ningún significado, pero nosotros nos resistimos, queremos la libertad, la representación. Queremos inventar la democracia nuevamente. No podemos permitir que la democracia, un valor fundamental para los hombres, sea reducida a ese vacío de significado y sentido. Y ya existen caminos. Por ejemplo, los movimientos antiglobalización, que no son antiglobalización, sino new - global, que ponen de pie nuevos problemas. Debemos preguntarnos en que nivel se está reconstruyendo la democracia, el placer de vivir, de reproducir libertad. Son problemas, tal vez, en los cuales Lula este respondiendo, o tal vez cometa errores en esa respuesta. Es necesario rever muchas cosas. Reexaminar, estudiar nuevamente muchas cosas. Muchas de las dificultades que existen hoy en Brasil están ligadas a las dificultades y a la incapacidad de rever las cosas a partir de los nuevos terrenos en que ellas se constituyeron, en que se determinaron.

¿Usted se tornó mas pesimista después del 11 de Setiembre?

Negri: (El ríe) Es imposible no ser un poco más pesimista. Y, a pesar de la opinión que se tiene hacia mí al respecto, yo nunca fui un gran optimista. En todo caso, el 11 de Setiembre abrió una nueva fase en la construcción del Imperio. Los americanos dieron una especie de golpe de Estado en el Imperio y no fueron bien sucedidos - y eso ya es alguna cosa -. No son solamente los iraquíes que resisten, son las Naciones Unidas, son otros elementos de la aristocracia mundial que rechazan pagar la guerra de Irak. Eso me parece muy importante.

Resisten a la guerra como un nuevo fundamento…

Negri: Los americanos intentan hacer de la guerra el fundamento del imperio. Pero es preciso evitar que la guerra se torne como el nuevo elemento de legitimación del Imperio.

¿Es el desafío del momento?

Negri: Tal vez, y bajo ese punto de vista es necesario revalidar la política de Lula y de todas las otras potencias, de todos los movimientos. Estamos delante del problema de la organización del mundo. No podemos resolver los problemas hablando de imperialismo, retomando antiguas categorías de tradición socialista. Es necesario confrontar lo nuevo. Y el post - modernismo, no es una situación simplemente literaria, sino algo mas profundo y nuestro análisis debe ir mas allá de los fenómenos superficiales, como Arnold. Es una señal, sino una señal que crea caminos perversos, señales de muerte. Es preciso distinguir entre señales positivas y señales de degradación, de corrupción.

22 noviembre 2003

Soy italiano y me permito hablar en italiano, sobretodo porque quisiera comenzar yo también recordando con mucha piedad, con muchísima piedad y con mucha emoción los muertos italianos en Iraq en estos días. Los italianos no estaban acostumbrados a tener muertos de guerra desde cuando el fascismo había invitado a muchos de nuestros parientes y amigos a las monstruosas aventuras de la segunda guerra mundial; no teníamos necesidad realmente de que un régimen democrático implicando los mismos términos de la constitución italiana mandara personas, desgraciados, a morir en una guerra de la que la mayoría de los italianos no entiende las razones y a la cual es contraria.

Como nuestros padres llamaron en términos antifascistas malditos aquellos que han enviado a la guerra a nuestros hermanos durante la guerra mundial, así nosotros llamamos malditos aquellos que han mandado a estos hombres a morir hoy en Iraq: ¡malditos! ¡malditos! ¡malditos!

Que esté claro que esto determina una ulterior terrible ruptura entre las fuerzas de la paz y todos aquellos que en Italia han sostenido esta guerra: hablo también de buena parte de la izquierda, en ningún caso podemos olvidar que una parte de la izquierda italiana ha sostenido llenamente la guerra en Kosovo, no podemos olvidar que una gran parte de la izquierda italiana hoy estaba disponible a votar, tras una difícil abstención, el reenvío de las tropas italianas a Iraq y Afganistán.

Éstas son cosas que no podremos olvidar y es a partir de esta base de no olvido sobre la que solo podrá ser reconstruida una izquierda en Italia, y digo reconstruir una izquierda en Italia porque pienso que no solo sea el problema de la guerra global simplemente, como es naturalmente hasta el fondo el problema de luchar contra esta guerra, luchar contra todos los residuos imperialistas y neocoloniales que circulan por el mundo, pero es también constituir la comprensión de aquello que es un nuevo momento en los comportamientos políticos generales del capital en el mundo de la globalización.

