La administración norteamericana de la IWW (Industrial Workers of the World / Trabajadores Industriales del Mundo) decide afiliarse a la Confederación Internacional del Trabajo (CIT) aue agrupa al anarcosindicalismo y sindicalismo revolucionario

En su referendo anual, la administración norteamericana de la IWW (Industrial Workers of the World / Trabajadores Industriales del Mundo) votó abrumadoramente a afiliarse a la recién formada Confederación Internacional del Trabajo (CIT). La CIT es una organización internacional que une a sindicatos revolucionarios en ocho países de Europa, América Latina, y Norte América.



CIT: la nueva aventura internacional desde el sindicalismo radical
El sindicato estadounidense IWW aprobó a principios de diciembre unirse a la nueva Internacional encabezada por la Confederación Nacional del Trabajo.

El Salto
2018-12-30 06:21:00
https://www.elsaltodiario.com/sindicatos/cit-internacional-sindicalismo-radical

La administración norteamericana Industrial Workers of the World (Trabajadores Industriales del Mundo) aprobó en su referéndum anual a principios de diciembre de 2018 incorporarse a la Confederación Internacional del Trabajo (CIT). Se unía así a diversos sindicatos europeos que el pasado mayo fundaron en Parma (Italia) una nueva Internacional.

El impulso partía de la española Confederación Nacional del Trabajo (CNT) y la idea es la de coordinar al “sindicalismo revolucionario”. ¿Y esto qué significa, a estas alturas de la película? Miguel A. Pérez, afiliado de CNT y secretario de CIT, explica a El Salto que se trata de aquellas centrales sindicales cuya “práctica en el mundo laboral no está orientada simplemente al logro de mejores condiciones o a prestar servicios de asesoría a las personas empleadas. Tal y como entendemos la actividad sindical, lo que se pretende es conquistar cuotas de control sobre el sistema productivo y de consumo de la sociedad capitalista”. En su fundación participaron también la italiana USI, la alemana FAU, ESE (Grecia) e IP (Polonia).
VIEJAS GLORIAS EN BUSCA DE NUEVOS LAURELES
Más allá de su actual afinidad, si buscamos conexiones entre las principales secciones de la CIT, lo que se observa es una historia similar. Sindicatos nacionales que se crearon a raíz de sus diferencias de criterio con el sindicalismo vigente hasta entonces: perspectiva socialista revolucionaria, mayor democracia interna y menor burocratización, e independencia de los partidos políticos. Todos ellos con cientos de miles de afiliados, jugaron un papel destacado en la época de mayor efervescencia obrera en sus respectivos contextos, para acabar siendo destrozados por el militarismo y el fascismo. Unione Sindicale Italiana se desarrolló en la segunda década del siglo XX hasta alcanzar el liderazgo en algunos sectores como el metalúrgico. Protagonista en el bienio rojo de 1919-20 que puso al país al borde de la revolución, el régimen de Mussolini fue una losa insoportable para el movimiento.
Refundada en los 50, la USI ha ido progresando, lentamente, hasta formar hoy parte del atomizado panorama sindical italiano. Una historia casi igual a la de la Freie Arbeiter Union Deutschslands (FAUD, Unión de Trabajadores Libres de Alemania), el poderoso sindicato con gran peso en el Ruhr minero que no sobrevivió el nazismo y fue refundado, a una escala mucho menor, como FAU en 1977.

IWW en Estados Unidos experimentó algo parecido. Presente en los mayores conflictos laborales del país a principios del siglo XX, IWW vivió un rápido auge. Igual de rápido fue su descenso. Sin un régimen fascista estadounidense propiamente dicho, la represión llegó de todas formas. Su oposición a la participación en la I Guerra Mundial le supuso graves problemas, agravados por un importante cisma interno. Cuando empezaba a levantar cabeza tras la II Guerra Mundial, la ‘caza de brujas’ contra la disidencia volvió a sumir a los wobblies en la irrelevancia. Es en el siglo XXI cuando, con trabajo de hormiga, las siglas IWW están volviendo a sonar.

