El juez Segundo Cautelar, Carlos Sánchez Castelú decidió ayer el encarcelamiento preventivo de Javier Rodríguez Candia, Luis Armando Bedregal y Porfirio Pérez Aquino, ya que esas personas estando libres pueden alertar a otros miembros de una presunta organización terrorista, así como destruir pruebas físicas de la existencia de algún grupo irregular.
Fue el fiscal René Arzabe, en representación del Ministerio Público, que pidió la detención preventiva para evitar que los sospechosos de terrorismo obstaculicen en caso de declararse su libertad, las investigaciones del Ministerio Público alertando a sus cómplices y destruyendo pruebas que les incriminen a ellos u otras personas.
Los tres acusados, Rodríguez Candia, Bedregal y Pérez Aquino, están involucrados en la manipulación y traslado de 35 granadas de morteros que fueron incautadas durante un operativo realizado en El Alto y Viacha la noche del martes.
Cuando Rodríguez fue detenido, reconoció haber sido miembro del ELN, facción guerrillera creada por Ernesto Guevara en los años 60 y 70. Sin embargo el abogado de Rodríguez, recordó que el ELN desapareció del ambito nacional con la muerte del Che.
A tiempo de arrogarse toda la responsabilidad de la posesión del material bélico, Rodríguez negó pertenecer a un grupo terrorista.
La audiencia de medidas cautelares estuvo a punto de ser suspendida debido a que el abogado que la Defensa Pública proporcionó a Rodríguez no se presentó en el juzgado. El actuario del juzgado tuvo que dirigirse a los asistentes al acto preguntando si había un abogado en sala que pudiera asumir la defensa de Rodríguez.
El fiscal Arzabe acusó a los tres sospechosos de la comisión de cuatro delitos: pertenecer a una organización criminal, alzamiento armado, terrorismo, y tenencia y fabricación de sustancias explosivas asfixiantes.
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