Presos políticos mapuche

“Si comparo la situación actual con once años atrás, veo un cambio notable en nuestro pueblo”, explica Mónica Quezada, madre de Matías Catrileo, asesinado por al espalda en 2008 mientras recuperaba tierras. La coyuntura a la que se refiere Mónica es la masiva y maciza movilización social a partir del 14 de noviembre, cuando fue asesinado Camilo Catrillanca, también por la espalda.
Zibechi trae también el último editorial de Mapuexpress que se refiere al último Futa Xawün.



En Movimiento
Raúl Zibechi
Dersinformémonos
13 diciembre 2018

Presos políticos mapuche

“Si comparo la situación actual con once años atrás, veo un cambio notable en nuestro pueblo”, explica Mónica Quezada, madre de Matías Catrileo, asesinado por al espalda en 2008 mientras recuperaba tierras. La coyuntura a la que se refiere Mónica es la masiva y maciza movilización social a partir del 14 de noviembre, cuando fue asesinado Camilo Catrillanca, también por la espalda.

El diálogo lo tuvimos el pasado lunes 10 en la cárcel de Temuco, donde visitamos a tres de los ocho presos políticos mapuche: los hermanos Benito y Pablo Trangol y el machi Celestino Córdova. Estaban rodeados de media docena de mujeres de su pueblo, que acuden todas las semanas, como hermanas políticas de los presos.

Los Trangol fueron acusados de la quema de una iglesia evangélica, pero fueron incriminados por “testigos sin rostro” y se les aplicó la Ley Antiterrorista. Realizaron una huelga de hambre de más de cien días, el año pasado, para revertir la aplicación de una legislación que según organizaciones de derechos humanos representa violencia, racismo y discriminación étnica en contra del pueblo mapuche.

A la extensa huelga de hambre se sumó un hermano de los Trangol y una autoridad de su comunidad, exigiendo el inicio de un juicio justo, ya que estuvieron más de un año como imputados sin juicio, y la no aplicación de la Ley Antiterrorista. La justicia determinó diez años de prisión para Benito y Pablo, de 35 y 25 años de edad, sin más elementos que las declaraciones de una mujer cuyos datos ni siquiera los abogados conocen.

El machi Celestino fue acusado en el marco de las investigaciones de la muerte del matrimonio de hacendados Luchsinger-Mackay, en 2013. Fue condenado a 18 años de prisión y realizó una extensa huelga de hambre de más de cien días para poder acudir a su comunidad para realizar una ceremonia tradicional y cumplir así su función de machi (autoridad religiosa mapuche).

La impresión que recogem,os en la visita, confirmada en todos los diálogos con autoridades mapuche, es que la represión viene creciendo de forma exponencial. Algunos comuneros relataron que el cuerpo de Carabineros utiliza formas represivas ilegales para atacar a las comunidades y en particular a las autoridades comprometidas en la recuperación de tierras y en la resistencia al Estado de Chile.

Los crímenes de Catrileo y de Catrillanca muestra claramente el accionar delictivo de Carabineros. En los dos casos los uniformados mintieron. Catrileo muere en una acción pacífica en el fundo Santa Margarita, del agricultor Jorge Luchsinger, predio que reclaman las comunidades y era defendido por Carabineros que dispararon sobre el militante mapuche. Dijeron que hubo un enfrentamiento armado, pero los asesinos debieron ser condenados cuando se desmontó el engaño y dados de baja del cuerpo.

Catrillanca fue asesinado por la espalda por un miembro del Comando Jungla de Carabineros mientras conducía un tractor. La primera versión de Carabineros fue que la acción era la respuesta al robo de coches de profesoras de la escuela de Ercilla por un grupo de encapuchados y dijeron que tenía antecedentes penales. Aseguraron que la acción no había sido filmada, pero en realidad destruyeron esa prueba.