En nuestro contexto, la CNT llegó a ser el mayor sindicato de España, y llegó más lejos que cualquiera de sus socios con la Revolución que se dio en la zona republicana durante la Guerra Civil. Tras el Franquismo, decenas de miles de personas acudieron en masa a la CNT. En un clima constante de caos y enfrentamiento entre tendencias, sumado a las aportaciones del Estado en forma de montajes policiales que arrastraron por el fango la imagen del sindicato, la gran mayoría de afiliados se fue a su casa y en los 80 se haría efectiva la escisión entre la CNT y la hoy CGT. A partir de entonces, lo que dentro del sindicato se conoce como “la travesía en el desierto”: sectarismo y guardia de ‘las esencias’ en el interior, marginalidad e irrelevancia hacia el exterior. Con el cambio de siglo, CNT parece empezar a adoptar una dinámica más positiva y prometedora.
DE LA NEGATIVIDAD A LA AMBICIÓN
Pérez es enormemente crítico con la anterior época cenetista. Señala que “CNT se definió y se entendió a sí misma en negativo, por lo que no era”, mostrando una “evidente incapacidad de abordar conflictos sindicales importantes”, dando como resultado “un progresivo enroque en actitudes discursivas y autojustificativas, que por supuesto no resolvían nada”. Con el nuevo siglo se involucra en algunas localidades en conflictos laborales de cierta categoría. Huelgas como la de Mercadona (en Barcelona), Tomares y Lebrija (Sevilla) empiezan a cambiar, poco a poco, la autopercepción y, en consecuencia, su proyección hacia el mundo laboral.
Con la decisión de la administración norteamericana (también existe en otros países) de IWW de entrar en la Confederación Internacional del Trabajo, ésta salta el charco y acoge a un sindicato radical activo en Estados Unidos

El simple rechazo a la representación unitaria (caracterizado fundamentalmente por los comités de empresa, que el sindicato critica al considerar que fomenta un modelo antidemocrático y delegacionista) deja paso, indica Pérez, a “un modelo de actuación e implantación bien perfilado y de una propuesta sindical propia que nos ha permitido empezar a construir una alternativa real al sindicalismo estatal desde un planteamiento positivo”.

El modelo de CNT se centra en la figura jurídica de la sección sindical, común al resto de sindicatos pero que en este caso es el órgano prioritario, compuesto por los afiliados y afiliadas en una determinada empresa y regido por las decisiones de los mismos.

El secretario de la CIT reconoce que este proceso ha tenido su lado negativo. Por un lado, en varias ciudades CNT se ha quedado sin presencia al negarse esos grupos, con escasa afiliación, a aplicar la estrategia y, por otro, hay sindicatos “que se mantienen estables en torno a un número determinado de personas y, en general, cuesta romper una cierta barrera que permite el despegue de la afiliación en una localidad concreta”. No obstante, Pérez señala que el balance es positivo y hoy pueden “enfrentar conflictos sindicales más complejos y abordar proyectos más ambiciosos en todos los ámbitos, con garantías de éxito”. Disponer de varios sindicatos con más de dos centenares de afiliados, que hace diez o 20 años podía parecer una utopía, es hoy ya una realidad, gracias a esa ambición mostrada, indica Pérez, en algunos ejemplos muy recientes, como la actividad entre los trabajadores de la Xunta del sindicato de Compostela, las luchas en el sector del metal en Zaragoza o con las kellys en Sevilla.

Este giro, que Pérez caracteriza indistintamente como “cambio de mentalidad”, “esfuerzo por ser agentes de un cambio revolucionario”, “cambio cultural”, “proyecto de construcción real” o “momento de afirmación”, es en su opinión compartido por las demás secciones de la CIT, algo que no ocurría con la Asociación Internacional de Trabajadores, el proyecto global de CNT durante mucho tiempo y que ésta abandonó antes de lanzar su nueva iniciativa. La AIT, que con la pérdida de CNT, USI y FAU ha visto mermada su afiliación en un 90%, está conformada por varios grupos, incluidas escisiones en España, y su tarea fundamental es el ataque permanente a sus antiguos compañeros, catalogados (un clásico en el mundillo de raíces libertarias) como “reformistas”.

