Venezuela: viaje y reportaje al bloqueo indígena de la etnia Pemón

ontinua la tranca en la frontera con Brasil impulsada por miembros de la etnia Pemón desde el lunes de la semana pasada, que una vez más alzan su voz de protesta por el alto costo de los alimentos, la falta de medicinas para enfrentar enfermedades como el Paludismo, y el acoso de las mafias locales de la minería que hostigan y desplazan a su pueblo.



Pemones continúan tranca del paso hacia la frontera con Brasil exigiendo comida y medicinas
Por: Agencias- Aporrea | Lunes, 15/10/2018 09:16 AM | Versión para imprimir

15/10.- Continua la tranca en la frontera con Brasil impulsada por miembros de la etnia Pemón desde el lunes de la semana pasada, que una vez más alzan su voz de protesta por el alto costo de los alimentos, la falta de medicinas para enfrentar enfermedades como el Paludismo, y el acoso de las mafias locales de la minería que hostigan y desplazan a su pueblo.

Desde el lunes 8 de octubre a las 6 de la tarde, dirigentes de esta comunidad indígena mantienen bloqueado el paso en el kilómetro 67 de la carretera hacia Santa Elena de Uairén y la vía a Brasil.

Se trata de la única carretera que conecta la ciudad de Puerto Ordaz con la frontera venezolana-brasilera. Los indígenas se turnan para vigilar el bloqueo con su propia organización de seguridad.

“Presidente Nicolás Maduro. A responder a las exigencias de los pueblos indígenas. Queremos diálogo con usted”. “Nosotros los indígenas (Pemón) seguimos en la resistencia que comenzaron nuestros ancestros hace 526 años”. “Queremos vivir dignamente”. Esas son algunas de la frases que se leen en las pancartas que exhiben los manifestantes, colocadas en árboles, matorrales y estructuras de palos y troncos que obstruyen la vía polvorienta.

Transparencia Venezuela tuvo acceso a la zona y constató las necesidades de los Pemones, que no distan de las que se padecen en otras regiones del país. La capitana de la comunidad de San Antonio de Roscio, Ana Mercedes Figueroa, dijo que a su pueblo le aqueja el alto costo de la comida, el elevado precio del pasaje, la falta de combustible y de gas doméstico, así como la especulación con los precios de los medicamentos.

Aseguró que las autoridades de la etnia están preparadas para mantener el cierre durante los días que estimen necesario. En la mañana de este 10 de octubre consideraban la posibilidad de abrir solo en los casos en que las personas presenten una emergencia médica y nada más por lapsos no mayores de 15 minutos.

Figueroa dejó claro a las autoridades gubernamentales que no piensen que con el solo el envío de unas cajas Clap los indígenas “quedarán contentos”, pues lo que demandan son soluciones reales.

Transparencia Venezuela pudo constatar la presencia de Paludismo en la zona y otras enfermedades peligrosas, presentándose debilidades en cuanto a la asistencia médica y falta de medicinas.

También los manifestantes reclaman el incumplimiento en la distribución de las llamadas Cajas Clap, sin dejar de lado la exigencia que mantienen desde hace ya varios años, como lo es el reconocimiento de las autoridades legítimas del pueblo Pemón.

La capitana refiere cómo la etnia ha tenido que organizarse desde 2015 para resistir frente las amenazas de factores paraestatales que los hostigan permanentemente y en especial cuando realizan este tipo de acciones.

Insiste en que se trata de grupos de mineros y los llamados “sindicatos” dirigidos por pranes que no solo controlan varias minas, sino que intentan desplazarlos de su territorio, donde la explotación del oro es un factor que hace más compleja la supervivencia de la etnia.

En la zona en la que se escenifica esta nueva protesta solo se registraba hasta este miércoles la presencia de dos o tres uniformados de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), que permanecen a distancia de los manifestantes.

Desde inicio de este año esta comunidad ha mantenido acciones similares en protesta por las condiciones de vida, el asesinato de sus dirigentes presuntamente a manos del Ejército de Liberación Nacional (ELN) de Colombia y el hostigamiento permanente de grupos con estructuras que responden a mafias, que buscan controlar territorios extensos donde hay minería ilegal y que tendrían relación directa con representantes del Estado.