Carta a defensa zapatista. La rebeldía estudiantil

Correspondencia tomada de los dos recientes libros del SubGaleano



Carta a defensa zapatista. La rebeldía estudiantil
Equipo/Colectivo LECTURA DE LA REALIDAD
6 octubre 2018 0
Desinformémonos

Correspondencia tomada de los dos recientes libros del SubGaleano:

Habrá una vez y Habrá colores.

Defensa Zapatista, ¿qué dice tu corazón?,

Te queremos contar que leerte para entender tu lucha, más que divertido, es todo un cuestionamiento de lo que estamos haciendo para agrietar ese muro desde donde se resguarda la Hidra Capitalista, el bunker financiero donde está protegida.

¡Ah! con el Pedrito que no entiende sino con zapes, ¿será? Pero ya las mujeres no pueden seguir calladas, estando a merced de los pedritos, esos sí muy malditos, que en el mundo pululan. Y claro, todo depende del zape, ¿verdad? Es tan cotidiana la violencia contra las mujeres que parecen normales las agresiones que llegan hasta los feminicidios.

Gran parte de la historia de la humanidad ha sido impuesta por estructuras patriarcales que han incidido sobre el rumbo de las sociedades llegando hoy a su máxima perversión y destrucción de los tejidos sociales y de la Madre Tierra con la globalización neoliberal donde, por ejemplo, quienes a la Trump gobiernan el mundo sin esconderse, y sí, vanagloriándose de su forma patriarcal, racista y misógina de imponer sus estructuras, cueste lo que cueste. Claro, las sociedades los eligen como sus Jefes, ¿por qué será?

En fin, cuando te leemos nos quedamos pensando en lo difícil que es para ti completar el equipo de fut, pero al mismo tiempo sabemos que tienes la certeza de que, aunque dilate, pronto lo completarás, así nos contagias tu esperanza. Por ahora, con ayuda del mismo Pedrito, del Caballo Choco y de ese inigualable Gato-Perro se puede jugar. Que genial que, siendo Gato, sea al mismo tiempo Perro para despistar a una sociedad que no encuentra su rumbo y que, sin saberlo bien a bien, es psicótica.

Pero, en la escuela es necesario jugar, sino, para qué la enseñanza-aprendizaje, ¿verdad? Jugar, sabiendo de las recompensas de hacerlo: una, con el conocimiento como lucha encontrar fuerzas para seguir agrietando el muro y, otra, tomando conciencia de por qué agrietarlo, algo así como concientizándonos de que ya conocemos y sabemos cuál es el crimen y el criminal. O sea, el crimen es el sistema capitalista que con el control de los medios de producción y de sus relaciones, genera, impulsa, goza e impone cruelmente a sus criminales: la relación entre patrones y capataces de la globalización neoliberal.

Para ti, Defensa Zapatista, es clara la lucha y para ello te estás preparando. Para nosotros, un poco sí pero no mucho, o sea, sabemos cuál es el enemigo y sus formas, pero no cómo enfrentarlo desde nuestro pequeño espacio.

¿Que cuál es nuestro espacio? Pues nada menos ni nada más que el salón de clases. Y ni te rías porque aquí no es tan autónomo como por tus tierras. Un poco sí porque gozamos, en algunos de sus espacios, de compartir palabras, conocimientos, sentimientos, de la libertad de cátedra y podemos -como lo hemos hecho y estamos haciendo quienes te escribimos esta carta- identificar fácilmente al criminal y sus crímenes, pero no aún la forma de rebelarnos y organizar la resistencia para derrotarlo.

En nuestro espacio del aula sólo podemos asegurar bancas, muros, pizarrones, plumones, computadora, celulares y ayudas técnicas. Pero, la palabra, muchas veces hueca, se impone a quienes como estudiantes están ocupando dicho espacio. La palabra como repetición de conceptos, muchas veces sin contexto sociopolítico y cultura, y que en ciertos momentos de proceso educativo pareciera muerta, pero con posibilidad de experiencias de vida. Pero ¿hasta donde es cierto que la palabra llega sin vida? De todas formas, nos invita a generar posibilidades de experiencias de vida.

