La fuerza pública reprimió con dureza la protesta que los maestros estatales realizaron, este miércoles, en las calles de Quito para exigir al gobierno nacional la aplicación de un alza salarial de 10 dólares al que se comprometió en junio pasado.
En el marco de una denominada toma pacífica de Quito por la educación, numerosos grupos de profesores intentaron de manera infructuosa, desde varios puntos, llegar hasta el Palacio de Carondelet, sede del Ejecutivo, alrededor del cual se había montado con anticipación un riguroso cordón policial y militar.
Además, piquetes de uniformados se ubicaron estratégicamente en los accesos hacia el casco colonial, donde Carondelet está ubicado, para dispersar a los manifestantes con abundantes bombas de gas lacrimógeno, que afectó las actividades comerciales del sector.
Educadores y estudiantes que apoyaron la protesta se enfrentaron con policías, a quienes lanzaron piedras y palos. En medio de los incidentes, un retén de la Policía fue incendiado, al parecer por los manifestantes, que atacaron vehículos de transporte urbano que encontraron a su paso.
Decenas de personas resultaron afectadas por el gas lacrimógeno. La Policía no reportó detenidos.
Según fuentes periodísticas, unos 300 policías y militares han dispuesto un cordón de seguridad a unas cuatro cuadras a la redonda del Palacio para impedir que los manifestantes entren en la sede del Gobierno.
Unos 2.500 profesores, apoyados por otros grupos sociales, se congregaron en una universidad de Quito y marcharon por las calles de la capital hasta llegar al Palacio presidencial de Carondelet.
Ernesto Castillo, presidente de la UNE (Unión Nacional de Educadores), aseguró a que decenas de profesores que participan en la marcha están cerca de la Plaza Grande para intentar llegar al Palacio y exigir un diálogo directo con Gutiérrez.
Los maestros exigen que el Gobierno cumpla con un prometido incremento de diez dólares en el salario mensual desde enero y un bono por la misma cantidad que debía pagarse desde julio, pero que no ha sido cancelado por el Ejecutivo.
Con esta manifestación los maestros radicalizan las protestas que realizan desde hace un mes también para exigir el aumento del presupuesto estatal para la Educación.
La UNE ha sido muy crítica con el Gobierno e incluso ha pedido la renuncia del jefe del estado, como lo han hecho otros sectores sociales y algunos diputados del Congreso.
El Presidente ratificó este miércoles su anuncio del pasado lunes, en una reunión con dirigentes sindicales y de otros grupos sociales, que no permitirá incrementos del precio del gas de uso doméstico, las tarifas telefónicas y de electricidad, para apaciguar las protestas.
Sin embargo, los maestros y otras organizaciones populares afirman que Gutiérrez no ha cumplido con la oferta de mejorar las condiciones de vida de la población, por lo que han anunciado nuevas manifestaciones.
La Coordinadora de Movimientos Sociales, que congrega a sindicatos y organizaciones de vecinos, ha convocado a nuevas marchas de protesta contra el Gobierno y ha anunciado que la más importante tendrá lugar el próximo 21 de enero.