La guerra así como se presenta hoy no es simplemente, aunque ciertamente los es, un intento de algunas élites americanas de hacerse con el petróleo; la guerra no es simplemente, aunque ciertamente lo es, un intento, una operación de intervenir en los asuntos mediorientales para facilitar ulteriores operaciones políticas; la guerra, así como hoy ha sido inventada, aplicada, desarrollada, es una guerra constituyente. Una guerra constituyente significa que la forma de la guerra ya no es simplemente la legitimación del poder, la guerra deviene la forma externa e interna a través de la cual todas las operaciones del poder, la organización del poder a nivel global se viene desarrollando.

La guerra es algo que compete a todas las acciones del poder, del poder mundial, del poder global, y es ésta la forma en que nosotros debemos combatir esta guerra.

Tenemos que oponernos a esta guerra comprendiendo que en su interior, en su misma forma es una guerra constituyente, una guerra biopolítica que implica enteramente el ordenamiento de la vida, de la producción y la reproducción de la vida. Esta guerra es una guerra que quería ser una guerra de policía, quería transformar la intervención de las armadas americanas en una capacidad dúctil, flexible, de intervenir fácilmente y velozmente en todas las partes del mundo.

Una guerra que quería presentarse no ya más como guerra entre estados y estados sino como guerra contra un enemigo público, guerra contra una realidad interna que se definía como peligrosa, una guerra que englobaba la relación social en el término más completo de la palabra.

Todo cuanto Ignacio Ramonet decía inicialmente acerca de la sobreposición de guerra económica, guerra social, guerra militar, es perfectamente correcto: son cosas que están todas juntas y son cosas que están todas juntas porque existe un proyecto organizativo constituyente, que atraviesa este mundo, de hacer la guerra. Veis que ya no es más la guerra imperialista que va a expandir los poderes de las naciones singulares: ésta es una guerra en nombre del capital global, una guerra que se mueve como el capital global y esto lo que debemos tratar de entender hoy. Imagino en Italia los reclamos a la patria, los reclamos a las naciones, lo reclamos generosos, quisieran, a aquéllos que son los grandes valores de las grandes tradiciones italianas: estos valores ya no son los nuestros, estos valores de la patria, de la nación nunca han estado en la verdadera tradición comunista y hoy ya no lo serán más, no lo serán nunca.

Somos realmente internacionalistas hasta el fondo, pero solo podemos serlo en la medida y solo cuando comprendamos que hoy existe este Imperio que se está formando y es la potencia militar más allá de la económica, ideológica, política contra la que debemos combatir.

Tenemos que combatir contra esta unidad fundamental y evidentemente es éste el pasaje que tenemos que hacer.

¿Qué quiere decir hacer este pasaje?: quiere decir que a esta guerra que es fundadora, que es constitutiva, tenemos que oponer propuestas, tenemos que oponer acciones y está claro que el valor de la paz en este punto ya no es cualquier cosa que podamos tratar o no tratar.

La paz se ha convertido en un valor fundamental en toda nuestra acción: nuestra desobediencia activa es una desobediencia que quiere introducirse realmente en los términos de la paz, una desobediencia activa y posiblemente no-violenta; digo posiblemente no violenta porque no podemos repetir en nuestra lucha por la democracia el carácter totalitario, violento del poder capitalista.

Tenemos que romper realmente la homología de una lucha por el poder que repite las características del poder, tenemos que movernos absolutamente reconquistando los términos de la paz como elemento fundamental y constitutivo: eso es, una constitución realmente alternativa de nuestra perspectiva.

Naturalmente no somos los reductos, sabemos perfectamente que si no se hubiesen producido las plagas de Egipto Moisés nunca habría podido hacer un éxodo del pais donde su pueblo era esclavo; sabemos perfectamente que sin la retaguardia de Aarón probablemente no se habría sido capaz de abrir el Mar Rojo. Sabemos entonces que existe una necesidad de resistir y que la resistencia no es siempre gentil, pero sabemos también que nuestra fuerza y nuestra capacidad de agregar, de poner en común pasa antes que nada a través de una desobediencia activa y no violenta y esto debe ser realmente un elemento que asumimos y creo que cuando lanzamos desde esta formidable asamblea una batalla continua contra la ocupación de los capitalistas en Iraq, contra todo lo que se ha desarrollado y contra la guerra en general, tenemos que hacerlo teniendo en cuenta esta forma.