Sin embargo, en este momento que después de otra de tantas agresiones -la del 3 de septiembre contra estudiantes del CCH/Azcapotzalco- despertó la rebeldía estudiantil para decir ¡Ya basta!: estamos hartos de tantas fechorías del estado criminal. El problema ahora es la plática política, como acción transformadora, la que tú conoces y gustas compartir con tus maestras y maestros.

Las y los estudiantes, cuando conocen tus comentarios, gracias al SubGaleano, no se ríen de dicha plática política, algunas/os docentes sí, claro, pero estamos tan acostumbrados a eso de recibir y de trasmitir conocimientos que existen ciertos impedimentos para juntar la imagen palabra con la acción transformadora.

Por ejemplo, con la agresión del 3 de septiembre en las narices del edificio donde está la rectoría de la unam, o sea, donde viven los capataces que dirigen esta Universidad y el poder político en turno, hubo lo que por aquí se llaman “porros” que están organizados para golpear, agrediendo disque para ablandar la rebeldía. Y todo se ha quedado en un espectáculo donde identificando en imágenes a tales agresores se les expulsa o suspende, pero todo sigue igual, o sea, quienes mandan y dirigen a los porros, los actores intelectuales pues, siguen en sus cómodas sillas, en su gran edificio, arriba (y a la derecha).

Las y los estudiantes después de tanto silencio, en especial desde la huelga del 99-2000 en la unam, decidieron ya no seguir aceptando este estado de cosas, salieron a protestar y a organizarse para tratar de impedir la cotidianidad de la agresión, o sea, de lo que hemos nombrado con Paulo Freire, la “cultura del silencio” se hizo un pronunciamiento contra la agresión a la hermana y al hermano.

A esta agresión, has de saber Defensa Zapatista, nosotras/os la nombramos fratricidio, para identificar con claridad que es un enfrentamiento de eliminación entre hermanos/as, pero atención, lo del 3 de septiembre fue evidente, pues fue un fratricidio alentado y organizado por el filicidio del poder, o sea, por la crueldad mayor de eliminar al hijo/a rebelde en especial, o quien caiga porque el fin es escarmentar y suprimir la rebeldía.

Entonces, ¿cómo darle al muro para agrietarlo? Para ti, Defensa Zapatista, es claro que no hay otra opción diferente a detener al criminal y que, para ello, si entendemos bien, hay que organizarnos desde abajo y a la izquierda, hoy con la propuesta de Marichuy como vocera del Consejo Indígena de Gobierno del Congreso Nacional Indígena, ¿verdad? O sea, caminar para visibilizar los más de 500 años de resistencia y sobrevivencia de los pueblos originarios.

Pero por aquí, el criminal y su crimen tienen en los distintos capataces el control total de los medios y relaciones de producción y, claro, de los medios de información de paga a excepción de los alternativos. Así que, en la Universidad, por ejemplo, la tarea principal es la de sacar estudiantes como mercancías, bien formados y adiestrados, para seguir las órdenes del gran capital que ha hecho que la Universidad sea algo así como una empresa de control del producto, de su calidad. Pero nosotros no estamos de acuerdo con esto.

La rebeldía por ello es para el criminal como una hierba mala que es necesario eliminar a cualquier precio. Y si la agresión de los “porros” fue evidente, ese es el mensaje con toda impunidad: no pasará la rebeldía, algo así como en Acteal, en Ayotzinapa, con la muerte del profesor Galeano en tu comunidad y como lo fue el 2 de octubre de 1968 donde seguimos, como las madres y padres de Ayotzinapa, sin poder saber cómo llorar a tantas y tantos estudiantes desaparecidos, muertos, en su mayoría no identificados.

