La lucha anticapitalista del EZLN y CNI-CIG
Gilberto López y Rivas
La Jornada
La Segunda Asamblea Nacional del Congreso Nacional Indígena-Concejo Indígena de Gobierno-Ejército Zapatista de Liberación Nacional llevada a cabo del 11 al 14 de octubre en el Cideci-Unitierra, San Cristóbal de las Casas, Chiapas, constituyó un acontecimiento histórico. La extraordinaria capacidad organizativa, manifiesta en una metodología de espiral ascendente (dialéctica) de ejes de trabajo-comisiones operativas-resolutivos y posicionamientos; las formas democráticas de llegar a consensos; la coherencia y concientización políticas de delegados (as) y concejales (as), refieren a un movimiento caracterizado por su anticapitalismo y el fortalecimiento de autonomías que se despliegan como un invaluable instrumento de lucha contra la recolonización de las corporaciones capitalistas y los grupos represivos legales y clandestinos del mal gobierno.
La reunión reveló la riqueza policromática de un movimiento que con sus comisiones operativas y sus ahora 10 ejes de trabajo: 1.Tierra y territorio, despojo y defensa, 2. Autonomía, 3. Mujeres, 4. Jóvenes, 5. Diversidad sexual, 6. Justicia, 7. Personas con discapacidad, 8. Migrantes, 9. Trabajo y explotación, y 10. Educación, arte y cultura, se dispone a emprender nuevos pasos para la construcción del nuevo mundo que necesitamos. (www.congresonacionalindigena.org)
La Segunda Asamblea Nacional ratifica un sujeto político, –que no puede ser invisibilizado por el racismo de la clase política–, ”y que se autodefine como pueblos originarios que en la “lucha contra la profunda enfermedad causada por el capitalismo, tejemos la vida, pues es la encomienda que recibimos de nuestros antepasados… A eso que tejemos, le llamamos organización, y es el territorio que defendemos, es la lengua que hablamos y nos negamos a perder, es la identidad que no olvidamos y que engrandecemos con la lucha. Pero resulta que es también lo que los dueños del dinero necesitan para destruir y convertir en más dinero, para hacerlo mercancías con la explotación, con la pobreza, la enfermedad y con la muerte de muchos otros millones de personas que no son de nuestros pueblos y que viven en las ciudades y en el campo. O sea, tampoco es cierto que la muerte, la represión, el despojo y el desprecio sea sólo para nosotras y nosotros los originarios.”
La Segunda Asamblea Nacional refrendó la autonomía como la única puerta para seguir haciendo de la vida nuestro camino irrenunciable. Es extraordinaria la manera en que se ha asumido el proceso autonómico por el EZLN-CNI-CIG. Las diversas y estimulantes intervenciones de los y las participantes en la Asamblea, incluyendo las de los comandantes zapatistas, testimonian que el llamado sujeto autonómico es una realidad predominante en el territorio nacional, y cometen un grave error político quienes pretenden seguir considerando a los pueblos originarios como víctimas y sujetos pasivos del acontecer de la historia.
El posicionamiento político firmado por el EZLN-CNI-CIG en relación con el gobierno entrante es claro y sin ambages: Las palabras sobran cuando se amenaza a los pueblos Binniza, Chontal, Ikoots, Mixe, Zoque, Nahua y Popoluca del Istmo de Tehuantepec con sus proyectos transístmicos y la expansión de las Zonas Económicas Especiales, a los pueblos mayas con su proyecto de tren capitalista que despoja y destruye a su paso la tierra. Las palabras sobran ante la anunciada siembra de un millón de hectáreas con árboles frutales y maderables en el sur del país, ante la ilegal y amañada consulta para la construcción del Nuevo Aeropuerto de Ciudad de México, o ante la oferta para que sigan invirtiendo las empresas mineras que tienen concesionadas grandes extensiones de los territorios indígenas. Las palabras sobran cuando sin consultar a nuestros pueblos el futuro gobierno impone la creación, al estilo del viejo indigenismo, del Instituto Nacional de Pueblos Indígenas, comandado por los desertores de nuestra larga lucha de resistencia. Las palabras sobran cuando vemos el cinismo con que son entregados los pueblos de México a los intereses de Estados Unidos mediante el Tratado de Libre Comercio, mismo que promete ratificar el futuro gobierno de López Obrador, quien en uno de sus primeros discursos no dudó en confirmar la continuidad en la actual política monetaria y fiscal, es decir, continuidad en la política neoliberal, la cual será garantizada con el anuncio de que las corporaciones militares seguirán en las calles y con la pretensión de reclutar 50 mil jóvenes para las filas armadas que han servido para reprimir, despojar y sembrar el terror en toda la nación.
El CNI-CIG-EZLN se proponen seguir construyendo “la organización que se convierta en un gobierno propio, autónomo y rebelde, con compañeras y compañeros de otras geografías …hasta que nuestro tejido se junte con los otros, que broten por todos los rincones de México y el mundo para que se hagan concejos…”
Así sea.