TRABAJADORES MILITANTES EN EL PAÍS DE TRUMP
Con la decisión de la administración norteamericana (también existe en otros países) de IWW de entrar en la CIT, ésta salta el charco y acoge a un sindicato radical activo en Estados Unidos. Allí la legalidad sindical es muy diferente a España, aunque no necesariamente más amigable para quienes plantean un modelo más democrático. Según indica Liss, responsable de prensa de IWW y residente en Nueva York, a El Salto, “el modelo es mucho más corporativo. En el 10% de las empresas con representación sindical, se le da a un solo sindicato los derechos exclusivos para representar a todos los trabajadores, independientemente de lo que éstos piensen. En cambio, para el 90% de los trabajadores empleados por una empresa no sindicalizada, simplemente no hay presencia sindical”.
“IWW busca organizar a la clase obrera para derribar este modelo y crear uno nuevo donde los trabajadores formen sindicatos directamente, basándose en su propia actividad”, resume Liss. Por este motivo, IWW permite la afiliación dual de sus miembros. De este modo, los trabajadores de las empresas sindicalizadas, por ejemplo en la educación, tienen la opción de “formar un polo militante y democrático dentro del sindicato” en cuestión, explica Brandon, militante de IWW en Atlanta. En las no sindicalizadas, por ejemplo en la hostelería, la pelea es por poder funcionar como IWW. Para ellos, ese modelo es responsable de la extrema debilidad del sindicalismo estadounidense, fuera de ciertas empresas.

Para Brandon, de la IWW, “la Internacional sólo significará algo si sus seccionas tienen una presencia real en los trabajos y calles de sus respectivos países”
Otras de sus diferencias con el sindicalismo al uso, afirma Liss, es su afán de organizar “trabajadores tradicionalmente ignorados”, como presos, sin papeles o trabajadoras del sexo. En este sentido, IWW dispone del Comité Organizador de Trabajadores Encarcelados, encargado de extender el sindicalismo en las prisiones y que colaboró en la huelga de trabajadores presos del pasado agosto.

INTERNACIONAL ¿PARA QUÉ?
Si tenemos en cuenta que el origen de la primera Internacional de trabajadores era unificar a toda la clase obrera por encima de las fronteras, y si después observamos la sorprendente oferta de internacionales sindicales a día de hoy, aparentemente con escasa relevancia para sus supuestos beneficiarios en el puesto de trabajo, nos podemos preguntar ¿para qué otra Internacional?
Pérez admite que “a menudo el internacionalismo ha sido un brindis al sol. Parece que se ha considerado una especie de extensión lógica del movimiento obrero, algo en lo que había que estar para justificar nuestra pretensión de internacionalistas. Es como si el internacionalismo existiese de forma separada de la práctica de la solidaridad internacional, como si fuese algo previo a esta, con existencia propia en el altar de las ideas”. A continuación, incide en la razón de ser de colaborar más allá de las situaciones de cada cual: “Es de la necesidad de nuestras secciones locales, como CNT misma, que surge la importancia de pertenecer a una internacional en la que desarrollar este trabajo conjunto. Y la medida en que la Internacional sea capaz de responder a estas necesidades, reforzando el trabajo local, va a ser la medida de su éxito”.

En el mismo sentido reflexiona Brandon, para quien “la Internacional sólo significará algo si sus seccionas tienen una presencia real en los trabajos y calles de sus respectivos países”. En esa línea, explica que ya se están dando los primeros pasos, con intercambios sobre experiencias como la Huelga General Feminista en España o la Huelga de Prisiones en EE UU, así como sobre la actividad en compañías globales como Amazon. “Serán los trabajadores y trabajadoras quienes concluyan si es útil o no”, concluye Pérez.
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La IWW se afilia con la Confederación Internacional del Trabajo
https://iww.org/content/la-iww-se-afilia-con-la-confederacion-internacional-del-trabajo

CHICAGO – En su referendo anual, la administración norteamericana de la IWW (Industrial Workers of the World / Trabajadores Industriales del Mundo) votó abrumadoramente a afiliarse a la recién formada Confederación Internacional del Trabajo (CIT). La CIT es una organización internacional que une a sindicatos revolucionarios en ocho países de Europa, América Latina, y Norte América.

La CIT se enfoque en desarrollar un modelo visible del sindicalismo revolucionario, una manera de formar sindicatos basados en la solidaridad y la acción directa, y que prefiguren un mundo liberado del capitalismo. Los sindicatos de la CIT ya están coordinando su actividad entre trabajadores de apps, como los de Deliveroo y Foodora, incluso con huelgas coordinadas contra Deliveroo en varios países.

La IWW aporta nuestra experiencia organizando en prisiones con el Comité Organizador de Trabajadores Encarcelados (Incarcerated Workers Organizing Committee / IWOC). La CIT y sus secciones apoyaron a la huelga de encarcelados que ocurrió en los EEUU este año, para el cual IWOC jugó un rol importante. A través de la CIT, la IWW ha empezado a contactar sindicatos de encarcelados en otros países.

