Sigue la iniciativa y creatividad de la resistencia nicaragüense contra Ortega. Aplican la “marcha del güegüense”

Ninguno de los miles de manifestantes citados a la “marcha del güegüense” asistió al punto de reunión en las ciudades de Managua y Bluefields, lo que supuso un éxito, ya que obligaron a las autoridades a establecer un fuerte despliegue policial, sin obtener resultados.
La “marcha del güegüense” es la última de las manifestaciones pacíficas ideadas por nicaragüenses que no quieren arriesgar sus vidas en protestas callejeras.
La misma consiste en anunciar protestas que al final no ocurren, lo que da como resultado la presencia de cientos de policías que se pasean desconcertados por las vías, en busca de manifestantes.
La “marcha del güegüense” debe su nombre a una expresión satírica de los nicaragüenses contra el dominio, nacida en tiempos de la colonia.



Manifestantes aplican la “marcha del güegüense” a Policía de Nicaragua
Contacto Hoy -
octubre 25, 2018

Managua, 25 oct (EFE).- Los manifestantes autoconvocados de Nicaragua aplicaron hoy la “marcha del güegüense” (protestas anunciadas que finalmente no se hacen) a la Policía, en medio de una crisis sociopolítica que ha dejado entre 325 y 528 muertos en protestas contra el presidente Daniel Ortega, desde abril pasado.

Ninguno de los miles de manifestantes citados a la “marcha del güegüense” asistió al punto de reunión en las ciudades de Managua y Bluefields, lo que supuso un éxito, ya que obligaron a las autoridades a establecer un fuerte despliegue policial, sin obtener resultados.

La “marcha del güegüense” es la última de las manifestaciones pacíficas ideadas por nicaragüenses que no quieren arriesgar sus vidas en protestas callejeras.

La misma consiste en anunciar protestas que al final no ocurren, lo que da como resultado la presencia de cientos de policías que se pasean desconcertados por las vías, en busca de manifestantes.

La “marcha del güegüense” debe su nombre a una expresión satírica de los nicaragüenses contra el dominio, nacida en tiempos de la colonia.

La semana pasada, un grupo de mujeres capturadas por intentar participar en una protesta recurrió al güegüense al pintarse de rojo los labios y responder, en un interrogatorio policial, que pertenecían a la “Asociación de Mujeres Pico Rojo”, y días después una ola de nicaragüenses siguió su ejemplo.

En septiembre, miles de personas soltaron en las calles globos llenos de oxígeno con los colores de la bandera de Nicaragua, azul y blanco, para burlarse de policías y grupos oficialistas, que se dedicaban a seguirlos para reventarlos uno por uno.

La Policía local ha advertido que no permitirá protestas sin su permiso y que arrestará a quienes participen en ellas, lo que ha sido criticado por organizaciones defensoras de los derechos humanos, que citan la Constitución para alegar que en Nicaragua no es necesario tener licencia para manifestarse.

Al menos 558 personas permanecen en prisión como “presos políticos”, por haber participado en protestas contra Ortega, según organizaciones humanitarias, aunque el Gobierno solo reconoce más de 200, a las que denomina “terroristas” y “golpistas”.

Tanto la oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Acnudh) como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) han responsabilizado al Gobierno de “más de 300 muertos”, así como de ejecuciones extrajudiciales, torturas, obstrucción a la atención médica, detenciones arbitrarias, secuestros y violencia sexual, entre otras violaciones a los Derechos Humanos.

La crisis que vive Nicaragua ha dejado entre 325 y 528 muertos, según organizaciones humanitarias nacionales e internacionales, mientras que Ortega reconoce 199 muertos, no así la responsabilidad, y señala que sufre un intento de “golpe de Estado”.

Las protestas contra Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, comenzaron el 18 de abril por unas fallidas reformas de la seguridad social y se convirtieron en una exigencia de renuncia del mandatario, debido al saldo mortal en las protestas. EFE