Cuando todas las mentiras se vinieron abajo, el gobierno debió dar marcha atrás y a lo largo de todo Chile se multiplicaron las manifestaciones de apoyo al pueblo mapuche. A esa enorme movilización hizo referencia Mónica, la mamá de Matías Catrileo, al mencionar el crecimiento del pueblo mapuche en esta larga y difícil década.

Así como el asesinato de Matías forjó una nueva camada de militantes, el de Camilo está ampliando el horizonte de todo un pueblo. Lo realmente nuevo en el Chile actual, no es la lucha mapuche, un pueblo que lleva cinco siglos de pie, sino el involucramiento de nuevas camadas de jóvenes (y no tan jóvenes) en una pelea de larga duración contra un Estado genocida y terrorista.

Esa “potencia” que menciona Mónica, ese crecimiento del pueblo mapuche, no puede comprobarse en las grandes manifestaciones ni en las acciones de repudio y solidaridad. Pero es palpable en los grupos de base, en la multiplicación de organizaciones mapuche y mixtas, en el notable crecimiento de las personas que hablan y estudian mapudungun, incluyendo muchos blancos o huincas. Una fuerza que nace de la tierra, de muy abajo, y que está resultando imbatible.

El principal azote del pueblo mapuche es el extractivismo forestal, al que protegen y defienden el Estado chileno y el gobierno de Piñera. Ese modelo tiene un límite: como señala el último editorial de la página Mapuexpress, la dignidad de la familia y la comunidad de Camilo Catrillanca han supuesto “un fuerte remezón para mirar con mayor precisión histórica y política lo que está ocurriendo en el Wallmapu”, y ha generado “una poderosa ruta para el pueblo mapuche” (goo.gl/BztDCk):

La ruta digna tras el asesinato del lamngen Camilo Catrillanca. Editorial de Mapuexpress

Nuestro lamngen Camilo Catrillanca luchaba contra esas expresiones extractivistas y colonialistas. Y su asesinato es parte de la histórica forma de actuar de la corrupta clase política chilena, la institucionalidad administrativa, el gobierno, y la prensa oficial.

Editorial Colectivo Mapuexpress Diciembre 13 de 2018

La dignidad con la que la comunidad y familia de nuestro lamngen Camilo Catrillanca, asesinado por funcionarios estatales chilenos, han enfrentado este lamentable hecho, ha significado un fuerte remezón para mirar con mayor precisión histórica y política lo que está ocurriendo en el Wallmapu, y ha generado una simple, pero poderosa ruta para el Pueblo Mapuche.

Desmilitarización de nuestros territorios, establecer un estándar de verdad respecto al genocidio realizado por el Estado chileno, continuar la recuperación y control territorial, guiarse por el derecho a la Libre Determinación que “es superior a un eventual reconocimiento constitucional, al Consejo de Pueblos Indígenas y al Ministerio de Asuntos Indígenas”, es lo que ha dicho el Futa Trawun del 1 de diciembre en Temu kuikui. Como Colectivo Mapuexpress asumimos y compartimos estos planteamientos, en cuanto piso mínimo para una línea de trabajo a mediano y largo plazo.

Como decía por ahí un ñizol longko “hoy en día, no es fácil ser mapuche”. Los territorios de nuestra nación se encuentran sometidos bajo un régimen de colonialismo interno, situación que se manifiesta por medio de la ocupación militar encabezada por los Estados chileno y argentino, los que una vez “independizados” de Europa, actualizaron las lógicas de dominación empleadas por los conquistadores, profundizando aún más el despojo de Wallmapu y la fragmentación de la sociedad mapuche.

A esto se suman las sistemáticas políticas educacionales y culturales de estos Estados, tendientes a hacer desaparecer nuestro idioma, y con eso, nuestra forma de entender el mundo, la vida, el tiempo, e intentando distanciarnos de la comprensión de nuestra propia cultura, historia y sociedad.

