Defensores de los derechos de los animales se disfrazaron esta mañana frente al Departamento de Agricultura de Estados Unidos para pedira los transeúntes una dieta vegetariana. Ayer se detectó un posible caso de “vaca loca”. Reuters.
El primer caso de un bovino sospechoso de padecer mal de la vaca loca fue detectado en EE.UU., según informó ayer en una precipitada conferencia de prensa Ann Veneman, ministra de Agricultura de ese país.
El hallazgo se hizo dentro de un programa regular de vigilancia implementado desde 1990 para detectar posibles casos del mal.
Se trata de un ejemplar proveniente del estado de Washington y que según Veneman, estaba enferma o herida y, por lo tanto, no destinada a convertirse en alimento. La aclaración buscaba calmar los ánimos, debido a que el anuncio podría tener severas consecuencias económicas para la industria bovina, si la población decide no comprar más carne, ante el temor de contraer el mal de Creutzfeldt-Jakob, provocado al consumir reses afectadas y que causa un deterioro cerebral progresivo y fatal.
Veneman dijo que “es muy pronto para decir si se trata de un caso aislado o no” y agregó que el predio donde se halló el caso fue puesto en cuarentena.
Muestras de la vaca se enviaron a Gran Bretaña para confirmar el hallazgo, mientras que la ministra aseguró que “aunque el riesgo para la salud humana es mínimo, tomaremos todas las acciones y precauciones necesarias”.
Brasil debería suspender todas las importaciones de carne de res de Estados Unidos después de que ese país anunciara su primer caso de la enfermedad de las vacas locas, dijo el ministro de Agricultura, Roberto Rodrigues, a un diario hoy.
El diario O Estado de S.Paulo citó a Rodrigues cuando dijo que todas las importaciones de bovinos de Estados Unidos, incluyendo la carne, productos cárnicos y embriones, deberían suspenderse hasta que Estados Unidos establezca claramente las medidas que está adoptando para controlar la enfermedad, que devastó a la industria europea de la carne en la década de los 90.
Una portavoz del ministerio dijo a Reuters que estaba solicitando una aclaración del departamento de seguridad alimentaria, pero que no tiene conocimiento de que se haya declarado aún una prohibición oficial de las importaciones de carne de res de Estados Unidos.
Brasil importa una cantidad relativamente pequeña de Estados Unidos, pero si compra material genético para mejoramiento de su hato local de ganado vacuno, que es el más grande del mundo con 175 millones de cabezas de ganado.
Brasil nunca ha detectado un caso de la encefalopatía espongiforme bovina (EEB), más conocida como la enfermedad de las vacas locas.
Los científicos han vinculado esta enfermedad degenerativa del cerebro en el ganado a una forma de la enfermedad de Creutzfedt-Jakob que ataca el sistema nervioso en los humanos.
Rodrigues dijo que el brote de la enfermedad en Estados Unidos fomentaría las exportaciones de carne de res de Brasil, debido a que Estados Unidos se verá obligado a retirarse temporalmente del mercado mundial de carne vacuna.
En un golpe muy fuerte para la industria de la carne vacuna estadounidense, de 27.000 millones de dólares, Japón y Corea del Sur, los mayores compradores de carne de res de Estados Unidos, se apresuraron a suspender las importaciones, junto con Singapur, Malasia, Hong Kong, Taiwán y Rusia.
La Unión Europea (UE) no prevé establecer medidas especiales ante la aparición en EEUU del primer caso del mal de “las vacas locas”, ya que la importación de carne de vacuno de ese país está prohibida por los Quince debido a las hormonas de crecimiento.
Una portavoz de el Ejecutivo comunitario, Antonia Mochan, explicó a EFE que, además de la prohibición a causa de las hormonas, la UE cuenta con un sistema de alerta geográfica que puso en marcha durante la crisis por los casos de EEB detectados en Gran Bretaña.
Dentro de este sistema, Estados Unidos está ya clasificado como “país de riesgo”, lo que supone la prohibición de importación de productos considerados peligrosos, como el cerebro.
Por tanto, en el caso de Estados Unidos, la importación de carne de vacuno está prohibida por dos vías, lo que en este momento hace innecesario adoptar más medidas, precisó la portavoz.
No obstante, señaló que la Comisión Europea seguirá de cerca la evolución de la situación para determinar si son necesarias otro tipo de medidas.
El primer posible caso de encefalopatía espongiforme bovina en Estados Unidos fue detectado en una res en el estado de Washington.
Aunque los resultados preliminares realizados a la res dieron positivo, será necesario esperar entre tres y cinco días para conocer los datos definitivos.