Países Catalanes: La autodeterminación no se negocia, se ejerce

Del 1-O al 21-D, la lección a aprender es la extensión de la autodeterminación.
Por una vida digna, construimos unidad popular.



23/12/2018
Cataluña/Países Catalanes: La autodeterminación no se negocia, se ejerce

Endavant
La Haine

Del 1-O al 21-D, la lección a aprender es la extensión de la autodeterminación

Por una vida digna, construimos unidad popular!

El 21D de 2018 ha certificado la victoria del 155 al Principado. Ya no se trata de una imposición política del Estado, sino del establecimiento de la normalidad autonómica y autonomista por parte del ‘Gobierno efectivo’ del Pdecat y ERC.

Después de la jornada de lucha del 21D, la vía institucional para una hipotética liberación del Principado está muerta y enterrada. Y lo está, sobre todo, por parte de los propios portavoces de esta falacia ‘de la ley a la ley’: ni quieren ni pueden materializar la ruptura necesaria. La brutalidad policial que los Mossos hacen contra cada convocatoria que se sale del guión establecido, desde que se restableció la autonomía post-155, no es nada descontrolado sino una determinada voluntad política de frenar el descontento popular.

Los pactos gubernamentales que llevan a las renuncias de la voluntad popular necesitan de una mano de hierro implacable. Con todo, cada vez una parte más sustancial del pueblo comparte la inutilidad de la acción institucional y entiende la necesidad de mantener viva la confrontación con el Estado, desde las calles, como fue el 1-O, el 3-O y el 8-N. No es una opción mayoritaria, por ahora, pero sí suma sectores descontentos con una vía muerta y defraudadora, porque tenemos mucho en juego.

No hay que olvidar que la normalidad autonómica y autonomista conlleva un empeoramiento de las condiciones de vida de la clase trabajadora en general y de las mujeres en particular. Los topes de déficit o el FLA son mecanismos por los que, en los Países Catalanes, las autonomías son gestiones de una miseria que conlleva destrucción de derechos sociales y laborales, desahucios, desmantelamiento de servicios públicos que cubren las mujeres trabajadoras, y otros ataques directos a la clase trabajadora, ataques que configuran una violencia estructural y sistémica.

Todo esto se da en un contexto, en los Países Catalanes, en el que la lucha por la mejoras sociales, la lucha feminista y la lucha por la autodeterminación nacional nunca habían sumado tanto. Lo de la independencia debe ir de cambiarlo todo, de luchar por todas las soberanías. El independentismo popular ha de sumar mayorías alrededor de este programa de unidad popular, con reivindicaciones concretas. La jornada de lucha del 21D era la primera fecha del calendario; una de las siguientes será, sin duda, la huelga general feminista del 8 de marzo.

En la Izquierda Independentista tenemos el reto de articular un programa que una las luchas contra la represión con la lucha por los derechos sociales y políticos y el ejercicio de la autodeterminación en los Países Catalanes. Porque será sólo así, con la organización popular y la movilización permanente, desde las calles, que recuperaremos derechos robados por el Estado, en tanto que defensor legal del sistema capitalista patriarcal de explotación, y podremos ejercer soberanías para una vida digna .

Del 1-O al 21-D, la lección a aprender es la extensión de la autodeterminación. Debemos trabajar para religar el despertar de la conciencia social, manifestado en las huelgas sectoriales, la lucha por las pensiones o contra la pobreza energética, entre otros, con la huelga general feminista y la indignación contra los juicios políticos del proceso. Es este conglomerado social de luchas lo que nos debe servir como embrión del programa de unidad popular que se convierta en el espacio central en los Países Catalanes: es de mínimos garantizar unas condiciones de vida digna para emanciparnos de este Estado que le llaman democracia y no lo es.

Como decíamos ya antes del 21D, la articulación política del proyecto de unos Países Catalanes independientes, socialistas y feministas es la mejor forma de combatir la España demofóbica, oligárquica y explotadora. Las batallas y las mínimas condiciones para vivir dignamente se ganan en las calles: por una vida digna, construimos unidad popular. Porque la autodeterminación no se negocia, se ejerce!

Texto completo en: https://www.lahaine.org/fM3x