Hevi Mustafá y Osmán Sheikh Issa, copresidentes de la Federación Democrática del Norte de Siria, hablan de la ocupación turca de Afrin y de la resistencia del pueblo kurdo.

El sistema federal y democrático del norte de Siria es ahora una realidad y no puede ser ignorado. Debemos alcanzar un acuerdo que facilite la descentralización del Estado y que de este modo podamos garantizar nuestros derechos. Nosotros proveemos estabilidad y seguridad a nuestra región y es algo que podemos exportar a toda Siria.



La revolución de Rojava es para la liberación de la mujer
14 septiembre 2018
Gara
Desinformémonos

Hevi Mustafá y Osmán Sheikh Issa, copresidentes de la Federación Democrática del Norte de Siria, hablan de la ocupación turca de Afrin y de la resistencia del pueblo kurdo.

Sus rostros fatigados delatan que Hevi Mustafá y Osmán Sheikh Issa, los copresidentes de la Federación Democrática del Norte de Siria en el cantón de Afrin, están dejando la piel para cubrir las necesidades básicas de los 150.000 desplazados a la región de Shehba. Desde el interior de una tienda en el campo de “La Resistencia” atienden a GARA para explicar las dificultades que conlleva el exilio y dejar claro que harán todo lo que esté a su alcance para volver a su tierra. Como complementan y alternan en las respuestas, presentamos a la copresidencia como interlocutor.

—¿Cómo es la región de Shehba y a cuántos desplazados acoge?

—El gran Shehba lo conforman unas 250 poblaciones del norte de Alepo, pero nosotros controlamos medio centenar. Ciudades importantes de la región como Al Bab están ocupadas por Turquía. La invasión de Afrin trajo aquí a unas 200.000 personas, pero después algunas se fueron a Alepo, Kobane o Jazira, e incluso una minoría regresó a Afrin. Actualmente, hay 150.000 desplazados.

—¿A qué retos se enfrentan para gestionar esta crisis?

—La gestión no es nada sencilla puesto que en Afrin había una administración y todo estaba organizado. Aquí aún hay personas durmiendo en la calle y algunas han muerto. Los primeros días fueron caóticos, pero rápidamente nos pusimos manos a la obra para tratar de resolver los problemas de la gente y hacer más llevadero el destierro. Una de las primeras tareas fue limpiar la zona de minas para posteriormente establecer algunos campos. Gracias al trabajo de nuestras municipalidades podemos ofrecer servicios básicos como electricidad y recogida de residuos.

Afrin ciudad desplazados la-tinta

—¿Alguna organización internacional les ayuda?

—Durante el ataque a Afrin la comunidad internacional guardó silencio y también lo está haciendo con los desplazados.Muy pocas organizaciones internacionales están presentes y su ayuda es limitada, porque la burocracia hace que trabajen muy lentamente. ACNUR nos facilita algunos productos y servicios pero es insuficiente.

—¿Qué tipo de servicios y productos provee la administración a los desplazados?

—La ayuda que nos llega de nuestra propia administración de los cantones de Jazira y Kobane nos permite facilitar a la población desplazada productos como pan, agua, electricidad y algunas canastas de comida de forma gratuita. La Media Luna Roja Kurda también ofrece medicinas y asistencia médica a los desplazados aquí.

—¿El gobierno sirio facilita la llegada de ayuda y productos? ¿Cómo es la relación?

—Desde que nos establecimos aquí el régimen nos ha puesto muchas trabas. A veces permiten la entrada de ayuda y otras cierran las carreteras. Nos ponen dificultades para traer combustible y productos vitales como medicinas y leche. Para la gente que está enferma de gravedad es muy difícil obtener un permiso del gobierno que les permita ir a los hospitales de Alepo. Algunos han muerto esperando este permiso. Algunas organizaciones internacionales prometieron ayudarnos para resolver las desavenencias con el régimen en cuestión de ayuda humanitaria, pero de momento dichas tentativas no han llegado a buen puerto.

—Aquí toda la simbología es del régimen, pero ustedes administran la región. ¿Fue uno de los puntos principales del acuerdo?

—Sí, llegamos a un acuerdo con el régimen. Nosotros no estamos ni contra su bandera ni contra sus símbolos. No somos como la oposición siria, que quiere derrocar al régimen y tomar el poder.

—El copresidente del Partido de la Unión Democrática (PYD), Aldar Xelil, anunció negociaciones con el régimen sirio. ¿Creen que si llegan a buen puerto el régimen pueda ayudarles a recapturar Afrin?

—Es necesario que lleguemos a una entente con el régimen y esto nos permitirá expulsar a Turquía y sus aliados de Afrin. De esta forma, pondremos fin a la ocupación ilegal turca de un país extranjero, algo que es inaceptable.

Siria mapa la-tinta

—Después de casi dos meses de resistencia, en marzo tomaron la decisión de abandonar la ciudad de Afrin e instaron a la población civil a hacerlo también. ¿Creen que no presentar batalla en el casco urbano fue la decisión correcta?

