40 días desde que llegaron y nada se ha concretado
Un grupo de la “Marcha Campesina Admirable” se declara en huelga de hambre en Caracas
Por: Luisana Colomine |
Miércoles, 12/09/2018
Aporrea
12 de septiembre de 2018.- Diez campesinos y campesinas de los que llegaron a Caracas en la llamada “Marcha Campesina Admirable”, comenzaron este 11 de septiembre, una huelga de hambre debido al poco avance en las mesas de trabajo instaladas en la Vicepresidencia de la República para atender sus demandas.
Han pasado 40 días desde la cadena de radio, TV y redes sociales donde el presidente Nicolás Maduro asumió públicamente el compromiso ante un campesinado que se declaró en emergencia por la crítica situación que venían confrontando. Maduro designó entonces a su vicepresidenta, Delcy Rodríguez, y al presidente de la Asamblea Nacional Constituyente, Diosdado Cabello, para que se encargaran de los aspectos tratados en el encuentro. Fuera de eso quedó el ministerio de Agricultura Productiva y Tierras, a cargo de Wilmar Castro Soteldo con quien tienen profundas diferencias.
Cuatro mesas de trabajo se instalaron sobre Sicariato, Tierras, Judicialización y Producción. Los campesinos propusieron una quinta mesa que llamaron “Política” para trabajar allí la reestructuración del ministerio del área y sus entes adscritos, especialmente el Instituto Nacional de Tierras (INTI) que preside el sobrino de Castro Soteldo, Luis Soteldo. Nada se ha concretado.
Desde el 2 de agosto los impulsores de la “Marcha Campesina Admirable” se quedaron en el liceo Fermín Toro, espacio que les consiguió el entonces ministro de Educación, Elías Jaua, y allí permanecerán, ahora en huelga de hambre, para luchar porque la palabra empeñada del presidente Maduro sea respetada ya que, según afirmaron en rueda de prensa, “no le paran”.
El dirigente de la Plataforma Campesina, Arbonio Ortega, y uno de los líderes de la marcha, dijo “nos duele en el alma tener que dar reportes negativos pero entendemos que es por falta de voluntad política y no por culpa del Presidente de la República”.
- Es una declaración de guerra al Presidente Maduro –afirmó Ortega- cuando se desata el maltrato y los cuerpos de seguridad del Estado arremeten contra el campesino, en beneficio de los latifundistas eso es para alimentar la situación de guerra económica.
Opina que la intención de esto es seguir dependiendo “de una economía de puertos” y citó el ejemplo de Agrícola A y B en Portuguesa, donde se produce arroz y sin embargo se importa ese grano que no llega a la mesa de los venezolanos sino que se va a la frontera.
“Por eso hablamos de mafias y la mesa de tres patas: lo militar, lo económico, lo político, sin mencionar la cuarta pata, de latifundistas y terratenientes que juegan con el paramilitarismo y el narcotráfico”.
- Tomamos la determinación de ir a la huelga de hambre, - agregó Ortega- porque prácticamente la compañera responsable designada, que es Luz Escarrá, pateó la mesa ya que llevaba todo muy lento, como para ayudar al terrateniente y al latifundista, no para beneficiar al campesino, no como lo dijo el Presidente en cadena nacional, que si era necesario dictaría un decreto, pues tendrá que hacerlo para que se pueda cumplir su palabra. Y no le estamos echando la culpa a Delcy Rodríguez ni a Diosdado Cabello sino a los compañeros que ellos designaron para las mesas de trabajo.
Ortega, en compañía de Jesús Osorio (“Jesús, María y José”, como le dijo Maduro en la cadena), Nieves Ríos, Neyda Rodríguez y un nutrido grupo de campesinas y campesinos, ofreció sus declaraciones ante pocos medios de comunicación ya que aparentemente el cerco mediático continúa.
Fuera del plan de siembra 2018
Los campesinos presentaron un plan de siembra para 2018 y la vicepresidenta Delcy Rodriguez se comprometió a financiar los predios de manera directa y a través del Ministerio de Agricultura Productiva y Tierras, mientras se solucionaba el problema legal. Propusieron 50 mil 253 hectáreas para cultivar 23 rubros y multiplicar las semillas. Pero son tierras que están en litigio y que además fueron cedidas por el presidente Chávez. “Resulta que cuando presentamos el plan, la compañera Luz Escarrá decidió que esos predios no van porque están en litigio y entonces quedamos fuera. No va Galapaguito, ni Agrícola A y B, ni Caño Maraca. No va nada”.
Denunciaron también que ya en plena siembra tampoco han llegado los insumos y entonces presumen que esa acción es para decir después que los campesinos “no producen”.
Querían traer a la capital plátano, aguacate y guayaba. No pudieron por falta de vehículo.
“¿Quiénes propician la guerra económica, entonces?”, se pregunta Ortega.
¿Usted no teme que la huelga de hambre los aleje del diálogo con el Gobierno?
- Van a salir los detractores a decir que somos guarimberos, pero quiénes son los verdaderos guarimberos? Los que patean la mesa?
Sicariato
Con relación al sicariato tampoco se avanzó. Aún ni siquiera hay respuesta por el asesinato de los campesinos de Palo Quemao, el pasado 12 de mayo, ni mucho menos por los casi 300 compañeros que han perdido la vida en la lucha por la tierra. Un hecho de sangre enturbió la cadena presidencial y es que luego de concluir el evento, en Guanare, masacraron a tres de sus compañeros. El hecho fue considerado como una respuesta de los terratenientes a la orden presidencial de devolver las tierras a los campesinos.
Denunciaron además que la represión por parte de los cuerpos de seguridad del Estado ha recrudecido, incluso más después del encuentro con Maduro. En esta materia la Fiscalía no ha sido muy diligente tampoco y aún hay casos pendientes desde la gestión de la ex fiscal Luisa Ortega Díaz.
El Congreso Campesino Admirable, algo que expresamente solicitó el presidente Nicolás Maduro, transita arenas movedizas pues no hay señales de que los entes designados por el Jefe del Estado estén trabajando en ello. “El Congreso Campesino es nuestra esperanza”, refiere Arbonio Ortega y agradeció a la gobernadora del estado Lara, Carmen Meléndez, por los aportes hechos en ese sentido, pero fuera de ella más nadie se ha manifestado.
Plantean que habrá que discutir en ese Congreso sobre cuál esquema adoptará el país, en este momento crucial de definiciones económicas: si el modelo de producción campesina o el modelo de producción agroindistrial, que hasta ahora pareciera ser el más favorecido con las políticas trazadas desde el Ejecutivo Nacional.
Según el antropólogo marxista estadounidense, Eric Wolf, el campesinado constituye “la mayor parte de la humanidad”. En su libro “Los Campesinos” (1982) expone que la sociedad industrial ha sido edificada “sobre las ruinas de la sociedad campesina”, cuyos excedentes son transferidos a un grupo dominante para asegurar su propio nivel de vida.
Es lamentable que aún en plena revolución bolivariana, prevalezca ese modelo y que un sector estratégico como el campesino tenga que sacrificar vidas, marchar más de 500 km “a pata” hasta el centro del poder y hacer huelgas de hambre para que los escuchen…