Más aún que la práctica sindical diaria, la CIT da lugar a sus secciones a compartir experiencias de luchas masivas obreras. Este año, la Confederación Nacional del Trabajo (CNT – sección española de la CIT) jugó un rol importante en coordinar una Huelga General Feminista el 8 de Marzo, que la CNT y la CIT quieren tomar como ejemplo para 2019.

El voto de la IWW a afiliarse con la CIT culmina varios años de colaboración entre estos sindicatos para dar esta Internacional a luz. Queremos continuar desarrollando nuestros proyectos mutuos y formando relaciones en otros partes del mundo. La IWW va a compartir su experiencia y aprender de la experiencia de otros – a inspirar y ser inspirada. Con las crisis económicas, ecológicas, y políticas que el capitalismo nos trae e intensifica, hace falta un vibrante e internacionalista movimiento revolucionario ahora más que nunca.

Viva la Internacional!

Industrial Workers of the World – Administración Regional Norteaméricana

Afiliada con la Confederación Internacional del Trabajo
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Fundación de la Confederación Internacional del Trabajo (CIT) en Parma
Enviado por prensa el Lun, 14/05/2018 - 00:22.
Confederación Nacional del Trabajo CNT España

Finalizado el Congreso y aprobados los estatutos, se ha fundado la Confederación Internacional del Trabajo (CIT), asociación internacional que englobará el anarcosindicalismo y el sindicalismo revolucionario, compuesta por USI - Italia-, FAU -Alemania-, CNT -España-, IWW - Norte América-, ESE -Grecia- e IP -Polonia.

CNT, pendiente de ratificación, tomará la secretaría de la Internacional durante el primer bienio, posteriormente FAU y en tercer lugar IWW. Durante el primer lustro de la internacional USI se hará cargo de la tesorería. Las cuotas irán acordes al poder adquisitivo de cada país, se reconocen 3 niveles de poder adquisitivo. El tercer nivel, más bajo, va dirigido a países en desarrollo de América Latina, Asia o África.

Durante los próximos años, los ejes de trabajo serán la formación, la acción sindical y la expansión. En el ámbito formativo, se intercambiará información laboral a nivel internacional, se realizarán escuelas de verano y se realizarán traducciones de materiales para compartirlos. Por otro lado, en la acción sindical se reforzará y establecerá el 8 de marzo como día de lucha de derechos de las trabajadoras y se compartirán conocimientos de diversos sectores industriales.

Por último, la expansión se basará en compartir contactos de organizaciones afines, traducción de propaganda y especial atención al trabajo con trabajadores migrantes, sin derechos, transfronterizos, etc. Otros objetivos a medio plazo serán el transporte, género, sector restauración, trabajadores encarcelados y migrantes, educación y salud. Se acordó albergar el siguiente congreso en Alemania, a petición de la FAU,

Se cierra este Congreso internacional entre aplausos y sinergias de sindicalismo combativo, tras varios días de intenso trabajo, con la sensación general de haber iniciado un proyecto ilusionante y con visos de convertirse en un hito histórico.
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Acercándonos al Kurdistán y el Confederalismo Democrático
Enviado por prensa el Mar, 11/12/2018 - 00:15.
http://www.cnt.es/noticias/acerc%C3%A1ndonos-al-kurdist%C3%A1n-y-el-confederalismo-democr%C3%A1tico

Mucho se está oyendo en los medios sobre Rojava, el Kurdistán y el Confederalismo Democrático. Para conocer de primera mano cuánto hay de verdad en lo que nos cuentan, hemos preguntado al compañero Chabier Alegre, de CNT Teruel, que ha viajado junto a la Brigada 19 de Julio a las montañas de Qandil para apoyar el proyecto de escudos humanos dentro de la cordillera, con el fin de disuadir a la aviación turca de bombardear la población.