Sí es cierto que hoy el desarrollo capitalista usa la guerra para organizar el mundo, para, por lo tanto, jerarquizarlo, seleccionarlo, incluir/excluir así como intenta hacer, y si es cierto esto, nosotros evidentemente tenemos que transformar también nuestra lucha por la paz en lucha social: no existe posibilidad de distinguir la lucha por la paz de la lucha social y entonces aquí volvemos de nuevo a aquel problema fundamental que es el de una reconstrucción de la izquierda, de una izquierda que sepa ser pacífica pero que sepa en el mismo momento proponer el común, proponer los que son los grandes valores realmente de la reconstrucción de una sociedad de democráticos donde la democracia no es una democracia de pocos sino la democracia de todos por todos.

Estas son por tanto a mi modo de ver las sensaciones y en lo que concierne también a muchos compañeros en Italia las lineas guía de nuestra acción de nuestro pensamiento. Gracias a todos.

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Cara a cara con Toni Negri
28 de octubre de 2003

“Tenemos que buscar nuevas formas de organización”

En Buenos Aires, el italiano Toni Negri se presentó en la fábrica recuperada Grissinópoli para hablar de sus ideas, y también de las polémicas que ha generado su defensa de la autonomía como forma de experimentar y crear nuevas respuestas políticas. Explicó sus definiciones sobre multitud, trabajo y pueblo y su convicción sobre el fin de la representación política, una idea que los argentinos sintetizaron al gritar “que se vayan todos”. Por eso, entre risas, concluyó: “¡Pero que vengo yo acá a enseñarles a ustedes cómo se hace desorden!”.

Grissinópoli es una de las fábricas recuperadas por una cooperativa de obreros, a la que le ha quedado un nombre equilibrado: “La Nueva Esperanza, Limitada”. En el segundo piso, un gran salón funciona como centro cultural y de conferencias. Allí la revista Global (futuro mensuario que está preparando su número cero para la Argentina) presentó el lunes 27 al filósofo italiano Toni Negri, autor (junto a Michael Hardt) del libro Imperio, ex preso político acusado por su participación en las Brigadas Rojas, y convertido en un autor de culto tanto por quienes apoyan como por quienes lo denigran.

Unas 150 personas, asambleístas, integrantes de diversos movimientos sociales, estudiantes, se reunieron a escuchar esa charla, a la que no asistieron los obreros y obreras de la cooperativa que desde esta semana trabaja a tiempo completo. Ante tantos invitados, continuaron con su trabajo habitual y a la salida vendieron pan dulce (excelente) a dos pesos cada uno.

Negri habló en italiano pausado, con un énfasis de italiano apasionado. Estos son algunos de los tramos más destacados de su intervención, cuya desgrabación y traducción agradecemos a dos de las asistentes a la charla, que han trabajado hasta la madrugada, entusiasta y desinteresadamente, o mejor dicho, solidariamente.

Así arrancó Negri su exposición:

“Después de haber hablado con los compañeros de O Global en español, me han aconsejado este tema desde el cual me posiciono: hablar de la Multitud, para tratar de aclarar algunos equívocos que pueden haber nacido alrededor de este concepto”.

Multitud

Antes de todo quiero decir que Multitud es un concepto de clase. Quiere decir que cuando se habla de Multitud se habla todavía y siempre de clase. Naturalmente, se habla de clase en una situación modificada, profundamente transformada respecto a la situación en la cual los maestros del socialismo han definido el concepto de clase obrera. El concepto de clase obrera fue definido por los maestros del socialismo como concepto de la clase productiva: productiva de valores, productiva de riqueza, productiva de vínculo social. Pero la clase obrera así como la habíamos conocido es un concepto que vale, en un concepto que queda y que es fundamental. Es un concepto que, desde un punto de vista cuantitativo, se está alargando dentro del mercado global. Pero tenemos que reconocer que sucedió algo profundamente innovador, profundamente nuevo, que ha dado al concepto de clase productiva una extensión y una intensidad infinitamente superior a esa que tenía el concepto de clase obrera. Llamo Multitud al concepto de clase obrera dentro de las nuevas condiciones de la producción.

