Ante la victoria contra el aeropuerto, comunidades pasan a la ofensiva y exigen rstitución de tierras

Empresarios cuestionan severamente y gobierno dice que respetará las voz de la gente. ¿Hasta donde llegará el respeto? ¿Hasta el respeto de Allende en Chile que reprimió a los campesinos que recuperaban tierras?



Nuevo Aeropuerto
El FPDT exige la restitución de tierras en ex lago de Texcoco

Periódico La Jornada
Martes 30 de octubre de 2018, p. 7

San Salvador Atenco, Méx., El Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra (FPDT) de San Salvador Atenco demandó la restitución de sus tierras que, aseguró, les fueron arrebatadas, y establecer una protección ambiental en los terrenos del ex lago de Texcoco.

Dijo que si bien es un logro haber cancelado el proyecto del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) y obtener una respuesta a su demanda que mantienen desde hace 17 años, el FPDT no desaparecerá e iniciará una nueva etapa para pedir que las áreas afectadas sean restauradas y se restituya el tejido social de los pueblos.

Ayer un grupo de integrantes del FPDT se congregó en la plaza principal de San Salvador Atenco, donde escucharon, a través de un equipo de sonido, el anuncio que hizo al respecto el equipo del presidente electo, Andrés Manuel López Obrador

Al escuchar que la opción del NAIM era Santa Lucía y se cancelaba en Texcoco, los campesinos estallaron en júbilo y festejaron alzando sus puños en alto y echando cohetes para llamar a la población a congregarse.

Tierras sí, aviones no, La decisión está tomada, el aeropuerto a la chingada, Lago sí, aviones no y Zapata vive, la lucha sigue fueron algunas de las consignas que corearon. Hay una respuesta de nuestra demanda legítima desde hace 17 años, lo dijimos en ese entonces, no queremos el aeropuerto.
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Nuevo Aeropuerto
Obedeceré el mandato ciudadano: AMLO
Santa Lucía va; mi gobierno no estará al servicio de una minoría, señala

Periódico La Jornada
Martes 30 de octubre de 2018, p. 2
El presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, confirmó que su decisión es obedecer el mandato de los ciudadanos y anunció la construcción, en tres años, de un aeropuerto internacional en la base militar de Santa Lucía con el que, aseguró, se resolverá el problema de la demanda en definitiva, para 40 o 50 años. Dijo estar ciento por ciento seguro de que esa es la solución y aclaró que a partir de ahora no habrá toma ni secuestro del gobierno por el poder económico.

El político tabasqueño consideró normal la depreciación del peso en las horas posteriores a la consulta sobre el aeropuerto y tras su anuncio.

No hay nada que temer, expuso, y consideró que la caída de la moneda, este ambiente de zozobra, de miedo que crearon, no puede atribuirse a la consulta.

Además, reviró con amplitud las críticas de los empresarios: Yo no engaño a nadie, tengo autoridad moral. El gobierno no estará al servicio de una minoría. Prevalecerá, les guste o no, el interés general. ¡Imagínense, el Estado supeditado a los mercados financieros! Desde ahora hay una frontera entre el poder político y el económico.

En una conferencia de prensa de casi una hora, López Obrador ofreció a los empresarios liquidar los contratos vigentes de las obras en Texcoco, o bien que participen en el proyecto de la nueva terminal en Santa Lucía que, anunció, será administrada por el gobierno federal a través del Grupo Aeroportuario de Ciudad de México (GACM).

Afirmó que desde el punto de vista técnico es viable el proyecto en Santa Lucía y que sus operaciones no interferirán con las del Aeropuerto Internacional de Ciudad de México, además de que el plan integral costará menos de 100 mil millones de pesos. A partir de ahora se iniciará el estudio para el rediseño del espacio aéreo en el valle de México.

En este punto se refirió al estudio que entregó recientemente la empresa francesa NavBlue sobre la viabilidad de Santa Lucía, y reveló que pidió al presidente de Francia, Emmanuel Macron, que nos ayudara a que una empresa de prestigio nos presentara un dictamen.

López Obrador leyó un fragmento de una carta donde Macron señala que respondió a la petición con rapidez para dar muestra de la prioridad que Francia le da a la relación con México. Ante algunas versiones de que ello constituía un respaldo de ese país a la opción de Santa Lucía, el próximo canciller, Marcelo Ebrard, aclaró que la misiva sólo se refiere a la expectativa de mejorar la relación, pero el gobierno francés no ha tenido nada que ver con la decisión del aeropuerto.

Asimismo, López Obrador resaltó que la decisión es una muestra de que su gobierno no admitirá presiones de nadie.

Una vez que la clase empresarial salió a cuestionar el resultado de la consulta –que decidió por Santa Lucía y suspender Texcoco–, el presidente electo preguntó:

¿Quién manda? ¿No es el pueblo, los ciudadanos? ¿No es eso la democracia? Ese es el cambio. Entonces se acabó el predominio de una minoría y la vinculación del poder económico y político, que el gobierno esté sólo al servicio de un grupo. El gobierno es de todos, representa a todos y estoy seguro que se entenderá. Cuesta trabajo, porque no termina de desaparecer lo antiguo, lo viejo, lo anacrónico.

Con todo, añadió, su percepción es que los empresarios aceptarán un acuerdo. Lo que he percibido es una disposición a un arreglo, porque no van a perder, es decir, no ha habido una oposición al gobierno electo ni al procedimiento de consulta, declaró.