Mapa del Kurdistán

Qandil: La protección de la montaña
Una máxima kurda dice que «No hay más amigas que las montañas». Qandil, la cordillera que ejerce de frontera natural entre Turquía, Irán e Iraq, llamada Zona de Defensa Medya por el Movimiento de Liberación Kurdo, sirve como referente para las distintas luchas por la democracia, libertad e igualdad en las cuatro partes del Kurdistán, y ha servido de cobijo y defensa para las distintas rebeliones contra los Estados que han tratado de exterminarlas. «Mientras las montañas sigan de su lado, su lucha continuará». Uniéndose a la campaña de escudos humanos, la Brigada 19 de Julio exige una zona de exclusión aérea para todo el Kurdistán del Sur, así como el cumplimiento de la legislación internacional y con ella la completa retirada del ejército turco de todo territorio más allá de sus fronteras.
«Qandil es un sitio muy desconocido para la mayor parte de compañeras que seguimos la revolución en Rojava desde occidente -comenta el compañero Chabier-, pero hay que tener claro que el movimiento por la liberación del Kurdistán lleva haciendo la revolución durante 40 años aunque ahora se hayan dado a conocer.» Podríamos decir que Rojava (Kurdistán sirio) es la cara visible de la revolución, pero Qandil es un órgano vital en la articulación del movimiento por la liberación del Kurdistán. En las montañas se encuentra el centro de operaciones del PKK (Partido de los Trabajadores del Kurdistán). En ellas se han redactado y debatido muchas de las líneas políticas que luego se han puesto en práctica en Rojava. Y no sólo en Rojava, también en Bakur (Kurdistán turco) se puso en práctica el Confederalismo Democrático tras una serie de revueltas en 2015 y 2016, pero la represión por parte del Estado turco cortó de raíz cualquier posibilidad de autonomía en Turquía, dejando un balance desolador con cientos de pueblos destruidos por completo, blindados en las calles, gente forzada a marchar de sus casas y de sus pueblos, asesinatos y represión.

Chabier en Makhmur

«En Qandil -cuenta Chabier- pudimos convivir y compartir experiencias con el movimiento de jóvenes de Bashur (Kurdistán iraquí) “Gencanî Wilatparêz” y participar en distintos actos. El acto más notable en el que participamos fue el del 14 de julio, fecha en la que se conmemoraba el 36 aniversario de la resistencia que los presos kurdos iniciaron en 1982 con una serie de huelgas de hambre en Amed (Bakur). También tuvimos la oportunidad de reunirnos con las coordinadoras del Movimiento de Mujeres, con las que disfrutamos de una conversación muy enriquecedora y formativa.»
Qandil tiene autonomía gracias a que es una zona muy montañosa y es donde más fuerza tienen las guerrillas del PKK, pero en otros puntos de Bashur también podemos encontrar distintas organizaciones del movimiento y una gran simpatía popular.

Conociendo de cerca el confederalismo democrático
La siguiente etapa del viaje, Makhmur, en Bashur, es un campo de refugiados que podríamos catalogar como población, ya que es un asentamiento con 20 años de historia donde actualmente habitan unas 12.000 personas, mayoritariamente gente de Bakur que ha tenido que huir de la represión del Estado turco. Como anécdota, se hizo entrega de la bandera del Consejo de Aragón a su representante diplomático como una forma de compartir dos experiencias revolucionarias muy similares pero con un espacio temporal de más de medio siglo.

Entrega de la bandera del Consejo de Aragón

Makhmur es un ejemplo de cómo funciona un pueblo a través del Confederalismo Democrático. En una semana, el compañero pudo conocer de primera mano el funcionamiento del sistema de comunas, una forma de democracia radical basado en el municipalismo libertario de Murray Bookchin. «Pudimos compartir diversas conversaciones sobre anarquismo o comunismo aunque en raras ocasiones encontré un posicionamiento claro, declarándose en la mayor parte de las veces como socialistas, pero sobre todo como Apoistas, siguiendo las ideas de Apo que es como se llama cariñosamente a Abdullah Ocalan. En el Kurdistán han hecho sus propios análisis, han revisado distintos autores socialistas y libertarios y han marcado su propia línea a seguir para hacer la revolución en oriente próximo, pero a pesar de esta indefinición, desde mi punto de vista, podemos hablar abiertamente de un proceso revolucionario muy influenciado por las ideas libertarias y un proyecto al margen de los Estado-Nación».
Las cuestiones que afectan al pueblo se debaten en las comunas y van subiendo a asambleas de barrio y distrito a través de representantes elegidos por las asambleas, hasta llegar a la Asamblea del Pueblo. Además existen otras dos asambleas principales: la de la Mujer y la de los Jóvenes. Cada asamblea o comuna tiene sus comités y comisiones, siendo los de educación y salud los más importantes, y trabajan de forma coordinada.