Trabajo

Hoy, desde el punto de vista de la extensión, los procesos de valorización no son procesos que se limitan a la fábrica, al régimen fordista de producción. Sino que son procesos que se extienden más allá de la fábrica, que envuelven una capacidad productiva, una cooperación, una producción de valores y de vínculo social que va mucho más allá del trabajo directamente comandado por el capital en la fábrica.

El concepto marxista de fuerza de trabajo bajo el capital, de fuerza de trabajo definido como capital variable al interno de la estructura capitalista, es un concepto que resulta siempre insuficiente para contar y para describir lo que pasó, lo que ha derivado en la fuerza productiva a nivel mundial, a nivel global. Ya no es más posible pensar al trabajo productivo desde el punto de vista de la extensión de este, sin imaginar toda la otra serie de servicios industriales, de relaciones sociales, que van desde la relación doméstica femenina de trabajo a las relaciones de salud, desde las relaciones educativas a las relaciones que implican las capacidades creativas, innovadoras, desde las relaciones científicas a las que simplemente se despliegan sobre el terreno de la comunicación, de la información, de la industria electrónica, etc. No es más posible imaginar el trabajo productivo, sin comprender todos estos elementos.

El trabajo productivo hoy se ha convertido en un trabajo que unifica sectores sociales siempre más extensos, que pone estos sectores sociales bajo el régimen de la explotación. Multitud es un concepto de clase, e implica una forma de explotación que cubre esta extensión grandísima de la capacidad capitalista de comando y de producción de la sociedad.

Cuando se dice que el concepto de Multitud es un concepto de clase, estamos hablando de un concepto de clase considerado en extensión. Y se debe agregar que el concepto de Multitud implica -intensamente- un nuevo concepto de trabajo.

Cuando hablamos de transformación del trabajo, hablamos de un trabajo siempre más productivo, siempre más capaz de desarrollar valor, valorizaciones. Y reconocemos este trabajo que produce valor en la actividad intelectual, cooperativa, de servicio, científico. Este trabajo, que se articula con el trabajo material, lo llamamos trabajo inmaterial.

El trabajo inmaterial no es hegemónico desde el punto de vista cuantitativo, no es sustitutivo del trabajo material. Es simplemente un tipo de trabajo que en la tendencia genera más valor, más riqueza, más dignidad del trabajador.

Confrontación

Nuestros padres, nuestros viejos, quisieron que estudiemos. Los que trabajaban en la fábrica eran campesinos, habitualmente migrantes, que huían de las condiciones de miseria que el trabajo capitalista imponía. Nosotros elaboramos un cerebro común que tiene una capacidad de producción, que es un instrumento de trabajo que llevamos con nosotros: la autonomía está en eso. Antes íbamos a la fábrica y el patrón nos ofrecía los instrumentos de trabajo. Hoy vamos a todos lados de la sociedad y llevamos con nosotros nuestro propio instrumento de trabajo. La flexibilidad y la movilidad de la fuerza de trabajo no son simplemente un arma mistificada que el patrón despliega para vaciar las fábricas. Flexibilidad y movilidad son una gran dignidad del cerebro y del hombre que trabaja. Esto significa transformación del trabajo. Significa que para trabajar tenemos que ser hombres libres, imaginativos e intelectualmente capaces de producir trabajo. Y esta reconducción de la libertad al interior de las capacidades productivas, al interior de la fatiga del trabajo, esto es el elemento de fuerza de la Multitud, como clase, como elemento de antagonismo. No es verdad que la Multitud elimina la estructura y la figura del antagonismo social: lo multiplica y lo lleva a lo que debe ser el verdadero nivel de confrontación.

Masa

Quería agregar otro elemento para fijar la continuidad de la diferencia que tiene el concepto de Multitud respecto al concepto de clase. El concepto de clase era un concepto de masa. El concepto de masa era un concepto indiferenciado. Se buscaba de ver en el trabajo, en la masa de los obreros todo lo que abstractamente, cuantitativamente significaba. En el concepto de Multitud nosotros asumimos, en cambio, no sólo la masa obviamente, pero un conjunto, una multiplicidad de singularidades. El trabajador es una cosa de singular; tiene en cada momento de su vida productiva algo para agregar, para poner en producción. La singularidad, evidentemente, está unificada, las múltiples singularidades se unifican en lo que tienen de común, quiere decir, en lo que tienen de antagonista al capital. Es la reapropiación del comando sobre el trabajo, la reapropiación de la cooperación de los trabajadores.

