Una de las principales dirigentes sociales de la resistencia nicaragüense contra Ortega, la líder campesina Francisca Ramírez, debe salir a Costa Rica. Sus primeras declaraciones

La líder campesina nicaragüense Francisca Ramírez afirmó hoy que las protestas que iniciaron en abril contra el Gobierno del presidente Daniel Ortega tienen como objetivo “que se vaya el dictador”, a quien acusó de “matar a su propio pueblo”.



Líder campesina de Nicaragua: “El pueblo quiere que se vaya el dictador”

La Vanguardia
25/09/2018 19:07

San José, 25 sep (EFE).- La líder campesina nicaragüense Francisca Ramírez afirmó hoy que las protestas que iniciaron en abril contra el Gobierno del presidente Daniel Ortega tienen como objetivo “que se vaya el dictador”, a quien acusó de “matar a su propio pueblo”.

“El pueblo de Nicaragua lo que quiere es que se vaya el dictador porque toma decisiones de hasta quitarle la vida a su propio pueblo sin compasión”, afirmó Ramírez en una entrevista con Efe en Costa Rica, donde huyó recientemente debido a que teme por su vida.

La activista, que lidera desde hace cinco años el movimiento contra un canal interoceánico en Nicaragua, instó a la comunidad internacional a alzar la voz e insistir en que se realicen elecciones anticipadas como salida a la crisis sociopolítica.

“Es urgente, de carácter humanista, que los países redoblen esfuerzos para que se busque la mejor manera, porque es preocupante que en el mundo permitan que un presidente como Daniel Ortega asesine al pueblo con balas, con fusiles AK y saque a la calle grupos paramilitares a la libre para que maten al pueblo”, expresó Ramírez.

La activista dijo que la mejor salida es que se celebren elecciones anticipadas con supervisión internacional y con un Consejo Supremo Electoral imparcial que brinde garantías de transparencia para el surgimiento de partidos políticos.

“Penosamente en nuestro país se han perdido los valores por la corrupción. Los dictadores se aprovechan de la corrupción para mantenerse en el poder y es lo que Ortega y Rosario Murillo (primera dama y vicepresidenta) han hecho”, lamentó.

La líder campesina llegó recientemente a Costa Rica, según relató, tras caminar varios días entre montañas para evitar ser detenida y con la colaboración de algunos funcionarios que a pesar de estar “amenazados” por el Gobierno le prestaron ayuda.

Desde Costa Rica Ramírez espera seguir “alzando la voz” y que sea escuchada por la comunidad internacional.

“Esperamos que el pueblo no se desmovilice. Hay mucha sed de justicia, de libertad de los presos políticos, mucha esperanza de justicia por los asesinados. La fuerza va a seguir y Dios nos va a ayudar a tener una Nicaragua diferente”, manifestó.

Ramírez agradeció a Costa Rica por la acogida y reconoció que la vida “no es fácil” para los miles de nicaragüenses que han emigrado hacia este país, pero insistió que todos quieren “luchar y desenmascarar” a Ortega.

“Aquí tenemos la oportunidad que no tenemos en nuestro país de poder decir lo que está pasando, porque hay una persecución al pueblo, quien no aplaude es un enemigo, quien levanta una bandera es un enemigo del Gobierno”, afirmó.

Ramírez aseguró que los nicaragüenses están “viviendo lo más triste que puede vivir un ser humano” solo por “pelear por el derecho a vivir y a tener una democracia”.

La activista relató que los jóvenes están siendo asesinados por grupos paramilitares, que hay presos políticos sometidos a torturas y violaciones, y que los familiares de los detenidos son perseguidos.

“Esperamos que todos los países puedan poner un granito de arena para que cambien las cosas en Nicaragua, que no haya indiferencia. Ortega se apoderó de las armas y quiere someter al pueblo a ser esclavo porque no responde con palabras sino con balas”, declaró.

Ramírez criticó el papel que ha desempeñado el Ejército durante la crisis, pues considera que no ha cumplido con la misión de perseguir a terceros grupos como “los paramilitares que están matando al pueblo”.

Sobre la Iglesia Católica, Ramírez afirmó que ha sido “solidaria con el pueblo” durante la crisis, que ha “alzado la voz” y que ha impulsado una “lucha cívica” brindando a los manifestantes “respaldo y refugio”.

“La persecución ha sido muy fuerte contra la Iglesia, pero tenemos obispos como Silvio Báez (mediador en una mesa de diálogo nacional) que es un ángel para nosotros”, aseveró la líder campesina.

Ramírez afirmó que el pueblo de Nicaragua no quiere que ocurra una guerra civil porque esos conflictos solo generan “tristeza, dolor y destrucción”.

Nicaragua vive una crisis social y política que ha generado numerosas protestas contra el Gobierno de Ortega y entre 322 y 512 muertos, según organismos de Derechos Humanos locales y extranjeros, mientras que el Ejecutivo lo ha cifrado en 199 fallecidos.

Ortega ha negado las acusaciones y ha asegurado que se trata de un intento de “golpe de Estado”. EFE