—Fue muy duro tener que abandonar nuestra tierra porque teníamos una administración y un sistema que proveía seguridad y estabilidad a la población. Pero aun más doloroso que eso es que un país extranjero venga a invadir tu tierra mientras la comunidad internacional guarda silencio. Sin embargo, aún mantenemos la esperanza de que en un futuro cercano podamos liberar Afrin de la ocupación turca.

—¿Temen que el desplazamiento pueda alargarse durante años o décadas como en el caso e saharauis o palestinos?

—Precisamente para que no ocurra algo semejante, decidimos establecernos muy cerca de Afrin y, por eso, el grueso de desplazados se encuentra en la región de Shehba. No creo que nuestro caso tenga paralelismos con el palestino, porque a diferencia de ellos, que tienen dos gobiernos diferentes en Gaza y Cisjordania, nosotros tenemos una única administración que controla todo Kurdistán del Oeste (Rojava). Lucharemos y lo sacrificaremos todo para liberar Afrin y que de este modo podamos regresar a nuestra tierra cuanto antes.

—Turquía y algunos medios quieren hacer creer que se trata de un conflicto entre árabes y kurdos. Pero lo cierto es que muchos árabes residentes en Afrin también se han visto forzados al exilio.

—Kurdos y árabes somos hermanos, y el mejor ejemplo de ello es que en nuestra administración hay muchos árabes con cargos de responsabilidad que también han sido forzados al exilio. Los terroristas que trabajan con Turquía están cometiendo actos de sedición y tratando de crear un conflicto entre dos pueblos que han convivido pacíficamente en la región. Turquía está jugando sucio a través de estas facciones islamistas.

—Desde Afrin llegan diariamente informaciones de secuestros, robos, torturas, asesinatos, quema de bosques, destrucción del patrimonio cultural… ¿Cómo valoran la situación?

—Esta pregunta no debería ir dirigida a nosotros. Sabemos perfectamente los crímenes que se están cometiendo. Es el mundo el que debería ser interpelado pero se mantiene en silencio. ¿Cómo valoran los crímenes que están cometiendo Turquía y sus aliados? Por ejemplo, están destruyendo el medio ambiente, que es uno de los puntos más importantes en la agenda global. También están cruzando fronteras y violando el derecho internacional. Unas fronteras que en su día establecidas por la comunidad internacional. Es un crimen con mayúsculas contra la humanidad y la justicia. ¿Cómo un crimen de semejantes características puede quedar impune? Debemos preguntar al mundo por qué no lo condena y actúa.

Rojava guerrilleras kurdas la-tinta

—¿Creen que las negociaciones con Damasco llegarán a buen puerto? ¿Esperan que la ofensiva de Idlib que el régimen está a punto de lanzar les devolverá su cantón de Afrin?

—Desde el inicio, nuestra lucha no tuvo como objetivo cambiar nombres y posiciones en las altas esferas del gobierno sirio, pero sí creemos que en Siria debe producirse un proceso de democratización y apertura. Por eso, apostamos por una tercera vía y siempre hemos defendido el diálogo entre las diferentes posiciones sirias. Desafortunadamente, ni régimen ni oposición han estado nunca de acuerdo con nuestras demandas, pero ahora somos más optimistas para alcanzar un posible acuerdo con el régimen, y que juntos podamos liberar Idlib y Afrin. Si no existe un acuerdo, será muy difícil para el régimen liberar dichos lugares de Turquía y sus aliados. El sistema político sirio debe cambiar. El régimen debe abrirse, ser más democrático y reconocer los derechos de las minorías.

—¿Consideran que el régimen sirio está realmente preparado para tener un sistema federal y reconocer los derechos de las minorías?

—El sistema federal y democrático del norte de Siria es ahora una realidad y no puede ser ignorado. Debemos alcanzar un acuerdo que facilite la descentralización del Estado y que de este modo podamos garantizar nuestros derechos. Nosotros proveemos estabilidad y seguridad a nuestra región y es algo que podemos exportar a toda Siria.

—Los Estados Unidos han sido sus aliados desde que en 2014 comenzó la guerra contra el ISIS. Por su parte, Rusia tenía tropas en Afrin. ¿Se sintieron traicionados cuando no se opusieron al ataque lanzado por Turquía?

—Nuestra relación con estos países se ha centrado principalmente en la lucha contra el terrorismo. A pesar de ello, dieron prioridad a sus intereses económicos y geopolíticos, y pusieron Afrin a la venta como si se tratara de un bazar. Por lo tanto, sí que nos sentimos traicionados.

—¿Tienen miedo de que las relaciones de Rusia con Turquía provoquen que Moscú frene o posponga la ofensiva del régimen por Idlib?

—Todas las potencias presentes en Siria afirman que han venido para proteger a la población civil pero eso no es cierto. Mienten. Han venido para proteger sus propios intereses y cualquier escenario es posible.

—Ahora en Afrin se ha impuesto la ley islámica y las mujeres deben vestir hiyab. ¿Cómo ven este retroceso en lo que concierne a los derechos de la mujer?

—La revolución de Rojava es la revolución para la liberación de la mujer. Lo que ha pasado en Afrin no es solo una amenaza para nosotras, sino para el feminismo de todo el mundo. Quieren acabar con la voluntad de las mujeres, porque las mujeres han liderado las batallas contra el ISIS en Kobane y Raqqa.