Vean la vieja fábrica fondista. En realidad, la vieja fábrica fordista era una fábrica de masa, de repetición, pero cualquiera de ustedes que haya estudiado o trabajado en una fábrica fordista sabe perfectamente que esta máquina no hubiera jamás funcionado si cada obrero no ponía su capacidad singular de hacer funcionar el mecanismo. La producción depende siempre de la singularidad. Pero con la Multitud, es esta singularidad la que multiplica la potencia productiva. Eso es lo que nosotros queremos.

Pueblo

Quería hacer otra aclaración. La aclaración que concierne al debate Multitud y Pueblo. Habíamos opuesto el concepto de Multitud al concepto de Pueblo. Porque habíamos considerado el concepto de Pueblo como un concepto de producción burguesa. El Estado-Nación nace con la construcción del Pueblo, con la reducción a uno de lo que es la diversidad popular, pero sobre todo imponiendo la alianza nacional-popular del pueblo y la burguesía. ¿Cómo se hace para reconquistar un concepto, que sea un concepto político que no tenga la ambigüedad y la falsedad del concepto de pueblo?

Solo puede ser ese concepto referido a la nueva experimentación, al nuevo laboratorio de formas políticas. Cuando se habla y se dice que la Multitud no es un Pueblo, se dice fundamentalmente una cosa. Se dice que la Multitud no puede ser encerrada en los mecanismos de representación política, tal como el Estado moderno ha creado estos mecanismos. Porque son los mecanismo de selección de élites, de separación de la voluntad popular, de la voluntad de la gente, de la voluntad de la multitud, de la voluntad del Estado. La mistificación contínua de la voluntad de la gente, de la voluntad de las singularidades, de las multiplicidades, de la voluntad del Estado. Entonces, cuando hablamos de Multitud contra el concepto de Pueblo, hablamos del concepto de multitud contra el concepto de representación. Hablamos de “Que se vayan todos”.

Autonomía

El concepto de multitud no es una cosa que vale solo para la Argentina, es un concepto que vale para todos los países que se dicen democráticos en el mundo. Vale para los países que eligen a Swarchzeneger. Vale para los países que no tienen absolutamente más ninguna capacidad de una expresión política verdadera. Porque la política de la representación terminó en todos lados. Ahora, si nosotros asumimos estos conceptos y los asumimos de manera fundamental, entonces lograremos avanzar en nuestra experimentación política en esta fase de transición completamente nueva.

Vean, muchos me dicen que cuando pongo aparte el concepto de Pueblo aparto también todas las grandes tradiciones de lucha que estuvieron interpretadas por el Socialismo, por los grandes partidos de la izquierda, aparto por ahí hasta el nombre mismo de la izquierda. No es verdad. Nosotros decimos simplemente que toda esta experiencia es una experiencia que ha producido la situación actual. Sin las luchas de los obreros de los centros del mundo en los años ´60, sin las luchas anticoloniales, las luchas antiimperialistas, no hubiera sido jamás posible esta apertura mundial del debate político, no hubiera sido posible retomar la temática comunista después de la derrota de la Unión Soviética. Hoy el comunismo está naciendo sobre esta nueva esperanza, aquella de la Multitud. Entonces, debemos decir no a la continuidad. Experimentación, laboratorio abierto, completo, continuo, de nuevas formas de representación, de nuevas formas de organización. Autonomía no es lo opuesto a la organización. Autonomía no tiene nada que ver con el Stalinismo, y tampoco tiene nada que ver con el Anarquismo. Tenemos que buscar nuevas formas de organización. La organización de la Multitud es un problema. ¡Pero que vengo yo acá a enseñarles a ustedes cómo se hace desorden! (risas). Cada uno de ustedes y sobre todo ustedes, los argentinos, tienen ahora, tal vez, una experiencia mucho más fuerte que todos los otros compañeros del mundo.

Les agradezco. (aplausos)

[ Hasta aquí la exposición. Se pasa al debate con el público]

Preguntas:

¿El trabajo forma la dignidad del trabajador?

¿Qué riesgos tendría suponer que la multitud no puede ser un sujeto político, es decir, romper el concepto de sujeto de cambio, lo cual no quiere decir dejar la lucha, dejar el cambio. Es difícil pensar el concepto de multitud asociado a la organización, lo cual no quiere decir quedarse en el anarquismo,. Quizás nuevas formas, no? La pregunta básica es: ¿la multitud es un sujeto político o no?

