País Vasco: El nuevo estatus retrata a las fuerzas políticas

El unionismo no solo no tienen proyecto para este país, sino que además, como ha mostrado en Catalunya, niegan cualquier expresión de voluntad popular que no sea para dar conformidad a sus dictados.



EL NUEVO ESTATUS RETRATA A LAS FUERZAS POLÍTICAS
2018/07/07
Gara

Ayer se cerró la ponencia de Autogobierno en el Parlamento de Gasteiz con un acuerdo entre EH Bildu, PNV y Elkarrekin Podemos que sitúa a los derechos sociales en el centro del autogobierno vasco y los define como elemento vertebrador del país. El texto acordado recoge además un capítulo específico dedicado a los derechos de las mujeres. Entre los acuerdos de la ponencia hay otros elementos que han prosperado gracias a los acuerdos bilaterales alcanzados entre EH Bildu y PNV, como los relativos a la participación ciudadana o la intervención de las instituciones vascas en organismos internacionales.

Los trabajos de la ponencia de Autogobierno han dejado pactos sobre los contenidos del nuevos estatus, pero también han servido para que las diferentes fuerzas políticas definan sus posiciones. En este sentido, resulta llamativo que los partidos unionistas, que defiende el actual estatuto como marco jurídico-político válido para los territorios vascos, no hayan sido capaces de consensuar ningún contenido del nuevo estatuto. A esa falta de propuestas se sumó ayer la airada y negativa reacción de la portavoz del Gobierno del PSOE, Isabel Celaá, ante la posibilidad de que se convoque una consulta habilitante previa a las negociaciones. El unionismo no solo no tienen proyecto para este país, sino que además, como ha mostrado en Catalunya, niegan cualquier expresión de voluntad popular que no sea para dar conformidad a sus dictados. Elkarrekin Podemos, por su parte, sí ha pactado los contenidos sociales del nuevo estatus. No obstante ha rechazado cualquier otro acuerdo en orden a configurar una relación de igualdad con el Estado, sabiendo que como muestra la experiencia sin soberanía –incluso teniendo un Estado como en el caso de Grecia– los derechos sociales son papel mojado.

Tras un larguísimo periplo, la ponencia ha definido finalmente los contenidos del nuevo estatus. Con todo, el camino recorrido también ha dejado otros frutos.