Ratificó que los intereses de las empresas e inversionistas están a salvo. Hay fondos en el fideicomiso actual que respaldan los compromisos en contratos e inversiones. Además, existe el respaldo, el aval, nuestra palabra, nuestra autoridad moral y política de atender cualquier reclamación, acotó.

En la conferencia, López Obrador estuvo acompañado de Javier Jiménez Espriú, próximo secretario de Comunicaciones y Transportes, a quien encargó el diálogo con los empresarios y contratistas; el que será jefe de la Oficina de la Presidencia, Alfonso Romo, y el ingeniero y contratista José María Riobóo.

El presidente electo precisó que Riobóo sólo es asesor y no podrá participar en la licitación de Santa Lucía. Incluso afirmó que la suspicacia sobre su intervención en favor de ese proyecto la crearon los que están en favor de Texcoco.

–¿Cuál es su papel? –se insistió.

–No tiene nada que ver, más que su apoyo, que lo agradecemos mucho. No va a ser contratista. Cuento con su apoyo, claro que no lo ven con buenos ojos los que tienen intereses creados y están acostumbrados a otro tipo de gobierno.

Ya eso se terminó. Lo que le digo a los contratistas y funcionarios corruptos es que se vayan acostumbrando, que hagan un ejercicio mental, todo un proceso de readaptación.

López Obrador se comprometió a que en tres años estarán construidas las dos pistas adicionales en Santa Lucía, así como un carril confinado del AICM a la base aérea, y que el proyecto aeroportuario del valle de México quedará integrado con el de Toluca, que está subutilizado y al que se facilitará el traslado con el tren.

Informó que negociará una disminución de la tarifa por el uso de aeropuerto (TUA) en Toluca, con objeto de reducir las tarifas aéreas.

Celebró incluso que con la decisión en favor se Santa Lucía se salva el lago Nabor Carrillo y no se va a ahuyentar a los patos, a las aves. Por la construcción (en Texcoco) se le tenía que quitar el agua al lago, a los patos. Explicó que se estudiará el destino de los terrenos de la obra detenida, aunque consideró que podría dedicarse a un gran centro ecológico, deportivo.

Jiménez Espriú informó que iniciará un diálogo de inmediato con el gobierno de Enrique Peña Nieto, contratistas y participantes clave, para la suspensión ordenada y legal de la obra en Texcoco.

Afirmó que se respetarán los derechos de todos, en particular de inversionistas y tenedores de bonos, especialmente de certificados fibra E, que financian, en parte, el proyecto.

Explicó que también se cumplirán los compromisos y gastos no recuperables de los contratistas, calculados en 40 mil millones de pesos, que se obtendrán del fideicomiso que opera el GACM.
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Aumentan críticas del sector empresarial
Julio Reyna Quiroz y Susana González

Periódico La Jornada
Martes 30 de octubre de 2018, p. 4
El Consejo Coordinador Empresarial (CCE), organismo cúpula del sector privado, rechazó la decisión de cancelar la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) en Texcoco, porque envía un mensaje grave de incertidumbre los mercados mundiales y daña la confianza del sector. Advirtió que se tendrán que utilizar recursos fiscales para liquidar los contratos actuales.

Juan Pablo Castañón, presidente del CCE, reiteró que la consulta popular del fin de semana estuvo fuera del marco legal, que la cancelación tendrá implicaciones jurídicas con acreedores y contratistas, y generará riesgos de que México pierda reputación entre inversionistas nacionales e internacionales en proyectos futuros de infraestructura, como el tren maya.

Sostuvo que las implicaciones jurídicas serán decisiones de cada empresa y que el CCE no promueve decisiones gremiales. Sin embargo, señaló que los abogados del CCE emitirán las mejores recomendaciones ante la cancelación del NAIM.

En conferencia de prensa en la que se expresó un posicionamiento del sector privado frente al anuncio de cancelación del NAIM, Castañón advirtió que la postura en contra de la cancelación no es un rompimiento con el futuro gobierno federal, pues los empresarios continuarán invirtiendo, pero aseguró que la decisión de dar marcha atrás a un proyecto transexenal no da un mensaje de certidumbre a las inversiones.

No sólo son los contratos directos, es la política pública de que México, como Estado, manda un mensaje al mundo de que los proyectos de largo plazo pueden interrumpirse a la mitad del camino, dijo Castañón quien estuvo acompañado por al menos una veintena de dirigentes de asociaciones privadas.

El presidente del CCE añadió que la suspensión del proyecto tendrá un costo para el erario de unos 120 mil millones de pesos, de los cuales 40 mil millones corresponderán a la terminación de contratos con empresas privadas. Según la industria de la construcción, en la obra operan al menos 300 empresas contratistas.

En la conferencia de prensa, el presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), Gustavo de Hoyos Walther insistió en que el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, ha mentido, traicionado y hasta robado en este proceso de cancelación.

López Obrador –dijo el dirigente patronal– mintió a los empresarios cuando aseguró que la obra en Texcoco podría ser concluida con recursos privados. Además, De Hoyos Walther aseguró que el presidente electo traicionó a la democracia porque realizó una consulta popular amañada y lo acusó de robar, porque el dinero invertido en Texcoco será un daño al patrimonio del Estado.

Fernando Ruiz Huarte, director general del Consejo Mexicano de Comercio Exterior (Comce), señaló que todavía es muy prematuro opinar sobre si la cancelación de la terminal aérea afectará los flujos de inversión extranjera directa (IED) al país durante el próximo gobierno.