Volvemos a lo mismo, ya tenemos identificado al criminal y sus crímenes, pero están protegidos por el gran capital. Pero por estas tierras universitarias contamos con otro obstáculo para llegar al muro: se conoce poco de tu lucha por formar un equipo en tierras zapatistas, algo así como que se enteraron quienes habían ya nacido en el 1 de enero del 1994 y otras y otros que ni se han enterado, pero cada vez intentamos que sean más las y los estudiantes enterados.

Entonces, la plática política debe comenzar con dar esta información. Nosotras/os lo hacemos en ese espacio que se llama salón de clases, donde la referencia principal del proceso educativo que proponemos es tanto las comunidades zapatistas como el ezln, además de los referentes que hacen parte de nuestro proyecto que se llama lectura de la realidad en el aula. Pensar la práctica para transformarla. Los otros referentes son Paulo Freire, el psicoanálisis sociopolítico y nuestra propuesta principal de Pedagogía Erótica.

Aunque eres muy jóvena aún, dirás que eso de Freire algo has oído de tus papases y mamases cuando hablan de concientización y esas cosas, pero que de psicoanálisis sociopolítico y de la cosa esa de Pedagogía Erótica no sabes si es otra inyección que te quieren zampar (pero no tiene que ver tampoco con la sopa de calabazas, eso sí, así que tranquila). Y para que no te quedes con la duda, rápidamente te contamos que, primero para leer tanta crueldad y perversión del criminal y sus crímenes tuvimos que recurrir a conceptos como filicidio, fratricidio (psicoanálisis sociopolítico), como te hemos mencionado anteriormente, para identificar hasta dónde ha llegado ese criminal y sus crímenes.

La Pedagogía Erótica tiene su historia en ustedes, las y los zapatistas, y en nuestra propuesta original que caminaba con la praxis de Paulo Freire. En síntesis, ante tanta muerte producida por el criminal y sus crímenes, nació esta propuesta para entender el acto educativo como acto de conocimiento y acto político, como una propuesta de vida y construcción, de Eros para luchar contra su enemigo también inmortal, Tánatos.

Hoy nos preguntamos sobre la responsabilidad que tenemos en las aulas: ¿cómo cobijar a las y los estudiantes frente a la naturalización de la violencia y cómo darles acompañamiento en sus exigencias desde nuestro ser docente en el contexto de una pública cuya obligación es responder al pueblo.

Ahora bien, con la organización de estudiantes se impone la plática política porque de lo que se trata es de hacer explícita la relación política de la educación, no de convertir, como algunas/os docentes quisieran en un espacio de otra transmisión de conocimientos sin el contexto de la lucha social, la lucha de clases. O sea que, en el salón de clases la transmisión/creación de conocimientos es eminentemente un acto educativo siendo político, que implica compartir posturas sobre el muro con las y los estudiantes y que nos lleva siempre a invitarles a soñar con otras posibilidades para agrietarlo. Igual que en la lucha estudiantil, siendo un acto eminentemente político es un acto educativo (Freire decía que la educación no es la palanca de la revolución, pero toda revolución es pedagógica). Igual que jugar, que en este mundo en el que el juego se quiere hacer mercancía, defenderlo como lo haces tú y en colectivo, ya vas logrando que se mire una grieta más, alegre y rebelde.

Bueno, ya te seguiremos contando nuestras andanzas Defensa Zapatista, aunque sea a la distancia, quisiéramos jugar-defender-resistir contigo.

Gracias por estar ahí compartiendo tus enseñanzas y defendiendo la vida: la vida digna desde la digna rabia.

Equipo/colectivo Lectura de la Realidad: Andrea de Buen, Claudia Escobar, Miguel Escobar, Valeria Gil, Cora Jiménez, Mariagna Jiménez, Noemí Mejía, Fernanda Navarro, Mayra Silva, Merary Vieyra.