«Este tipo de autoridad o administración puede ser llamada administración política no estatal o democracia sin Estado. Los procesos de toma de decisión democráticos no deben ser confundidos con los procesos conocidos de la administración pública. Los Estados sólo administran mientras que las democracias gobiernan. Los Estados están fundados en el poder, las democracias están basadas en el consenso colectivo. El mandato en el Estado está determinado por decreto, aunque puede en parte ser legitimado a través de elecciones. Las democracias usan elecciones directas. El Estado usa la coerción como medio legítimo. Las democracias se apoyan sobre la participación voluntaria.
El Confederalismo Democrático está abierto a otros grupos y facciones políticas. Es flexible, multi-cultural, anti-monopólico, y orientado hacia el consenso. La ecología y el feminismo son pilares centrales.
En el marco de este tipo de auto-administración, una economía alternativa se vuelve algo necesario, lo que incrementa los recursos de la sociedad en lugar de explotarlos y así hace justicia a las múltiples necesidades de la sociedad».
Abdullah Öcalan, “Confederalismo Democrático”

Makhmur

La Asamblea del Pueblo (Meclisa Gel) es uno de los pilares del Confederalismo Democrático en Makhmur: está formada por 131 personas, tiene 31 representantes y 2 copresidentes (hevserok), un hombre y una mujer. En ella participan un 60% de representantes del pueblo, elegidos a través de las comunas de barrio y de distrito, y un 40% de representantes de las instituciones, como los comités de la asamblea del pueblo, de mujeres y de jóvenes.
Las decisiones se toman por consenso, o bien, por mayoría cualificada (3 de cada 4). Antes de reunirse la Asamblea escriben previamente propuestas que se pueden modificar, y también redactar de nuevo, desde los grupos de base, las comunas. De esta forma se promueve la participación de todo el pueblo.
La Asamblea del Pueblo tiene distintos comités: salud, educación, cultura, comunicación, ecología, social, diplomacia, economía y ayuntamiento, entendido éste como un centro de gestión de los espacios comunes, como la luz, el agua, etc., más que un centro desde donde tomar decisiones.

Organización

«También -concluye Chabier- visitamos un proyecto de cooperativas con un año de vida, pero con muchos problemas de funcionamiento debido al bloqueo al que está sumido Makhmur, aislado entre el Gobierno Regional del Kurdistán y el Gobierno de Iraq, y alejado de otros puntos fuertes en la revolución como Rojava o Qandil».
El Gobierno Regional del Kurdistán (KRG) es un territorio con una amplia autonomía dentro de Iraq, pero con un proyecto político muy alejado del movimiento de liberación del Kurdistán. El KRG está gobernado por el KDP, el partido kurdo de Masoud Barzani, que está firmando acuerdos con Turquía para comercializar el crudo que se extrae en el Kurdistán iraquí y es el responsable de realizar el bloqueo sobre las fronteras sirias para no dejar que entre ayuda internacional a Rojava. El proyecto que Barzani quiere para Bashur es el de un país en el cual su riqueza se base en el comercio de petróleo al estilo Emiratos Árabes o Qatar.