El Futa Trawun de Temukuikui llamó también, a “terminar las acciones de domesticación, paternalismo y colonialismo”, lo cual se expresa en la anuencia con partidos políticos y religiones wingka y la aceptación de nefastos proyectos industriales, extractivos y energéticos.

Desde nuestra labor comunicacional, las dos décadas de experiencia y trabajo ininterrumpido de Mapuexpress, nos han mostrado que en el territorio mapuche las industria forestal, energética, pesquera y salmonera, y los vertederos instalados sobre nuestras comunidades, pero también y particularmente en Puelmapu, las petroleras y el método del fracking, entre otros proyectos, son los que deterioran o impiden el desarrollo de nuestra Itxo Fill Mongen.

Nuestro lamngen Camilo Catrillanca luchaba contra esas expresiones extractivistas y colonialistas. Y su asesinato es parte de la histórica forma de actuar de la corrupta clase política chilena, la institucionalidad administrativa, el gobierno, y la prensa oficial que ha venido instalando en el imaginario colectivo la imagen de que el conflicto que se desarrolla en Wallmapu es solo responsabilidad de las organizaciones mapuche. Por medio de un tratamiento informativo desigual, estos Medios de Comunicación no conciben como violencia la que proviene del Estado y los grupos de poder, la cual ha tenido como resultado el asesinato de numerosos activistas y miembros de comunidades mapuches. Ni que hablar de la casta empresarial y de la policía militarizada. Todo esto es una clara muestra de cómo ha sido la historia de siglos de genocidio, usurpación, asimilación y negacionismo.

En tiempos de Weichan, el Füta Trawün, nos llama a aumentar nuestras acciones, diálogos y reflexión, nos llama también a reconocernos: Inche kay Che anay – ¡Somos Gente!… A poner en alto y desarrollar en cada pu lagmien pu Peñi, los valores del Kümeche, Norche, Newenche y Kimche, poniéndonos al servicio de nuestra comunidad y sociedad ancestral.

Es clave defender estos valores, en momentos de crisis, en que pequeños pero poderosos grupos de la sociedad occidental hegemónica, legitiman la injusticia, el despojo, el abuso, e imponen una cruel y única forma de vivir y de entender el mundo. Bloquean y eliminan así el necesario diálogo que debe existir entre los pueblos en el marco de sus valiosas y legítimas diferencias.

No somos todos iguales, nuestras familias son diversas, en nuestros lofche y lofmapu, en nuestras formas de organización existen diferencias, eso es una potencia a fortalecer y desarrollar. Valoramos y defendemos la diferencia, aun cuando hoy más que nunca necesitamos de la unidad: kiñe rüpü ka kiñe rakizüam.

Hoy nuestro camino comunicacional es Weichan y Trawun, contexto en el cual el control territorial resulta ser fundamental, para la comprensión de esta nueva etapa en el proceso de liberación y reconstrucción Mapuche. Y no solo el control territorial de tierras, sino que del mar, de los bosques, del espacio, y por sobre todo, control territorial de nuestro pensamiento, nuestro Kimun, nuestro rakizüam.

Nuestros ünen, principales longko y werken, saben mucho de eso, y nosotros, apoyados en esta perspectiva, planteamos que hay que werkenizar las comunicaciones. Especialmente en estos tiempos en que nuestras dirigencias, nuestros/as estudiantes, nuestras familias, se encuentran conectadas a las tecnologías de información y comunicación, mientras continuamos estando en las montañas, en los bosques, en el mar, en el campo y en las ciudades… en nuestros territorios del Wallmapu – kom pule.

Lo que ha ocurrido con el asesinato de nuestro ünen, longko küpal, Camilo Catrillanca, nos lleva a avanzar en el discurso, pero principalmente nos exige avanzar en las acciones, tanto al pueblo mapuche como a los pueblos chileno y argentino.

FIN A LA MILITARIZACIÓN DEL WALLMAPU Amulepe Tain Weichan