¿El concepto multitud lo podemos ver como la idea de una proletarización total de la sociedad o que avanza hacia una mayor proletarización de la sociedad y, en este sentido, se complementa con la idea de Marx sobre el obrero colectivo?

En relación a la producción de valor quería preguntarle ¿qué opina sobre el fenómeno de la exclusión, de los desocupados, que en el país es creciente, en torno al concepto de multitud?

La respuesta de Negri:

Yo quisiera contestar todas las preguntas, evidentemente con todos los límites de mis respuestas en estas condiciones. La primera cuestión que me parece muy simpática, es la cuestión de si el trabajo forma la dignidad del trabajador. Por los años sesenta y setenta yo y todos mis compañeros italianos de la izquierda obrerista, luchamos por el rechazo del trabajo. Luchamos por esto de manera bastante coherente. Cuando todos los socialistas hablaban de la dignidad del hombre vinculada a su permanencia en la fábrica, hablábamos de sabotaje. E hicimos sabotaje. Y llevamos las luchas obreras hasta la ruptura de la organización del trabajo, de manera sistemática. Entonces, evidentemente, cuando hablo de trabajo como potencia que da dignidad al trabajador no hablo del trabajo encerrado en la máquina del comando capitalista. Hablo del trabajo como actividad social, hablo del trabajo vivo. De lo que Marx llama trabajo vivo. Es el trabajo que produce valor. El trabajo que se trata de liberar. Cuando se habla de Multitud se habla, evidentemente, de una clase obrera, de un proletariado social, de una multiplicidad de singularidades, que ha procedido, que ha avanzado sobre este terreno de la conquista y de la liberación de la actividad social. Naturalmente, los compañeros me dicen “!pero como podés hablar de eso cuando hay tantos desocupados, personas que fueron expulsadas de la fábrica!”. Justamente, por eso hablo de esto. Porque el desocupado, el que expulsaron de la fábrica, o peor todavía, el que está excluido y que no entró jamás en la fábrica o en la sociedad productiva, todos estos son igualmente parte, participan de la Multitud. Participan de la actividad social. Es la actividad social la que crea valor. No la participación en el trabajo comandado por el capital. Es la actividad social de las mujeres la que crea valor. Y crea un valor superior tanto que algunos teóricos compañeros franceses hablan del “devenir mujer del trabajo”. Devenir mujer del trabajo significa que el trabajo, justamente, en tanto capacidad social se convierte, se carga de todas aquellas cualidades de relaciones humanas que sólo el trabajo de la mujer posee, tiene. Otro ejemplo: el trabajo del campesino y que los obreros de la clase obrera clásica han siempre rechazado, considerando que el campesino tenía que convertirse en un obrero. De hecho, se ha convertido y no había más agricultura después de que él se convirtió en obrero. ¿Cómo se hacía para amar la tierra? ¿Para sacar del trabajo quesos y vinos diversos? Sacar aquella que era realmente la actividad social, la cultura social, la dimensión social de la producción. De esto nace el nuevo concepto de trabajo. Evidentemente, el problema político es el de pagar este trabajo. Distribuir ese pago socialmente de manera correcta, capaz de asegurar la reproducción social a todos aquellos que participan de la actividad social. Una de las reivindicaciones absolutamente fundamental que nace del movimiento antiglobal es la del salario garantizado, el salario de ciudadanía o la renta básica universal. ¿Por qué? Porque es el trabajo social que debe ser reconocido y pagado. Porque es la relación entre el ser ocupado, el ser desocupado, el ser antes o después del trabajo… estudiar para entrar y ser fuerza de trabajo, etc., etc. El ser mujeres que saben, como dice un compañero en un libro muy lindo, dónde está el lugar de las medias en la casa. Porque es un trabajo saber cuál es el lugar de las medias, el lugar más secreto de la casa que conoce sólo la mujer. Esto es el trabajo. Este es el elemento afectivo, social, cooperativo. Al más alto nivel sucede lo mismo. Si usted es obrero del trabajo informático sabe que para estar en una red no es necesario sencillamente introducir datos dentro de la red. La máquina informática es una máquina sensible, una máquina donde aparecen toda una serie de energías que no son solamente las del trabajo.