¿Reciben ayuda de algún Estado-Nación?
«Esa es la pregunta del millón -nos dice Chabier- Hay que hablar claramente y decir abiertamente que Estados Unidos ha apoyado a los kurdos de Rojava en su lucha contra el DAESH, aunque esta colaboración hay que leerla en clave militar y no en clave política». Cuando las YPG (Yekîneyên Parastina Gel o Unidades de Protección popular), las milicias kurdas en Siria, tomaron Raqqa, uno de los bastiones del DAESH en Siria, lo primero que hicieron fue desplegar una gran pancarta de Abdullah Ocalan en una de sus plazas, dejando claro que las YPG y las FDS (Fuerza Democráticas Sirias) nunca van a renunciar a su proyecto político para “oriente próximo”.
A principios de 2018, cuando Turquía lanzó la campaña contra Afrin, Estados Unidos se desentendió y se lavó las manos de cara a su aliado de la OTAN. «Está claro que de Estados Unidos no se puede esperar un apoyo claro hacia el “paradigma democrático” que están aplicando las YPG y las FDS en Siria. Buena muestra de ello es que Estados Unidos sigue teniendo en la lista de organizaciones terroristas internacionales al PKK, cuando no existe ningún motivo para que continúe en esa lista. Y hace tan solo unas semanas ofreció una recompensa por cualquier tipo de información sobre los cabecillas del PKK».
«Sobre la relación con el gobierno Sirio, podríamos hablar de una calma tensa». A lo largo de toda la guerra civil en Siria se han dado tanto enfrentamientos como alianzas entre las FDS y el ejército sirio, «durante el verano hubo diversas reuniones, se negoció, se llegaron a acuerdos con el fin de afrontar de la mejor forma posible la reconstrucción de Siria, ya que se empezaba a ver el final de la guerra, pero con la llegada del otoño el conflicto se ha reavivado. Hace unas semanas Turquía realizó unas cuantas operaciones con vehículos pesados en varios puntos de Rojava entre ellos Kobane y Gire Spi, donde hubo varias bajas y asesinaron a una niña de 12 años».
Sin duda, el Confederalismo Democrático se esboza como una herramienta fundamental para el entendimiento y la convivencia de los distintos grupos étnicos y religiosos que habitan en “oriente próximo”. Pese a que desde nuestra visión en occidente tendemos a simplificar y pensar sólo en la población musulmana, lo cierto es que hay una gran diversidad religiosa y étnica y se pueden encontrar conviviendo a cristianos siriacos, yazidíes, árabes, judíos, armenios, cristianos caldeos, kurdos etc. En este punto el Confederalismo Democrático tiene mucho que aportar ya que uno de sus principios es que todas las minorías tengan representación y sean escuchadas.

«Hay más de veinte Estados-Nación árabes que dividen a la comunidad árabe y dañan sus sociedades con guerras. Este es uno de los factores principales responsables para la alienación de los valores culturales y la aparente desesperación de la situación nacional árabe. Estos Estados-Nación no han sido capaces de formar una comunidad económica transnacional. Son la razón principal de la problemática situación de la nación árabe. Un nacionalismo tribal religiosamente motivado junto con una sociedad patriarcal sexista impregnan todas las áreas de la sociedad, resultando en un conservadurismo distintivo y una obediencia servil.
Nadie cree que los árabes podrían encontrar una solución nacional árabe a sus problemas internos y transnacionales. Sin embargo, la democratización y un acercamiento comunista podrían proveer una solución.»
Abdullah Öcalan
Makhmur

Mirando hacia el futuro
De los encuentros y negociaciones entre los representantes de las FDS y el Gobierno Sirio depende el futuro del proyecto, negociaciones en las que el Gobierno Sirio será duro y le costará dar concesiones. Está claro que el Estado turco no está nada cómodo con una autonomía kurda ni con el proyecto político que se está dando en Rojava, lindando con la frontera política de Turquía. Ésta fue la excusa usada por Erdogan para tomar Afrin mientras gran parte de la izquierda occidental miraba hacia otro lado. La campaña turca contra Afrin, continuó después contra Qandil y las amenazas siguen sobrevolando sobre distintos territorios liberados.
«Depende de nosotras no volver a darles la espalda nunca más y hacerles saber que estamos aquí utilizando una de nuestras mejores herramientas: la solidaridad internacionalista -nos recuerda Chabier-. Nuestro papel como revolucionarios aquí es aprender todo lo que podamos de los procesos de ahí, apoyar y difundir todo lo que podamos la revolución, ya no solo en Rojava, sino en cualquier punto donde se dé, ya sea en Bashur, Bakur, Rojhelat (Kurdistán iraní) y por qué no, en cualquier parte del mundo, como en Chiapas o como la lucha del pueblo mapuche.
Debemos apoyar y reforzar las plataformas locales en solidaridad con el pueblo kurdo y la revolución en Rojava, participar activamente en ellas y acudir a las convocatorias de solidaridad. La revolución en Rojava es una revolución global, porque de ella tenemos mucho que aprender, estemos donde estemos. Otra línea de actuación es hablar de esta revolución en nuestras organizaciones y sacarla de los grupos de apoyo. Hacer que nuestras organizaciones se posicionen y tengan su propia agenda de solidaridad con la Revolución en el Kurdistán».
Ahora por ejemplo, la CNT está promoviendo una campaña de solidaridad con el proyecto “Make Rojava Green Again” para dar soporte económico y difusión a la revolución ecológica en el norte de Siria. El compañero concluye: «Cosas como éstas suman mucho y nos hacen ser en parte partícipes de esa revolución.»