Colombia: presidente Duque asistirá a la Cumbre del Macizo Colombiano en el Cauca y comunidades lo esperan con Minga por la Dignidad, el Territorio y la Vida

El 23 de noviembre, declaramos la hora cero de nuestra asamblea permanente contra las políticas regresivas del gobierno nacional. Es en la tulpa y junto con las comunidades, debido a la escucha de los espíritus ancestrales que hablan a través de nuestros mayores, que hemos resistido a los embates de la colonización y la conquista y son las vías de la autonomía y las vías de la gente, las formas que proponemos al conjunto nacional, para continuar este proceso.



MINGA POR LA DIGNIDAD, EL TERRIRTORIO Y LA VIDA EN LOS PRÓXIMOS DÍAS 21, 22 Y 23 DE NOVIEMBRE DE 2018
15 Noviembre, 2018 Publicador
Acin

Minga por la dignidad, el territorio y la vida
La situación:
Estamos cansados de que los poderosos nos mientan, nos asesinen, nos roben y pisoteen nuestra dignidad. Para los próximos 21, 22 y 23 de noviembre se tiene prevista la Cumbre del Macizo Colombiano que congregará a los casi veinte municipios que componen esta extensa región al sur occidente del Cauca, a la cual asistirá el presidente Duque con el ánimo de recoger el CONPES del Macizo colombiano. No obstante, esto lo hace sin tener en cuenta la participación de las comunidades indígenas, campesinas y organizaciones locales, que históricamente han luchado por la protección del macizo colombiano.

Al mismo tiempo el actual gobierno del presidente Duque se ha negado en avanzar sobre una ruta de cumplimiento establecida por los diferentes espacios de negociación, con los acuerdos ganados al calor de la lucha en los últimos años.

Este comportamiento se une a las diferentes iniciativas legislativas tramitadas en el congreso referentes a la reforma de ley de tierras, ley de financiamiento o reforma tributaria, limitación de la consulta previa y reforma a la justicia. Además de las políticas de militarización de los territorios, la falta de medidas contundentes contra el exterminio sistemático de líderes sociales y el incremento de violaciones a los derechos humanos en nuestro territorio; la criminalización de la protesta social, destrucción del sentido de los acuerdos de paz y escándalos de corrupción que tocan hasta las grandes esferas del aparato estatal, en contubernio con los grandes poderes económicos del país.

Todos estos hechos, favorecen los intereses del sector financiero, las multinacionales, los terratenientes y los grandes grupos comerciales, en contraste con su falta de voluntad política de cumplirle a los sectores populares.

Ello se ha hecho evidente en el tratamiento represivo que ha tenido el gobierno nacional frente a las demandas de la movilización universitaria por la defensa de la educación superior pública. El paro universitario, por las semanas que ya acumula, pone en riesgo la continuidad del semestre académico, y con ello presionan los rectores: buscando romper la unidad entre docentes, trabajadores y estudiantes. Como también busca el Gobierno y los medios de comunicación romper las amplias simpatías logradas por esta lucha entre el grueso de la sociedad. Todo en un momento de intensa tensión política para el gobierno.

El Presidente no se reúne con los estudiantes pero sí con celebridades mediáticas, en un esfuerzo mediático por sintonizar con la juventud del país. Un esfuerzo sin resultados, pues no logra romper la protesta en curso. Al mismo tiempo sospechamos que consciente de la polarización que vive el país, el gobierno nacional utiliza el plan nacional de desarrollo llamado “Pacto por Colombia” como instrumento de cooptación y divisionismo interno de las organizaciones políticas o movimientos sociales que pudieran ser sus más fuertes contradictores políticos.

El país se despedaza en la proliferación de actores armados, reorganizándose alrededor de economías ilegales, dada la frustración que ha significado el incumplimiento y la tergiversación de los acuerdos de paz en su esperanza de cambio, generando desplazamientos, como el de nuestros hermanos Emberas hacia Bogotá. Todo esto en un contexto internacional de grandes migraciones, profundas crisis sociales, ambientales y nuevos gobiernos represivos que controlan todo sin necesidad de recurrir a ejércitos. Vivimos en un escenario de autoritarismo emergente, de vértigo y agresividad a la orden del día, en el que como diría el filósofo Franco Berardi: “El capitalismo está muerto pero seguimos viviendo al interior de su cadáver”

El 23 de noviembre nos movilizaremos no para exigir una mesa de dialogo, sino en defensa de la vida del proceso organizativo de nuestras comunidades, y en hermanamiento con las reivindicaciones de todo el pueblo colombiano.

La propuesta

En las comunidades indígenas de Çxhab Wala Kiwe (Territorio del gran pueblo), existe un proceso histórico que tienen ante sí, y como reto sustancial, seguir resistiendo los duros embates del modelo social impuesto, y construir en Colombia y el Mundo, una alternativa. Convocamos a mantener y fortalecer los escenarios de unidad construidos en el caminar de la palabra por la defensa del territorio y la vida, y para hacerle frente a las políticas regresivas del actual gobierno, convencidos de que es a través de la lucha y la organización desde las comunidades y junto a los demás sectores estudiantiles, mujeres, campesinos, afros, sindicales y barriales, que alimentamos un proceso de cambio, en cumplimiento de nuestro mandato de minga social y comunitaria.

Les invitamos a caminar con nosotros el camino de la liberación de la madre tierra, la liberación del corazón y el pensamiento, es decir a construir la voluntad colectiva, la unidad social, plural y dinámica, soportada en las particularidades y fortalezas regionales que caracterizan a los territorios que integran este país, y a que emprendamos desde allí, a partir de tal sintonía, el reto de encarar el sentido de la recuperación del bien común. Ningún sector aislado ha conseguido liderar un proceso de transformación únicamente con sus propias fuerzas. Por eso estamos proponiendo la urgente y necesaria tarea de tejer en todos los rincones del territorio nacional; a escuchar sus razones y sus sueños, sus posibilidades y sus disposiciones, para con ello buscar lo que necesitamos y queremos para hacer realidad en las próximas décadas; con método y ruta propia.

Las distintas movilizaciones desarrolladas durante los últimos años por todo el país, apenas si lograron concretar acuerdos parciales con el gobierno; una lógica de movilización, acuerdos e incumplimientos se impuso al movimiento social y a la misma guerrilla de las FARC. Ante esto, es urgente y necesario que la lógica de la política de los movimientos o grupos que lograron poner un representante en los muros del congreso, trascienda los escenarios institucionales y vayan más allá, propiciando espacios y discusiones frente a la participación de la sociedad y las decisiones de la vida en su conjunto –educación, vivienda, salud, justicia, economía, medio ambiente etc.- pues son decisiones que no pueden quedar talladas solamente por el voto de cada tantos años, sino que debe ser producto de una participación cotidiana y constante.

El 23 de noviembre, declaramos la hora cero de nuestra asamblea permanente contra las políticas regresivas del gobierno nacional. Es en la tulpa y junto con las comunidades, debido a la escucha de los espíritus ancestrales que hablan a través de nuestros mayores, que hemos resistido a los embates de la colonización y la conquista y son las vías de la autonomía y las vías de la gente, las formas que proponemos al conjunto nacional, para continuar este proceso.

Cuenten con nosotros para La Paz, nunca para la guerra”
Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca – ACIN
Çxhab Wala Kiwe, Territorio del Gran Pueblo

15 de noviembre de 2018